Reservados todos los derechos por
el autor Homero D Shappley
Capítulo Seis de este Comentario
Espantoso drama de dos
grandes bestias apocalípticas
Capítulo 13 de Apocalipsis
La Primera Bestia de Apocalipsis 13
Acto 1 | Escena 4
La apariencia de la Primera Bestia
Apocalipsis 13:2
"¡Puras necedades! Todas estas ficciones apocalípticas acerca de criaturas compuestas de cabezas, bocas, piernas, pies y garras de diferentes animales. No me haga perder mi tiempo. No creo ni una palabra de todo aquello.”
¿Qué cosa dice usted, amigo? ¿Que se trate en estos estudios de "Puras necedades"? Bueno, a la verdad, las bestias de Apocalipsis 13 lucen como fantasiosas en extremo. De mitologías antiguas absurdas. Mas, sin embargo, no más distorsionadas y absurdas que algunas “bestias” y androides u homínidos vistos en ciertos juegos electrónicos y cómicos de actualidad. Con todo, lo que me motiva a animarle a ocupar una porción de su valioso tiempo al escrutinio de estas bestias no son las imaginerías extrañas de la ellas sino el mensaje de lo que representan.
Representan a peligrosas naciones e imperios terrenales que son esencialmente seculares-materialistas de naturaleza, no pocas también oficialmente idólatras o ateístas. De los que existen algunos en esta primera mitad del siglo XXI, al igual que en tiempos pasados.
Esperanzado este servidor que este hecho no lo pase usted por desapercibido, cegado por lo ofensivo de las criaturas metafóricas. Porque es de suprema importancia que todo ser humano pensante y racional considere cuál ha sido el enorme impacto negativo y destructivo de tales gobiernos y gentes, como, además, el destino triste, vergonzoso, violento y fatal de ellos.
Adelante, pues, a la observación y escrutinio inteligente de esta corta Escena 4 y las Escenas subsiguientes. Pueda que resulten verdaderamente fascinantes en su contexto de entidades humanas cuyas agendas y ejecutorias suelen afectar, ya para el bien, ya para el mal, a todos los habitantes del mundo.
[Se sigue el patrón de bosquejo de la Escena 3.]
E. La apariencia de la Primera Bestia:
“La bestia que vi era semejante a un leopardo, y sus pies como de oso, y su boca como boca de león.” Apocalipsis 13:2
1. “…semejante a un leopardo…”
El leopardo es temido y admirado por ser animal feroz, excepcionalmente ágil y veloz. Representando esta bestia a reinos seculares, idolátricos o ateístas, la comparación de la bestia con el leopardo significa que estos reinos poseerían atributos como él.
Históricamente, asimismo han sido tales reinos: feroces, ágiles, veloces en sus acciones contra las demás naciones, y, además, contra el verdadero Dios y su pueblo. Este Comentario está repleto de evidencia corroborante.
2. “…pies como de oso…”
Por su gran tamaño, fuerza brutal, habilidad de erguirse sobre sus piernas traseras y correr rápido, el oso es una bestia muy temida.
Las uñas de sus pies son largas y afiladas. Este animal arranca, desgarra y mata sin pena.
Aplicando la comparación, suelen actuar de la misma manera los reinos seculares, idolátricos o ateístas. Los unos contra los otros, y todos contra Dios. Pisotean el nombre del Dios verdadero, arrancan su obra y desgarran con gran imprudencia lo sagrado.
3. “…su boca como de león.”
¿Qué ser humano no teme al orgulloso y fuerte león?
Cuello musculoso, cabeza grande, boca muy ancha, colmillos largos y afilados con los que desgarra la carne de sus presas.
Esta bestia es capaz de correr velozmente, persiguiendo a la presa y lanzándose sobre ella, matándola.
Aplicando la comparación a la primera “bestia” de Apocalipsis 13, la historia de nuestra raza humana confirma que estos mismos atributos los poseen algunos reinos seculares, idolátricos, o ateístas, forjados a través de los siglos.
¿No tratan así a los pueblos menos fuertes? ¿Persiguiéndolos y devorándolos?
Y también la historia confirma ampliamente que este tipo de reino suele lanzarse contra el Dios verdadero y su pueblo, en ocasiones, con gran violencia, persiguiendo, torturando y aun matando, empeñados en acabar con todo aquel que no se doblegue a su voluntad diabólica.
4. Así pues, se unen en la primera bestia que el apóstol Juan vio ciertos atributos notables de tres bestias terrenales distintas.
Resumiendo, esta primera bestia de Apocalipsis, terrible y espantosa, tiene la agilidad del leopardo, la fuerza bruta del oso y la agresividad del león hambriento.
Típicamente, estos mismos rasgos los manifiestan, tarde o temprano, grandes reinos seculares, idolátricos o ateístas.
Tanto en sus campañas ideológicas como en sus agresiones militares, se arremeten velozmente contra sus enemigos, con empuje y fuerza irresistibles, pronto devorando a quienes no se rindan, incluso a los escogidos de Dios al no ceder estos a sus demandas, abrazar sus agendas, apoyar sus acciones, tributarles honra y gloria, doblegarse a su voluntad.
Texto y composición de esta Página por
el autor Homero D Shappley
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Escena 5 del Acto 1 sobre la Primera Bestia de Apocalipsis. El “gran dragón escarlata”, que es “la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás”, da “su poder y su trono, y grande autoridad” a la Primera Bestia. Explicaciones y aplicaciones. Réplica y defensa por el autor del estudio ante el Sr. Escéptico que se burla de las “criaturas ficticias” de Apocalipsis.
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