¡La Iglesia Católica Romana NO ES la más antigua del mundo!

La catedral San Juan Bautista, San Juan, Puerto Rico
La catedral San Juan Bautista, San Juan, Puerto Rico

Intercambio ameno entre un defensor anónimo puertorriqueño de la Iglesia Católica Romana y el administrador de esta Web

-La Santísima Virgen María: una diosa creada por los teólogos católicos
-Citas del libro Jesucristo Católico
-Citas del libro Toda la verdad acerca de Fátima
-Del libro Los misterios divinos del más sagrado rosario
-
De la Enciclopedia Católica
-
La Biblia no es un libro católico
-Carta de un defensor católico puertorriqueño
-La Biblia y las tradiciones religiosas
-La sucesión apostólica

"La controversia, efectuada por partes que se respetan, sin insultos o represalias físicas, es un procedimiento excelente para descubrir la verdad que salva y revelar el error que condena. ¿Por qué temerla o despreciarla? ¿Por qué sentirse ofendido o herido a causa de ella? La sana controversia es bíblica y necesaria. Exhorta Judas, "siervo de Jesucristo,  y hermano de Jacobo: que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez  dada a los santos"  (Judas 3).

I.  Introducción.

A.  "La gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres", escribió el apóstol Pablo en Tito 2:11. Pues, ¡alabado sea el único Dios verdadero!, "todos los hombres" abarca a usted, estimado lector, como también a este servidor. "La gracia de Dios se ha manifestado para" la "salvación" de todo hombre y de toda mujer. ¿Está usted recibiéndola "para salvación"? Nuestro ferviente deseo es que cada estudiante serio de las Sagradas Escrituras, y de los temas relacionados, reciba una porción abundante de la gracia salvadora, y que el Señor obre a través de este siervo para dársela a conocer en toda su pureza y gloria a toda alma sedienta de la verdad, sin los aditivos humanos que la contaminan, anulando su eficacia.

B.  Un varón católico, quien no se identifica, nos envió una carta, equivalente a seis páginas y media tamaño carta, en defensa de su iglesia. Escrita a maquinilla o computadora, y redactada con un espíritu admirable de candor y claridad, esta carta anónima presenta argumentos y textos bíblicos para sostener la tesis según la cual la Iglesia Católica es la original, la única verdadera y la más antigua del mundo. Con la misma convicción y sinceridad, afirma el que escribe TODO LO CONTRARIO, es decir, que la Iglesia Católica NO es la original, ni la única verdadera ni la más antigua del mundo. ¿Quién tiene la razón? De tenerla el autor de la carta, la salvación del que escribe peligra gravemente. De tener la razón este servidor, la salvación del autor de la carta, como también la de todos sus simpatizantes, corre enorme peligro. Los argumentos que trae la carta son dignos de consideración, y respondemos mediante este mensaje.

C.  Para poner en alto relieve nuestra posición doctrinal, la cual es apoyada, como probaremos, por las Sagradas Escrituras, la historia cristiana y la sana lógica, a este mensaje le damos un título largo: "¡La Iglesia Católica Romana NO ES la iglesia más antigua del mundo! La iglesia más antigua del mundo somos nosotros la iglesia de Cristo, la cual no es católica romana, ni protestante, evangélica o pentecostal; tampoco somos de los testigos de Jehová o de los mormones. Somos, sencillamente, la iglesia de Cristo, bíblica, apostólica y fiel al Señor". Entre los subtítulos a considerarse, apuntamos los siguientes:

1.  La Santísima Virgen María: una diosa creada por teólogos católicos.

2.  La Biblia no es un libro dado al mundo por la Iglesia Católica.

3.  Las tradiciones "cristianas", tanto las orales como las escritas, nacidas y desarrolladas después del tiempo apostólico, no figuran como parte del depósito de la verdad divina.

4.  La sucesión apostólica es un dogma sin apoyo bíblico; el papado no data desde el apóstol Pedro, ni tiene la Iglesia Romana dos mil años de existencia.

a.  Entendemos que estos temas son muy controversiales para la mayoría del pueblo. Los abordamos, no con el ánimo de ser contenciosos, sino con el de esclarecer y de educar espiritualmente. Inherentemente, estos temas afectan, aun deciden, el destino de nuestras almas. Por lo tanto, a ninguna persona le conviene pasarlos por alto, tratarlos someramente o encerrarse en una celda de fanatismo rehusando examinarlos concienzuda y honestamente.

b.  Por cierto, la controversia, efectuada por partes que se respetan, sin insultos o represalias físicas, es un procedimiento excelente para descubrir la verdad que salva y revelar el error que condena. ¿Por qué temerla o despreciarla? ¿Por qué sentirse ofendido o herido a causa de ella? La sana controversia es bíblica y necesaria. Exhorta Judas, "siervo de Jesucristo, y hermano de Jacobo": "Contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos" (Judas 3).

c.  Pues, despojemos de pasiones y prejuicios sectarios, permitiendo que el intelecto y la razón funcionen libremente para el descubrimiento de la verdad, sin las trabas de las emociones o de los sentimientos infantiles que impiden y trastornan el entendimiento, y sin las viejas lealtades religiosas que trancan la maquinaria intelectual, como el moho acumulado tranca el engranaje de cualquier mecanismo.

La Virgen de la Providencia, patrona de Puerto Rico
La Virgen de la Providencia, patrona de Puerto Rico

II.  "La Santísima Virgen María: una diosa creada por los teólogos católicos". Mediante los dos mensajes sobre La Virgen del Rosario del Pozo de Sabana Grande a la luz de Apocalipsis 17 y otros textos bíblicos, probamos, concluyentemente, que María, la madre de Jesús, no fue exaltada al Cielo, que ella no está sentada sobre el trono de Dios como "Reina del Cielo y de la Tierra", que no oficia como "mediadora", que no tiene poderes sobrenaturales para obrar milagros y que no puede manifestarse en la tierra a través de "apariciones". También probamos que la joven israelita María, después de dar a luz a Jesús, fue recibida como esposa por José y tuvo más hijos e hijas, siendo su "perpetua virginidad" un mito inventado por los padres de la iglesia apóstata. Concluimos, diciendo: "Estos dos tremendos errores impactan a la estructura eclesiástica de la iglesia que los promulga como fuertísimos golpes asestados a un antiguo edificio por una gran grúa de demolición. Significan que dicha iglesia no es infalible. Significan que sus teólogos, apologistas, concilios y papas no son infalibles". A lo cual añadimos ahora: ¡también significan que la iglesia que los promulga no es la original, ni la única verdadera ni la más antigua del mundo!

A.  He aquí, una diferencia notable entre la iglesia original fundada por Cristo y la Iglesia Católica Romana:

1.  Para la iglesia original, verdadera y más antigua, CRISTO, coronado su Rey (1 Corintios 15:25; Hebreos 1:8-9), nombrado su "cabeza" (Colosenses 1:18), seleccionado para ser su único "sumo sacerdote" (Hebreos 4:14 ) y declarado su "único mediador" (1 Timoteo 2:5), es el personaje celestial más poderoso de esta Era Cristiana, más allegado al Padre y más digno de ser ensalzado, habiendo recibido de Jehová "toda potestad" (Mateo 28:18), teniendo "en todo... la preeminencia ", habitando en él "la plenitud de la Deidad" (Colosenses 2:9), constituido "heredero de todo" y "siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia" (Hebreos 1:2-3).

2.  En cambio, para la Iglesia Católica Romana, la "SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA" es el personaje celestial más poderoso de la Era Cristiana, más allegado al Padre y más digno de ser ensalzado.

a)  Según el libro Jesucristo Católico, la "Santísima Virgen María" es:

(1)  La "obra cumbre de la creación de Dios" (Página 7).

(2)  La "Reina del Cielo y de la Tierra" y la "Reina de los Ángeles y de los Santos" (Página 7).

(3)  El "Paraíso Espiritual, el Segundo Edén".

(4)  La "Segunda Eva, quien reconquistó para nosotros la Vida Eterna".

(5)  El "Arca de Noé, el Refugio de pecadores, a quienes abriga de la Ira de Dios".

(6)  La "Esperanza de la paz, llevando la rama del olivo delante del trono de Dios mediante su continua intercesión a nuestro favor".

(7)  La "Vasija Dorada, más espiritual, más honrosa, quien inspira los sentimientos más profundos de devoción, y quien contiene el Maná Escondido de la Dulzura Divina, es decir, a Jesucristo".

(8)  El "Templo viviente del Dios Viviente, el Lugar Santísimo, la Casa de Dios, bendecida con su continua presencia".

(9)  El "Propiciatorio donde se sienta Dios coronado con más honor que entre los Querubines" (Páginas 82-83);

(10)  La "Causa de nuestro gozo".

(11)  La "Puerta del Cielo".

(12)  La "Madre de Dios" (Páginas 86-87).

b)  Según el libro Toda la verdad acerca de Fátima ...

(1)  "El Corazón Inmaculado" de María vencerá al mundo".

(2)  En la página 13 del mismo libro, el Fraile Michel representa a María como la estrella que nos guía, y la alaba exclamando: "¡Ave!, Maris Stella".

(3)  Según el Fraile Michel, las revelaciones del "Corazón Inmaculado" de María, dadas a conocer, alegadamente, mediante las seis apariciones en Fátima, Portugal, son, y citamos: "El remedio soberano para todas nuestras maldades, la salvación final y única de nuestras almas, de nuestras naciones y de todo el cristianismo, como también de la misma Iglesia Romana. Tal es el insondable designio de la Misericordia infinita de la Santa Trinidad, la cual desea darnos todo a través de la mediación de su Corazón, el cual es tan bueno, tan santo y tan Inmaculado" (Página 14).

(4)  En el mismo libro, el Fraile Michel asegura que Maria es la "Mediadora Inmaculada"; y...

(5)  La "Sede de la Sabiduría" (Página 15).

c)  Según el libro Los misterios divinos del más sagrado rosario, María salvará al mundo "mediante el rosario y el escapulario".

d)  En el artículo sobre la "Virgen" en el Tomo XV, de la Enciclopedia católica, edición de 1912, se confirman muchos de estos títulos y poderes atribuidos a María. En la página 472, ella se identifica como la "intercesora más inminente", doctrina que la coloca por encima de Cristo mismo.

e)  Al ostentar la "Santísima Virgen María" títulos tan gloriosos y ocupar puestos tan elevados en el "cielo católico", no es sorprendente que también en la tierra la "Virgen" represente más para la Iglesia Romana que cualquier otro personaje.

(1)  Infinidad de imágenes y cuadros de la "Virgen" se hallan en catedrales, capillas, escuelas, universidades y hospitales católicos, como también en las casas de los feligreses.

(2)  En muchísimos lugares del mundo, se encuentran conventos y monasterios llenos de monjas y monjes marianos.

(3)  Gran número de organizaciones eclesiásticas se dedican a promover la devoción a la "Virgen".

(4)  Hay decenas de miles de sacerdotes, obispos, arzobispos y cardenales, ¡no faltando ni aun el Papa!, que han declarado públicamente ser "marianos".

B. Respetado lector, le rogamos leer esta sección con paciencia y tolerancia, no deteniéndose o tropezando a causa de la franqueza usada. Fundamentándonos en la información sobre la virgen María que acabamos de presentar, seguramente no nos equivocamos al decir que los teólogos católicos han creada para el mundo una nueva "diosa" llamada la "Santísima Virgen María, la Madre de Dios".

1.  Pues, esta nueva "diosa" la colocan sobre el trono celestial, entre el Padre y el Hijo, efectivamente, deificándola.

2.  Atribuyen a esta nueva "diosa" títulos y poderes que corresponden solo al Hijo glorificado. Este es el Refugio y Salvador de las almas, y no María. El Cristo es el "único mediador" (1 Timoteo 2:5), quedando eliminada María como "la más inminente mediadora". Según Hechos 4:12, el mismo apóstol Pedro, "lleno del Espíritu Santo" (Hechos 4:7), declaró que "hay salvación" solo en el nombre de Cristo, "porque no hay otro nombre bajo el cielo ..." -esto incluye el nombre de María- "en que podamos ser salvos".

3.  Al venerar a esta nueva "diosa", invocándola como refugio y salvadora de las almas y dignificándola como la mediadora "más inminente", siendo Cristo el único verdadero Refugio, Salvador y Mediador, los marianos hacen a María usurpar el lugar de Cristo en el cielo, como también en el corazón de centenares de millones de creyentes aquí en la tierra. Querida alma, díganos la verdad: ¿A quién apelan más los católicos? ¿A María o a Cristo? Los "marianos" invocan a su "diosa, la Santísima Virgen". En marcado y significante contraste, los cristianos, sin adjetivos o apellidos inventados por hombres no inspirados, invocamos solo a Cristo.

C.  Y a continuación abordamos unas consideraciones aún más delicadas para el católico romano orgulloso de su fe e iglesia. De nuevo, suplicamos paciencia y objetividad. ¿Cuál relación, si alguna, guarda esta nueva "diosa" con la "gran ramera" de Apocalipsis 17? Pues, sencillamente, ella es la última en el linaje de las "diosas madres" mitológicas creadas por la falsa religión idolátrica, representada en Apocalipsis 17 por la "gran ramera". Así la percibimos.

1.  Para la persona conocedora de la historia religiosa del mundo y entendida en el lenguaje apocalíptico, la "gran ramera" es, sin lugar a duda, la personificación simbólica de la falsa religión idolátrica en todas sus manifestaciones.

a)  Este tipo de religión sustituye los ídolos esculpidos de barro, madera o metales preciosos por el único y verdadero Dios, quien es Ser Espíritual y no material. Reemplaza al único Dios real con diosas y dioses imaginarios que existen solo en la mente de quienes creen en ellos.

b)  La religión idolátrica tuvo origen en la época de la Torre de Babel, en las llanuras del antiguo reino de Sumeria, en Mesopotamia. Su primera "diosa" fue Semiramis, esposa de Nimrod, personaje identificado en Génesis 10:8 como "el primer poderoso en la tierra". Semiramis se proclamó "Rhea", es decir, "Madre de los dioses". Ella aseguró que el nacimiento de su hijo Tammuz fue un milagro. Fíjese bien en la similitud de este caso con el de la "Santísima Virgen, Madre de Dios". Al esparcir Dios a aquella generación "sobre la faz de toda la tierra" (Génesis 11:9), la religión idolátrica también fue regada por toda la tierra, incluso, la teología popular y seductora de una "diosa madre". Considere los siguientes ejemplos, seleccionados de entre muchos.

(1)  Los egipcios crearon y adoraron a la diosa   Isis, dándole el título de "Madre de Dios". Su hijo lo llamaron "Horus" ("Osirus").

(2)  La "diosa madre" de los asirios se llamaba Cibele, y su hijo Deoius.

(3)  Los babilonios adoraron a Ishtar, dándole los títulos de la "Virgen", la "Santa Virgen" y la "Virgen Madre" (La historia de la civilización, Tomo I, Página 235, por Will Durant). Asombrosa similitud guarda, pues, la "Santísima Virgen María" a Ia diosa Ishtar de Babilonia, ¿no le parece, perspicaz lector?

(4)  En la antigua Grecia, la "diosa madre" es Astarte, o Afrodita.

(5)  En la antigua Roma, ella es Venus.

(6)  Los chinos de tiempos pasados adoraban a  Shing Moo, nombre que significa "Santa Madre".

2.  Inteligente alma de Dios, ¿qué opina usted? ¿No tenemos razón al afirmar que la "Santísima Virgen María, Madre de Dios" pertenece a este linaje antiguo de las "diosas paganas" creadas por los sacerdotes de la falsa religión idolátrica, la cual se ha manifestado a través de miles de años de la historia humana en casi todos los países del mundo? Ella tiene más o menos los mismo títulos y poderes. Ciertamente, las evidencias históricas enseñan que la "Santísima Virgen María, Madre de Dios" fue formada en la misma moldura pagana donde fueron creadas las demás "diosas madres" de la mitología idolátrica. Solo se distingue de las demás "diosas madres" por las virtudes, los títulos y los poderes que pertenecen a Cristo, pero que los teólogos católicos transfieren a ella, despojando y desvistiendo a Cristo, colocando al Hijo de Dios en un lugar inferior en el panteón de seres que ocupan el "cielo católico".

a)  Como jamás existieron, en realidad, aquellas "diosas" de la mitología, ¡tampoco existe, en realidad, esta nueva "diosa" María de los católicos! Existe solo en la mente.

b)  Para los apóstoles y la iglesia primitiva, esta nueva "diosa" no existía. ¡Tampoco existe para la iglesia verdadera del Siglo XXI, o el tiempo que sea de la Era Cristiana!

c)  Pero, existe en la teología de la Iglesia Romana y en el corazón de cada mariano. Por lo tanto, la Iglesia Romana no es la iglesia original, la verdadera o la más antigua del mundo.

d)  La penosa y peligrosísima realidad es que los líderes de referida iglesia, a todo nivel de su complicada y extensa jerarquía autocrática, han cometido el más reprehensible y terrible acto de introducir al cristianismo el culto pagano a la gran "diosa madre pagana" del universo. Tal cual el cielo de los antiguos paganos, el "cielo católico" lo han poblado sus creadores con seres ficticiosos, a saber: una "diosa madre" llamada la "Santísima Virgen, Madre de Dios"; el "Niño Dios" llamado "Jesús", o el "Santo Cristo", inferior a su Madre María; el "Dios Padre" que ha deificado a su Hija María, sentándola a su derecha como "Inminente Mediadora"; el "Espíritu Santo", "Esposo de la Reina del Cielo y de la Tierra"; los "Santos Ángeles", que son inferiores a la "Santa Madre"; y una multitud de "Santas" y "Santos" beatificados que interceden por los mortales que los invocan. El verdadero Dios, el Padre, el verdadero Cristo, el Hijo, el verdadero Espíritu Santo y los verdaderos ángeles ocupan el verdadero cielo que se describe en las Sagradas Escrituras verdaderas. Los teólogos católicos tergiversan las relaciones entre estos Seres reales, añadiendo el error inexcusable de sumar a ellos una "diosa madre" y "santos beatificados".

El manuscrito sinaíticus de la Biblia fue escrito antes de la formación de la jerarquía papal romana constituida en el occidente del Imperio Romano a principios del Siglo VII de la Era Cristiana. Esta jerarquía eclesiástica, sin precedente en el Nuevo Testamento, formada sin la autorización de Cristo, no dio al mundo la Biblia.
El manuscrito sinaíticus de la Biblia fue escrito antes de la formación de la jerarquía papal romana constituida en el occidente del Imperio Romano a principios del Siglo VII de la Era Cristiana. Esta jerarquía eclesiástica, sin precedente en el Nuevo Testamento, formada sin la autorización de Cristo, no dio al mundo la Biblia.

III.  La Biblia no es un libro católico. Los teólogos y apologistas católicos defienden sus doctrinas marianas, como también los de más dogmas sobre los santos, imágenes, sacramentos, liturgia, organización eclesiástica, etcétera, apelando constante y confiadamente a los escritos de las personas que identifican como "padres de la iglesia", como además, a los edictos de los "concilios ecuménicos". Por el contrario, nosotros que somos "cristianos" y no católicos romanos o evangélicos, apelamos solo a la Biblia, enseñando que las tradiciones religosas no valen. ¿Quién tiene la razón? ¿Cuál es la verdadera y única autoridad divina que debemos seguir para ser la iglesia original, la apostólica, la verdadera y la más antigua del mundo? ¿La Biblia sola, o la Biblia agrupada con las tradiciones religiosas originadas por los padres y concilios? Definitivamente, este punto es crucial para la determinación de la verdad. Escuchemos la argumentación elaborada por el defensor católico puertorriqueño que nos escribió la carta mencionada al principio de esta disertación. Dice, y citamos: "Debemos aceptar todos que la Biblia... no vino del aire ni nos la dieron ángeles o el mismo Dios directamente. Recordemos que la Iglesia primitiva... que es... la Iglesia Católica... recibió diferentes escritos de los apóstoles y otros discípulos. Todos ellos vienen de lo que nosotros llamamos la Tradición apostólica, la cual comprende todas las enseñanzas que se han venido transmitiendo desde el principio de la Iglesia, y que se han guardado y transmitido de viva voz o por carta (2 Tesalonicenses 2:15). Así que la Tradición contiene dos partes: la oral y la escrita. Por lo tanto, si nos quedamos solamente con la Biblia, ya estamos quitando a la Tradición el resto de sus enseñanzas. La misma Biblia dice en varios lugares que existen muchas otras cosas que no están escritas en ella. Existen también documentos y otros escritos, que contienen estas enseñanzas de la Tradición, muchos de los cuales han surgido de concilios y otras reuniones que se han hecho a través de los siglos para discutir asuntos importantes... En cuanto a la Biblia... no surgió sola, sino que la Iglesia Católica le dio su forma. .. Fue Ella misma la que organizó, recogió sus escritos, separando los inspirados de los no inspirados por el Espíritu Santo, y juntándolos en lo que conocemos como la Biblia... Lo que deseo que entiendan ustedes, mis hermanos, es que no se puede pretender olvidar la Iglesia de Cristo, la Católica, que dio a luz a la Biblia, y aceptar solo a esta última poniéndola por encima de la misma Iglesia de Cristo". Termina la cita. Pues bien, estimado autor anónimo de estas palabras, hemos analizado su argumentación encontrándole varias fallas serias. Favor de considerar:

A.  La verdadera Iglesia de Cristo fue establecida y perfeccionada por medio de la Palabra inspirada, específicamente, por medio del Nuevo Testamento, pues el Antiguo Testamento fue abolido en la cruz (Colosenses 2:14-16). Por lo tanto, contrario a lo que usted afirma, el Nuevo Testamento existía previo a la fundación de la iglesia. Existía, aclaramos, no como una serie de libros escritos sino como un mensaje o pacto transmitido oralmente. Ya dado oralmente ya por escrito, el contenido es exactamente el mismo, y también el poder del mensaje. Dado que el Nuevo Testamento existía antes de la fundación de la iglesia, se deduce, lógicamente, que la iglesia NO LO DIO A LUZ.

1.  ¿Cuál fue el instrumento divino utilizado por Dios para establecer la iglesia en el día de Pentecostés del año 30 de esta Era Cristiana? Precisamente, ¡fue la Palabra inspirada del Nuevo Testamento! Sin esta Palabra, ¡no nace la iglesia nunca! Reiteramos: la Palabra inspirada existe antes del nacimiento de la iglesia.

a)  En aquel día de Pentecostés, los apóstoles predicaron "las maravillas de Dios" (Hechos 2:11), "según el Espíritu les daba que hablasen" (Hechos 2:4).

b)  El propio apóstol Pedro dice a la multitud: "Oíd mis palabras " (Hechos 2:14).

c)  Hechos 2:41 relata que "los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas".

d)  La iglesia quedó establecida cuando estas personas recibieron la palabra inspirada . Definitivamente, ¡aquella "palabra" inspirada existía antes de la iglesia!

2.  Obviamente, la iglesia es producto del Nuevo Testamento, y no viceversa, o sea, el Nuevo Testamento no es producto de la iglesia.

3.  Amigo anónimo, usted afirma que la "Iglesia Católica dio a luz a la Biblia". ¿Quiere usted decir que la Iglesia Católica originó la Biblia? ¿Qué la concibió y la gestó, trayéndola al mundo? ¿Qué la produjo en su propio seno? ¿Qué está autorizada a presentársela a la humanidad como creación realizada por la propia Iglesia? Debemos informarle que todo lo que dice el Espíritu de Dios sobre el origen del Nuevo Testamento contradice su dogma. El Nuevo Testamento tiene su origen en el cielo, en la mente de Dios, y no en la tierra en las mentes de los líderes de la iglesia.

a)  Cristo dijo a los apóstoles: "Cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad" (Juan 16:13).

b)  Manifestado este poder sobrenatural de la inspiración divina en el día de Pentecostés, los apóstoles "comenzaron a hablar... según el Espíritu les daba que hablasen" (Hechos 2:4). Seguían hablando y escribiendo por inspiración divina hasta revelar a la iglesia y al mundo "toda la verdad" prometida por Cristo. La totalidad de esta "verdad" inspirada es el Nuevo Testamento, originado no en el seno de la iglesia sino en el cielo de Dios. Transmitido a la iglesia y no dado por la iglesia a sí misma. Entregado a la iglesia por el instrumento de hombres inspirados y no creada por una iglesia que actuara bajo su propia autoridad.

c)  Afirmar que la "Iglesia Católica dio a luz a la Biblia" es contradecir abiertamente lo que revela Dios mismo sobre el origen de su gran Libro inspirado. Este dogma de su Iglesia, amigo anónimo, es un tremendísimo error que la descalifica como verdadera, apostólica o la más antigua del mundo. La verdadera Iglesia de Cristo no se arroga la composición del texto de la Biblia sino que atribuye el texto a Dios, quien se lo dio a Cristo, quien, a su vez, se lo entregó al Espíritu Santo, quien lo puso en las mentes de los apóstoles y profetas del Siglo I, quienes se lo transmitieron en su totalidad a la iglesia, la cual lo recibió con gozo. Recoger la iglesia los libros del Nuevo Testamento y colocarlos en la secuencia que tienen en el actual canon, no determinó ni afectó en nada el contenido original del mensaje divino. ¡Notable diferencia hay entre recoger los libros y originar su contenido o mensaje!, ¿no cree usted?

IV.  Estimado defensor anónimo de la teología católica romana, usted dice que "no se puede pretender... aceptar solo" a la Biblia, "poniéndola por encima de la misma Iglesia de Cristo". Discrepamos por razones lógicas y bíblicas. Poner la Biblia "por encima de la misma Iglesia" es justamente lo que debemos hacer, porque la Biblia es la guía inspirada e infalible para la iglesia, la "vara" divina, como dice Apocalipsis 11:1, que se utiliza para medir a la iglesia. La verdadera Iglesia de Cristo no fabrica su propia "vara de medir", ni tiene autoridad para redactar su propia guía, manual o catequismo, sino que su guía fue redactada en el cielo por Dios y dada, en su totalidad y perfección, a la iglesia en la tierra, con fuertes anatemas para quienquiera que la altere (Gálatas 1:6-9). Muchas organizaciones humanas optan por cambiar, periódicamente, sus normas, estatutos o reglamentos y aun sus constituciones. La Iglesia Católica Romana, apelando a los "concilios ecuménicos" y reclamando autoridad e infalibilidad, lo ha hecho muchas veces a través de los siglos. Pero, la iglesia auténtica no tiene el permiso de cambiar nunca su constitución divina. El Espíritu Santo exhorta: "Sigamos una misma regla" (Filipenses 3:16). Para la verdadera  iglesia apostólica, hay una sola "regla", a saber, la Bïblia, la cual es invariable, perfecta y eterna. Los teólogos católicos cometen el insigne desatino de poner a su Iglesia por encima de la Biblia, acto que los ha llevado a descuidar y desestimar el único Libro Sagrado sobre la faz de la tierra, llegando, en algunas épocas de su historia, a proscribirlo y quemarlo. La historia no miente.

V.  Señor apologista católico puertorriqueño anónimo, usted explica que los "escritos de los apóstoles y otros discípulos" pertenecen a lo que llama su Iglesia "la Tradición apostólica", la cual "contiene dos partes: la oral y la escrita", citando 2 Tesalonicenses 2:15 y Juan 20:30 para sostener su tesis. Luego, observa: "Si nos quedamos solamente con la Biblia, ya estamos quitando a la Tradición el resto de sus enseñanzas". Con igual candidez, sin el más mínimo deseo de lastimar en lo personal su corazón, afirmamos que el dogma de "la Tradición apostólica" consistente de "dos partes: la oral y la escrita", no es bíblica, que conlleva rápido a la apostasía y que identifica a una iglesia fundada por hombres siglos después del establecimiento de la iglesia verdadera. ¿Quién tiene la razón? ¿Usted, o este servidor? En la dilucidación de este tema controversial, permitamos que el intelecto funcione a plena capacidad.

A.  ¿Dónde en la Biblia se menciona y se define el dogma de "la Tradición apostólica"? ¡En ningún texto! Respetuosamente, le retamos a encontrar algún pasaje inspirado de la Biblia que mencione y apruebe este dogma tal y como enseñado en la Iglesia Católica Romana.

B.  ¿Sostiene 2 Tesalonicenses 2:15 referido dogma? No lo sostiene. Pablo escribe: "Retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra". ¿Qué es el significado de la frase "sea por palabra"? Amigo anónimo, usted asegura que se trata de la "Tradición oral apostólica", infiriendo que las revelaciones orales continuarían a través de toda la Era Cristiana. Su explicación la hallamos incorrecta; su inferencia, injustificada. Recalcamos: en la Biblia, no se encuentra la terminología "Tradición oral apostólica". Las revelaciones inspiradas de los apóstoles simplemente no constituyen una "tradición apostólica" sino que componen el mensaje autoritativo de Dios para la iglesia. Comenzando desde el día de Pentecostésdel año 30 hasta el año 45, fecha en la que fue escrito, cronológicamente, el primer libro del Nuevo Testamento, a saber, 1 Tesalonicenses, las revelaciones que componen el Nuevo Testamento fueron impartidas oralmente. Desde el año 45 hasta el año 95, año el el que el apóstol Juan escribió el libro de Apocalipsis, completándose así los veintisiete libros del Nuevo Pacto, las revelaciones fueron impartidas no solo oralmente sino también por escrito. Ahora bien, una vez completado el Nuevo Testamento y muerto el último de los apóstoles, las revelaciones inspiradas, tanto orales como escritas, ¡terminaron de una vez para siempre y el canon de la Biblia fue sellado!, con muy fuertes advertencias de no añadirle o quitarle. ¿Por qué fueron pronunciadas tales advertencias? Sencillamente, porque el Espíritu Santo había terminado su trabajo de revelar "toda la verdad" (Juan 16:1 ). Que conste: ¡"toda la verdad"!, y no tan solo una parte. Promesa hecha por Cristo a los apóstoles: "Él os guiará a toda la verdad". ¡Promesa cumplida! Por tanto, escribe Judas, "siervo de Jesucristo, y hermano de Jacobo: que contendáis ardientemente por la fe una vez dada a los santos" (Judas 3). ¿Cuántas veces fue dada "la fe"? El testimonio explícito de Judas dice: "¡UNA VEZ!" Pues, ¡una sola vez! ¿Cuándo? En el primer siglo, durante la vida de los apóstoles. Amigo católico anónimo, las revelaciones divinas no continúan, ni las orales ni las escritas. He aquí, el fiasco doctrinal tanto de católicos como de pentecostales: ¡ambas iglesias creen en continuas revelaciones! Se equivocan grandemente, por un lado, hundiéndose los católicos en sus tradiciones escritas y orales, y por el otro, los pentecostales en sus profecías, visiones y sueños fatulos. En marcado contraste, la iglesia verdadera del Señor cree y sigue, solo y exclusivamente, la perfecta revelación de los veintisiete libros del Nuevo Testamento.

C.  Considere, se lo suplicamos encarecidamente, los textos de las Sagradas Escrituras donde se utiliza el vocablo "tradición". Interesante y significantemente, en todo texto, las "tradiciones" religiosas son censuradas.

1.  Mateo 15:6-9. "Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición. Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo: Este pueblo de labios me honra; mas su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres." Qué conste, el autor de sentencias duras es el propio Jesucristo.

2.  Marcos 7:8-13. "Porque dejando el mandamiento de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres: los lavamientos de los jarros y de los vasos de beber; y hacéis otras muchas cosas semejantes. Bien invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición ... invalidando la palabra de Dios con vuestra tradición que habéis transmitido." ¿No hacen los católicos otro tanto? Tal cual los judíos, se enorgullecen de sus tradiciones transmitidas. Transmiten de generación en generación, y de lugar en lugar, sus tradiciones, señalándolas con gran satisfacción, apopándose en ellas y practicándolas con solemne dedicación. Al hacerlo, ciertamente invalidan la palabra de Dios. ¿En qué difieren de los fariseos, escribas y saduceos de antaño? 

3.  Colosenses 2:8. "Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo." Entonces, en lo concerniente a las tradiciones religiosas, ¡estamos todos debidamente advertidos por el Espíritu Santo! ¿Escuchan esta advertencia los maestros católicos que tanto aman sus tradiciones? ¿Leen la Biblia?

D.  ¿Cómo salen los teólogos católicos del impasse creado cuando sus "tradiciones escritas y orales", desarrolladas después del tiempo apostólico, contradicen, abiertamente, la Biblia? Por ejemplo: (1) las "tradiciones" sobre la "perpetua virginidad" de María, (2) sobre María como la "más inminente mediadora" y (3) sobre el "celibato" impuesto a sacerdotes, obispos, cardenales y el Papa. Pues, apelan a la supuesta "autoridad" de la jerarquía católica, de los "concilios ecuménicos" y de la propia Iglesia Católica. Colocan a sus "doctores de teología" y demás "autoridades" por encima de la Biblia. Lo hacen, pero no con la aprobación del que tiene "toda potestad... en el cielo y en la tierra" (Mateo 28:18), es decir, no con la aprobación o el consentimiento de Cristo, única "cabeza" de la iglesia. 

E.  Es axiomático que la iglesia que sigue "tradiciones" que contradicen la Biblia ¡no puede ser la iglesia original establecida por Jesucristo! ¡Es del todo imposible que sea la más antigua! De hecho, su historia no comienza en el Siglo I con la doctrina y práctica de los apóstoles sino en el Siglo III de la Era Cristiana, con la invención de "doctrinas de demonios" y vanas tradiciones basadas en el judaísmo y el paganismo. ¿Suena demasiado duro aquello de "doctrinas de demonios"? Pues, amado, asimismo el Espíritu Santo cataloga, en 1 Timoteo 4:1-5, a dos doctrinas, específicamente: prohibir casarse y mandar a abstenerse de alimentos. ¿Quiénes sostienen e imponen estas dos doctrinas?

VI.  El mito de la sucesión apostólica. El apologista católico que nos escribió la carta anónima aludida al principio de este mensaje, dice: "Sabemos que, de entre las iglesias cristianas, es la Iglesia Católica la ÚNICA que puede probar históricamente su procedencia de los apóstoles. Por tanto, es Apostólica. Ahí tenemos la lista de los papas desde Pedro al presente, los concilios ecuménicos, y mucho más" (Página 4) . "La Iglesia primitiva... es la misma Iglesia del presente, la Iglesia Católica, y que tiene veinte siglos de existencia" (Página 5). Respetuosamente, afirmamos, con plena certeza y fuerte convicción, todo lo contrario, es decir: que la Iglesia Católica no puede "probar históricamente su procedencia de los apóstoles"; que ella no es "apostólica"; que Pedro no fue su primer Papa; que ella no es la "iglesia primitiva" y que no tiene "veinte siglos de existencia".

A.  ¿Dónde en la Biblia aparece el nombre "Iglesia Católica Romana"? ¡En ningún texto!

B.  ¿Dónde en la Biblia se encuentra el nombre "católico"? ¡En ningún pasaje!

C.  Remontándonos hacia atrás a través de los siglos, comprobamos que la Iglesia Romana no llega hasta el tiempo de los apóstoles. Su jerarquía, sus dogmas, sus "sacramentos" y sus prácticas surgen mucho tiempo después del primer siglo de nuestra Era. (Ver Dos gráficas de múltiples imágenes y datos sobre el Origen de doctrinas e iglesias) Por lo tanto, la Iglesia Romana no es de procedencia apostólica. No puede "probar históricamente su procedencia de los apóstoles". Contando desde el presente hacia atrás, la Iglesia Católica Romana, más o menos parecida a la que se conoce en la actualidad, llega solo hasta el Siglo VI. ¡Queda corta por cinco siglos! La Iglesia Católica no tiene veinte siglos de existencia sino aproximadamente quince. 

D.  ¿Qué "la iglesia primitiva" sea "la misma Iglesia del presente, la Iglesia Católica"? Lea, por favor, el Nuevo Testamento, desde Hechos de los Apóstoles hasta Apocalipsis. ¿En qué se parece la Iglesia Católica Romana del presente a la "iglesia primitiva" tal cual presentada en las Sagradas Escrituras? Lamentablemente, ¡en nada! Sus doctrinas y prácticas son totalmente diferentes. Lamentablemente, la Católica ha alterado toda doctrina dada por el Espíritu Santo en el Nuevo Testamento, cumpliendo al pie de la letra las profecías acertadas sobre ella en 2 Tesalonicenses 2:1-12 ; 1 Timoteo 4:1-5 y algunos capítulos de Apocalipsis. Sus dogmas y tradiciones sobre María, el origen de la Biblia, la sucesión apostólica, la autoridad de los concilios ecuménicos y el apóstol Pedro como primer Papa son ejemplos de los cambios implementados.

D.  La lista de los "Papas" no comienza con Pedro. El apóstol Pedro era casado (Mateo 8:14-17; 1 Corintios 9:5). Además de apóstol, Pedro era "anciano" de la iglesia (1 Pedro 5:1). Los "ancianos" (sinónimo de "obispos" o "pastores") deben ser hombres casados, con hijos creyentes (1 Timoteo 3:1-6; Tito 1:5-6). El apóstol Pedro cumplió estos requisitos, pues, curiosamente, para confirmarlo aparece en las Sagradas Escrituras el nombre del hijo de Pedro: se llamaba Marcos (1 Pedro 5:13). ¿El "Papa Pedro"? ¡Imposible! ¿Pedro católico? ¡Inaudito! Los primeros obispos de la congregación en Roma no se llamaban "Papas", ni se atribuían los tremendos poderes que reclamaban los "Papas" una vez establecida la jerarquía católica a principios del Siglo VII de la Era Cristiana, y que reclaman hasta el sol de hoy. "No llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos" (Mateo 23:9). "Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad. Mas entre vosotros no será así" (Mateo 20:25-26). No obstante las palabras claras e inequívocas de Cristo, ¡es "así" con los católicos! Dicen "Papa" a su líder máximo. Llaman "Padre" a los demás líderes de su iglesia. Han creado infinidad de rangos y títulos. Desde el Papa hasta el monje más humilde, la jerarquía católica se enseñorea dictatorialmente de los feligreses: de la mente, conciencia y alma de cada cual, interviniendo en los asuntos más personales y privados. No llegan más lejos porque los países librados políticamente del yugo católico no se lo permiten.

E.  Referente a la identificación y continuidad de la iglesia verdadera, los llamados "concilios ecuménicos" no cuentan, pues el primero encontrado en la historia fue el que celebraron en Nicea, en el año 325, convocado por el emperador Constantino. Para aquella fecha, la gran "apostasía" predicha en 2 Tesalonicenses 2:1-12 estaba en pleno desarrollo. En canon del Nuevo Testamento fue sellado en el año 95 d. C. Los dictámenes y las tradiciones aprobadas por los "concilios ecuménicos" no son inspirados. No figuran en el canon del Nuevo Testamento. La verdadera iglesia de Cristo no los reconoce como autoritativos.

VII.  Conclusión. Para la persona bien informada, conocedora de laBiblia y de la historia, es del todo evidente que la Iglesia Católica Romana no es la iglesia más vieja o la única apostólica. La Iglesia Católica toma el nombre Iglesia de Cristo, pero NO merece tomarlo porque no posee los rasgos de identidad de la verdadera Iglesia de Cristo. En el mundo del presente (segunda década del Siglo XXI), existe una iglesia conocida comúnmente como Iglesia de Cristo, iglesia regida solo por el Nuevo Testamento, y no por concilios o tradiciones. Teniendo la misma doctrina y las mismas prácticas de la iglesia del Siglo I, esta Iglesia de Cristo, y no la Católica, es la más antigua del mundo, siendo la continuación legítima de aquella iglesia fundada por Cristo en el día de Pentecostés del año 33 de nuestra Era. Esta Iglesia de Cristo, y no la Católica Romana o la Pentecostal, nace, "no de simiente corruptible (tradiciones, sueños de carismáticos), sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre" (1 Pedro 1:23-25). Amado, le animamos a recibir esta simiente incorruptible en su corazón, dejándola que germine, para que nazca usted como "cristiano". No como "católico" o "pentecostal" o"protestante", sino "cristiano" (Hechos 11:26).

Para el entendimiento del proceso espiritual del nuevo nacimiento dictado por Dios, le sugerimos la lectura de "¡Único camino para el cielo!"

Para conocer a la verdadera Iglesia de Cristo, según planificada por Dios, la lectura de "Le invitamos a conocer a la Iglesia de Cristo".

Y para poder identificar a seguidores de actualidad comprometidos a ser la continuación legítima de la iglesia original, el estudio "¿Quiénes somos nosotros? ¿Qué nos distingue?"

Estimado católico anónimo puertorriqueño, le agradezco el privilegio de compartir este análisis con usted, al igual que con todo lector de este intercambio, orando que todo lo traído sirva para informar y edificar bíblicamente.

Su servidor en el Señor, Homero Shappley de Álamo

 

Lista de otros estudios en esta Web relacionados con la Iglesia Católica, sus dogmas y tradiciones

Historia cristiana en esta Web. Muchos documentos.

 

 

  

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