Ateísmo, escepticismo, humanismo y evolución –Estudios e intercambios en esta Web

Sermones en esta Web -Veintenas

Mensaje complementario, pero no repetitivo: Realidades e irrealidades

Irrelevancias y realidades

Mensaje presentado utilizando dos personajes imaginarios, varios objetos e imágenes para video. ¡Cafecitos para Epi y Salome!

Un cuadro multicolor con las palabras en letra grande Irrelevancias y realidades introduce el mensaje del mismo nombre, cuyos personajes imaginarios Epi y Salome, pareja de adultos jóvenes, contienden con el predicador sobre lo irrelevante y lo relevante, lo real y lo ficticio, evidencias en pro y en contra de la existencia de Dios, la inspiración de la Biblia y la existencia o no existencia de una Realidad espiritual.

 

I. Introducción. [Preparación de la tarima antes de iniciarse la reunión. Dos mesas de tamaño mediano, una en cada lado del púlpito. Mesa, preferiblemente con mantel, a la izquierda del orador. Dos sillones detrás de la mesa para los dos personajes ficticios invitados. Dos vasos de agua. Florero con flores. Mesa, preferiblemente con mantel, a la derecha del orador. Colocar una Biblia, preferiblemente de tamaño grande, en el centro y un poco hacia el frente. Libros relevantes en cada lado de la Biblia –Historia de la iglesia, del Imperio Romano, de la Era Cristiana; de evidencias a favor y en contra de la existencia de Dios y la inspiración de la Biblia, etcétera. Previo al mensaje, se selecciona a un hermano de confianza, encargándole de llevar dos tazas de café a la mesa de los “invitados” en el momento cuando el predicador se detiene unos segundos invitándolos a “tomar agua”. Ver la Partida III, C. Si se usa Video, proyectar el título del mensaje desde el principio.]

A. Salutación. Amados hermanos y amigos, muy buenos días. Qué la paz y el amor de Dios sigan abundando cada vez más en todos nosotros. Este servidor agradece al Señor el privilegio de traer el mensaje en esta ocasión, como además, la invitación particular del hermano Cristóbal Massa.

B. El título del mensaje es Irrelevancias y realidades.

C. Dos invitados muy especiales, sentados a mi lado izquierdo detrás de la mesa, me acompañarán durante esta presentación. Ya discutimos algunos de los puntos a tratarse, y pese a su naturaleza controversial, accedieron venir como representantes de una enorme multitud que comparte la misma visión del mundo, por lo cual les estoy agradecido. Quisiera que conozcan, pues, al…

1. Sr. Epicúreo, de veinticinco años de edad. Estudió Administración de empresas, y todavía está buscando empleo. Me confió que detesta el nombre que sus padres le pusieron, ¿verdad, Epicúreo?, insistiendo que todos le digamos “Epi”, y gustosamente le complacemos. Algunos de sus amigos le dicen de vez en cuando, por maldad, “Cúreo”, lo cual le hace cambiar de semblante.

2. En el sillón al lado de Epi tenemos a la hermosa Salome, enfermera de veinticuatro años de edad. En cuanto a su nombre, me contó que sus padres quisieron dar a su hijita un nombre diferente con un toque inglés, y que se les ocurrió eliminar el acento de “Salomé”, transformándose aquel nombre en “Salome”, y así se quedó.

3. Bienvenidos, Epi y Salome. ¿Están cómodos? ¡Qué bien!

4. Ellos no estarán dirigiéndose a ustedes en voz alta, ya que tenemos un solo micrófono inalámbrico.

5. Epi y Salome son novios desde hace dos años, y hace tiempo ya lo están compartiendo casi todo, incluso “intimidades” que comienzan y terminan con una “S”, con una “L” y una “X” por el medio. Ya lo saben, y les dije que se lo iba a decir, aprobándolo ellos y añadiendo: “Eso de ‘intimidades’ entre nosotros es tan natural como comer juntos una pizza o tomar cervezas frías”.

[II. Irrelevancias.] [Video. Gráfica compuesta de escenas de la iglesia de Cristo en Bayamón, Puerto Rico, donde primero fue predicado este mensaje: congregación, predicadores, edificio. Sobrescritas, en letras grandes, las palabras: ¿Irrelevancias? ¿Irrelevantes? Cada gráfica se deja en la pantalla hasta la próxima en la serie.]

A. Esta es la primera vez en unos doce o trece años que Epi y Salome visitan una iglesia. ¿Correcto, mis queridos invitados? [Durante el transcurso del mensaje, el predicador mira a menudo hacia los dos sillones como si Epi y Salome fueran dos personas reales sentadas ahí en la tarima.]

B. En nuestro primer encuentro, cuando les pregunté por qué habían dejado de congregarse en la etapa de la pubertad, dando la espalda a Dios, la Biblia y la iglesia, los dos me miraron desdeñosamente, como si fuera yo una criatura extraña de otro planeta, y me dijeron fríamente:

1. “¡Porque todas las iglesias y religiones son un montón de irrelevancias! ¡Puras irrelevancias! Anacronismos, vestigios de la Edad Media, de tiempos supersticiosos e ignorancia endémica. ¡Irrelevancias! Sí, en nuestro mundo moderno de computadoras, Internet, satélites de comunicación, potentes teléfonos digitales, comunidad global, cultura global, derechos personales y tolerancia, ¡no tienen cabida!”

2.Continuaron: “Y usted, predicador, demás predicadores, pastores, maestros y maestras de la Biblia, sacerdotes, ¡todos ustedes son irrelevantes! Con sus sacos de irrelevancias –predicando y enseñando interminablemente sobre personas que vivieran hace dos mil, tres mil, cinco mil años atrás; sobre eventos supuestamente acaecidos en tiempos remotos. ¡Repetidos una y otra vez hasta el cansancio insoportable! ¿Qué nos importa aquellos personajes y cosas? Pero, ustedes, palabreros, con su palabrería aburrida, pontificando sobre doctrinas, normas morales, ideas, filosofías. Regañando, enjuiciando, pronosticando castigos divinos, exhortando y llamando con insistencia onerosa, ilusionados con someter a todos los seres humanos a su voluntad caprichosa. Y como si fuera poco, ¡son malos ejemplos de lo que pretenden que otros sean!”

3. Añadieron: “¡Una pena! Están malgastando su tiempo, talentos y recursos en un montón de irrelevancias. Sus edificios son irrelevantes, dedicados a la promoción de fantasías, ficciones, invenciones suyas, ilusiones irreales, un mundo imaginario que han llenado de supuestos seres divinos- Dios, Jesucristo, Espíritu Santo, incluso millones de ángeles. Sus ofrendas: ¡desperdicio de dinero! Mayormente, tal vez con la excepción de algunas obras caritativas.”

4. Epi y Salome, ¿verdad que me dijeron más o menos lo que acabo de resumir? Sí, veo confirmación inequívoca en la misma mirada dura que tenían cuando primero abordamos estos asuntos. ¿Comprenden, ustedes, amados oyentes y observadores, que existe una tensión fuertísima entre esta pareja en este servidor. Efectivamente, me han dicho “Viejo predicador irrelevante que lo único que traigo son sacos de irrelevancias”, y acaban de remacharlo. Naturalmente, esto me duele muchísimo, pero no por ello me hago su enemigo sino que quisiera tener la oportunidad de replicar inteligentemente, y qué me escuchen.

5. A propósito, busqué el significado de “Irrelevancia”, y tal como pensaba, quiere decir: Que no es importante o que no merece ser tenido en cuenta.  Que carece de importancia o significación.” [Diccionario Manual de la Lengua Española Vox. © 2007 Larousse Editorial, S.L. www.es.freedictionary.com] Se entiende, pues, que para esta pareja: “No tengo ninguna importancia, no merezco ser tenido en cuenta. Lo que diga y haga no tiene significación”. Y lo mismo es aplicable a todo predicador, maestro y maestra de esta congregación, al igual que a todo líder religioso y toda iglesia del mundo entero. En otras palabras, soy “un cero a la izquierda”, y peor: un impedimento para el desarrollo progresivo de la humanidad. ¿Correcto, amigos?

-Desde luego, estas razones y conceptos tras sus denuncias de nosotros no los tenían tan desarrollados como cuando primero determinaron no participar más en iglesias o religión alguna. ¿Cierto? Me atrevo a plantear que más bien los impulsaran sus hormonas de pubertad y presiones de grupo. (1) El deseo de independizarse de padres y abuelos, de predicadores e iglesias, aun de oponerse a todo lo ya establecido, incluso autoridades cívicas y políticas. (2) La inclinación pujante de dar rienda suelta a las hormonas sexuales que producían cambios excitantes en su físico y psíquico. (3) Y además, la propensión casi irresistible de correr con su grupo, aun cuando este violara toda norma de conducta racional. Pero, bien, volvamos al presente. [Este párrafo no fue incluido en la primera predicación en vivo por el autor en consideración del factor tiempo.]

[III. La “Realidad material”.] [Video. Gráfica compuesta de varias fotografías de objetos materiales: platos de comida, automóvil, dispositivos digitales, escena de casino, etcétera. Palabras en grande: La “Realidad material”.]

A. Así que, Epi y Salome, dado que repudian a Dios, la Biblia y la iglesia, teniéndolos por ficciones nuestras, irrealidades contraproducentes y anacronismos irrelevantes, permítanme preguntarles: Entonces, ¿cuál es la “Realidad” para ustedes?

1. Ya me lo han dicho, aleccionándome como si fuera yo algún torpe cavernícola trabado intelectualmente por supersticiones viejas, con la cabeza llena de duendes, espíritus malos y otras fantasmas, creaciones de una mente temerosa e ignorante. [La previa oración no fue incluida en la primera predicación en vivo en consideración del factor tiempo.] Mi dijeron: “Predicador, la única ‘Realidad’ para nosotros es lo que nuestros ojos ven, nuestros oídos escuchan, la nariz olfatea, el paladar saborea y la piel siente. Toda sensación física, todo lo que satisfaga nuestros cinco sentidos, todo lo que nos produzca satisfacción, placer y bienestar, tanto corporal como material. Buenas comidas. Buenas bebidas. Dinero. Lo último en modas de vestir. Bonito apartamento o casa. Lo más nuevo en dispositivos digitales. Entretenernos. Compartir con gente como nosotros. No olvidando el sexo. Todo lo nombrado al máximo posible. Esto es lo único real. Esto es vivir. ¡No hay más nada!”

2. Añadieron: “Lo malo de ustedes los predicadores y las multitudes que logran engatusar es que quieren negar esta “Realidad material”. Negarnos su disfrute. Cohibirnos. Hacernos sentirnos culpables por ejecutar lo que es completamente natural. Tratar al cuerpo físico como si fuera algo malo, despreciable, que mereciera ser abofeteado, encadenado, torturado. Sus ‘IDEAS’ las hallamos egoístas. Son suyas, ¡pero no son nuestras! Derecho tenemos a las nuestras, y que no nos imponga las suyas. Comoquiera, no nos interesan ‘IDEAS’, ni su ‘FILOSOFÍA de la vida”, sino vivir la vida real, esta vida; vivirla hoy, en el presente, sin trabas de moralistas como usted, predicador. Por todo esto, no acudimos a sus iglesias, ¡ni acudiremos! ¡Templos de irrelevancias, llenos de irrelevantes!”

B. Está bien, amigos Epi y Salome. Su respuesta es la que más o menos anticipábamos. Nos agrada su franqueza y respondemos con la misma, pero con tono tal vez menos severo y pugnaz.

1. Primero, yo no niego la “Realidad material”, pues no solo es material mi cuerpo físico sino que yo mismo estoy rodeado del universo material, desenvolviéndome dentro de sus parámetros físicos. No soy “nihilista”. La filosofía del “nihilismo”, postula que el universo visible, incluso el cuerpo humano, no existe como realidad sino que es una proyección de la mente humana. “Nihilismo. Doctrina filosófica que niega que sea posible el conocimiento y el valor de todas las cosas” [Diccionario Manual de la Lengua Española Vox. © 2007 Larousse Editorial, S.L. www.es.freedictionary.com].  ¡Ah!, perdón. Se me pasó que a ustedes no les gusta nada de “filosofías” o “ideas”, ¿correcto? Pero, quiero que lo tengan claro: ¡No niego la “Realidad material”! Todo lo contrario: ¡la encuentro magnífica, incluso el cuerpo físico humano! ¡Absolutamente maravillosa realidad física! La gran diferencia entre ustedes y este servidor es que intento utilizar y disfrutar sanamente esta tremenda “Realidad material”, sin abusar de ella, no exceptuándose mi cuerpo de carne y sangre. Así pues, les ruego deshacerse de percepciones equivocadas al respecto y actitudes beligerantes hacia mi persona, ya que tampoco pretendo lavarle el cerebro a ningún ser humano. ¿Esforzarme imperiosamente, en mi rol de predicador, a imponer a mis semejantes mi “visión personal de lo real”? Amigos, ¡eso no lo hago!  Lo único que quiero es que me escuchen inteligente y objetivamente, no burlándose ni cerrando sus oídos a lo que quizás califiquen, de primera intención, como mi “verbosidad vacía”.

2. Segundo, pese a su desdeño por “ideas” y “filosofías”, sepan, amados amigos, que ¡ustedes mismos están viviendo una “idea”, una “filosofía”, pues su mentalidad, visión de la vida y manera de vivirla ¡tienen nombre filosófico! Se llama “Hedonismo” o “Epicureísmo”. ¡Caracoles!, Epi, este nombre “Epicureísmo” tiene un parecido asombroso a su nombre completo “Epicúreo”.

a) Pues, “Hedonismo” se define como: Doctrina filosófica que identifica el bien con el placer, por lo que considera el placer como fin más importante de la vida; se originó en Grecia en el s. iv a. C. y fue retomada en la época contemporánea.” [Diccionario Manual de la Lengua Española Vox. © 2007 Larousse Editorial, S.L. www.es.freedictionary.com].

b) Y de “Epicureísmo” se dice: “Doctrina, especialmente moral, de Epicuro. Establece que el fin del hombre es gozar del modo más natural y perfecto de la vida. Figurativamente: Refinado egoísmo que busca el placer exento de todo dolor[Diccionario Manual de la Lengua Española Vox. © 2007 Larousse Editorial, S.L. www.es.freedictionary.com]. “Epicureísmo. Filosofía. Doctrina cuya principal idea reside en que el placer es el bien supremo” [Copyright © 2013 K Dictionaries Ltd.  www.es.freedictionary.com].

De manera que ustedes dos son hedonistas, o epicúreos modernos, ya que su meta principal en esta vida material, la que tanto ensalzan, es, precisamente, gozar al máximo placeres carnales y materiales en todas sus manifestaciones. ¿No es eso así? Interesantemente, esta “idea” que ustedes viven desenfrenadamente, esta “filosofía” que gobierna sus vidas, sin que tal vez hayan sabido ustedes su nombre, ¡ustedes no la originaron! La viven, pero fue transmitida a ustedes a través de largos siglos por gentes que la han hecho suya, propagándola.

3. Ojala comiencen a poner más atención a ideas y filosofías, más interés en ellas, por la sencillísima razón de que son sumamente poderosas, fijando derroteros y desenlaces de incontables vidas.

[Por consideraciones del factor tiempo las siguientes partidas a), b) y c) no fueron incluidas en la primera predicación en vivo.]

a) Fíjense: la “idea” de la alegada “superioridad de la raza arriana”, creída por Adolfo Hitler e impuesta por los Nazis, resultó en conflictos ideológicos y bélicos que condujeron, directa e indirectamente, a la muerte violenta de setenta millones de seres humanos durante el tiempo de la Segunda Guerra Mundial [1939 – 1945].

b) La “idea” de “poseerlo todo en común”, llamada “Comunismo”, aplicada forzosamente en numerosos países del mundo durante el Siglo XX, hizo que incontables millones de seres humanos sufrieran indeciblemente, muriendo veintenas de millones a consecuencia de su implementación drástica, cruel, brutal.

c) Hoy por hoy, un conjunto de “ideas” poderosas se está adueñando de cientos de millones de mentes. Específicamente, las que dicen: (1) Es natural que varón se junte a varón, y hembra a hembra. (2) Es natural y justo que se casen si quieren casarse, y que adopten hijos si quieren. (3) Es necesario que toda la población no solo tolere sino también apruebe estas relaciones y normas sociales. (4) Es necesario inculcar a todos los niños estas normas desde muy temprana edad para que crezcan con el ideal de “género neutro”. Ahora bien, amigos Epi y Salome, ustedes pueden (1) tragar todas estas “ideas” sin analizarlas en términos de consecuencias para la humanidad, (2) u obviarlas, como si no tuvieran ninguna importancia, pero yo, me perdonen, a la luz de la historia humana, y con la luz de fuentes en las que no creen ustedes, ¡no puedo darme el lujo de ser tan irresponsable!

[Continúa la predicación original en vivo.]

4. ¿Quieren saber lo que me dijeron Epi y Salome cuando primero discutimos lo que acabo de traer? Dijeron, parafraseando: “¡Ah!, predicador, usted y sus análisis, sus ideas, sus intentos de psicoanalizar, sin poseer ninguna licenciatura en psicología, psiquiatría o sociología. ¡Déjenos en paz! Que vivamos la vida como quisiéramos. Allá usted en su mundo, con su iglesia anticuada, mensaje irrelevante e ideas pasadas de moda. Y nosotros aquí en el nuestro, gozándonos de lo real, de la única realidad, de lo único verdadero, lo que palpamos, sentimos, disfrutamos en esta vida material. Usted en su mundo abstracto, y nosotros en nuestro mundo concreto, tangible, tocable, visible, vivo de verdad, y no imaginario, ficticio, inventado como el suyo”.

[El predicador hace una pausa de tres o cuatro segundos, mirando directamente a los dos sillones que “ocupan Epi y Salome”, y dice…]

C. Amigos, si quieren tomar agua, con confianza. Que aún me falta la parte final, la más importante. Tanta verborrea deja la garganta seca, ¿verdad? Aquí no tenemos cerveza fría… ¡todavía! Pero, tantas iglesias se apresuran a complacer a personas como ustedes, ¡quién sabe lo que se ofrezca el próximo domingo, o el próximo año! [Mientras el predicador pronuncie estas últimas dos oraciones, el hermano escogido para llevar dos tazas de café a la mesa de los “invitados” viene caminando hacia la tarima, sube, pasa detrás de las mesas y el predicador, colocando las dos tazas en el mesa de los “invitados”, retirándose enseguida.] ¡Ah! Rafael les trae un cafecito. Gracias, Rafael. ¡Alto!, queridos hermanos. ¡Esto no quiere decir que comencemos a brindarles un café durante futuras predicaciones!

[Video. Gráfica de las “Dos grandes realidades”.]

[IV. La “Realidad espiritual”.] Respetados invitados, queridos hermanos y amigos todos, ha llegado el momento de presentar defensa. Mi gran contra argumento es que existe una superlativa “Realidad espiritual”. Afirmo positivamente que existen dos “Realidades”, y no una sola como han llegado a creer Epi y Salome. ¡Claro que existe la “Realidad material”! Pero, también, la “Realidad espiritual”, invisible materialmente, más sin embargo, realmente existente. Como que escuche murmullos burlones y vea risas desdeñosas. Un coro grande de voces juveniles que dicen al unísono: “Predicador viejo, con sus ideas inventadas, vacías de realismo, que pretende imponer en nosotros su visión de un mundo espiritual inexistente, privarnos de nuestra libertad, convencernos a desistir de lo que más nos gusta”. Pero, ¡paciencia!, amigos. Hemos oído sus planteamientos. Ahora nos toca.Traigo una combinación de evidencias complementarias, con el reto de probarlas inválidas quienquiera pueda.

[A. La Biblia.] ¿Quieren una evidencia concreta, tangible, tocable, visible para la existencia de la “Realidad espiritual”? [El predicador toma la Biblia de la mesa a su derecha, colocándola en la mesa de los “invitados Epi y Salome.] Aquí la tiene, este libro, la Biblia, particularmente el Nuevo Testamento, que no tan solo afirma infinidad de veces la existencia de la gran “Realidad espiritual”, vasta y eterna, sino que también la describe con lujo de detalle, identificándola como el “Reino de Dios”, el cual, dice, “…no es de este mundo… no es de aquí” (Juan 18:36). Veintisiete libros y epístolas, escritos en el Siglo I por ocho autores distintos, a través de cincuenta años: consecuentes, serios, elocuentes y profundos en su exposición sobre esferas y seres tanto materiales como espirituales, siendo su tema céntrico unificador, precisa e inequívocamente, la enorme “Realidad espiritual” superpuesto. Ahí la tienen. ¿Qué dicen acerca de esta evidencia? ¿Cómo explicar la aparición de una obra literaria tan extraordinaria, sin paralelo, en el Siglo I de esta Era?

1. ¡Ah! ¿Dicen que “fue escrita por personas como nosotros”? ¡Asimismo me dijeron! Y que “muchos otros libros de la misma índole fueron escritos en aquel tiempo, los que no están en la Biblia –el Evangelio de Pedro, el Evangelio de María, el Evangelio de Tomás, el Evangelio de Judas Iscariote”- y que “Jesucristo se casó con María Magdalena”, y que “todo esto está revelado en el Código Da Vinci”.

2. ¡Ha! ¿Saben que el Código Da Vinci es una obra de ficción? ¿Saben distinguir entre “ficciones” y “realidades”, “lo falso” y “lo verdadero”, en el ámbito religiso?

3. ¿Son ustedes eruditos en idiomas y manuscritos antiguos? ¿Griego, latín, arameo, hebreo, egipcio?

4. ¿Saben por qué los eruditos en idiomas y manuscritos antiguos clasifican a los “Evangelios” mencionados por ustedes como obras de ficción, obras espurias, distinguiendo entre ellas y los escritos del Nuevo Testamento? …………… Pensaba que no, que, como me decían, “esas son materias muy técnicas y aburridas para nosotros”. Más sin embargo, ¡se atreven a hablar mal de la Biblia y rechazarla en base de semejantes alegaciones, porfías y sofismos! ¡Y ahí mismito se pone de relieve su error inexcusable y fatal del cual son sí realmente culpables! A saber, superficialidad de estudio y análisis, madre de engaños y conclusiones incorrectas.

5. ¿Tienen amplios conocimientos del contenido del Nuevo Testamento? ……… ¡Qué no! Asimismo sospechaba este servidor, y por consiguiente, es del todo imposible que hablen inteligentemente de ello. Más sin embargo, ¡lo rechazan de plano como anticuado e irrelevante! De nuevo, se descubre su falta de preparación adecuada y objetividad honesta para la decisión importantísima que han tomado, quedándose desacreditados en cualquier corte de juicios racionales. ¿Cómo se atreven a repudiar el Nuevo Testamento si ni siquiera conocen o entienden cabalmente su contenido?

B. Próximas evidencias complementarias. Llamo al estrado de esta humilde corte terrenal a testigos que aseguran la existencia indubitable de la “Realidad espiritual”. Al escuchar cada uno su nombre, favor de pararse frente a la “Mesa del Señor”. Bueno, ya que no viven en cuerpos de carne y sangre, habiendo muerto en el Señor, visualizaremos su presencia en este salón, expresándonos de su parte y presentando gráficas que proyectan percepciones artísticas, juntamente con algunos textos.

1. Primero, con mucho respeto y admiración, llamo a Juan, hijo de Zebedeo, hermano de Jacobo (Mateo 4:21). Muy estimado Juan, usted era apóstol de Jesucristo por unos ochenta y tres años, muriendo en Éfeso, allá por el año 110, a muy avanzada edad.Fue desterrado por un tiempo a la isla de Patmos “…por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo” (Apocalipsis 1:9). Usted es quien registró en su evangelio aquella declaración de Jesucristo ante el gobernador Poncio Pilato: “Mi reino no es de este mundo… mi reino no es de aquí” (Juan 18:36), afirmación categórica de la existencia de la “Realidad espiritual”. Y usted mismo será acaso quien revele más completa y gráficamente la naturaleza de esta “Realidad espiritual” en su libro de Apocalipsis. ¿Por qué dedicó usted casi toda su vida, desde adulto joven hasta muy anciano, a Jesucristo y su mensaje sobre “Realidades espirituales”, pese a persecuciones y peligros frecuentes?

[Gráfica con las palabras de 1 Juan 1:1-3.]

A manera de respuesta de su parte, citaré su propio testimonio, donde apela usted a lo concreto, tangible, tocable, visible, verificable, en un contexto espiritual. Dice: “Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida  (porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó); lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo.” (1 Juan 1:1-3). O sea, usted vivió y trabajó en la tierra con el propio Jesucristo, encarnación y personificación de la grandiosa “Realidad espiritual”, tan convencido de su autenticidad que consagró el resto de su larga vida a la proclamación de aquella misma “Realidad”. Gracias, ilustre apóstol Juan, por su impactante testimonio irreprochable.

2. Llamo al estrado a Simón Pedro, también conocido como Cefas, hijo de Jonás, hermano de Andrés (Mateo 4:18; 16:17). Muy estimado apóstol Pedro, el también apóstol Mateo relata en su evangelio que usted dijo a Jesucristo poco antes de ser arrestado este: “Aunque me sea necesario morir contigo, no te negará”(Mateo 26:35). Más sin embargo, en momentos de debilidad humana, le negó tres veces. Pero, luego de verle resucitado, usted entregó su vida completamente a él y su causa de la gran “Realidad espiritual –Reino que no es de este mundo”. En fuentes no bíblicas se cuenta que usted fue crucificado cabeza abajo, en Roma, jamás denegando su fe en Cristo o en la existencia real del mundo espiritual que él presentó a la humanidad. ¿Por qué sacrificios tan grandes, hasta la vida misma, y de forma horrendamente cruel?

[Gráfica con las palabras de 2 Pedo 1:16-18.]

Cito su propio testimonio. Usted escribió: “Porque no os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo siguiendo fábulas artificiosas, sino como habiendo visto con nuestros propios ojos su majestad. Pues cuando él recibió de Dios Padre honra y gloria, le fue enviada desde la magnífica gloria una voz que decía: Este es mi Hijo amado, en el cual tengo complacencia. Y nosotros oímos esta voz enviada del cielo, cuando estábamos con él en el monte santo (2 Pedro 1:16-18). Así que usted, muchos años más adelante en su apostolado, al escribir su primera epístola, distingue con diáfana claridad entre, por un lado, “fábulas artificiosas”, y por otro, la “majestad” que había visto con sus “propios ojos”, juntamente con otros apóstoles. Distingue entre “voces imaginadas”, o “imaginarias”, y una “voz enviada del cielo” que escucharon, real y verdaderamente. Agradecemos su testimonio personal, sostenido admirablemente por sus años de servicio y sellado por su martirio, acto que, efectivamente, pone coto a acusaciones de “engañado por fábulas artificiosas”.

3. El próximo llamado al estrado es Saulo de Tarso, conocido luego como el apóstol Pablo. De una familia pudiente. Brillante estudiante, instruido por el renombrado maestro Gamaliel, “aventajaba a muchos de” sus “contemporáneos” (Gálatas 1:14). “Joven” cuando los principales judíos apedrearon a muerte al evangelista Esteban, primer mártir del cristianismo,usted “consentía en su muerte” (Hechos 7:58; 8:1). Saulo, fiero perseguidor de la iglesia. Pero, de pronto su vida dio un giro de ciento ochenta grados cuando el propio Jesucristo lo llamó al apostolado. Desde ese momento transformador, usted regó el mensaje de Cristo sobre la espléndida “Realidad espiritual”, de “Reino celestial, iglesia de Cristo, evangelio de salvación”, por todo el Cercano Oriente y Europa, hasta ser decapitado [según tradiciones extra bíblicas] en Roma, en el año 64, por la fe que profesaba. Pregunto: ¿Se sacrificaría y se martirizaría una persona de tanto poder intelectual, dinamismo y valentía, por un mero “espejismo”, por “fantasías religiosas”, por un mundo imaginario llamado “espiritual”? ¡Absolutamente inconcebible! Usted, admirado Pablo, refuta de mil maneras semejante postulación absurda, testificando y argumentando incansablemente la existencia real no solo de Jesucristo sino también del Reino espiritual celestial, tema céntrico de su mensaje.

[Gráfica con las palabras de 1 Corintios 15:3-8.]

Durante su ministerio, usted escribió el siguiente testimonio, y cito:

a) “Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; y que apareció a Cefas [Pedro], y después a los doce. Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos viven aún, y otros ya duermen. Después apareció a Jacobo; después a todos los apóstoles; y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí(1 Corintios 15:3-8).

b) Apoyándome en este testimonio suyo, dos evidencias fuertísimas a favor de la gran “Realidad espiritual” pongo sobre el tapete delante de estos adultos jóvenes que desprecian a usted, no creyéndole, como tampoco a los demás escritores del Nuevo Testamento:

(1) Primera evidencia fuertísima: El cumplimiento al pie de la letra de veintenas de profecías explícitas sobre Jesucristo y el Reino de Dios, profecías hechas cientos de años ANTES de los eventos. “Conforme a las Escrituras” quiere decir “Conforme a las profecías en las Escrituras del Antiguo Testamento”.

(2) Segunda evidencia fuertísima: El testimonio presencial de más de quinientas personas que vieron al Cristo resucitado durante los cuarenta días entre su resurrección y ascensión. Reitero: Pablo  dice “más de quinientos”, muchos de los cuales aún estaban vivos veintiséis años después de los eventos. [La primera epístola a los corintios fue escrita por Pablo entre los años del 55 al 57 d. C.]

Estimado apóstol Pablo, tantos son sus argumentos y testimonios acerca de la inmensa “Realidad espiritual” en sus manifestaciones multifacéticas que tardaríamos largas horas en escucharlos y analizarlos. Incluso, usted testifica haber sido “arrebatado hasta el tercer cielo… al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar” (2 Corintios 12:2-4), pero esto será pura “fantasía extática” para el descreído renuente a tomar en serio muchísimas evidencias complementarias de distintas categorías. Muy agradecido por todos sus testimonios.

4. El último que invitamos a pasar al estrado en esta ocasión es un médico de nombre Lucas (Colosenses 4:14), autor del Evangelio según Lucasy de Hechos de apóstoles, historia de la “Realidad espiritual” llamada “Iglesia”, “el Camino”, “Iglesia de Dios”, “Iglesia de Cristo”, “cuerpo de Cristo”, “familia en los cielos y en la tierra” (Efesios 3:15). Historia, desde su inicio en Pentecostés del año 27 hasta el final del primer encarcelamiento de Pablo en Roma en el 62 d. C. Erudito profesional, usted, amado médico, investigó minuciosamente todo lo relacionado con Jesucristo y el Reino espiritual que predicaba, concluyendo que tanto él como su mensaje eran auténticos, respaldando su conclusión con hechos al obedecer el evangelio y acompañar al apóstol Pablo en algunas de sus andanzas evangelísticas.

[Gráfica con las palabras de Lucas 1:1-4.]

Tengo a bien citar sus propias palabras, las que aparecen al principio del evangelio que usted escribió. Dice:

a) “Puesto que ya muchos han tratado de poner en orden la historia de las cosas que entre nosotros han sido ciertísimas [¿Se fijan, amigos, en la palabra “ciertísimas”, es decir, absolutamente comprobadas, incuestionables, indubitables, reales, y no puestas en entredicho.],  tal como nos lo enseñaron los que desde el principio lo vieron con sus ojos [De nuevo, se invocan a los testigos presenciales, y esto por un médico, suponiéndose que Lucas fuera muy metódico en la recopilación de testimonios y otras evidencias.], y fueron ministros de la palabra, me ha parecido también a mí, después de haber investigado con diligencia todas las cosas desde su origen, escribírtelas por orden [Pues, he aquí lo que asumiéramos: que un médico investigara “con diligencia todas las cosas desde su origen”. Ojala fueran ustedes, amigos Epi y Salome, tan profesionales en su proceder respecto a Dios, la Biblia y la iglesia. Lucas sigue escribiendo…], oh excelentísimo Teófilo,  para que conozcas bien la verdad de las cosas en las cuales has sido instruido(Lucas 1:1-4). Precisamente, querido médico Lucas, “la verdad de las cosas” es lo que anhelamos alcanzar. ¿Y ustedes, amigos? ¿Quieren “la verdad de las cosas”, o acaso cualquier pretexto para justificar su estilo hedonista de vida?

[Gráfica con las palabras de Hechos 1:1-3.]

b) Y en el preámbulo de su magna obra histórica usted, Lucas, escribe: “En el primer tratado, oh Teófilo, hablé acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar, hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido; a quienes también, después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles acerca del reino de Dios (Hechos 1:1-3). ¿Conque “pruebas indubitables”? “…pruebas”, evidencias, que usted investigó “con diligencia”, hallándolas “indubitables”. “…pruebas” que confirmaron la resurrección de Jesucristo y su aparición a muchos “durante cuarenta días”. “…pruebas”de que él seguía hablando durante esos días “del reino de Dios”, la fantástica “Realidad espiritual” de la cual él era el Representante por excelencia. De mi parte, acepto estas “pruebas indubitables” testificadas por usted, hombre profesional, y por muchísimos más que vieron y escucharon al Cristo resucitado.

C. Epi y Salome, les he presentado solo unas pocas evidencias. Queda gran cantidad adicional por si acaso quisieran seguir investigando. [El predicador señala hacia los libros en la mesa a su derecha.]

[V. Invitación.]

A. Amado amigo, amiga, en cuanto a este servidor, dudas muy grandes y fuertes empezaron a atacarme cuando tenía unos dieciocho años de edad. Dudas sobre la existencia de Dios y Jesucristo, la inspiración de la Biblia y el origen de la iglesia. No dejé de congregarme, pero aun mientras escuchaba sermones y clases bíblicas me sentía alejado, viendo todo lo de “iglesia con su Biblia” como si fueran creaciones de seres humanos. Vencí aquellas dudas persistentes y duras, estudiando asidua y largamente las mismas evidencias presentadas en el día de hoy, más otras muchísimas cuyo análisis requiere no poco tiempo.

B. Si tú te has identificado con Epi o Salome hasta hoy, pero has cambiado de parecer en esta misma hora por las evidencias traídas, te invito a identificarte públicamente con Jesucristo en este momento propicio, y que tomes enseguida los pasos sencillos para ser recibido por él en el Reino espiritual, los cuales incluyen bautizarte “para perdón de los pecados” (Hechos 2:38).

C. Por otro lado, si tú, hermana o hermano –joven, adulto joven o maduro- has dado la espalda a Dios, Jesucristo y la iglesia bajo pretextos de “irrelevantes-irrelevancias”, pero motivado realmente por rebeldía y deseos poderosos de vivir solo lo carnal y material, si comprendes hoy lo insensato de tu decisión y quisieras rectificarla, te invito a arrepentirte y volver a ocupar el lugar que te corresponde en el Reino de Dios, tremenda “Realidad espiritual” que permanecerá eternamente. Me quedo aquí al frente para recibir, en nombre del Señor y en el de esta congregación, a toda persona dispuesta a responder positivamente.

 

Mensaje complementario, pero no repetitivo: Realidades e irrealidades

Un cuadro de “Verdes contra Rojos” identifica la Página con las imágenes en PDF para el mensaje “El Imperio de Ateos” versus “El Reino de Dios”.

Veinte imágenes en PDF, compuestas de gráficas y textos, vía un “Carrusel de imágenes”, para el mensaje “El Reino de los Ateos” versus “El Reino de Dios”. Este mensaje está disponible como VIDEO. También como Imágenes acompañadas de explicaciones para el desarrollo de clases bíblicas, conferencias o sermones. Entre las más grandes luchas de los jóvenes, y de no pocos adultos, figura la de creer, o no creer, en Dios y la Biblia. ¿Está usted preparado para esta fierra batalla? La misma ocupa bastante espacio en esta Web. Ateísmo, excepticismo, evolución, humanismo y hedonísmo versus Dios, la Biblia y la Iglesia.

Sermones en esta Web -Veintenas Inclusive, en audio y video.

Ateísmo, escepticismo, humanismo y evolución –Estudios e intercambios en esta Web

  

¿Le gusta esta página? Por favor, ayúdenos a difundir la información por medio de compartirla automáticamente con sus amistades de Facebook, Google+, LinkedIn, y Twitter pulsando en los botones arriba colocados.

Derechos reservados. Permiso concedido para hacer una copia, o múltiples copias pero ninguna para la venta.