Dilemas morales-espirituales

Dilema 3

Categoría

Matrimonio, divorcio y nuevas nupcias

 

Fotografía de una esposa regañando y acusando a su esposo, ilustración para el Dilema 3 cuyo título es Gladiola se vuelve mundana, tratando cruelmente a su esposo Porfirio, en editoriallapaz.org.

 

Gladiola se vuelve mundana, tratando cruelmente a su esposo Porfirio.

  Los personajes principales que ejecutan papeles en este complicadísimo Dilema 3:
Porfirio, Gladiola y Petunia.

PDF del Dilema 3

 

Historial

1. Porfirio, mecánico de automóviles, tiene, en la actualidad, treinta y cinco años de edad. A los catorce años de edad, se bautizó en la Iglesia de Cristo de su pueblo. Su fe y su compromiso para con el Señor y la iglesia flaquearon peligrosamente cuando se graduó de la escuela superior, comenzó su preparación para mecánico en la escuela vocacional y empezó a trabajar veinte horas semanalmente en un taller de mecánica. Dejó de leer la Biblia y se acordaba de orar solo de vez en cuando, haciéndolo sin entusiasmo o convicción. En aquella época, asistía irregularmente a las reuniones de la congregación. Su fascinación desmedida por los automóviles, las motocicletas, en fin, por casi todo lo que marcha sobre ruedas, lo llevaba a las pistas de carrera y a pasar largas horas con los compañeros y los amigos que solo les interesaba lo mismo: afinar los motores, brillar la carrocería, comparar sus vehículos y andar en ellos. Sin embargo, era muchacho bastante sano y hacía caso, en muchas ocasiones, a la voz de su conciencia.

2. Antes de cumplir los veinte años de edad, Porfirio se hizo novio de Gladiola, linda señorita que pertenecía a la misma congregación. En la actualidad, Gladiola tiene treinta y tres años de edad. Bautizada cuando contaba con tan solo doce años, Gladiola se dedicaba a la vida espiritual, siendo nombrada, al haber celebrado su cumpleaños número dieciocho, maestra para la clase de niños entre cinco y nueve años de edad. Al graduarse de la escuela superior, estudió ventas y mercadeo. En aquella época de su vida, su fe y su compromiso para con Dios y la iglesia superaban por mucho a los de su novio Porfirio, a quien no dejaba de instar a que fuera más consagrado al Señor.

3. Tres años y medio después de hacerse novios, Gladiola y Porfirio se casaron en la iglesia. Al cabo de tres años, la pareja procreó a un hijo, llamándolo Benjamín, en honor al abuelo de parte de su padre. Al contemplar Porfirio con gran orgullo a su hijito y meditar sobre el futuro de la criatura inocente y vulnerable, su vida comenzó a tomar matices de más responsabilidad y seriedad. Frecuentaba cada vez más la iglesia. Dos años después, nació una hijita, a quien llamaron Rosa Damaris. Pasados tres años más, vino al mundo otra preciosa niñita, a quien le pusieron el nombre Amapola. Ya Porfirio tiene treinta y un años de edad. Al crecer su familia, también ha crecido su deseo de proveer para su esposa e hijos un hogar estable y sólido, donde gobiernen sanas normas morales y prevalezca un ambiente de paz y espiritualidad. Porfirio se ha convertido en esposo, padre y cristiano fiel y cumplidor. Participa activamente en los ministerios y las obras de la congregación, siendo candidato para diácono.

4. A los treinta y tres años de edad, Gladiola se encuentra con tres hijos y un esposo que trabaja largas horas para sostener a la familia. Cierto día, a las siete de la madrugada, se mira en el espejo y ve a una mujer joven casi agobiada y bastante frustrada. Se siente harta de la misma rutina: cuidar constantemente a los hijos, día tras día, año tras año; atender al esposo; limpiar la casa, cocinar, fregar, lavar ropa, planchar. A través de los años de su matrimonio, ha menguado su espiritualidad. Al principio, no se dio cuenta ni ella misma, pero, primero imperceptiblemente, luego de forma más acelerada, el gozo de servir al Señor se le ha ido enfriando. Falta a no pocas reuniones de la iglesia, alegando agotamiento o malestar físico. Al contemplarse en el espejo, determina cambiar el rumbo de su vida y se lo plantea a Porfirio cuando éste llega por la tarde de aquel mismo día portentoso, diciéndole: “Mira, querido, estudié ventas y mercadeo, ¿te acuerdas? Pues, ¿qué te parece? Lo vengo pensando mucho. Quiero comenzar a trabajar. A nosotros nos hace falta el dinero, ¿de acuerdo? Tú no ganas lo suficiente para nuestra familia, y estás trabajando demasiado, ¿verdad, mi amor? Quisiera ayudarte. Además, estoy poniéndome vieja. ¡Mírame! ¡Casi acabada ya! Si no comienzo ahora, quizás nunca me emplee nadie.” A Porfirio no le agrada la propuesta, pero Gladiola no da su brazo a torcer, señalándole repetidas veces, con espíritu irritado e impaciente, que la mayoría de las damas de la congregación trabajan.

5. La Señora Gladiola consigue empleo en una tienda de ropa para damas. Le encanta tratar al público. Trama amistad con una compañera de ventas de nombre Petunia. Petunia es una mujer divorciada, coquetona y vivaracha. Siempre contando chistes, o chismes, y riéndose, parece gozar a sus anchas de la vida. Gladiola le tiene hasta envidia. Petunia reprocha a Gladiola su seriedad, invitándola a almorzar en restaurantes alborotados de gente que bebe y baila. También, le invita a fiestas, espectáculos musicales y clubes nocturnos. Poco a poco, Gladiola sucumbe al hechizo de Petunia. Se introduce en el mundo de los placeres carnales. Intenta persuadir a Porfirio a acompañarla, pero este buen hombre cristiano rehúsa tajantemente hacerse partícipe. Sorprendido y mortificado por los cambios que observa en su mujer, Porfirio la reprende fuertemente, exigiendo que rompa, de una vez y por todas, la amistad con Petunia y que no salga a ninguna actividad social, a menos que él mismo se lo autorice. Al escuchar semejantes órdenes y sentencias en labios de su esposo, Gladiola explota con ira incontrolable, dando rienda suelta a su lengua, descargando a voz en cuello las frustraciones acumuladas a través de los años, acusando a Porfirio de machista, dictador, explotador, frío, apagado, burdo; de pobre y sucio mecánico que apesta de aceite y grasa. Se vuelve histérica. Se le escapan aun las maldiciones que ha escuchado en labios de Petunia. De repente, se arremete contra Porfirio, asestándole dos bofetadas sonantes. Atónito y angustiado sobremanera, Porfirio se enmudece en presencia de Gladiola, dejando caer unas lágrimas de gran tristeza al comprender que su esposa ha cambiado de carácter, que ya no es la misma mujer dulce y santa con quien se casó, que ya no le honra, y que su amor para con él se lo están llevando los aires malvados que circulan vertiginosamente alrededor de ella. Gladiola se encierra en su recámara, un tanto sorprendida y abochornada por su agresividad, acongojada un poco por haber lastimado tan severamente a su esposo, pero no lo suficientemente arrepentida como para humillarse y pedirle perdón. A ella le llena los ojos su nuevo mundo, y no va a someterse a la voluntad de Porfirio.

6. Después de aquel terrible enfrentamiento, la pareja sigue viviendo bajo el mismo techo por cuatro meses más, pero no comparten como esposos. Gladiola no pierde ninguna oportunidad de hacerle la vida miserable a Porfirio. No se calla sino que amontona insultos a granel, aun en presencia de los hijos. Tortura a Porfirio señalándole sus defectos de personalidad y de carácter, su poca preparación académica; también echándole en cara lo poco que gana, lo denigrante de su oficio, diciéndole con resentimiento que su familia merece vivir mejor, en mejor vecindad, con mejor casa. Vuelta carnal y maliciosa, atormenta a Porfirio prometiéndole que volverá a cumplir el deber conyugal si él consiente a salir a fiestas con ella. Pero, él se mantiene inconmovible en su fe, asistiendo consecuentemente a las reuniones de la iglesia, llevando consigo a sus hijos. Al cabo de los cuatro meses, Gladiola abandona su hogar, yéndose sola a vivir con Petunia. Cinco meses más tarde, presionada por Petunia, como también por sus hormonas sexuales, acompaña, después de un baile, a un amigo al apartamento de éste donde culmina la tragedia de su caída espiritual.

 

  Dilemas morales y espirituales que confrontan Gladiola y Porfirio.

Dilemas ANTES de la separación

A. Antes de hacerse novio de Gladiola, ¿cuál fue el dilema espiritual en que se encontraba Porfirio? (Párrafo No. 1 del relato)

1. ¿Qué pudiera haber hecho el joven cristiano Porfirio para resolver el dilema que amenazaba la salvación de su alma?

2. ¿Qué porcentaje de los jóvenes bautizados en la Iglesia de Cristo experimenta este tipo de dilema?

3. ¿Cuáles son los factores principales que producen este tipo de dilema espiritual en la vida del joven cristiano promedio?

4. ¿Qué pueden hacer los padres para ayudar a evitar que sus hijos bautizados caigan en tales dilemas o crisis espirituales?

5. Porfirio se hace novio de una joven cristiana de mucha fe y de convicciones fuertes. Dada la trayectoria de su vida espiritual, ¿qué le hubiese pasado, con toda probabilidad, de haberse hecho novio de una mujer del mundo? ¿Habría él rescatado a ella, o habría ella hundido a él? ¿Por qué?

6. ¿Qué hacía Gladiola para fortalecer al espíritu de su novio? ¿Suelen seguir las jóvenes de la iglesia el ejemplo de ella?

B. ¿Qué dilema confronta Porfirio al nacer su primer hijo, Benjamín? (Párrafo No. 3).

1. ¿A Porfirio le hace crecer espiritualmente este dilema? ¿De qué manera?

2. ¿Desempeñan los dilemas morales y espirituales un papel clave en el proceso de maduración del cristiano? ¿De qué manera?

3. Porfirio respondió sabiamente al reto del dilema. ¿Responden todos de la misma manera? Referente a la vida espiritual, ¿qué decisión negativa espiritual toman algunos hombres al engendrar a un hijo? ¿Cómo afecta su decisión negativa el futuro espiritual del niño engendrado?

C. ¿Qué crisis (dilema) experimenta Gladiola al cumplir treinta años de edad? Definir detalladamente la crisis emocional, psicológica y espiritual que vive Gladiola. (Párrafo No. 4)

1. ¿Es común esta experiencia en las mujeres cristianas de la edad de Gladiola? Presentar evidencias para respaldar sus observaciones.

2. Gladiola comenzó de forma admirable la carrera cristiana, creciendo y madurando en el Señor.

a) ¿Cuándo se debilitó por primera vez? ¿Por qué? ¿Se dio cuenta? ¿Por qué?

b) ¿Qué circunstancias, factores, actitudes o descuidos hicieron que siguiera menguando su espiritualidad?

c) ¿Qué pudiera haber hecho Gladiola para frenar el decaimiento de su espiritualidad?

3. ¿Cómo resolvió Gladiola aquella crisis?

a) ¿Era sabia su solución al dilema que confrontaba? ¿Por qué?

b) ¿Debía haberse quedado en la casa criando a sus hijos en la disciplina y la amonestación del Señor? Citar textos o precedentes bíblicos.

c) Al pintarse de la manera que lo hizo en presencia de Porfirio (palabras itálicas donde ella intenta convencer a su esposo. Párrafo No. 4, última parte), ¿da ella evidencias de haberse engañado a sí misma? ¿Cuáles?

-¿Suelen las personas engañarse a sí mismas para lograr los deseos perjudiciales o malos ocultos en el corazón? Comentar. Explorar. Dar ejemplos.

D. ¿Pecó Gladiola al conseguir empleo en una tienda de ropa para damas? ¿Por qué?

E. Al conseguir empleo, ¿qué dilema mayúsculo enfrentó Gladiola? (Párrafo No. 5)

1. ¿Es común este tipo de dilema en la vida de los cristianos que trabajan en lo secular?

2. ¿Cuál es la solución bíblica y espiritual a este tipo de dilema? Citar textos y directrices bíblicas.

3. ¿Por qué tiene Gladiola envidia a Petunia?

a) ¿Qué indica este sentimiento de envidia referente a la condición espiritual de Gladiola?

b) Al experimentar tal clase de envidia, ¿qué debe hacer el cristiano sinceramente preocupado por su salvación?

4. ¿De qué manera provoca Petunia una crisis (dilema) grave en la vida de Gladiola?

a) ¿Qué debiera haber hecho Gladiola para poner fin enseguida al dilema causado por Petunia?

b) ¿Por qué no lo hizo?

5. ¿Se fue Gladiola repentinamente para el mundo de los placeres carnales? Presentar evidencias.

a) ¿Cómo pierde la salvación la mayoría de los cristianos? ¿Caen de golpe o se deslizan paulatinamente hacia las tinieblas? Discutir; sostener conclusiones.

b) ¿Cuáles son los primeros indicios de una fe que se enfría?

F. Seducida, Gladiola intenta seducir también a su marido. ¿Qué hace para lograrlo?

1. Al escucharla, ¿en qué dilema grave se encuentra Porfirio?

a) Cara a cara, al instante, con el dilema, ¿qué decisión toma Porfirio? ¿Cómo reacciona?

(1)  ¿Nos sorprenden algunos dilemas serios de la vida? ¿Por qué?

(2)  ¿Qué podemos hacer para evitar sorpresas peligrosas de esta categoría?

(3)  ¿Qué pudiera haber hecho Porfirio para evitar tal sorpresa?

b) ¿Fue excesivamente drástica y severa la reacción de Porfirio, o fue justificada? Presentar razones; citar textos o precedentes bíblicos.

(1)  ¿Cómo hubiese reaccionado usted?

(2)  ¿Era culpable Porfirio de provocar un enfrentamiento (dilema) todavía más grave? ¿Por qué? ¿Pudiera haberlo evitado? ¿De qué manera?

c) Porfirio deduce que su esposa ha cambiado de carácter. ¿Tiene razón? ¿Por qué?

(1)  Durante el matrimonio, ¿suele evolucionarse el carácter de todo cónyuge? Evidencias que justifican su conclusión.

(2)  Qué peligros hay cuando cambia de carácter el cónyuge?

(3)  Es aceptable que el cristiano evolucione de carácter? ¿Por qué?

(4)  Durante el matrimonio, ¿suele evolucionarse el carácter de todo cónyuge? Presentar evidencias que justifican su conclusión.

(a) Si usted es casado (a), favor de responder a la siguiente pregunta: ¿Tiene su pareja, en la actualidad, el mismo carácter que tenía cuando se casaron?

(b) Al pasar la persona casada por las distintas etapas de la vida, ¿tiende a mejorarse o empeorarse su carácter? ¿Por qué?

2. ¿Qué peligros hay para el matrimonio cuando cambia de carácter el cónyuge?

a)  Al paso de los años, ¿es inevitable para todo ser humano la evolución de su carácter? ¿Por qué?

b)  Al convertirse la persona a Cristo, ¿debe permitir que su carácter siga evolucionándose o parar en seco el proceso? ¿Por qué?

G. Al vivir Porfirio y Gladiola cuatro meses bajo el mismo techo sin compartir como esposos, ¿qué dilema bien delicado confrontan los dos?

1. ¿Qué error mayúsculo comete Gladiola al señalarle a su esposo sus defectos de personalidad y carácter?

a) ¿Es común este error en los matrimonios no cristianos? ¿En los matrimonios cristianos?

b) ¿Tiene toda persona casada defectos de personalidad y carácter?

c) ¿Conviene que la persona casada intente corregir o mejorar la personalidad y carácter de su cónyuge? ¿Por qué? Si conviene, ¿lo hizo bien o mal Gladiola? ¿Por qué?

d) ¿Son comunes en los matrimonios los insultos pronunciados por Gladiola? Analizarlos y comentarlos.

2. Gladiola intenta chantajear a su esposo, reparándose en el sexo.

a) ¿De qué manera lo hizo?

b) En el matrimonio, ¿conviene valerse del sexo para manipular o dominar al cónyuge? ¿Por qué?

c) ¿Es común esta táctica en las parejas casadas?

3. ¿Cómo responde Porfirio a los insultos y el chantaje sexual de su esposa?

a) En la iglesia de la actualidad, ¿hay personas de fe tan recia?

b) ¿Abandonó Porfirio a sus hijos?

(1)  En medio de la cruel crisis, ¿qué hizo Porfirio para seguir inculcando a sus hijos sanas normas morales y espirituales?

(2)  Supongamos que Benjamín, Rosa Damaris y Amapola hubiesen resistido el deseo de su padre, llorando y clamando para quedarse con su madre Gladiola, porque los domingos la madre mundana, lejos de llevarlos a la iglesia, más bien los lleva a pasear, a participar en deportes, a ir de compras, etcétera.

(a)  ¿Qué dilema hubiese confrontado Porfirio?

(b)  ¿Qué solución hay para un dilema de esta categoría?

(i)  ¿Imponer el Padre su voluntad a los hijos, explicándoles que lo hace para el bien de ellos? Si los obliga, ¿no se llenarán de resentimiento hacia él, y, por ende, hacia la iglesia?

(ii)  O, ¿mejor dejarlos con su madre, una madre vuelta mundana e infiel al Señor, quien corrompe también a sus hijos, esperanzado en que, al crecer, se den cuenta del mal comportamiento de su madre, aceptando el consejo de su buen padre? ¿Por qué?

 

Dilemas DESPUÉS de la separación

A. Al abandonar Gladiola a su esposo e hijos, ¿cuánto tiempo tardó en cometer adulterio?

1. ¿Cuáles factores principales la llevaron a cometer el acto?

2. ¿Es el baile una diversión sana? ¿Por qué?

3. Después de los bailes, ¿cuántas parejas acostumbran a hacer, tarde o temprano, lo que hicieron Gladiola y su amigo?

4. ¿Es saludable perjudicial para el matrimonio que el hombre casado baile con otras mujeres o que la mujer casada baile con otros hombres? ¿Fortalece o debilita el matrimonio tal diversión? ¿Por qué?

a) ¿Cuántos hombres, bien solteros o casados, jóvenes o viejos, bailan con una mujer sin tener ningún pensamiento impuro? ¿Sin sentirse estimulados sexualmente?

b) Si la mujer cristiana permite que un varón la abrace y la apriete a su cuerpo en el acto de bailar, ¿no peca ella? ¿Conserva ella su santidad? ¿Puede la mujer cristiana experimentar tal acercamiento estrecho físico sin tener ningún pensamiento o emoción sensual? ¿Ninguna atracción hacia la pareja? ¿No peca, a pesar de que su pareja se excite? De modo que su pareja se estimula sensualmente, pero ella permanece pura y sin mancha, ¿correcto? ¿Por qué?

B. Dilemas de divorcio y nuevas nupcias.

1. Al abandonar Gladiola el hogar, si Porfirio decide demandar, de inmediato, el divorcio, ¿estaría justificado? ¿Por qué? Aplicar textos o preceptos bíblicos.

a) ¿Cuántos días, semanas o meses debe esperar antes de exigir el divorcio? ¿Por qué?

b) ¿Cuánta paciencia debe tener para con Gladiola, esperando que vuelva ella al hogar?

c) Al pensar él en el divorcio, ¿cuánta consideración debe Porfirio tener para sus tres hijos? ¿Por qué?

(1)  ¿Quiénes sufren más las consecuencias del divorcio, los padres o los hijos? ¿Por qué?

(2)  ¿Cuáles son las consecuencias para los hijos? Identificarlas y discutirlas.

(3)  Estadísticamente, se ha comprobado que los hijos de padres divorciados tienden a repetir los errores de sus padres, es decir, al casarse, la probabilidad del divorcio para ellos es grande. ¿Por qué? ¿Por qué no se empeñan más bien en evitar el divorcio, habiendo sido víctimas del mal?

2. Porfirio no tiene el don de abstinencia sexual (“el don de continencia”, 1 Corintios 7:9)

a) ¿Qué dilema carnal confronta él durante los nueve meses entre la gran pelea matrimonial en su casa y la noche cuando Gladiola llega al abismo de los pecados?

(1)  ¿Qué medidas puede tomar para salir airoso de semejante dilema?

(2)  Al irse Gladiola de la casa, ¿queda libre Porfirio para salir con otras mujeres?

(3)  ¿Es preciso que Porfirio espere hasta después del divorcio para salir con otras mujeres? ¿Por qué?

b) ¿Tiene Porfirio el derecho bíblico de casarse de nuevo antes de cometer Gladiola adulterio? Aplicar la enseñanza de Mateo 19:9.

c) Supongamos que Gladiola tardara, no cinco meses, sino cinco años en cometer adulterio, o quince años, ¿no podría Porfirio casarse durante los cinco años, o los quince años? ¿Por qué? Se trata de “separación” y no de divorcio. Cinco años separados; quince años separados. Gladiola se separa voluntariamente, pero Porfirio no. El apóstol Pablo exhorta: “Si se separa” (la mujer),“quédese sin casar, o reconcíliese con su marido” (1 Corintios 7:11). Desde luego, la norma es igualmente aplicable al hombre.

(1) ¿Está Porfirio en el deber de esperar cinco años, quince años o el tiempo que sea, por si acaso Gladiola se recapacitara pidiendo perdón y reconciliación? ¿Por qué? ¿Y qué si Gladiola permanece el resto de su vida separada, pero sin adulterar?

(a) ¿Cuán importante es la salvación del alma de Gladiola?

(b) ¿Qué debe ser más importante para Porfirio: satisfacer sus impulsos sexuales o esperar pacientemente la reconciliación para con su esposa, deseando, sobre todo, la salvación eterna del alma de su mujer?

(c) Si permanece Gladiola separada, sin adulterar, por el resto de su vida, se reconcilia para con Dios y vuelve a ser fiel miembro de la iglesia, pero nunca se reconcilia con Porfirio, obligándolo al celibato, ¿hay esperanza de salvación para ella? ¿Por qué?

(2) Porfirio es la parte inocente. ¿Qué opciones tiene? No cuenta con el don de abstinencia sexual y tiene solo treinta y cinco años de edad. ¿Ha de sufrir Porfirio el castigo del celibato involuntario hasta que no cometa adulterio Gladiola? ¿Por qué? Aplicar textos o preceptos bíblicos, incluso Mateo 19:9-12.

(a) ¿Castiga Dios a los inocentes? ¿Pone al inocente un yugo tan duro, como lo sería el celibato para la mayoría de los seres humanos?

(b) ¿Es totalmente inocente Porfirio? ¿Por qué? Presentar evidencias que sostienen su evaluación.

(c) En estas circunstancias, ¿se justifica la clasificación del “celibato involuntario” como “castigo”? De no clasificarse como castigo, ¿qué otro concepto del celibato involuntario, pero necesario, sería el más bíblico y espiritual?

3. Proyectemos para Gladiola y Porfirio el siguiente escenarioTres meses (tres, y no cinco) después de mudarse al apartamento de Petunia, en una fiesta fogosa de esas que a su amiga le encanta organizar, Gladiola conoce a un tipo bien parecido y dinámico, entabla conversación con él, toman un par de cervezas y siguen charlando hasta las dos de la madrugada. Seducida, lo mira codiciándolo (Mateo 5:28). “Ya adulteró con” él “en su corazón”, dice el Señor.

a) ¿Justifica este tipo de adulterio el divorcio y nuevas nupcias para Porfirio? ¿Por qué? Al formular su respuesta, tenga en cuenta la afirmación del Señor: “Ya adulteró”.

(1) ¿Cuántos tipos de adulterio hay?

(2) ¿A cuál de los dos se refiere Cristo en Mateo 19:9? ¿Acaso abarcan sus palabras los dos tipos?

(3) Para el Señor, ¿es tan serio el adulterio cometido en el corazón como el que se comete en la carne? ¿Por qué?

(4) ¿Es culpable de infidelidad matrimonial la persona casada que comete adulterio en su corazón? ¿Por qué?

(5) ¿Qué concepto de su propio matrimonio tiene la persona casada que comete adulterio en su corazón?

(6) Para que la persona casada cometa adulterio en su corazón, se sobrentiende que existe una previa condición del corazón que abre paso a tal acto. ¿Qué condición se implica?

(7) ¿Significa “codiciar” lo mismo que “apreciar”?

(a) ¿Es usted capaz de apreciar la belleza de un objeto –una pintura, una escultura, un mueble, un automóvil, una  casa- sin codiciarlo?

(b) ¿Es capaz de apreciar lo atractivo de una persona sin codiciar a la persona?

(c) ¿Son sinónimas las frases “mirar apreciando” y “mirar codiciando”? ¿Por qué? ¿Se puede “mirar” sin “codiciar”?

(d) ¿Debe ser la persona cristiana casada completamente inconsciente de la apariencia física de las demás personas? ¿Puede serlo? Aplicar 2 Corintios 5:16.

b) Cristo dice: “Cualquier que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón”, regla moral igualmente aplicable a la mujer. Cualquier mujer que mira a un hombre para codiciarlo, ya adulteró con él en su corazón. ¿Y qué si Gladiola va mucho más allá de mirar a su nuevo amigo, besándolo y abrazándolo apasionadamente? Al hacerlo, quedan nulos los votos matrimoniales entre ella y Porfirio? ¿Por qué? ¿Quedaría libre Porfirio para divorciarla y contraer nuevas nupcias? ¿Por qué?

c) Y si Gladiola y su nuevo amigo se acarician y se excitan sexualmente, sin llegar a tener relaciones íntimas, ¿viola Gladiola el compromiso matrimonial, quedándose libre Porfirio para repudiarla terminantemente y casarse de nuevo? ¿Por qué? ¿Y qué si llegan todavía más lejos en su relación carnal, pero sin hacer el amor? (Por lo delicado del tema, no apuntamos aquí las posibilidades, confiado en que el lector, o la lectora, sepa de lo que se trata.)

(1)   Si usted es casado (a), se sugiere que responda a estas preguntas, tomando el lugar de Porfirio.

(2)   Al encontrar a su cónyuge en los brazos de otra persona, besándose y acariciándose los dos mutuamente, ¿clasificaría usted tal acción como infidelidad matrimonial? ¿Como adulterio cometido en el corazón? ¿Como razón bíblica y legítima para pedir el divorcio? ¿Como justificación para nuevas nupcias después del divorcio?

Los dilemas se amontonan y se agudizan

 

A. Supongamos que Porfirio no se enterara de los sucesos que acabamos de contar y analizar. Es decir, Porfirio está ajeno al adulterio que cometió Gladiola en su corazón. Proyectemos para la desdichada pareja las siguientes circunstancias. Cinco meses después de la separación, concluida la fiesta de bailes sensuales de aquella noche tenebrosa de su ruina moral, la Señora Gladiola adultera con su amigo en el apartamento de éste. El próximo día, reprendida fuertemente por su conciencia, se arrepiente llorando amargamente su bajeza, su depravación moral, su infidelidad matrimonial, el haber abandonado a su esposo e hijos. Recoge sus cosas y se marcha del apartamento de Petunia, refugiándose en un cuartito en las afueras de la ciudad. Su tribulación, angustia, remordimiento y llantos aumentan durante los siguientes tres días, al final de los cuales cobra valor y va donde Porfirio, arrodillándose y suplicándole con humildad y muchas lágrimas el perdón. Pero, la entremetida e infeliz Petunia, siempre presa del diablo y presta a revolcar vidas, ya ha contado a un amigo de Porfirio el pecado de Gladiola y el amigo se lo ha informado a Porfirio. Lastimado como nunca y furioso, Porfirio rechaza duramente a Gladiola, renegando recibirla de nuevo como esposa.

1. No obstante las duras pruebas, Porfirio sigue fiel a Dios. Guarda celosamente su dignidad espiritual, no cediendo a las tentaciones. Como cristiano, ¿debe perdonar a Gladiola porque ella se lo ruega? Aplicar Mateo 19:9.

a) Se pone furioso al saber que su esposa ha adulterado. Si tal sentimiento embarga su mente, ¿cómo podrá perdonar? ¿Es justificada su ira? ¿Por qué? Al sentir gran enojo por lo sucedido, ¿peca? ¿Por qué?

(1)  ¿Cuándo podrá perdonar la gran injuria contra su propia persona y contra su hogar?

(2)  Si no perdona, si no puede perdonar, si no puede olvidar la infidelidad de su esposa, si no puede recibirla de nuevo en su casa y en su cama porque ella se acostó con otro hombre, ¿se descalifica como cristiano? ¿Por qué?

b) La blasfemia contra el Espíritu Santo es un pecado imperdonable (Mateo 12:31-32). Dios no lo perdona, “ni en este siglo, ni en el venidero”.

(1)   El matrimonio es sagrado. La persona casada que adultera es culpable de profanar lo sagrado, de pecar “contra su propio cuerpo” (1 Corintios 6:18), como también contra su cónyuge.

(2)   Por lo tanto, ¿es razonable deducir que la infidelidad sexual es un pecado tan horrendo que el cónyuge ofendido no está obligado a perdonarlo? ¿Por qué?

c) ¿Puede Porfirio perdonar a Gladiola, pero no acceder a recibirla de nuevo como esposa?

(1)   En el contexto de los sucesos que estamos analizando, ¿es la reconciliación entre Porfirio y Gladiola un fruto indispensable del perdón? ¿Por qué?

(2)   Si Porfirio rechaza la reconciliación, ¿puede deducirse que no ha perdonado, aunque afirme él lo contrario? ¿Por qué?

2. Gladiola está muy arrepentida de su infidelidad. Antes de ir donde Porfirio, entre llantos y sollozos, con labios temblorosos y espíritu contrito, rogó repetidas veces a Dios que la perdonara. ¿La perdona Dios, aunque Porfirio no la perdone?

a) Si Dios la perdona y la recibe de nuevo, ¿es mayor Porfirio que Dios? ¿No debe Porfirio hacer otro tanto?

b) Si Dios la perdona, ¿aun así queda vigente la sentencia sobre ella, a saber, que nunca podrá casarse de nuevo sin caer en pecado? “El que se casa con la repudiada, comete adulterio” (Mateo 5:32). Si el tal comete adulterio, pues ¡también la repudiada!

c) Si Dios la puede perdonar, sin levantar la sentencia¿no puede Porfirio hacer otro tanto? Es decir, ¿no puede Porfirio perdonarla, pero, a la vez, dejar en vigor la sentencia sobre ella?

d) Se replica: “Pero, arrepentirse y ser perdonado, sin que se levante la sentencia, sería demasiado duro”. Más sin embargo, la justicia humana exige, en muchos casos, la aplicación de la misma regla. Consideremos:

(1) El caso de los dos padres que pelearon por disputas acerca de un juego en que participaban sus hijos, matando uno al otro. El culpable se arrepiente ante la corte y ante el mundo, pidiendo perdón a la familia de la víctima, a su propia familia y a la sociedad. Está arrepentido, y tal vez algunos de los afectados lo perdonen, pero pasará quizás el resto de su vida en la cárcel, privado no solo de su libertad sino también del derecho de vivir como esposo con su esposa.

(2) Las personas que cometen crímenes pasionales, luego se arrepienten, ¿las cortes las liberan en virtud de su arrepentimiento? ¡Claro que no! Serán castigadas de acuerdo con la gravedad de su crimen, algunos hasta por vida.

e) Pero, ¿es justo que Gladiola sufra el castigo del celibato por el resto de su vida a causa de un solo desliz, una sola noche de pecado, un solo acto de adulterio, y porque su esposo rehusara recibirla de nuevo, a pesar de sus plegarias y arrepentimiento sincero? ¿Por qué? ¿Acaso la libra su arrepentimiento de la sentencia de Mateo 19:9? ¿Por qué?

(1) Considere los dos ejemplos de la partida “d)” arriba. Centenares de miles de seres humanos en todo el mundo se ven privados de su libertad, como también privados del derecho a una vida sexual normal, por un solo crimen, por una sola violación de la ley, por un solo acto de locura, por un solo desliz.

(2) Si la justicia humana impone tales castigos, ¿es injusto Dios porque castigue de manera semejante a la persona culpable de infidelidad matrimonial?

(3) Al analizar la situación de Gladiola, tenga presente lo siguiente:

(a) El sexo no es indispensable para la vida material.

(b) El sexo no es lo más importante de esta vida material, contrario a la imagen que proyectan muchas sociedades sensuales sumidas en la filosofía del hedonismo.

(c) El celibato involuntario es la condición de millones de personas, y no porque su salvación sea el móvil principal.

-A causa de muchas enfermedades distintas.

-A causa de accidentes y heridas.

-A causa de guerras, destierro y desastres naturales, por ejemplo, hambrunas.

-A causa de defectos congénitos.

-A causa de encarcelamientos.

(4) Sin embargo, no pocos cristianos quisieran librar a Gladiola de la sentencia pronunciada sobre ella, mayormente:

-Los que disfrutan de una vida sexual natural, no pudiendo concebir de la vida sin el sexo.

-Los que saben en sus corazones que no estarían dispuestos a sacrificar el sexo, aunque significara la perdición de sus almas.

-Los creyentes carnales, entre ellos, líderes de las iglesias, para quienes el placer carnal, incluso, el sexo, es más importante que la salvación del alma. 

B. Repudiada, ¿está libre Gladiola para casarse de nuevo? Aplicar Mateo 5:31-32 y Mateo 19:9.

1. Repudiada, ¿cuándo podrá Gladiola contraer nuevas nupcias? Tampoco tiene ella el don de abstinencia sexual (continencia).

2. Si se responde que nunca, ¿qué podrá hacer ella para controlar sus apetitos sexuales y no caer de nuevo en adulterio?

 

 


 

Dilema 4. Anaquita quiere bautizarse, pero convive con Pistachio, quien rehúsa casarse con ella.

 

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