LA DEFENSA del pastor José O. Candelario mantiene la esperanza de que el Tribunal Supremo reconsidere su decisión de permitir que sea procesado criminalmente por cargos de violación a una menor de 12 años.

La abogada María de Lourdes Guzmán, quien integra la defensa junto a Carlos Noriega, indicó a PRIMERA HORA que esta semana presentará la primera moción de reconsideración ante el Tribunal Supremo. Y, de ser necesario, presentará la segunda moción al que tiene derecho, de acuerdo con el reglamento.

"La esperanza es lo último que se pierde. Yo gané un caso en una segunda reconsideración y uno siempre tiene esperanza", dijo Guzmán.

Luego de casi un año de deliberación, el Tribunal Supremo decidió unánimemente el pasado 8 de noviembre que los cargos por violación técnica y tentativa de violación contra una menor de 12 años por hechos que ocurrieron entre 1992 y 1993 no han prescrito. La controversia detuvo la vista preliminar en junio de 2004 en el Tribunal de Primera Instancia de Bayamón.

"Para todos nosotros fue bien desalentador. Enfrentamos el proceso con esperanza y estoicismo. Mi más grande preocupación es si realmente él va a tener un proceso justo e imparcial ante una opinión pública que está sumamente prejuiciada en su contra sin que su caso se haya ventilado en un tribunal", opinó Guzmán.

La fecha de la vista preliminar será señalada cuando la decisión del Supremo sea final y firme luego que expire el tiempo establecido para las reconsideraciones, explicó Guzmán. No será hasta el año próximo que finalmente pueda celebrarse la vista.

La defensa alega que en el momento en que supuestamente se cometieron las violaciones, la ley vigente establecía que los delitos sexuales contra menores prescribían cinco años después de cumplidos los 18. La ley enmendada en 1998 aumentó la edad a 21 años.

La víctima presentó los cargos en marzo de 2004 cuando tenía 24 años. De acuerdo con la ley vigente cuando presuntamente ocurrieron los delitos, hubiera tenido hasta los 23 años. Según la ley enmendada en 1998, tenía hasta los 26.

Por otra parte, el Ministerio Público argumentó que en los casos de delitos sexuales contra menores no se pueden "resucitar" periodos prescriptivos que hubieran "muerto". Pero si todavía no se ha extinguido el tiempo de prescripción al momento que se enmienda la ley, la víctima puede ser acogida. En el caso contra Candelario, a la perjudicada todavía le restaba su periodo prescriptivo completo.

Guzmán sostuvo que el pastor de 82 años sigue ofreciendo los servicios en la Iglesia Tabernáculo Branham en el barrio Palma Sola de Canóvanas y sigue junto a su esposa Rebeca García Ortiz, de 26 años.

Hoy, aquella niña de 12 años ya es una mujer de 25. Su familia era devota del Tabernáculo Branham cuando todavía estaba en Bayamón, luego fue mudado a Canóvanas. Su madre conocía a Candelario desde pequeña.

El pastor, narró en su momento la agente investigadora Lydia Rubert, se le acercó a la mamá para decirle que su hija ya tenía "edad de moza" y que necesitaba hablar con ella sobre su "papel de moza". La madre primero se resistió, pero luego accedió a que conversaran. La llevó cinco veces entre 1992 y 1993 a un lugar desde donde el pastor recogía a la menor para llevarla a un motel. A los 13 años la niña le dijo a su mamá lo que realmente sucedía en esos encuentros.

Esta historia, es similar a otras contadas a PRIMERA HORA por ex feligresas. Según varios testimonios, el pastor llevaba a cabo un ritual de iniciación sexual con las quinceañeras de la congregación para cerrar un "ciclo" en el cual él era el "mesías".