Capítulo Cinco de este Comentario
La “mujer vestida del sol”
Parte 3
El “gran dragón” persigue a la “mujer vestida del sol” y al “resto de su descendencia”.
13 Y cuando vio el dragón que había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo varón. 14 Y se le dieron a la mujer las dos alas de la gran águila, para que volase de delante de la serpiente al desierto, a su lugar, donde es sustentada por un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo. 15 Y la serpiente arrojó de su boca, tras la mujer, agua como un río, para que fuese arrastrada por el río. 16 Pero la tierra ayudó a la mujer, pues la tierra abrió su boca y tragó el río que el dragón había echado de su boca. 17 Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo.”
II. La condición de la "mujer vestida del sol" después de la exaltación de su hijo es precisamente, según nuestros estudios y análisis, la condición del pueblo terrenal de Israel después de exaltado el Señor Jesucristo a su trono en el cielo a la diestra de su Padre Dios.
Expresando de otra forma esta interpretación, diríamos que las acciones y circunstancias de la “mujer vestida del sol” después de la ascensión y glorificación de Jesucristo enseñan, efectiva y fielmente, lo que les pasa a los judíos que no confiesan que Cristo es el Mesías a lo largo de gran parte de la Era Común (Edad cristiana), hasta por lo menos el tiempo cuando "haya entrado la plenitud de los gentiles". Romanos 11:25.
Apocalipsis contiene muchas profecías sobre el futuro de la iglesia fundada por Jesucristo; también sobre la gran "iglesia madre" apóstata y sus hijas, es decir: “La madre de las rameras y de las abominaciones de la tierra”. Apocalipsis 17:5. Y, además, sobre varios reinos terrenales representados por las dos bestias y los diez cuernos. ¿Ha de considerarse, pues, cosa extraña que también se presenten en el libro algunas profecías en torno a lo que le pasaría a Israel, en su calidad de pueblo terrenal, durante la Era Común? Más extraño sería que no hubiese tales profecías. Analicemos las reveladas.
A. La "mujer vestida del sol" es perseguida. "Cuando vio el dragón que había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo varón". Apocalipsis 12:13. De acuerdo con esta visión apocalíptica, la porción de la nación de Israel que rehúsa reconocer a Cristo como el Mesías sería perseguida durante el tiempo subsiguiente al día de Pentecostés del año 30 EC., cuando el Señor Jesucristo se sentó sobre su trono en el cielo.
Al estudiar más adelante en este Capítulo Cinco la “gran batalla en el cielo”, quedará establecido que Satanás fue arrojado del cielo cuando Cristo tomó su trono y comenzó a ejercer la “autoridad” que su Padre le otorgó. Apocalipsis 12:10; Mateo 28:18-20. Así que, si bien la iglesia fundada por el Señor sufriría persecuciones, tampoco se eximirían de semejante destino los judíos incrédulos. La historia de los judíos no convertidos a Cristo durante la Era Cristiana confirma ampliamente el cumplimiento de esta profecía. A continuación, algunas evidencias.
1. En el año 40 EC., el emperador romano Calígula ordenó que una estatua de él fuese colocada en el templo de los judíos en Jerusalén. Agripa el Primero intercedió en Roma por los judíos evitándose así un desenlace grave de la crisis aguda que provocó la orden de Calígula. La nueva enciclopedia Schaff-Herzog, VI, 54
2. Siglo I. "La situación de los judíos se volvió más difícil bajo Félix y Festo, todavía más dura bajo Albinio y desembocó en una rebelión durante la gobernación de Gésio Floro. Los zelotes se adueñaron del templo y fortificaron su posición allí". La nueva enciclopedia Schaff-Herzog, VI, 54. Los gobernadores Félix y Festo aparecen en los escenarios del juicio romano contra el apóstol Pablo tal cual relatados en Hechos 24:27 y 25:14.
3. En el tiempo de la obra evangelística del apóstol Pablo, el emperador Claudio mandó "que todos los judíos saliesen de Roma". Hechos 18:2
4. Respondiendo a los ataques de los rebeldes judíos, los generales romanos Flavio Vespasiano y Tito, padre e hijo, conquistan Palestina y Jerusalén en los años de 67 a 70 EC. Según el historiador Flavio Josefo, un millón ciento noventa y siete mil (1,197,000) judíos fueron muertos en la guerra y noventa y tres mil fueron vendidos en esclavitud. Para aquellos tiempos, hubo aproximadamente siete millones (7,000,000) de judíos en el Imperio Romano, o sea, los judíos constituían aproximadamente el 7% de la población del Imperio. La historia de la civilización, Tomo III, César y Cristo, 546, Will Durant
5. "Desde la caída de Jerusalén, la nación judía perdió lo que quedaba de su independencia y el control total de su destino político, volviéndose dependiente de las gentes entre las cuales vivía." La nueva enciclopedia Schaff-Herzog , VI, 55
6. Cincuenta años después de la destrucción de Jerusalén en el año 70 EC, un judío llamado Simón bar-Kojba se proclamó el Mesías y reunió a centenares de miles de los judíos dispersados con el propósito de pelear contra Roma y reconquistar la "tierra prometida". Durante los tres años que duró aquella guerra (132 - 135 EC), Roma castigó severamente aquella sublevación, matando a quinientos ochenta mil (580,000) varones judíos. Se suma a esta cifra un número aún mayor de judíos –hombres, mujeres y niños- que murieron a consecuencia de hambrunas, pestilencias y fuego. La nueva enciclopedia Schaff-Herzog, VI, 55
Datos adicionales sobre la Guerra Judío-Romana
de los años 132 - 135 EC
Los datos siguientes sobre aquella Guerra Judío-Romana se encuentran en el libro “Following Hadrian” –Siguiendo a Adriano, por Elizabeth Speller, Oxford University Press, 2003. Páginas 190 – 207.
El templo del dios Júpiter edificado por el emperador romano Adriano sobre el terreno que ocupó el templo judío en Jerusalén destruido por el ejército romano en 70 EC.
(1) Adriano, emperador de Roma desde el año 117 hasta el 138 EC, pasó por Judea, rumbo a Egipto, en el año 130 EC. Determinó reconstruir la ciudad de Jerusalén, la cual fue destruida en la guerra de 67 a 70. No planificó una nueva ciudad que complaciera a los judíos sino una ciudad totalmente pagana, a llamarse Aelia Capitolina, la que se poblaría con soldados romanos. Los judíos fueron excluidos, permitiéndose su entrada una sola vez al año. Sobre el fundamento del templo judío destruido en el año 70 EC se construyó un templo nuevo al dios Júpiter. La cresta de una de las legiones romanas que ocupaban la nueva ciudad desplegaba la imagen de un jabalí (cerdo macho salvaje), animal inmundo para los judíos, y esta imagen fue tallada en las puertas principales de la ciudad. Todas estas acciones enfurecieron a los judíos quienes tramaron atacar de nuevo al odiado enemigo Roma.
(2) El carismático judío rebelde llamado Simón bar-Kojba, nombre cuyo significado es “hijo de la estrella”, se valió de estas circunstancias para unir fuerzas contra Roma, contando con 400,000 guerreros para tarde en el año 130. Estalló la guerra en el 132.
(3) Al principio, los romanos pensaban poder poner fin pronto a la rebelión con las fuerzas militares ya desplazadas en Judea, pero los fanáticos guerreros judíos estaban bien organizados y equipados, aumentándose alarmantemente las bajas infligidas sobre el ejército romano. Aprovechándose de los quebrantados y difíciles terrenos de su país –valles, montañas, cuevas naturales, más un sistema de cuevas excavadas e interconectadas- los judíos, formando bandas, lucharon como guerrillas, tipo de guerra para el cual el temido ejército romano no estaba adiestrado.
Para reforzar a las dos legiones romanas bajo el mando de Tineius Rufus, marchó a Judea la Legión II Galaica de Siria y la XXII Deitoriana de Egipto. Pese a la integración de estas legiones romanas adicionales a la guerra, los judíos liberaron una parte de su país, confiscando posesiones imperiales y redistribuyéndolas entre los campesinos de su pueblo. Hasta acuñaron su propio dinero.
Tan crítica se volvió la situación para Roma que el gobierno comenzó a reclutar nuevos soldados en Italia, también obligando a marineros a salir de sus barcos y que apoyaran al acosado ejército.
En 133, Adriano ordenó a Julius Severus, gobernador de la provincia romana de Bretaña (Inglaterra), a marchar con sus soldados a Judea, poniéndolo al mando de las legiones en Judea, maniobra que tomó meses, pues Severus debía atravesar primero el Canal de la Mancha luego a pie toda Europa y parte del Cercano Oriente para llegar a Judea. Una distancia de aproximadamente 3,595 kilómetros, equivalente a 2,234 millas.
A pesar de estas medidas, los judíos aniquilaron, de acuerdo con ciertas evidencias, toda una legión romana, la XXII Deitoriana, compuesta de 5,000 soldados.
Denario de plata de bar-Kojba. Anverso: dos trompetas, con las palabras “Para la libertad de Jerusalén”. Reverso: un kinnor, con las palabras “Año dos de la libertad de Israel”. http://upload.wikimedia.org/wikipedia/en/9/9a/Bar_Kokhba_Coin.jpg
(4) En 134 EC, el propio emperador Adriano, en el rol de general, regresó a Judea, para inspirar y guiar a su ejército. Durante la guerra, ambos contrincantes, tanto judíos como romanos, cometieron atrocidades. Se creía que las tropas romanas envolvieran a niños judíos en pergaminos del Torra(voluminosos escritos sagrados de los judíos), quemándolos vivos.
Proscribiendo Adriano la sepultura de judíos muertos, la putrefacción de miles de cuerpos llenó de terribles pestes los campos de batalla. Para tarde en 134, Roma comenzaba a dominar a los judíos. En esta etapa de la guerra algunos judíos, decepcionados y contemplando la extinción de su raza, pusieron a su líder Simón bar-Kojba el nombre “bar-Koziba”, el cual significa “hijo de desilusión”. El centro de comando de este caudillo militar fue capturado en julio de 135, el mismo mes del año, según la tradición judía, cuando el templo en Jerusalén fue destruido en el año 70 EC.
(5) Al fin, Roma ganó la guerra, pero no sin antes haber perdido credibilidad, estima y confianza debido al número muy elevado de bajas en sus fuerzas militares. En cuanto a los judíos, 580,000 hombres murieron peleando.
Entre los varones no militantes, mujeres y niños, era incalculable el número de los que murieron a resultado de acciones bélicas, pestilencias y hambre. Judea fue devastada. Cincuenta campamentos principales y novecientas aldeas grandes fueron arrasados, y centenares de miles de judíos fueron muertos o vendidos como esclavos. En los mercados de Gasa y Hebrón, esclavos judíos fueron vendidos por el precio de un caballo. A todo judío se le denegó acceso al lugar donde existía su antiguo templo, y fue prohibida la enseñanza de la religión judía.
Continúa la exposición.
7. Después de tan terrible derrota, "el judaísmo se escondió atemorizado en oscuridad, en tanto que su cría, el cristianismo, salió a conquistar al mundo." La historia de la civilización, Tomo III. César y Cristo. Página 549. Will Durant
8. Durante la Edad Media, los judíos fueron perseguidos una y otra vez en muchos países distintos por los gobiernos susodichos "cristianos" bajo el dominio de la poderosa iglesia madre apóstata, la cual militaba con armas carnales como cualquier otra nación secular-política. También por la jerarquía misma de aquella Iglesia Católica Romana, valiéndose los prelados de la maquinaria eclesiástica llamada la Santa Inquisición. En el Capítulo Ocho de este Comentario, Sección II, se encuentra información muy breve sobre las acciones de la inquisición española contra los judíos.
9. En el siglo XX, el dictador alemán Adolfo Hitler y sus secuaces intentaron exterminar a los judíos, torturando y matando bárbaramente a más de seis millones.
10. También en el siglo XX, el gobierno oficialmente declarado ateo de la Unión Soviética de Estados Socialistas, bajo el dictador José Stalin, inició y sostuvo por décadas los terribles "pogromos". Su meta era la exterminación de todos los enemigos del estado. Los infortunados judíos fueron clasificados entre los "enemigos del estado", muriendo millones en cárceles, campos de labor forzada, por destierro, hambruna, reubicación obligatoria, etcétera.
11. Desde el establecimiento del nuevo estado de Israel en 1948 EC hasta el presente (primera mitad del siglo XXI), los palestinos, sirios, libaneses, egipcios, iraquíes, iraníes y demás pueblos árabes, movidos por odio fanático, se empeñan en destruir a los judíos.
Próximo. Parte 4 de La “mujer vestida del sol”. Huye “al desierto”. El “lugar preparado por Dios” para ella. "Se le dieron a la mujer las dos alas de la gran águila.” Sustentada “por mil doscientos sesenta días". El gran dragón arroja “tras la mujer, agua como un río, para que fuese arrastrada por el río”.
Contenido completo del Capítulo Cinco
Apocalipsis: análisis de las profecías y visiones. Solo el TEXTO del comentario.
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