¿Dinosaurios en el arca?
Brad Harrub, Ph.D.
Publicado en la revista Think (Pensad), edición de agosto de 2007, Página 18.
“O sea, dos perros, dos jirafas, dos murciélagos, dos elefantes, dos stegosauris, dos pterodactyles…”
La mayoría de las personas, al escuchar por primera vez que había dinosaurios en el arca, lo encuentran incomprensible. La proyección visual de dinosaurios subiendo la rampa y pasando por la puerta del arca no es un cuadro que muchos hayan considerado. Demasiadas piedras de tropiezo hacen que sea especialmente difícil para dar la persona media cualquier consideración a esta posibilidad, entre ellas, la enseñanza evolutiva y el tamaño gigantesco de los dinosaurios. El trabajo de los medios principales de comunicación encaminado a convencer a la población general de que los dinosaurios vivieran hace millones de años, ha sido tan efectivo que parece ridícula la idea de dinosaurios en el arca. Después de todo, quisieran que creyéramos que los humanos estén separados de los dinosaurios por sesenta y cinco millones de años.
La otra piedra de tropiezo es el tamaño de estos grandes lagartos. A menudo, cuando visualizamos a los dinosaurios, imaginamos los masivos dinosaurios Sauropods, tales como Apatosaurus, el que fácilmente sobrepasaba cincuenta toneladas. ¿Cómo se logra hacer subir al arca criaturas tan masivas –y una vez a bordo, cómo sería posible alimentar criaturas tan enormes? Además, ¿cómo podía la familia de Noé y las criaturas domesticadas compartir las facilidades de alojamiento con criaturas feroces tales como Tyrannosuarus rex?
1. Todas las criaturas terrestres fueron creadas el sexto día (Génesis 1:24-26).
Está claro que Dios creó durante el sexto día todas las criaturas terrestres, como también al hombre. “Luego dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias y serpientes y animales de la tierra según su especie. Y fue así. … Y vio Dios que era bueno. Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen…” Esta historia de la creación se enfatiza de nuevo en Éxodo 20:11, donde dice: “Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día…” Claramente, todo –incluso el hombre y los dinosaurios- fue creado durante los seis días de creación.
2. Noé debería meter en el arca dos de toda criatura inmunda terrestre –lo cual incluiría a los dinosaurios (Génesis 6:19-20).
Moisés escribió: “Y de todo lo que vive, de toda carne, dos de cada especie meterás en el arca, para que tengan vida contigo; macho y hembra serán. De las aves según su especie, y de las bestias según su especie, de todo reptil de la tierra según su especie, dos de cada especie entrarán contigo, para que tengan vida.” Dios trajo a Noé de toda criatura terrestre para salvaguardarlas. De haber existido dinosaurios en aquel tiempo, puede uno concluir, razonablemente, que ellos también requerirían de custodia segura.
3. El libro de Job describe el “behemot” (Job 40:15), una criatura cuya descripción se ajusta al dinosaurio vivo después del Diluvio. (Existe más evidencia científica para la existencia de estas asombrosas criaturas después del Diluvio.)
En Job 40:15, Dios pregunta a Job acerca de una criatura que él describe como behemot. Aunque muchas anotaciones no inspiradas alusivas al texto describen la criatura como un elefante o hipopótamo, la descripción se ajusta más a una criatura tipo dinosaurio. (¿Cuántos elefantes o hipopótamos tienen colas “como un cedro”? Job 40:17.) Cierto es que la mayoría de los eruditos consideran que el libro de Job figura entre los primeros libros escritos, mas sin embargo, por la forma de adorar Job y sus tres “amigos”, podemos saber que el libro cae en el tiempo postdiluviano. En adición, existe mucha evidencia científica según la que hombres vieron a estas criaturas asombrosas después del Diluvio. (Cubriremos esto con lujo de detalle en una próxima edición sobre dinosaurios.)
4. Génesis 1:29-30 indica que, antes de Diluvio, tanto hombres como animales deberían comer vegetación. Solo después del Diluvio permitió Dios que se comiera carne (Génesis 9:3). Si el caso fuera que tanto hombres como animales eran vegetarianos antes del Diluvio, entonces, compartir las facilidades limitadas de hospedaje en el arca no hubiese presentado problema alguno.
5. En la Biblia, no se especifica que Noé tuviera que meter animales adultos en el arca. Aunque argumentarían muchos que los dinosaurios hubiesen sido demasiado grandes como para caber en el arca, nosotros debemos tener presente que algunos misterios la Palabra de Dios no los revela. Por ejemplo, ¿qué impedía que Noé metiera animales jóvenes? Considere: requieren menos espacio, consumen menos alimento, producen menos estiércol y ¡no habría que preocuparse por problemas relacionados con la reproducción! También es cierto que no todos los dinosaurios eran de tamaño masivo.
Visualización de una pareja de dinosaurios jóvenes en el arca de Noé.
Así pues, ¿es factible que dinosaurios pudieran encontrarse en el arca con Noé y su familia? ¡Absolutamente!
Escribe Brad Harrub .
Traduce Homero Shappley de Álamo
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