Dilemas morales-espirituales

Dilema 4

Categoría

Matrimonio, divorcio y nuevas nupcias

 

Esta fotografía de una mujer que habla seriamente con un hombre quince años mayor que ella ilustra el Dilema 4 intitulado Anaquita quiere bautizarse, pero convive con Pistachio, quien rehúsa casarse con ella, de la serie Dilemas morales-espirituales, en editoriallapaz.org.

  Anaquita quiere bautizarse, pero convive con Pistachio, 
quien rehúsa casarse
con ella.

PDF del Dilema 4

 

Personas involucradas en este caso:

Anaquita, Venturero, Pistachio e Inocencia

Historial

1. La Señora Anaquita tiene, en la actualidad, cincuenta y tres años de edad. Trabaja en una fábrica de jugos enlatados, donde se desempeña como supervisora de control de calidad. Al tener veintitrés años de edad, Anaquita se casó con Venturero, el gallo de lucido plumaje que pavoneaba por el barrio, confiada ella de poder domesticarlo con sus encantos de joven mujer esbelta. Se equivocó. Antes de que transcurriera siquiera un año completo de vida matrimonial, a él se lo llevaron, con plumas y todo, los vientos de sus pasiones desordenadas. Traumatizada por su fracaso conyugal, durante unos cinco años Anaquita sentía odio hacia el género “varón”, pero sus hormonas iban diluyendo aquel odio hasta dejarla, prácticamente, sin defensas. Un buen día, clavó sus ojos en Pistachio, nuevo empleado de la fábrica, y su corazón latía con deseos que había reprimido severamente, pues estaba resuelta de no permitir que otro “Venturero” la lastimara. Pero, este Pistachio, algo corpulento, de pelo negro acentuado con canas, de ojos castaños que todo lo contemplaban con calma, pausado, paciente, respetuoso, bondadoso, le parecía un buen hombre, un cucurucho abultado de helado apetecible. Se conocían, conversaban, almorzaban juntos, empezaron a salir juntos y esos ojos castaños comenzaron a mirarla con dulzura. Anaquita reciprocó el cariño y nació entre los dos el amor.

-Para aquella época de su vida, Pistachio tenía cuarenta y cinco años de edad, o sea, dieciséis más que Anaquita. Era oriundo de una ciudad grande que distaba ciento y cincuenta kilómetros al oeste del lugar donde vivía Anaquita. Allá, había convivido con tres mujeres: dos años con la primera, cinco con la segunda y ocho con la tercera. No divulgaba, voluntariamente, información sobre su vida pasada. Disimulaba o mentía. Al preguntarle Anaquita directamente acerca de otras mujeres en su vida, Pistachio alegó haberse casado joven en aquella ciudad, pero que a los tres años que su “esposa” le hubiese abandonado. Anaquita no cuestionó aquella historia, pues Pistachio se la relató con tanta sinceridad, cabizcaído, ojos velados, voz temblorosa, con aparente vergüenza.

2. Sin decírselo abiertamente a su novio, Anaquita quería casarse con él, pero Pistachio no abordaba el tema. Pasados cuatro meses, Anaquita consiente en tener sexo con Pistachio, pensando sellar, de tal forma, la relación entre ambos y conseguir el matrimonio. Pasados tres meses más, Pistachio propone a Anaquita que su mude ella a la casa de él. Se lo planteó, delicadamente y con lógica irresistible, observando que, para los efectos, ya convivían, así que por qué tener dos casas y doble gastos. Anaquita no accedió enseguida, pues quería casarse. Además, le remordía su conciencia, pues sabía que adulteraba al tener relaciones íntimas sin haberse casado legítimamente. Pero, al seguir Pistachio insistiendo, recubriendo su insistencia de incontables piropos que la ponía estática, regalándole flores y perfumes, invitándola a cenar, sucumbió Anaquita yendo a cohabitar con él, esperanzada siempre en lograr pronto el matrimonio.

3. Teniendo treinta y un años de edad, Anaquita queda embarazada. Se lo informa a Pistachio, segura de que propusiera él, al instante, el matrimonio para que la criatura procreada por él fuera legítima y no lo contrario. Pistachio recibe las noticias con poco entusiasmo. Se pone inquieto y nervioso, pues no le gusta la idea de ser padre a los cuarenta y siete años de edad. No menciona en ningún momento la palabra mágica “matrimonio”. Decepcionada, Anaquita le dice con no poco coraje: “Por Dios, ¿qué te pasa?, Pistachio. ¿No me amas? ¡Casémonos de una vez! Si no quieres casarte en la iglesia, vamos donde un juez. Pero, para el bien de nuestro hijo, como también para mi propia tranquilidad, ¡casémonos! No me agrada esta vida de amantes, de amancebamiento. Mi propia familia siempre me lo está echando en cara. Me siento culpable ante Dios.” Pistachio replica estoicamente: “Querida, yo te amo, y quiero que sigamos juntos, pero yo no soy hombre de ataduras legales. No admito que ningún sacerdote o predicador intervenga en mi vida. Para mí, somos casados. ¿Qué importa un papel, un certificado de matrimonio? Soy feliz contigo. ¿Qué más hace falta? A mí, ¡nada! ¿Qué te sientas culpable? Entonces, ¿por qué no negaste tener sexo conmigo al principio? Sabías que yo no soy hombre religioso.” Anaquita se enmudece, bebiéndose las lágrimas. Aquella noche, decide seguir conviviendo con Pistachio. Vivir sola, criar a su hijo sin ayuda, criarlo sin la presencia de su padre, volver a la casa de sus padres y criar a su hijo con la ayuda de ellos: ninguna de estas opciones le cae bien. Tampoco quisiera seguir cohabitando con Pistachio, pero deduce que este mal es el menos grave de todos.

4. Nace la criatura, una niña, a quien Anaquita pone el nombre Inocencia, pues qué culpa tenía ella de haber sido engendrada por padres no casados. Pasan los años. Anaquita evita tener más hijos. Inocencia crece y madura. Al iniciarse en la pubertad, se despierta su interés en asuntos sexuales y observa que sus padres no tienen anillos matrimoniales. Pregunta a su madre por qué y Anaquita se ve obligada a contarle a su hija, ya no tan inocente, lo que pasó. A los diecisiete años de edad, Inocencia se enamora de un muchacho del barrio y se acuesta con él, perdiendo su inocencia. Tres meses más tarde, queda embarazada. Reprochada amargamente por su madre, responde, justificándose: “¿Y qué hiciste tú cuando tenías más años que yo?” Humillada y abochornada, Anaquita contesta en voz casi inaudible: “Querida hija, solo quería que no repitieras mis errores y pecados.” Durante los próximos cuatro años, Inocencia da a luz a dos hijos más.

5. A los cincuenta y tres años, Anaquita cuenta con una hija ilegítima, tres nietos ilegítimos y un hombre viejo que no es su esposo legítimo. Ella contempla, hasta con desdén, a Pistachio: sesenta y nueve años de edad tiene, convertido en una nuez dura y vieja, de pellejo amarillento, encerrado en sí mismo, que nunca se abrió a relaciones íntimas que no fueran sexuales, que nunca aceptó casarse con ella, privándola de la felicidad que ansiaba, enfermo de cuerpo y espíritu, pero activo sexualmente, no obstante sus achaques. Los sentimientos de culpabilidad, tristeza y aun depresión corroen al alma de Anaquita. Decide acercarse más a Dios. Una vecina le invita a una campaña auspiciada por la iglesia de Cristo del pueblo. Asiste. Luego de la campaña, sigue participando en los cultos y demás actividades de la congregación. Su sed de Dios y de salvación se vuelve insaciable. Acude a los administradores de la iglesia, pidiendo el bautismo.

Dilemas morales-espirituales de este caso

A. Dilemas para los líderes de la congregación.

1. ¿Deben bautizar enseguida a Anaquita, sin discutir con ella su relación para con Pistachio? ¿Por qué? Citar textos o precedentes bíblicos aplicables.

2. ¿Les convendría posponer el bautismo, explicándole a Anaquita que les hace falta estudiar detenidamente el caso y ponerse de acuerdo? ¿Por qué? ¿Cómo pueden evitar que tal proceder ofenda a Anaquita, tal vez alejándola de la iglesia, o haciendo que procure el bautismo en una iglesia sectaria donde bautizan a cualquier candidato sin tomar en cuenta condiciones maritales?

3. La congregación cuenta con cinco líderes. Dos de ellos insisten en bautizar enseguida a Anaquita, sin tomar en consideración su relación para con Pistachio; tres no están de acuerdo.

a) ¿Cuáles son sus opciones para resolver el impasse?

b) Los cinco discuten y debaten acaloradamente la situación.

(1) ¿Qué peligro inminente confrontan los cinco líderes?

(2) ¿Qué pueden hacer para que el peligro no se materialice?

4. Los líderes consideran las siguientes soluciones. ¿Cuáles son bíblicas y sabias? Explicar por qué.

a) Primera opción: declarar a Anaquita y Pistachio casados ante Dios, aunque no legalmente, en virtud de haber convivido juntos los dos por largos años, siendo fiel el uno al otro. Esta opción satisface a Pistachio quien dijo: “Para mí, somos casados”, pero no satisface a Anaquita, pues, para ella, los dos viven en concubinato y no son casados ante Dios.

(1) En algunos países, los líderes de algunas congregaciones practican esta primera opción. ¿Es bíblico su proceder? ¿Por qué?

(2) ¿Confiere Cristo a los líderes de las iglesias la autoridad implícita en esta opción? Sostener su conclusión con textos o normas bíblicas.

(3) Anaquita está renuente a aceptar esta opción, pues su conciencia sigue redarguyéndola. ¿Harían bien los líderes al intentar persuadirla a callar la voz de su conciencia? ¿Por qué? ¿Es aplicable el precedente de Romanos 14:22-23?

(4) Pistachio opina que el certificado de matrimonio es un mero papel sin importancia. ¿Tiene razón? ¿Por qué? ¿Qué valor tiene el certificado de matrimonio referente a los siguientes asuntos?

-Cumplir las exigencias de la ley civil

-Legalizar la relación entre esposo y esposa ante los tribunales y ante la sociedad

-Remover el estigma de amancebamiento

-Legalizar a los hijos

-Legalizar la posesión de propiedades

-Legalizar testamentos

b) Segunda opción: que Anaquita siga viviendo bajo el mismo techo con Pistachio, pero que no duerma con él.

(1) Porque él está enfermo y ella está en el deber de cuidarlo.

(2) Para que los vecinos no acusen a la iglesia de “rompe hogares”.

(3) Para que los nietos sigan compartiendo con sus dos abuelos en la misma casa.

c) Tercera opción: que salga Anaquita de la casa antes de bautizarse, apartándose de Pistachio, para evitar chismes y maledicencias “Que se bautizó, pero sigue en adulterio. Que sigue viviendo bajo el mismo techo y dice que no hace amor con Pistachio, pero ¿quién se lo cree?”

B. Dilemas que confronta Anaquita al decidir convertirse al Señor.

1. ¿Puede seguir cohabitando con Pistachio? ¿Por qué?

2. Aunque se vaya de la casa, ¿debe seguir cuidando a él porque se encuentra viejo y enfermo? ¿Por qué? Si de cuidarlo se trata, ¿cuáles serían sus opciones?

3. Al desistir de relaciones íntimas con Pistachio, ¿queda Anaquita libre para casarse de nuevo?

a) De contraer ella nuevas nupcias, ¿debe hacerlo sólo con un varón cristiano? Citar y aplicar textos bíblicos.

b) De casarse ella de nuevo, ¿debe seguir cuidando a Pistachio? Al hacerlo, ¿se afectaría su nuevo matrimonio? ¿De qué manera?

4. ¿Convendría que Anaquita se quede sin casar por el resto de su vida? ¿Por qué?

5. Al irse Anaquita de la casa, ¿cómo impactará su acción a los nietos? ¿Qué explicación podrá ella darles?

C. Dilemas, encrucijadas y engaños que confronta Anaquita antes de bautizarse.

1. Antes de unirse a Pistachio.

a) ¿Qué engaño vivía Anaquita antes de casarse con Venturero?

b) ¿Qué lecciones en el caso de ella se inducen para las doncellas cristianas?

c) ¿Cómo reaccionó Anaquita al fracaso de su primer matrimonio? ¿Reacciona de la misma manera toda mujer (u hombre) abandonada o repudiada? Explicar; abundar. Señalar peligros.

2. Al unirse con Pistachio.

a) ¿Cuáles características de Pistachio atrajeron a Anaquita?

(1) ¿Suelen las personas carnales demostrar públicamente buenas características que encubran las malas? Explicar, comentar, dar ejemplos.

(2) En cuanto a relaciones íntimas, ¿cuándo acostumbran las personas carnales, trastornadas o malas descubrir su lado difícil, corrupto o peligroso?

(3) ¿Por qué no investigó Anaquita la vida pasada de Pistachio antes de unirse a él?

(a) ¿Qué pasos pudiera haber tomado para verificar la historia que Pistachio le contó?

(b) De haber hecho la debida investigación, ¿qué males hubiese evitado Anaquita?

(c) ¿Cuántas personas caen en trampas de esta categoría? Dar ejemplos.

(d) ¿Era ingenua Anaquita? Presentar evidencias. Al tragar ella el cuento de Pistachio, ¿cuáles términos la describen acertadamente?

b) Cuando consintió Anaquita tener sexo con Pistachio, ¿ya tenía ella el cuadro completo de su carácter? Presentar evidencias.

c) Al pensar conseguir el matrimonio por medio de complacer al Pistachio, ¿se engañaba Anaquita a sí misma? ¿De qué manera? ¿Qué lección hay para las doncellas cristianas?

d) ¿Tenía Anaquita normas morales cristianas? ¿Cuáles?

(1) ¿Estaba sensible o muerta la conciencia de Anaquita? Presentar evidencias.

(2) ¿Qué le convenció a violar su propia conciencia? Abundar. ¿Qué lección hay para las doncellas cristianas del presente?

e) Al pensar asegurar el matrimonio por medio de quedarse embarazada, ¿se engañaba Anaquita a sí misma? Presentar evidencias. ¿Qué lección hay para toda mujer que piense de igual manera?

f) ¿Qué significa la palabra “bastardo”?

(1) ¿Aparece esta palabra en la Biblia? ¿Dónde?

(2) ¿Condena Dios a los bastardos? ¿Por qué?

(3) En la sociedad actual, ¿conlleva el término “bastardo” algún estigma? Presentar evidencias. Referente al uso y significado de “bastardo”, ¿cómo difieren las presentes generaciones de las pasadas.

(4) ¿Qué porcentaje de los niños del presente son ilegítimos?

(a) ¿Cuáles son las causas principales de este mal?

(b) ¿Va en aumento este mal?

g) ¿Conviene que el varón engendre hijos después de tener cuarenta y cinco años de edad? ¿Por qué?

h) ¿Qué quiere decir “estoicamente”? ¿Qué revela esta palabra acerca del carácter de Pistachio?

i) Llorando, Anaquita le dice a Pistachio que se siente culpable. ¿Cómo la calla Pistachio? ¿Tenía razón?

j) ¿Cuándo aprende Anaquita que Pistachio ocultaba creencias, criterios y actitudes sumamente egoístas, dañinas y contrarias a las suyas?

(1) ¿Pudiera haberse dado cuenta antes? ¿Cuándo? ¿De qué manera?

(2) ¿Qué lección hay para toda mujer? Aplicársela también al varón.

k) Anaquita elige seguir cohabitando con Pistachio.

(1) ¿Fue sabia su decisión? ¿Por qué?

(2) ¿Tenía razón al concluir que este mal era el menos grave de todos? ¿Por qué?

(3) ¿Qué decisión hubiese tomado usted? ¿Por qué?

l) ¿Influyó la conducta de Anaquita en su hija Inocencia?

(1) ¿De qué manera? ¿Cuáles son las evidencias?

(2) ¿Suelen los hijos imitar el estilo de vida de sus padres? Discutir. Abundar. ¿Qué lección hay para los padres del presente?

(3) ¿Suele engendra una generación de hijos ilegítimos a todavía más generaciones de seres ilegítimos? ¿Por qué? ¿Qué augura esta circunstancia para las sociedades, la moral y la iglesia del mañana?

m) Socialmente, ¿qué es la situación de Anaquita al cumplir ella cincuenta y tres años de edad?

(1) ¿Cuán común es esta situación entre las mujeres de la comunidad donde usted (la alumna, el alumno) reside?

(2) ¿Cuándo y cómo pudiera haber Anaquita tomado pasos para evitar este desenlace de su vida?

(3) ¿Qué lección hay para las mujeres del presente?

n) Espiritualmente, ¿qué es la condición de Anaquita al cumplir ella cincuenta y tres años de edad?

(1) ¿Qué pasos tomó Anaquita para corregir su condición espiritual?

(2) Los pasos que tomó dieron por resultado varios conflictos sociales. ¿Cuáles? Al tomar los pasos, ¿hizo bien o mal Anaquita? ¿Por qué?

(3) Para los dilemas sociales, emocionales, morales y espirituales, ¿siempre hay una solución? Citar textos bíblicos. ¿Es siempre fácil la solución?

(4) ¿Cómo resuelven sus dilemas las personas que rechazan a Dios?

D. Dilemas que confronta Pistachio.

1. Al convertirse Anaquita al Señor, ¿qué dilemas confronta Pistachio?

2. A los sesenta y nueve años de edad, ¿qué es la condición social y espiritual de Pistachio?

a) ¿Merece él terminar su vida en tal condición? ¿Se compadece usted de él? ¿Por qué?

b) Nunca ha sido hombre religioso, según su propio testimonio, sino dueño de su propia vida, como afirmaba orgullosamente en muchas ocasiones. ¿Qué castigo recibe en vida por sus creencias, criterios y acciones?

c) Espiritualmente, ¿hay esperanza para él, aun a la edad que tiene?

(1) ¿Qué necesita hacer para salvarse?

(2) ¿Qué probabilidad habría de que lo haga? ¿Por qué?

(3) ¿Qué lección hay para todo varón?

 


 

Dilema 5.  La pareja cohabitante Limoncho y Tamarinda piden el bautismo. También la pareja Yagrumo y Cipresa, casados, pero con antecedentes matrimoniales y sexuales cuestionables.

 

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