“Vida en el cuerpo de Cristo”

Por Jerry Humphries, evangelista

Lección 4

“Funciones del cuerpo -Ministerios”

 

Introducción

¿Qué es la misión de la iglesia? ¿Qué tipo de actividades puede ella ejecutar? ¿Cuáles deberían ser sus prioridades? ¿Qué obligación tienen los miembros individuales respecto a la misión de la iglesia?

I.  La iglesia es la plenitud de Cristo (Efesios 1:22-23).

La iglesia deriva su naturaleza de la persona de Jesús. El designio de Dios para nosotros es que seamos como su Hijo (Romanos 8:29). Imitar a Cristo es la esencia de ser cristiano (1 Corintios 11:1; Filipenses 2:5; 1 Pedro 2:21). Dar mucho énfasis a Mateo, Marcos, Lucas y Juan es importante, ya que revelan más acerca de Jesús que todas las demás fuentes. No es posible que la iglesia cumpla su propósito sin conocer e imitar a Cristo.

Los descreídos necesitan ver una demostración palpable del poder transformador del evangelio. Necesitan poder ver a Cristo en los cristianos (2 Corintios 3:3; 4:11; Filipenses 1:20). La iglesia es el “medio visual” que provee Dios, con el propósito de llevar a la gente a creer en Jesucristo.

El cuerpo espiritual de Jesús, su iglesia, es el instrumento a través del cual él funciona en el mundo del presente. La actividad de la iglesia es, efectivamente, la continuación del ministerio personal de Jesús.

II.  La misión de la iglesia determinada por el ministerio de Jesús.

Es correcto referirse a las actividades de Jesús en la tierra como su “ministerio”. El vocablo “ministerio” significa “servicio”. Cumpliendo profecías del Antiguo Testamento, Jesús vino como “siervo” (Isaías 53:10-12; Mateo 12:18; 20:25-28). Tal cual Cristo, cristianos fieles se perciben a sí mismos como siervos. El término comprensivo “ministerio” abarca las funciones variadas de la iglesia (Efesios 4:12). Entre estas, resaltamos:

-Glorificar a Dios por medio de hacer su voluntad. Cristo se dedicó totalmente a este mismo gran propósito general (Juan 6:38; 17:4). El clímax de su sumisión a la voluntad del Padre era su crucifixión en la cruz (Hebreos 5:7-9). En cuanto a sus discípulos, Jesús exige abnegación y sacrificio (Lucas 9:23-24). A los cristianos se les instruye a hacer todo para la gloria de Dios (1 Corintios 10:31). Esta misión prioritaria de la iglesia se realiza mediante varios funcionamientos, de la manera que varios también fueron ejecutados durante el ministerio de Jesús.

-Santidad. La vida de Jesús en la tierra fue una demostración visible de la santidad absoluta de Dios. Él no pecó nunca (Hebreos 4:15; 7:26). Él quiere que su iglesia sea santa (Efesios 5:25-27). Vivir píamente es un rasgo vital del servicio cristiano (Romanos 12:1-2). Dada la imposibilidad de vivir nosotros sin pecar, ¿cómo podemos ser santos? La respuesta: El cristiano comprometido sin reservas al cumplimiento de la voluntad de Dios admite su pecado, se arrepiente, y así, obtiene el perdón de Dios. Valiéndose de la sangre de Jesús, el tal se libra continuamente de la culpa del pecado (1 Juan 1:7-9).

-Adoración. Jesús expresaba, regularmente, adoración para el Padre, y tanto privada como públicamente, su devoción a él (Lucas 4:16; 6:12; 11:1-4). Enseñó la importancia de adorar a Dios en espíritu y en verdad (Juan 4:24). Siguiendo su ejemplo, la iglesia primitiva tributaba adoración frecuente y sistemáticamente (Hechos 2:42, 46). La adoración de los cristianos ha de centrarse en Dios, siendo el propósito primordial exaltarle y agradarle. A medida de que se haga esto, la iglesia recibe beneficios espirituales, y se hace un impacto positivo en los descreídos presentes (1 Corintios 14).

-Proclamando el evangelio y haciendo discípulos.

Esto mismo fue el énfasis principal del ministerio de Jesús (Lucas 4:40-44; 19:10). El tema dominante de la Biblia es el amor de Dios por los seres humanos, y todo lo que él ha hecho para resolver el problema de nuestra separación de él a causa del pecado. ¡Ver la profundidad de su preocupación, y visualizar la muerte de Jesús en la cruz! (Juan 3:16; 1 Pedro 3:18). La preocupación más grande de nuestro Padre y de nuestro Salvador debería ser la principal prioridad de la iglesia. Más bien que tener su permiso para predicar el evangelio y hacer discípulos, lo que tenemos es su comisión (Mateo 28:18-20; Marcos 16:15-16). La agresividad evangelística de la iglesia primitiva, y su rápida expansión, evidencian la prioridad que ella dio a la Comisión (Hechos 4:4; 5:14, 28, 42; 8:1-4; 11:19-21). Obviamente, evangelizar es una prioridad secundaria entre muchos cristianos del tiempo presente. No pocas iglesias están ocupadas con cosas que son meramente “buenas”; lo mejor es descuidado. Se hace bien a los seres humanos aportando para sus necesidades que no sean espirituales, más sin embargo, fallamos en responder a su necesidad más grande si no les informamos acerca del Salvador –su amor, su poder y sus requerimientos para salvación. Al carecer de fe en él, y no obedecerle, se pierden eternamente.

-Adoctrinando, madurando y adiestrando a discípulos. Esto mismo fue una parte vital de la estrategia de Jesús para evangelizar al mundo. Equipando y motivando a sus discípulos, efectivamente, él se replicó a sí mismo muchas, muchas veces. Los instruyó a hacer discípulos, enseñándoles a obedecer todo lo que les había mandado (Mateo 28:19-20). Enseñar es una de las funciones principales de líderes de la iglesia, madurando y equipando a miembros para servir (Efesios 4:11-15).

-Socorriendo a personas necesitadas. En Mateo, Marcos, Lucas y Juan, se hallan muchos relatos que demuestran cómo tenía Jesús compasión de la gente, ayudando él con sus distintas necesidades. Tampoco se restringió su benevolencia solo al pueblo de Dios. Algunos ejemplos se encuentran en Mateo 8:5-13; 14:13-21 y Juan 4:46-53. Mientras sea cierto que no podemos hacer milagros a la manera de Jesús, nosotros, siendo su cuerpo espiritual, podemos sí demostrar que nos preocupamos, verdaderamente, por los seres humanos, por medio de brindarles apoyo en medio de sus sufrimientos. Viendo que la iglesia sigue el ejemplo de Jesús en lo concerniente a la benevolencia, tanto para cristianos como para no cristianos, se tornan los corazones más receptivos al evangelio y Dios es glorificado (2 Corintios 9:12-13).

III.  ¿A quiénes corresponde efectuar el ministerio de la iglesia?

Hemos aprendido que el término “ministerio” (servicio) incluye todas las funciones del cuerpo de Cristo, su iglesia. Todo cristiano es miembro del cuerpo, y por consiguiente, es de esperarse que funcione como tal (Romanos 12:4-8; 1 Corintios 12:12—24; Efesios 4:11-16). Por ende, ninguno se justifica, considerándose a si mismo mero “espectador” o “consumidor”.

Bíblicamente, todo cristiano es ministro (siervo). El vocablo “ministro” no se usa nunca en las Sagradas Escrituras como título para predicadores u otros miembros del conjunto oficial que trabaja por la iglesia. Además de no ser bíblico, el uso erróneo de “ministro” promueve el concepto “clero-laico”. Muchos cristianos creen que el hermano que recibe salario, o el cuerpo de asalariados, haya de encargarse de todo el ministerio, o casi todo. Conciben su rol personal como principalmente el de asistir a los servicios y dar dinero mediante el cual echar adelante el programa de la iglesia.

En futuras lecciones, exploraremos la enseñanza respecto a oportunidades para el ministerio personal. Las mismas nos ayudarán a determinar cómo podamos servir con el gozo y la satisfacción que el Señor quiere que tenga cada cristiano.

Preguntas para reflexionar y discutir

1.  ¿De qué fuente deriva la iglesia de Jesús su naturaleza?

2.  ¿Qué es la esencia de ser cristiano?

3.  ¿De qué manera puede la gente ver el poder que tiene el evangelio de efectuar cambios positivos en los seres humanos?

4.  ¿Qué palabra comprensiva resume las distintas funciones de la iglesia? ¿Cómo se define?

5.  ¿A qué propósito general se dedicaba Jesús?

6.  Identificar las cosas específicas que hacía Jesús en cumplimiento de la voluntad del Padre y para glorificarlo.

7.  Describir las actividades en las que la iglesia debería ocuparse.

8.  ¿Cuál es la necesidad más grande de toda aquella persona que sepa distinguir entre el bien y el mal?

9.  ¿A quiénes corresponde llevar a cabo el ministerio de la iglesia?

10.  ¿Quiénes son los ministros de la iglesia?

11.  Definir el concepto “clero-laico”. ¿Qué hay de malo en él?

 

 


 

Lección 5

 

  

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