Lenguas y profecías

Procurando entender correctamente

las afirmaciones y directrices de 1 Corintios 14 

 

 

 

Estudio 4

1 Corintios 14:3

 

Ruinas de termas romanas de la antigua ciudad de Corinto, fotografía que ilustra el Estudio 4 de Lenguas y Profecías, un análisis de 1 Corintios 14.

 

Ruinas de termas romanas en Corinto
Estas facilidades existían cuando el apóstol Pablo fundó
la iglesia del Señor en Corinto en el siglo I.

www.wikipedia.org

 

 “Pero el que profetiza habla a los hombres

para edificación, exhortación y consolación.”

 

A. “Pero el que profetiza…” Entre los miembros de la congregación en Corinto se encontraba un varón llamado Acaico (1 Corintios 16:17). Supongamos que este hermano tuviera el don espiritual (sobrenatural) de profecía.

Plavio, hermano hipotético introducido en el Estudio 2, posee el don espiritual de impartir, mediante el género de lenguas egipcias que recibió, enseñanzas atañederas al evangelio de Cristo, pero no le fue dado el don espiritual de interpretar sus lenguas.

En cambio, Acaico ha recibido el don espiritual de “profetizar”, es decir, el poder sobrenatural de revelar y explicar, eventos, circunstancias o desenlaces futuros. Incluso, explicar el cumplimiento de profecías del pasado que estaba tomando lugar en el siglo I.

B. “…habla a los hombres…”

1. Cuando Acaico utiliza su don espiritual conforme a las directrices establecidas por el Espíritu Santo, las que son reveladas en el texto subsiguiente del capítulo 14, específicamente, en los versículos del 29 al 33, él “habla a los hombres”, y estos le entienden. Esto se sabe a ciencia cierta porque este versículo 3 que estamos escudriñando dice que los oyentes de profecías dadas mediante el don espiritual de profetizar son edificados, exhortados y consolados.

Justamente, lo contrario de la experiencia de oyentes que escuchan mensajes comunicados mediante el don de lenguas extrañas no entendidas por los oyentes.

2. ¿Por qué entienden “los hombres” -varones, damas, jóvenes, adultos, ancianos- al hermano Acaico, pero no al hermano Plavio?

Por la razón implícita de que Acaico, al profetizar, habla en lengua (idioma, dialecto) que sus oyentes entienden.

En cambio, Plavio habla, en la iglesia, en lenguas (idiomas, dialectos) del género egipcio que sus oyentes no entienden. Acción que él no debería ejecutar. Y de esta conclusión no hay lugar para dudas o porfías ya que el apóstol Pablo manda al que habla lenguas no entendidas a callarse. “Y si no hay intérprete, CALLE en la iglesia…” (versículo 28).

3. ¿En qué lengua profetiza Acaico en Corinto?

Siendo esta ciudad una de las principales de Grecia, la lengua común de sus habitantes sería, naturalmente, el griego. Por lo tanto, se deduce que Acaico profetizaría en griego.

Confirma esta conclusión la siguiente información relevante acerca de la ciudad de Corinto en el siglo I de esta Era Cristiana.

a) La ciudad de Corinto cobró gran importancia como un centro de comercio y transporte internacional, con negocios de trasbordo o venta de mercancías, así como de recolección de tarifas e impuestos. Eventos deportivos de la envergadura de los Juegos ístmicos bienales atraían a Corinto gran cantidad de aficionados, y este turismo deportista generaba importantes ingresos para los comerciantes y artesanos de la región. Gran número de comerciantes y hombres de negocios (más unas cuantas mujeres de negocios) viajaban a menudo entre Corinto y las otras ciudades principales del imperio” (Nuevo diccionario ilustrado de la Biblia, Caribe, Página 217).

b) “En una colonia romana como Corinto el idioma oficial fue el latín, y la gran mayoría de las inscripciones públicas encontradas por los arqueólogos emplean el idioma del imperio. Sin embargo, el griego perduró como el idioma del pueblo, y fue en el dialecto popular (no literario) de este idioma que Pablo escribió sus cartas a la iglesia de Corinto(Nuevo diccionario ilustrado de la Biblia, Caribe, Página 218).

4. ¿Proveía Dios para la proclamación de profecías en otros idiomas y dialectos por el poder sobrenatural del don de lenguas espirituales?

Positivo. La evidencia se halla en el versículo 6.

“Ahora pues, hermanos, si yo voy a vosotros hablando en lenguas, ¿qué os aprovechará, si no os hablare con revelación, o con ciencia, o con profecía, o con doctrina?”

De nuevo, traemos al escenario al hermano Plavio, con su don espiritual de hablar el género egipcio de idiomas y dialectos.

Suponiendo que Plavio viajara en misión evangelística al gran país de Egipto, en el continente de África, al llegar, hubiese podido predicar, enseñar y profetizar, con perfecta soltura, a las gentes de aquellas regiones en sus lenguas natales, ¡sin nunca haberlas aprendido mediante el estudio o uso! ¡Sobremanera sensacional!

Allá, en Egipto, las gentes entienden perfectamente a Plavio.

Sucede todo lo contrario en Corinto, de no haber personas presentes en la ciudad que entendieran sus lenguas, ni tampoco cristiano dotado del don espiritual de interpretarlas. En tales circunstancias, la única opción sensata para Plavio sería ¡CALLARSE! Tema explorado plenamente en los estudios previos de esta seria.

Ahora bien, considere seria y objetivamente lo siguiente: estando Plavio en Egipto, él puede comunicarse libre y efectivamente, mediante su don de lenguas, con personas, ya pocas, ya muchas a la vez, de habla egipcio copto, por ejemplo.

Supongamos que, estando allá, se dirija, en griego o latín, a personas que no entienden ni el uno ni el otro.

El griego es la lengua natal de Plavio y el latín lo aprendió estudiándolo y practicándolo. A diferencia del egipcio copto que recibió como don sobrenatural dado por Dios.

Si insiste en enseñar y predicar a aquellas personas en griego y latín, ¡se tendría por irracional, necio y loco! ¿Correcto?

¿Por qué no usar esas mismas tres palabras para caracterizar a Plavio al levantarse él, enseñando y predicando en egipcio copto a la gran congregación de santos en Corinto? Ninguno entiende su egipcio copto. No importa que esté hablándolo por el Espíritu, es decir, como don espiritual dado por el Espíritu Santo. ¡No lo entienden!

Si sigue hablándolo audiblemente frente a la iglesia, ¿con qué razón no tenerle como irracional, necio y loco?

Innegablemente, habría un elemento de “locura” en cualquier persona que procediera así.

El adjetivo “LOCOS” es justamente el que el Espíritu Santo, por Pablo, aplica a personas que hablan, y siguen hablando, alguna lengua no entendible, ya sea natal, aprendida o dada como don espiritual, no entendiendo nada el oyente, o los oyentes, se encuentren en la iglesia o fuera de ella (1 Corintios 14:23).

 

DIAPOSITIVAS para 1 Corintios 14

 

5. ¿A cuáles “hombres” habla “el que profetiza” en lengua entendible?

Hemos indicado ya que el vocablo “hombres”, es, en este contexto, genérico, abarcando tanto a mujeres como a varones. Uso común del vocablo en el Nuevo Testamento. Entendiéndolo así las gentes de aquel tiempo.

a) Respondiendo a la pregunta, por las declaraciones hechas en dos versículos del capítulo 14 deducimos que “el que profetiza” hablaría principalmente a los cristianos.

“El que profetiza, edifica a la iglesia(versículo 4).

“Así que, las lenguas son por señal, no a los creyentes, sino a los incrédulos; pero la profecía, no a los incrédulos, sino a los creyentes(versículo 22).

b) Con todo, según el versículo 24, las profecías bien pudieran ser útiles para convencer también al incrédulo o al indocto. Dice:

“Pero si todos profetizan, y entra algún incrédulo o indocto, por todos es convencido, por todos es juzgado.

La acción enfocada en este versículo es la de “profetizar” en lengua entendible, y la circunstancia proyectada es que entre en el lugar de reunión de la iglesia

alguna persona no creyente en Dios el Padre y Cristo. “…algún incrédulo.” Por ejemplo, idólatras o ateos de Egipto, Persa, Arabia o el país que fuera.

alguna persona creyente en Dios el Creador, pero que no tuviera conocimiento de Jesucristo o del evangelio. “…algún… indocto.” Por ejemplo, israelitas de la Dispersión que llegaran de áreas remotas del Imperio Romano o aún de tierras más allá de las fronteras romanas. Cualquier judío que no hubiese adquirido entendimiento cabal de Cristo, su evangelio puro y su iglesia.

Poniendo atención tal persona a las profecías divulgadas por Dios mediante cristianos dotados del don espiritual de profecía, su estado espiritual “es juzgado” por la Palabra inspirada, y tal vez la tal persona quede “convencida” de la necesidad de obedecer al evangelio para salvación.

C. “…para edificación, exhortación y consolación.”

1. Prosiguiendo con la proyección hipotética que estamos desarrollando, Dios da al hermano Acaico el don de profecía. ¿Con qué propósito se lo daría?

La respuesta correcta está bien clara en el versículo 3. A saber: para que Acaico edifique, exhorte y consuele “a los hombres”.

“…el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación.”

¿Para qué profetizar? “…para edificación, exhortación y consolación.”

Las verdaderas profecías reveladas por el Espíritu Santo en muchos pasajes del Nuevo Testamento cumplen admirablemente estas tres funciones de edificar, exhortar y consolar. Su valor es incalculable para el cristiano que las estudia, las entiende y discierne su cumplimiento.

Textos proféticos tales como: 1 Tesalonicenses 4:13 – 5:11; 2 Tesalonicenses 2:1-12; 1 Timoteo 4:1-5; 2 Timoteo 3:1-9; 4:1-5; 2 Pedro 2:1-3 y todo el libro de Apocalipsis.

Refiriéndose al libro de Apocalipsis, Dios dice: Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca” (Apocalipsis 1:3).

Querido lector, estimada lectora, ¿ha recibido usted tal magnífica “bienaventuranza”?

Si usted desea comprobar cuán edificantes, admonitorias y consoladoras pueden resultar las profecías inspiradas por Dios, permítanos recomendarle el comentario ilustrado, muy amplio, de “Apocalipsis: análisis de las profecías y visiones”. www.editoriallapaz.org/salon_apocalipsis.htm

2. Lamentablemente, en el tiempo presente, tal como en el siglo I, “muchos falsos profetas han salido por el mundo” (1 Juan 4:1).

Los más atrevidos y hábiles montan hasta “ministerios proféticos”, “escuelas de profetizar” o “institutos para aprender a profetizar”, lucrándose y engrandeciéndose al conmover y manipular astutamente a sus simpatizantes con…

…“profecías” fatulas sensacionalistas…

…aun “profecías” triviales o puramente egoístas.

O, interpretaciones fantásticamente erróneas de profecías auténticas dadas por el Espíritu Santo, especialmente las de Apocalipsis.

Algunos auto nombrados “profetas” de esta calaña logran convencer a multitudes de ingenuos, pero no engatusan a ningún cristiano que obedezca el consejo del apóstol Juan. Este exhorta:

“Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus [profetas, apóstoles, maestros, pastores, evangelistas] si son de Dios; porque [recalcamos] muchos falsos profetas han salido por el mundo.

Por cierto, las “profecías” de estos “falsos profetas” nunca edifican, exhortan o consuelan según la voluntad de Dios.

Sin duda, amedrentan y ponen a temblar a muchas personas que no prueban astuta e inteligentemente a “los espíritus”, sacudiéndolas y haciéndolas soltar cuantiosos diezmos, ofrendas y bienes, que los susodichos “profetas” reciben con euforia.

Pero no embaucan a las personas debidamente edificadas mediante las profecías auténticas del Nuevo Testamento, pues estas saben distinguir entre lo engañoso y lo genuino, entre lo falso y lo recto, entre el lobo rapaz y el siervo honesto.

Conocen la profecía inspirada, dada por el profeta genuino Pedro, que dice:

“Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina. Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado, y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas. Sobre los tales ya de largo tiempo la condenación no se tarda, y su perdición no se duerme.” (2 Pedro 2:1-3)

El sabio y serio se edifica mediante esta profecía. Debidamente advertido, no será presa fácil para los “falsos profetas” y “falsos maestros” de actualidad.

 

DIAPOSITIVAS para 1 Corintios 14

 


 

Estudio 1 sobre Lenguas y Profecías. 1 Corintios 14:1. “Seguid el amor; y procurad los dones espirituales, pero sobre todo que profeticéis.”

Estudio 2 sobre Lenguas y Profecías. 1 Corintios 14:2. “…no habla a los hombres… pues nadie le entiende.”

Estudio 3 sobre Lenguas y Profecías. 1 Corintios 14:2. “…habla… a Dios.” “…en el Espíritu habla misterios.”

Lenguas y Profecías. Análisis de 1 Corintios 14. CONTENIDO. Incluye siete diapositivas.

 

 


¿Le intriga el tema de los dones espirituales?

¿De profecías, lenguas extrañas, sanidades, etcétera?

Los dones sobrenaturales dados

por el Espíritu Santo

Su naturaleza, propósito y duración

Seis diapositivas para clases, conferencias o el auto didactismo

 

Esta fotografía de la Biblia abierta al comienzo de la epístola de 1 Corintios ilustra el tema Los dones sobrenaturales dados por el Espíritu Santo: su naturaleza, propósito y duración, tratándose de seis imágenes-diapositivas que lo ilustran.

 

Los dones sobrenaturales (espirituales) dados por el Espíritu Santo: su naturaleza, propósito y duración.

Los dones espirituales dados por el Espíritu Santo. Eventos del día de Pentecostés. Los dones sobrenaturales auténticos del siglo I difieren notablemente de las señales y los prodigios mentirosos del presente tiempo. Los dones sobrenaturales utilizados solo durante el siglo I para revelar “toda la verdad” del Nuevo Pacto. Los dones sobrenaturales cesan conforme a las profecías y explicaciones del Espíritu Santo. Análisis de la cesación de los dones espirituales a la luz de 1 Corintios 13:8-13.

 


 

  

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