El evangelista pentecostal José Joaquín "Yiye" Ávila

Una fotografía del evangelista pentecostal cuando ya anciano y medio encorvado.

El Sr. Humberto nos hace varios planteamientos y preguntas acerca del evangelista pentecostal Yiye Ávila que ameritan seria consideración.

 

Era Yiye "hombre falso", amante del dinero?

¿1,000 “milagros verdaderos” y 41,000 ficticios?

¿Desvió Yiye un fuerte huracán para que no azotara a Puerto Rico?

“¿Nunca personas por su mensaje evangelístico han nacido de nuevo?”

¿No sanado el apóstol Pablo porque “conocía la razón de su enfermedad”?

¿Deben ser sanados los cristianos enfermos del presente porque “no conocen la razón de su enfermedad”?

 

“Apreciado hermano Homero: 

“He leído con interés su carta abierta al hermano Yiye Avila, donde usted critica fuertemente su ministerio. Usted no lo dice tan abiertamente, pero uno se queda con la impresión de que el hermano Yiye es un hombre falso, que ama el dinero, pues no da cuenta de él y por lo tanto habría de parte del hermano Avila una actitud premeditada de fraude o falsedad.  

Comentario de Homero. Estimado Sr. Humberto, le aseguro que no es mi intención implicar que el Sr. Yiye Ávila sea “hombre falso”, que sea amante del dinero o que sea culpable de fraude premeditado. Quizás se trate de un varón enteramente sincero, desinteresado y vertical. Ojala. Desde luego, él cuenta con los medios para hacer desaparecer en un dos por tres toda duda o sospecha. Sería muy sencillo, ¿no le parece? Simplemente, divulgar él sus ingresos y egresos, con la certificación de terceras partes confiables (contables, o banqueros, independientes). Además, Incluir una declaración fidedigna de su salario, beneficios (fondos para el retiro, etcétera) y posesiones personales adquiridas (casas, terrenos, vehículos) mediante las ofrendas aportadas a él o a “sus ministerios”. Que el informe cubra al menos los últimos cinco años.

¿Quién tiene siquiera una leve idea de los millones de dólares contribuidos a él durante los últimos cinco años? Hace años, un empleado del banco que recibía los depósitos de Yiye comentó a cierto cristiano que el banco salía bien con tal de tener solo a Yiye de cliente. Esta anécdota se trae no para poner en tela de juicio la honestidad del “profeta Yiye” sino como evidencia de las enormes sumas que él y su equipo manejan.

Comoquiera que sea el caso del evangelista Yiye, ¿quién negará que el pentecostalismo haya engendrado unos cuantos, para no decir muchos, grandes estafadores religiosos, más un sinnúmero de medianos o pequeños? Jimmy Swaggart, Jim y Tammy Bakkar, Oral Roberts y la lista se alarga con nombres de personas de, tanto mujeres como hombres, varias nacionalidades. ¿Qué le parece la tele-evangelista Joyce Meyer? Casa de $2,000,000; avión privado que costó $10,000,000; casa de veraneo de $500,000. Casas que valen $2,000,000 para sus hijos; sueldazo no revelado–todo por medio de explotar a los ingenuos y supersticiosos que contribuyen a sus ministerios. “¡Los pastores sí que viven bien; no pocos a todo lujo!” A expensas de una membresía (¿clientela?) que ignora la “sana enseñanza” del Nuevo Testamento, no dándose cuenta, al parecer, de cuánto Dios deplora y censura a los mercaderes y asalariados. ¿Y deberíamos callarnos frente a tan descaradas violaciones de la voluntad de Cristo? ¿Entregar el campo a los falsos profetas y estafadores sin emitir siquiera un pequeño grito de advertencia? Me luce casi criminal no alertar al público en general, y en particular a los desorientados seguidores de Cristo que buscan los panes y los peces (sanidad, prosperidad material) a cambio de diezmos y ofrendas enviados al Pastor Fulano. Es más: en vez de criticarme, toda alma sincera, honesta e informada bíblicamente debiera unir su voz a la mía en este grito de alarma

“Mi respuesta o comentario a su carta abierta’ no tiene como propósito de fondo defender al hermano Yiye, pues de ser cierto lo que usted afirma, de cómo opera el hermano Yiye, se tendría  entonces que indagar o investigar. Me preocupa que al parecer, según usted, el hermano Yiye no tiene nada bueno, es decir, que todas las veces que este hermano ha ministrado siempre se ha tratado de milagros mentirosos, solo soluciona problemas sicosomáticos, pues según usted él induce a la gente a tener percepciones semejantes a la hipnosis. Pero mi pregunta es: ¿en todos los casos ha sido así? ¿Nunca ha habido un milagro verdadero? ¿Siempre lo del hermano Yiye es un fraude?  

Respuestas de Homero. Pues, estimado Sr. Humberto, este servidor ha estado presente en varias campañas de “sanidad y salvación” predicadas por Yiye donde muchos pasaron al frente testificando “sanidad milagrosa”. Pero, ninguno de los “sanados” daba evidencia inconfundible de una “verdadera sanidad milagrosa” a manera de los enfermos o afligidos sanados por Cristo y los apóstoles. Jamás se borra de mi memoria la escena de un adolescente sordomudo que llevaron a la tarima en una campaña de Yiye en San Juan, Puerto Rico.. Alegaban que nunca había pronunciado palabra alguna. En medio de la algarabía estruendosa de aleluyas tipo pentecostal, el Sr. Ávila, con voz tronante gritaba al muchacho que dijera “mamá” y al rato el afligido emitió algún sonido que el “profeta” interpretó como “mamá”. Se vuelve eufórico Yiye, con toda la multitud, llorando, alabando y proclamando “¡Milagro de Dios!” ¿Podía el adolescente hablar con soltura, pronunciar una oración o siquiera dos o tres palabras coherentes? ¡Negativo! Pero, “¡qué tremendo milagro!” vociferaban casi todos los presentes. Más bien, ¡tremendo engaño! A propósito, si el profeta cataloga como “milagro” tan pobre resultado falto de todo rasgo de verdadero milagro de sanidad, ¿cómo deberíamos catalogar a él? ¿Y debemos callarnos, dejando libre el campo para él y los demás como él que enredan, con sus engañosas señales cojas, a las almas carentes de verdadero conocimiento bíblico? Cristo y sus apóstoles verdaderos denunciaban enérgicamente a los tales. Sin temor, me uno a ellos. Lo considero mi deber.

Ensalzando cierta reportera de Puerto Rico a Yiye, escribió que el profeta ha sido el instrumento para efectuar cuarenta y dos milagros. O sea, ¡mil veces más que Cristo! Pregunta usted, Sr. Humberto: “¿Nunca ha habido un milagro verdadero?” hecho a través de él. Pues bien, este servidor no ha presenciado los cuarenta y dos “milagros hechos por Yiye”, todos y cada uno. Desde luego, miles de personas tocadas por él testimonian “milagro verdadero”. Sin embargo, personalmente, no confío en el testimonio de personas que no saben discernir entre “prodigios mentirosos” y milagros auténticos. De mi parte pregunto: ¿Acaso haya hecho Yiye más o menos mil milagros auténticos y cuarenta y un mil ficticios? ¿Hicieron Cristo y los apóstoles algunos milagros auténticos, pero otros de embuste? ¿Eran de índole psicosomática algunas de sus sanidades, representándolas ellos como “sanidades sobrenaturales de condiciones físicas”? No creo. Pero, las “sanidades ficticias” que presencié en las campañas de Yiye me convencen que ninguna de las cuarenta y dos mil es obra de Dios, pues razono: ¿cómo es posible que algunas sean de Dios, pero otras por estratagemas humanas? ¿Tiene usted explicación para tal dilema? 

“¿Nunca personas por su mensaje evangelístico han nacido de nuevo?  

Respuestas de Homero. Sin duda, hay personas que han cambiado su conducta moral al escuchar el mensaje típico que predica Yiye. Reflexionando este servidor sobre este resultado, pienso que lo mismo puede decirse de casi cualquier predicador de cualquiera secta o religión. Testigos de Jehová, mormones, adventistas del séptimo día, bautistas, metodistas, presbiterianos, los seguidores de Mita y Aarón, aun católicos romanos: ¿no logran sus mensajeros que muchas almas modifiquen su conducta? De ahí, que las tales almas hayan nacido de nuevo de agua y del Espíritu, conforme a las instrucciones explícitas de Jesucristo en textos tales como Juan 3:1-7, Romanos 6:3-7, Santiago 1:18 y 1 Pedro. 1:22-25, es otro medio peso.

Le pregunto: ¿alguna vez ha escuchado usted que el Sr. Yiye Ávila, o cualquier predicador de corte pentecostal, o cualquier ministro de los grupos mencionados en el párrafo anterior, anuncie las sencillas condiciones exactas para “nacer de nuevo” que establece el Señor tanto en su conversación con Nicodemo como en la Gran Comisión?

1. Nacer del Espíritu y…

2. …nacer del agua, es decir, zambullirse en el agua “para perdón de los pecados”

3. Manda el Señor en la Gran Comisión: “Id, y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere, y fuere bautizado, será salvo (Marcos 16:15-16).

El llamamiento típico de los pentecostales y demás grupos nombrados a los pecadores NUNCA incluye el bautismo, ¿cierto o falso? ¿Por qué prescinden de una de las dos condiciones necesarias para nacer de nuevo? Por la falsa doctrina humana que niega que “el bautismo ahora nos salva” (1 Pedro 3:21). “…bautícese cada uno de vosotros… para perdón de los pecados”, comanda el Espíritu Santo, mediante Pedro y los demás apóstoles, en el día de Pentecostés (Hechos 2:37-47). Pero, los pentecostales, que pretenden tener su origen en aquel día de Pentecostés, irónicamente, no predican el evangelio en aquel día, pues eliminan de sus mensajes evangelísticos el mandamiento de bautizar “para perdón de los pecados”, obstinada y fanáticamente negando el propósito divino asignado al bautismo, más bien insistiendo en que el perdón se recibe ANTES del bautismo mediante solo “aceptar a Cristo como Salvador” y orar “la oración del pecador para perdón”. ¡ERRORES MAYÚSCULOS!, de verdad. “Levántate, y bautízate, y lava tus pecados” (Hechos 22:16; 2:38), manda Ananías, por el Espíritu, al pecador Saulo de Tarso (Pablo). Pero, los pentecostales, evangélicos, etcétera, pronuncian “¡Salvo!” a Saulo de Tarso antes de que llegue este a Damasco y antes de que Ananías le dice “…bautízate, y lava tus pecados”. ¡Qué falta de estudio bíblico honesto y objetivo! De entendimiento espiritual bíblico. De lealtad a las ordenanzas del Señor. De fidelidad al evangelio puro. Entonces, cabe preguntar: ¿cómo pueden nacer de nuevo las personas que escuchan al Sr. Yiye Ávila o a los tantos miles de pastores y evangelistas cortados de la misma tela? Remisos ellos en comunicar a sus audiencias las acciones imprescindibles para tal nacimiento bíblico? Amado, rectificar la conducta moral no es lo único necesario para nacer de nuevo.  

“Quiero ver las cosas desde un punto de vista que sea el más justo posible y no simplemente porque tal o cual hermano me desagrada cómo hace las cosas, yo lo rechazo. Creo que usted y yo debemos tener cuidado de no estar luchando contra Dios, debido a que lo que hace el hermano Yiye no cuadra con lo que yo entiendo de la Biblia, de cómo se deben hacer las cosas. Y esto lo afirmo con bastante autoridad porque yo soy un hijo de Dios nacido de nuevo en la iglesia Presbiteriana cuyo ministerio era ejercido por misioneros norteamericanos y hago la connotación de esto, pues ellos ministraban con mucha sobriedad sajona, donde el ruido o cualquiera otra forma de expresión estaban totalmente ausentes. Derivado de esto a mi también me molesta un tanto los excesivos gritos, las danzas, el que se hable en lenguas a todo volumen. Es decir me agrada mucho más lo sobrio que lo ruidoso. Pero eso no significa que porque un hermano ministra el evangelio de una forma que a mí no me agrada, ese hermano sea falso, aprovechador, un individuo con malas intenciones. Debemos tener cuidado con las conclusiones a las que llegamos, aunque obviamente le concedo a usted todo el derecho del mundo para hacer sus planteamientos críticos y al error debemos llamarlo error y decirlo, pero sin perder la dimensión de la verdad.  

Comentarios de Homero. La cordura de sus consejos me impacta, y mi espíritu agradece su preocupación. Dios me libre de criticar o señalar meramente porque me “desagrade” alguna enseñanza o práctica religiosa que caiga en la categoría de lo opinable o de “gustos”, o que sea cuestión de “influencias culturales”. Hasta el momento, se me hace imposible reconciliar el típico culto desordenado pentecostal con 1 Corintios 14:40 donde el Espíritu Santo nos exhorta “Hágase todo decentemente y con orden”. Sea el idioma o la cultura cual sea, hacer las cosas “decentemente y con orden” excluye el desorden, la confusión, la gritería y los desatinos, ¿o me equivoco? 

“Para mí no es tan claro y de hecho no lo veo así cuando Ud. se refiere a los milagros que hizo la iglesia primitiva, de que esos hechos portentosos hubieran llegado a su fin, dado que ahora estaríamos completos, perfectos porque tenemos toda la Biblia, que por cierto la iglesia primitiva no tenía. No estoy de acuerdo con esta interpretación porque eso equivaldría a afirmar algo que la Biblia no dice. Para mí la Biblia tendría que decir en forma meridianamente clara: "los milagros van a terminar una vez que tengan toda la Biblia" y esto lo digo por lo extremo que implica esta actitud, que considero más bien de incredulidad.

Pues bien, respetado Sr. Humberto, quisiera recomendarle al respecto el estudio muy detallado: La cesación de los dones sobrenaturales: Análisis detallado de 1 Corintios 13:8-13. ¿No tan claro eso de que los dones sobrenaturales cesaran una vez revelado todo el Nuevo Testamento? Este análisis responde ampliamente a sus planteamientos acerca de la duración de los verdaderos dones naturales. www.editoriallapaz.org/dones_cesacion_no_tan_clara.

Es cierto que el apóstol Pablo sufrió de enfermedad, pero qué diferencia con alguno de nosotros: Pablo conocía la razón por la cual estaba enfermo y de hecho el oró al Señor por sanidad, porque él sabía muy bien que el Señor es poderoso para sanar. En cambio millares y millares de cristianos a lo más suponen y lo hacen en forma muy inexacta de las razones porque están enfermos. La mayoría del pueblo de Dios no conoce como el apóstol Pablo la razón de estar enfermo. De parte del apóstol, el solo hecho de orar por su sanidad significaba para él que lo suyo no era un problema menos importante, pues por algo pidió ser sano, pues creo que lo normal es que el Señor sane nuestras enfermedades. Quiero recordar lo que el enfermo Pablo señala en Romanos 15: 17 al 19. Es decir no porque él estuviera enfermo los demás también deberían estarlo. Otra palabra al respecto es la de 2da. Corintios 12:12 Aquí vemos que aún la condición para llamarse apóstol es que ese ministerio debía estar apoyado por "prodigios y milagros", También en el libro de Hebreos su autor en el capítulo 2:1 al 4 habla que la predicación era acompañada de prodigios y milagros y Cristo es Hoy, Ayer y siempre el mismo, su poder no ha cambiado siquiera un ápice.  

Comentarios de Homero. Entonces, ¿Cristo sigue alimentando cada rato con solo unos pedazos de pan y unos pececillos a millares de hambrientos, calmando huracanes o tempestades, caminando sobre el agua, cegando a los que se oponen al evangelio, resucitando a muertos, librando milagrosamente de cárceles, etcétera? ¡Interesante! Personalmente, no he sabido de tales milagros en estos días. Que sepa yo, ¡ni siquiera Yiye Ávila haya intentado o se haya atribuido verdaderos milagros de esta categoría! Bueno, mentira: ahora que lo pienso, él sí alegó haber desviado un fuerte huracán que amenazaba a Puerto Rico, haciéndolo pasar por el sur de la isla, pero ese mismo huracán azotó terriblemente al vecino país de la República Dominicana, dejándome a mí, y millones más, con serias dudas sobre “el poder de las oraciones de Yiye”. Respetado Sr. Humberto, nadie pone trabas a Cristo, ni para limitar sus poderes ni para obligarle a usarlos, por ejemplo, como cuando le gritan “¡Te ordeno Señor que lo sanes!” ¡Qué infantil y ridículo! Durante esta Era Cristiana, el Señor siempre tiene “toda potestad tanto en el cielo como en la tierra”. Cuándo y cómo la manifieste es su prerrogativa, ¿no cree usted? 

Referente a toda esta forma suya de pensar, razonar o especular sobre la duración de los dones sobrenaturales-espirituales y, en particular, el don de sanidad para estos días y hasta la segunda aparición de de Cristo (Hebreos 9:27-28), ya hay disponibles muchas explicaciones y orientaciones entre el material que ofrecemos. Quisiera creer que todo estudioso imparcial de estos temas no se cansara hasta no examinar objetivamente todos los documentos al respecto.

Le diré con cierta franqueza, esperando que la soporte, que su argumento sobre por qué Dios no sanó a Pablo se caracteriza por matices de “tramado, o forzado”, es decir, en el aparente intento de sostener lo insostenible, usted da la impresión de ir en contra del sentido natural de la condición tanto física como espiritual del apóstol. ¿Qué Pablo no fuese sanado porque conocía la razón de su enfermedad? ¿Qué los cristianos del presente deben ser sanados milagrosamente porque no conocen la razón de su enfermedad? Eso de “conocer la razón de la enfermedad” ¿qué tiene que ver? ¿Quién introduce semejante consideración? Usted sí; el Espíritu Santo, ¡NEGATIVO! Romanos 15:17-18 2 Corintios 12:12 no sostienen su tesis, pues el apóstol Pablo realizaba tremendas obras tanto antes de su oración por sanidad como después. Ahora bien, el apóstol también pregunta retóricamente: “¿Quién enferma, y yo no enfermo?” (2 Corintios 11:29), implicando que no solo él sino muchos en la iglesia padecían de enfermedades, sin que insinúe su pregunta en lo más mínimo que todos debieran ser sanados. ¿No fue sanado Timoteo de sus “frecuentes enfermedades” (1 Timoteo 5:23) porque conocía “la razón” de ellas? ¡Vaya!, varón: es del todo evidente al que no está obsesionado con “sanidades milagrosas” que Dios no ha prometido mantener en salud a todos sus siervos todo el tiempo de su vida en la tierra, conozcan o no la “razón de su enfermedad”. De habernos hecho semejante promesa, ¿de qué moriríamos? 

“La misma palabra "salvación" en el griego se registra como la palabra "sozo" y no hay en este término una diferencia tajante que solo se refiera al algo exclusivamente espiritual. De hecho se usa para la sanidad física e incluso la sanidad económica. Sin embargo coincido con usted que lo más importante es el espíritu. La verdad más grande es: que es preferible ser eternamente  salvo y seguir enfermo, que ser sano por ejemplo y no ser salvo. 

Sobre el hermano Yiye, personalmente creo que ha cometido errores. Algunas de sus enseñanzas no tienen mucho apoyo bíblico, sin embargo creo que es un verdadero hijo de Dios y ha significado para muchos un ministerio de mucha bendición. Si usted es equilibrado tiene que pesar todos los antecedentes, no puede quedarse con una caricatura. Por lo demás el Señor, aún usó a siervos que no estaban del todo exactos en cuanto a doctrina. Recuerde el caso del hermano Apolo, que siendo un hombre de Dios tuvo que ser enseñado por Aquila y Priscila quienes "le expusieron más exactamente el camino de Dios" (Hechos 18:26)  

Observación de Homero. ¿Y qué habrá hecho el hermano Apolo al recibir la instrucción impartida por Aquila y Priscila? ¿Alzarse, rechazándola? ¿O aceptarla con gozo ajustando su mensaje de acuerdo con el más amplio conocimiento? 

“Espero, querido hermano que usted entienda mi actitud. Obviamente no le pido que esté de acuerdo conmigo, pero creo que un tema tan importante debe enriquecerse a través de un debate serio y con altura de miras y que nos acerque más a la verdad de Dios.  

Comentario de Homero. Segundo estos nobles pensamientos, deseando siempre expresarme con respeto y reverencia hacia toda alma y pidiendo perdón por cualquier violación de esta preciosa norma. Para servirle en el amor de Cristo, Homero Shappley de Álamo. 

Cariñosamente en Cristo, 

Humberto  

 


 

La cesación de los dones sobrenaturales. ¿No tan claro eso de que los dones sobrenaturales cesaran una vez revelado todo el Nuevo Testamento? 1 Corintios 13:10-13 examinado meticulosamente.

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