Capítulo Cuatro de este Comentario
Las siete trompetas
Los capítulos 8, 9, 10 y 11 del libro de Apocalipsis
Parte 1
La Primera Trompeta
Impactados los árboles y la
hierba verde
Una profecía apocalíptica para la Edad Industrial, Post Industrial y Digital
Desde más o menos 1760 EC hasta el presente
Apocalipsis 8:7
I. "El primer ángel tocó la trompeta, y hubo granizo y fuego mezclados con sangre, que fueron lanzados sobre la tierra; y la tercera parte de los árboles se quemó, y se quemó toda la hierba verde". Apocalipsis 8:7
A. La visión de la Primera Trompeta enfoca "la tierra" misma, es decir, se trata literalmente de los continentes y las islas donde crecen los árboles y la hierba verde. El granizo y el fuego “mezclados con sangre… fueron lanzados sobre la tierra”.
1. La profecía es para toda la tierra, y no tan solo para Palestina o las provincias del Imperio Romano. Al leer cada vocablo del versículo 7, no hallamos ningún adverbio que limitara el cumplimiento de la profecía a un solo país o imperio de la tierra.
2. Tampoco luce correcto interpretar simbólicamente “la tierra” de este versículo. Por ejemplo, decir que “la tierra” de la visión represente a los seres humanos. En tal caso, cabría preguntar: ¿Son “lanzados” el “granizo y fuego mezclados con sangre” sobre los seres humanos? ¿Sobre una tercera parte de la humanidad? Y otra pregunta: ¿qué simbolizarían “los árboles” y “la hierba verde”? ¿Acaso categorías de humanos? Estas preguntas retóricas ponen de relieve cuan falta de sentido y lógica resulta ser tal interpretación simbólica de “tierra”, “árboles” y hierba verde” de la visión-profecía.
B. El tiempo para el cumplimiento de esta profecía,
A mi entender, la visión-profecía de la Quinta Trompeta revela lo que sucede cuando Satanás es suelto del abismo donde fue atado por mil años y sale a engañar de nuevo a las naciones. Apocalipsis 9:1-11; 20:1-9; 16:12-16
Suelto, queda “desatado por un poco de tiempo”. Apocalipsis 20:3
Abierto el “pozo del abismo” al principio del “poco de tiempo”, “salieron langostas sobre la tierra; y se les dio poder, como tienen poder los escorpiones de la tierra. Y se les mandó que no dañasen a la hierba de la tierra, ni a cosa verde alguna, ni a ningún árbol, sino solamente a los hombres que no tuviesen el sello de Dios en sus frentes.” Apocalipsis 9:3-4. Su “rey” es Satanás suelto, identificado como el “ángel del abismo, cuyo nombre en hebreo es Abadón, y en griego, Apolión”. Apocalipsis 9:11
Observamos que en contra distinción a la Primera Trompeta cuya visión es de la destrucción de “la tercera parte de los árboles y de la hierba verde”, a Satanás y sus “langostas” se les ordena “que no dañasen a la hierba de la tierra, ni a cosa verde alguna, ni a ningún árbol”.
Ahora bien, la Primera Trompeta, como también la Segunda, la Tercera y la Cuarta, anteceden la Quinta en secuencia de las Siete Trompetas, y, por ende, en la línea del tiempo. Por lo tanto, anteceden el “poco de tiempo” de la Quinta Trompeta y los eventos que revelan la Sexta Trompeta.
Estos parámetros me llevan a buscar el cumplimiento de la visión-profecía de la Primera Trompeta en tiempos anteriores al “poco de tiempo”. Escudriñando épocas, circunstancias y eventos, pienso encontrar el cumplimiento precisamente en la Época Industrial, Post Industrial y Digital.
La pista principal que me provee el texto de Apocalipsis 8:7 es la pérdida de “la tercera parte” de “los árboles” y “la hierba verde”. Si logramos dar con semejantes eventos desastrosos durante la historia de la Era Común (Edad cristiana para los cristianos), habremos establecido, razonamos, los parámetros temporales para el cumplimiento de lo profetizado. Durante los veinte siglos de esta Era, ¿se ha registrado alguna época cuando “la tercera parte” de los árboles y la hierba verde se perdiera, impactados por “granizo y fuerzo mezclados por sangre”?
Por razones que quedarán evidentes durante el transcurso de este análisis, pensamos que no solo esta Primera Trompeta sino también las siguientes tres, alcancen, específicamente, el tiempo de las Épocas Industrial, Post industrial y Digital. Así pues, porque la raza humana, creciendo exponencialmente e inventando máquinas y tecnologías que facilitan la explotación masiva de recursos naturales, ha hecho más daño a su hogar en el espacio corto de referidas épocas que durante todos los siglos anteriores. Incluso, a los enormes bosques y vastas extensiones de hierbe verde que había alrededor el globo terráqueo desde la creación hasta el inicio de la Edad Industrial.
Arriba, el crecimiento poblacional de la raza humana, comenzando en el año 1,000 de la Era Común y hasta 2019.
1. “La industrialización tomó forma inicialmente a finales del siglo XVIII en el occidente de Europa, en particular en Gran Bretaña. Durante las primeras décadas del siglo XIX, sus rasgos distintivos se extendieron rápidamente a lugares como Francia, Alemania, Bélgica y Estados Unidos. En los primeros años del siglo XX, llega a lugares fuera de Europa y Norteamérica, especialmente a Japón. A finales del siglo XX, la industrialización o sus efectos habían alcanzado prácticamente a todos los rincones del globo.” Biblioteca de Consulta Microsoft ® Encarta ® https://en.wikipedia.org/wiki/Industrial_Revolution
En las dos fotografías, fábricas textiles y otras industrias en Inglaterra durante las primeras décadas de la Edad Industrial. En ellas trabajaban muchísimas mujeres, niños y jóvenes. La contaminación atmosférica era espantosa.
2. Incontrovertiblemente, desde el inicio de la Época Industrial (1760 CE) hasta el presente (primera mitad del siglo XXI) los seres humanos en general han destruido enormes cantidades de árboles y hierba verde.
Ahora bien, en el texto de la profecía tan descomunal destrucción no se atribuye a “seres humanos” sino a “granizo y fuego mezclados con sangre” que “fueron lanzados sobre la tierra”. Huelga decir que los humanos no tenemos potestad sobre estos elementos de “granizo… fuego” y “sangre” para mezclarlos e impelerlos con fuerza sobre grandes extensiones de nuestro planeta. Mas, sin embargo, nuestra voluntad y acciones pueden sí desatar estos fenómenos, haciendo aumentar su frecuencia, alcance e intensidad.
El texto dice que “fueron lanzados”. ¿Quién o quiénes los lanzarían? ¿Acaso el propio Dios Creador que tiene potestad sobre todo lo que él ha hecho existir? Respondo, observando que el texto de la profecía no dice, ni implica, que Dios mismo los lanzara, interviniendo él personalmente de forma sobrenatural para destruir una tercera parte de los árboles y la hierba verde.
Lejos de destruir milagrosamente “la tercera parte” de los árboles y la grama, Dios “sustenta todas las cosas con la palabra de su poder”. Hebreos 1:3. “Sustenta”; tiempo presente que indica “acción continua”. De hecho, las “sustenta” mediante sus leyes que gobiernan la naturaleza hasta los últimos días agónicos de la tierra. No las destruye hasta no consumar su “misterio”. Apocalipsis 10:7. No destruye él mismo los recursos naturales de la tierra. Los seres humanos son quienes “destruyen la tierra” (Apocalipsis 11:18), bien que sea directamente o a consecuencia de su incumplimiento de los designios del Creador para nuestra raza y nuestros entornos físicos-materiales.
Así que, nos parece no fallar al afirmar que los propios seres humanos son quienes causan tanta destrucción, aun la pérdida de “la tercera parte” de los árboles y la hierba verde. Por cierto, veremos a través de estos estudios de las primeras cuatro trompetas los terribles estragos producidos por las acciones de la raza humana.
Tengamos presente el que el cumplimiento de esta profecía, más el de otras parecidas, en determinada época no significa necesariamente que el proceso de cumplimiento se extienda hasta el fin del mundo. De la manera que la ejecución y el efecto de las plagas bíblicas son por el tiempo determinado por Dios, no permaneciendo los mismos indefinidamente, asimismo el cumplimiento de la Primera Trompeta sobre la pérdida de “la tercera parte” de los árboles y la hierba verde.
C. "…se quemó…" Se quema una tercera parte de los árboles y la hierba verde.
1. Cualquier cosa “quemada” queda abrasada, consumida o destruida. Se destruye, pues, una tercera parte de los árboles y la hierba verde de la tierra. Comprobaremos que una destrucción de tal magnitud no ocurrió a través de toda la Era Cristiana hasta los tiempos de la Edad Industrial.
Tampoco enseña la visión de la Primera Trompeta que esta destrucción masiva, una vez comenzada, continúe, reiteramos, hasta la Segunda Venida de Cristo. O sea, este mal no es necesariamente irreversible. Toma lugar, mas, sin embargo, teóricamente, puede aminorarse o corregirse, por ejemplo, mediante la reforestación.
2. El “fuego” se identifica como el agente que resulta en la destrucción de una tercera parte de los árboles y la hierba verde. “La tercera parte de los árboles se quemó, y se quemó toda la hierba verde.” No obstante, implícitamente, el “granizo” mentado en el versículo 7 también contribuye a la destrucción. Y además, por inferencia, los vientos desastrosos característicos de las fieras tempestades que producen granizadas destructoras.
Interesantemente, vientos que soplan constantemente en exceso de ciento diez kilómetros (70 millas) por hora, durante cinco horas, o más, “queman” lo verde, perdiendo la vegetación su color natural y tornándose un pardo pálido. Este fenómeno suele ocurrir donde azotan huracanes.
D. "…la tercera parte…"
1. La destrucción de los árboles y la hierba verde se limita al 33%, o sea, una parte sustancial pero no totalmente devastadora. No llega al 50%, ni al 66%, ni al 95%, sino al 33%. Desde luego, este número no ha de interpretarse como un porcentaje exacto, hasta el centésimo. Más bien, se trata, opinamos, de una aproximación.
Fuegos incontrados alrededor de la tierra en el año 2011. Mapa por NASA.
2. Observamos que esta misma "limitación" a “la tercera parte” figura en las Trompetas Dos, Tres y Cuatro, como además en el Cuarto Sello. Apocalipsis 6:8
3. La significación de esta "limitación". Que el planeta Tierra, morada preparada especialmente para el ser humano (Hechos 17:26), sufre, desde la caída de la raza en el huerto del Edén (Génesis 3:17-19) hasta su total destrucción final, no solo la maldición pronunciada sobre ella por su Creador sino todo el daño que le inflige los seres humanos, incrementando alarmantemente este maltrato al andar el tiempo.
Sin embargo, el planeta Tierra no será destruido del todo hasta la Segunda Venida de Cristo. Esto lo confirma lo que dijo Jehová después del gran Diluvio. “Mientras la tierra permanezca, no cesarán la sementera y la siega, el frío y el calor, el verano y el invierno, y el día y la noche.” Génesis 8:22
E. Los lugares y los tiempos que cubre esta profecía. Durante la Era Común, la profecía ha sido cumplida dondequiera grandes cantidades de árboles, sembrados o pastos han sido destruidos.
Según las fuentes consultadas para este estudio, en nuestros tiempos(el siglo XX y la primera mitad del XXI), este tipo de destrucción está afectando enormes extensiones de la tierra. Por cierto, muchísimo más que en cualquier otra época de la Era Común.
Esta situación se debe en parte a la continua eliminación de árboles en la preparación de cada vez más y más terrenos para la siembra de granos, vegetales, tubérculos, etcétera, con el fin de alimentar a los tantos y tantos seres humanos que siguen multiplicándose a ritmo alarmante sobre la faz de la tierra (casi ocho billones ya). También, para tener más y más terrenos disponibles para la crianza de animales (millones y millones), mayormente los destinados para el consumo humano y/o para la producción de leche.
Además, se atribuye a las actividades de las empresas comerciales que explotan a todo vapor los recursos tales como los árboles para fines tales como la construcción de viviendas, la fabricación de enormes cantidades de papel de distintas clases, cartón, etcétera.
Muchísimos bosques y prados desaparecen al expandirse y multiplicarse continuamente a ritmo acelerado ciudades y pueblos ya existentes y el establecimiento de nuevos para dar cabida a las masas de nuevos seres humanos de cada nueva generación. Igualmente, al construirse más y más vías terrestres de transportación, aeropuertos, grandes centros industriales, etcétera.
Hoy por hoy, en no pocas áreas de la tierra, el consumo de maderas y arbustos para cocinar y calefacción contribuye a disminuir día tras día estos recursos.
A estas causas es preciso sumar también las pérdidas grandas atribuibles a seres humanos que, o por descuido o maliciosamente, encienden fuegos forestales, de pastos, etcétera.
1. El contexto de la profecía.
a) Ubicarnos allá en el tiempo del apóstol Juan, a fines del siglo I, es indispensable para apreciar el contexto de esta profecía. En aquel entonces, casi toda la tierra estaba cubierta de grandes bosques virginales (los de Asia, Europa, África, Norte América, Centro América y Sur América) y de vastas praderas (las llanuras de Rusia, África, Norte América, Brasil y Argentina).
b) Esta condición fue característica de la mayor parte de la tierra durante toda la Era Común hasta el siglo XIX.
c) Por lo tanto, a las personas de los primeros dieciocho siglos de la Era Cristiana quizás les pareciera sumamente extraña esta profecía según la que se destruiría una tercera parte de tan vastos bosques y pastos. Por cierto, ellas no contaban ni con el personal ni los instrumento o maquinarias para semejante destrucción.
2. El cumplimiento de la profecía.
a) Hoy día, el mundo presencia el cumplimiento de esta profecía.
(1) Los bosques principales de la tierra han sido eliminados o reducidos drásticamente en tamaño.
(2) Rusia conserva solo el 20% de los enormes bosques que cubrían grandes extensiones de sus territorios antes de la Edad Industrial.
(3) Los Estados Unidos de América conservan tan solo el 5% de sus originales bosques virginales. Este dato fue divulgado en la revista Time, edición del 4 de septiembre de 1995.
(4) Europa. “Europa ha perdido más de la mitad de sus bosques durante los últimos 6,000 años. Esto se debe principalmente a la expansión de terrenos para la agricultura y la demanda por madera como fuente de calefacción. De acuerdo con datos recogidos por satélite, la pérdida de biomasa en los bosques de Europa incrementó en un 69% de 2016 a 2018, comparada con el período de 2011 a 2015.” https://en.wikipedia.org/wiki/Deforestation_by_continent#Europe
(5) Haiti. Los haitianos han desnudado casi toda su tierra –valles y montañas- de árboles, exponiendo los campos a una erosión devastadora.
Haiti. Este país del Caribe ha sido deforestado casi en su totalidad. Las consecuencias han sido devastadoras, entre ellas, erosión extensiva de los suelos, disminución en la producción de alimentos, pobreza extrema, hambre y pestilencias.
(5) A ritmo alarmante, la gran Selva Amazónica, el "pulmón" principal del hemisferio occidental, está siendo destruida.
“La selva tropical amazónica, con una extensión de seis millones de km2 aproximadamente, abarca gran parte de la zona ecuatorial de Sudamérica y contiene más especies de flora y fauna que cualquier otro ecosistema del mundo. Los árboles constituyen aproximadamente el 70% de la flora de las selvas tropicales. En la actualidad, la selva amazónica está desapareciendo a un ritmo alarmante debido a la tala de madera y al desmonte agrícola.” Biblioteca de Consulta Microsoft ® Encarta ® 2005. ©
(6) En algunos lugares tales como el norte de África, las llanuras, cubiertas de vegetación no hace mucho tiempo, se están convirtiendo en puro desierto.
b) Al considerar el ascendente crecimiento poblacional del mundo, lo cual significa mayor demanda por los recursos naturales, como también la eliminación de cada vez más bosques y tierras cultivables, se puede vaticinar el cumplimiento aún más amplio de esta profecía para el futuro cercano.
c) El cumplimiento de la profecía afecta adversamente el medio ambiente en que se desenvuelven muchos millones de seres humanos, augurando condiciones aún peores para el futuro.
d) Así que, nuestra generación está presenciando el cumplimiento de esta profecía. Sin duda, el libro de Apocalipsis contiene profecías para los siglos XX y XXI, entre ellas, la de la Primera Trompeta. El cumplimiento de esta profecía ante nuestros ojos constituye otra evidencia a favor de la inspiración del libro de Apocalipsis.
F. ¿Por qué dedicar uno de los siete trompeteos celestiales a los árboles y la hierba verde? Quizás la pista la encontremos en las circunstancias de los tiempos que vivimos (primera mitad del siglo XXI). A estas alturas de la Edad Industrial, Post Industrial para algunos países, y la nueva Edad Digital para no pocos, pululan sobre el globo terráqueo multitudes de seres humanos para quienes el árbol poca cosa es, y la “hierba verde”, pues menos todavía.
En su mundo de metales, plásticos, cristal, cemento, brea, edificios encerrados y con aire acondicionado, apartamentos sin jardines o patios, centros comerciales (“shopping malls”), redes digitales, comunicaciones electrónicas, carros, aviones y cruceros, los árboles son prácticamente una anomalía. ¡Qué pena! ¡Qué mucho pierden las personas que no aprecien la naturaleza! Pierden de muchas maneras: emocional, psicológica, intelectual y aun físicamente. Si bien algunos, particularmente, los devotos de la ecología, hasta profesan “amar” a los árboles, un número creciente se manifiesta fríamente indiferente a su existencia, entre él, gran número de niños, jóvenes y adultos jóvenes.
El “Síndrome de deficiencia de la naturaleza describe el costo que pagan los humanos por su alienación a la naturaleza, incluso el uso disminuido de los sentidos, dificultades de inatención, y tasas más altas de enfermedades físicas y emocionales. Los niños que pasan más tiempo al aire libre tienden a sacar mejores notas; son mejores en ciencias; tienden a cooperar mejor en los juegos.” U.S. News and World Report. March 10, 2008. Página 58. Artículo “The Prescription for Nature Déficit Disorder” –Prescripción para el Síndrome de deficiencia de naturaleza- por Adam Voiland
Pese a la deforestación practicada extensamente en muchos países del presente, billones de árboles de muchas especias, y usos distintos, aún viven sobre la faz de la tierra. ¿Qué contable sería capaz de calcular el valor de todos ellos? ¿Y quién podría cuantificar su belleza? Existen entre sesenta mil y setenta mil especies de árboles.
En el próximo estudio, se destaca el valor inmenso de estos dos recursos: los árboles y la hierba verde.
Estimado estudioso de las Sagradas Escrituras, estimada, Apocalipsis es "alimento sólido" (Hebreos 5:13-14); también este Comentario. Digerirlo todo requiere mucho tiempo, paciencia y gran concentración. Nuestra oración al Señor es que encuentre usted edificante estos estudios. Gustosamente, recibiremos sus observaciones, evaluaciones, sugerencias, inquietudes o correcciones, siempre y cuando respiren objetividad y sean respaldadas por textos bíblicos, argumentos lógicos o información histórica fidedigna.
Observaciones adicionales del autor.
Más importante aún que el estudio de Apocalipsis es el de la "sana doctrina" fundamental revelada en su totalidad por el Espíritu Santo. Juan 16:13
"Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren." 1 Timoteo 4:16
"Cualquier que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo." 1 Juan 1:9-11
Una anomalía curiosa y preocupante de nuestra época es el afán que manifiestan muchos creyentes, mayormente predicadores, evangelistas, pastores y maestros, por Apocalipsis y otros textos proféticos, sin haber aprendido ellos siquiera "los rudimentos de la doctrina de Cristo.” (Hebreos 6:1. Por ejemplo, que el bautismo bíblico es por inmersión y "para perdón de los pecados." Hechos 2:38; 8:34-40.
Al respecto, Jesucristo advierte: "Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre... Y entonces los declararé: Nunca os conocí..."(Mateo 7:22-23
¿Y por qué "nunca"? Obviamente, porque jamás llegaron a creer y bautizarse como ordena Cristo en la Gran Comisión, diciendo: "El que creyere y fuere bautizado, será salvo..." Marcos 16:15-16
Estimado lector, estimada, respetuosamente le animamos a escudriñar no solo Apocalipsis sino a estudiar detenidamente las Doctrinas fundamentales del evangelio de salvación. https://www.editoriallapaz.org/salon_preceptos2.htm
Próximo. Parte 1-B. El valor incalculable de los billones de árboles sobre la faz de la tierra. El valor iniestimable de la hierba verde. Granizo y fuego mezcldos con sangre: las causas que producen la destrucción de una tercera parte de los árboles y la hierba verde.
Contenido completo del Capítulo Cuatro
Apocalipsis: análisis de las profecías y visiones. El contenido completo del Comentario. Textos y diapositivas.
Solo el TEXTO del Comentario.
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DANIEL. Lista de estudios y diapositivas en esta Web.
Profecías de Jesucristo sobre Jerusalén y el templo. LISTA.
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