“Vendrá tiempo cuando… se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias”
¿Quién es el falso maestro religioso más peligroso del mundo? Doy mi opinión, a saber: el más peligroso es el piadoso, humilde y abnegado. Su piedad, humildad y abnegación aumentan grandemente su estatura, convenciendo al ingenuo o al poco informado de su credibilidad. Huelga decir que estos atributos no transforman sus errores en verdades.
-Respetado lector, le animo a pensar en su líder espiritual de actualidad (sacerdote, pastor, ministro, evangelista, maestro, reverendo, el que sea), respondiendo objetivamente a las siguientes preguntas.
-¿Practica el celibato?
-¿Duerme en el piso, o dondequiera, sin quejarse?
-¿Ayuna frecuentemente, o se abstiene de comer carnes?
-¿Es manso, humilde, afable, alegre y apacible?
-¿Es carismático?
-¿Tiene fuerte “presencia corporal” (2 Corintios 10:10).
-¿Es elocuente?
-¿Hace muchas buenas obras?
-¿Es muy inteligente, o cuenta con mucha preparación académica?
-¿Enseña con autoridad?
-Fíjese, amado lector: algunos de estos atributos o acciones son loables; otros, no. Pero, ¡ninguno debería interpretarse como evidencia absolutamente incuestionable de la verticalidad doctrinal de cualquier líder religioso! Es más: aunque tuviera todos estos atributos, ello no significaría que su mensaje fuera, necesariamente, conforme a “las palabras de la fe y de la buena doctrina” (1 Timoteo 4:6).
-Es preciso valerse de un criterio más exacto y rígido para probar a su líder, que si es “de Dios” o de los “muchos falsos profetas” que “han salido por el mundo” conforme a la observación del apóstol Juan. La “vara de medir” que no falla es la de la “doctrina de Cristo” Hebreos 6:1) hallada solo y exclusivamente en el Nuevo Testamento. ¿La conoce usted perfectamente? ¿Sabe usarla? Si responde en lo negativo, se deduce que usted mismo no estaría capacitado para aplicar a su líder espiritual la única “vara de medir” infalible. De encontrarse en tal condición, ¡cuidado de ser guiado por caminos que no conduzcan a la salvación eterna!
"Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo" (1 Juan 4:1).
No seamos, pues, tan ingenuos, confiando o siguiendo a cualquier hombre o mujer que se presente en el nombre de Dios, o hablando, según afirme, de parte del Espíritu Santo.
Dos mil años después de la advertencia del apóstol Juan, en el tiempo de hoy, segunda década del Siglo XXI, la proliferación de autonombrados profetas, apóstoles, pastores, reverendos, pastoras, apóstolas y maestros religiosos de toda estirpe es realmente asombrosa, cumpliéndose al pie de la letra la profecía del apóstol Pablo en 2 Timoteo 4:3-4.
"Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas."
Esta profecía es analizada detalladamente en el estudio “Vendrá tiempo cuando… se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias”
“Vendrá tiempo cuando… se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias”
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