Pentecostalismo. Estudios, artículos e intercambios en esta Web
Falsos profetas. Falsas enseñanzas. Análisis en cuatro Partes.
Para el Siglo XXI, nueva evolución mundial del cristianismo evangélico, encaminada a la formación de iglesias bíblicas, con líderes espirituales bíblicamente cualificados.
A principios del siglo veinte, el neófito religiosos Charles Fox Parham predicó unos graves errores doctrinales que el casi analfabeto William J. Seymour abrazó. En una nueva iglesia formada en la Calle Azusa, de Los Ángeles, California, Estados Unidos de América, Seymour juntó los tizones que ofrecieron unas pocas almas “ardientes”, añadió la leña de las falsas doctrinas y expectativas que había aprendido de Parham, echó el combustible de su propia fogosidad y logró encender un voraz “fuego pentecostal” de “lenguas, culto avivado, señales, milagros, testimonios, revelaciones y profecías”. Muchos espíritus de la misma categoría de Parham y Seymour prontamente regaron aquel “fuego” por muchos países del mundo donde se encendieron nuevos “fuegos pentecostales” que rápido crecieron de manera impresionante. No es de extrañarse su crecimiento fenomenal, pues las emociones, el sentimentalismo religioso y la ignorancia espiritual de las masas no conocedoras de la “sana doctrina” (Tito 2:1) del verdadero Espíritu Santo, arden con facilidad, estallando en llamas cuando abanicados por diestros manipuladores de ambientes.
Querido pastor o evangelista pentecostal, ¿es usted “hijo espiritual” de William J. Seymour ? ¿Pasó usted del mundo, de la Iglesia Católica Romana o de alguna “iglesia protestante muerta” directamente al pentecostalismo, sin haber adquirido de antemano conocimiento amplio de la “sana enseñanza” (Tito 1:9) del Nuevo Testamento? ¿Aprendió usted lo que sabe de Biblia y de “teología” después de convertirse en “pentecostal”? ¿Se percata usted de su verdadera situación? Sin duda, es sumamente difícil apreciarla estando en el seno del pentecostalismo. Sin embargo, pienso que si realiza las debidas investigaciones, obligándose a ser rigurosamente objetivo, comprenderá que está creyendo, practicando y predicando el mismo mensaje que William J. Seymou , hombre casi sin letra y sin el conocimiento del puro evangelio apostólico, introdujo e impuso en Los Ángeles, California a principios del siglo pasado. Amado, usted que se preocupa por su salvación y la de muchos, ¡ese mensaje de Seymour no es bíblico! Con todo respeto, este servidor le reta a comprobarlo dedicándose al estudio de todo el material relevante en este sitio de Internet, como también el que está disponible en otros sitios, en libros y fuentes adicionales de información.
¡De pastor pentecostal a ministro competente del Nuevo Testamento!
Verdaderamente, en este mundo falto de moralidad, verticalidad y verdad hace tremenda falta una nueva evolución del cristianismo evangélico encaminada a la formación de iglesias y líderes espirituales bíblicos.
Usted, respetado pastor o evangelista, está en una posición clave para lograr tal “evolución”.
A usted le incumbe despojarse de títulos o puestos conferidos por “concilios o ministerios pentecostales” (Mateo 23:1-12), organizaciones de invención humana cuya meta es transmitir el mensaje de Seymour de generación a generación y cuyo propósito es controlar a las iglesias y a los obreros bajo su mando.
A usted le conviene independizarse para que predique sin trabas humanas el puro evangelio del Señor.
A usted le corresponde desempeñar el papel de “buen ministro de Jesucristo” (1 Timoteo 4:6), siempre y cuando reúna los requisitos que se desglosan en las cartas del apóstol Pablo a Timoteo y Tito.
Usted tiene la palabra, la influencia y el poder. Puede convertirse de líder “pentecostal” a “ministro competente del Nuevo Pacto” (2 Corintios 3:6), y lo logrará al empaparse de la “sana doctrina” que salva (1 Timoteo 4:16), practicarla, predicarla e imponerla.
Le recuerdo que el maestro o predicador recibirá “mayor condenación” si no ajusta su mensaje y práctica a las leyes del Nuevo Pacto (Santiago 3:1), a la vez tomando de nuevo para mí mismo la misma advertencia.
¡De congregación pentecostal a congregación neotestamentaria!
A usted le hacen caso los feligreses de su congregación. Usted está al frente como guía de las almas. Se le concede la oportunidad de corregir “lo deficiente” (Tito 1:5), de rectificar el daño y la injusticia que el mensaje de William J. Seymour ha hecho a las almas ingenuas, de eliminar los excesos de emocionalismo y sentimentalismo, de imponer disciplina, de seguir a la letra la encomienda del Espíritu Santo: “Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina” (2 Timoteo 4:1-2). Al proceder usted con gran amor, tacto, astucia, sabiduría e “inteligencia espiritual” (Colosenses 1:9), las almas nobles y sinceras le seguirán. Las que no lo son se apartarán. Poco a poco, o quizás de repente, la iglesia se transformará de “pentecostal” a congregación regida por el Nuevo Testamento. Y usted, amado, será premiado en el Día Final por tan notable hazaña espiritual.
Una vez purificada la congregación de la cizaña de Seymour, es de esperarse que crezcan todos los miembros fieles “en el conocimiento de Dios, fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad” (Colosenses 1:10-11) hasta alcanzar la madurez. La iglesia fuerte y madura hace su propia obra, la obra de Dios, sin recostarse de congregaciones hermanas. Aboga la unidad de todos los cristianos fieles en todo el mundo, a la vez preservando su independencia y pureza doctrinal. No sigue a hombre alguno sino solo a su cabeza Cristo.
Para el Siglo XXI, nueva evolución mundial del cristianismo evangélico, encaminada a la formación de iglesias bíblicas con líderes espirituales bíblicamente cualificados.
Durante las últimas tres décadas algunos “pastores pentecostales” han repudiado el mensaje tergiversado de William J. Seymour, transformándose en “ministros competentes del Nuevo Pacto”. De igual forma, algunas “iglesias avivadas” han arrancado la cizaña Seymour, purificándose y sometiéndose al Nuevo Testamento. Ojala lo hiciera un número diez mil veces mayor para que las multitudes hundidas en el pecado, la superstición y el error religioso sientan, no el “calor” del “fuego pentecostal” encendido por el torpe Seymour, sino el impacto del poder del verdadero “evangelio eterno” de Jesucristo.
¿Hará usted el cambio? ¿Y su congregación?
Le ofrecemos este medio para dar a conocer su decisión. Nos la puede comunicar vía correo electrónico:
Estudios útiles para la investigación del pentecostalismo
-El Pentecostalismo: su origen y desarrollo en Estados Unidos de América
-El Pentecostalismo llega a Puerto Rico vía Hawai y Los Ángeles, California
-Pentecostés: los magnos eventos y mensajes del día analizados y relacionados con las doctrinas y prácticas actuales de evangelistas, teólogos e iglesias.
-Todo el material en Salón dedicado a la investigación y evaluación del Pentecostalismo
-Todo el material en Cartapacio de reacciones y evaluaciones de personas que visitaron el Salón Pentecostal
Estudios sobre los "rudimentos" de la doctrina de Cristo.
-Salón dedicado al estudio de los preceptos fundamentales del evangelio
Conferencias y estudios para la formación de buenos ministros de Jesucristo.
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