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Palacio, Tehuacán, Puebla, México
El Sr. Lucio R., de Tehuacán, Puebla, México, envía, a nombre del Espíritu Santo, “un mensaje urgente e importante al ministerio editoriallapaz.org”.
Copiamos electrónicamente su “mensaje”, el cual contiene innumerables errores ortográficos y gramáticos. Tenemos a bien publicarlo, intercalando “Comentarios breves” de nuestra parte, porque ejemplifica las presunciones, pretensiones y doctrinas equivocadas sobre el Espíritu Santo típicas de pentecostales. Y también porque este tipo de “mensaje” deshonra, a nuestro entender, al Espíritu Santo, ya que, pese a ser atribuido a él, en poco o nada se parece a las comunicaciones del Espíritu de Dios en el Nuevo Testamento.
Aclaraciones preliminares
1. Este servidor, Homero Shappley de Álamo, no tiene ilusión alguna de escribir o hablar el idioma español sin cometer errores. De hecho, algunos lectores u oyentes me señalan errores de vez en cuando. Lejos de sentirme ofendido, agradezco grandemente su ayuda, pues así sigo aprendiendo a expresarme mejor. Eso espero. También corrijo errores en los escritos. Ahora bien, no afirmo escribir o hablar de parte del Espíritu Santo, Cristo o Dios, no reclamo inspiración divina sobrenatural, ni que la Deidad me haya comunicado lo que expreso. He aquí la tremenda diferencia entre este servidor y el Sr. Lucio R., pues este sí atribuye su “mensaje” directamente a la Deidad.
2. Afirmo que la Deidad sabe comunicar su mensaje a la humanidad en cualquier idioma o dialecto, sin cometer errores. Por ejemplo, en el día de Pentecostés, del año 29 d. C., el Espíritu Santo capacitó a los apóstoles para que hablaran “las maravillas de Dios” en las lenguas de la multitud que se juntó al escuchar el estruendo del cielo los que estaban en Jerusalén, “porque cada uno les oía hablar en su propia lengua”, en la que había nacido (Hechos 2:1-13). Así que, el Espíritu comunicó, en aquel día, el mensaje del cielo para la humanidad en muchos idiomas distintos. Efectuando tan importante comunicación divina, ¿cometía el Espíritu infinidad de errores gramaticales? ¡Inconcebible! Todo lo contrario, hizo que los apóstoles hablaran perfectamente las lenguas natales de los oyentes. Pese a que algunos de ellos “eran hombres sin letras y del vulgo” (Hechos 4:13). Pues bien, entendemos que el Sr. Lucio R. reclama inspiración divina para su “mensaje”. Por lo tanto, se supone que hable o escriba con la misma perfección siempre característica del Espíritu Santo. Y si no, pues, que alguien me explique por qué no.
3. Qué quede claro: mi réplica al Sr. Lucio R. no se debería tomar como una crítica o censura de todo cristiano analfabeto, o que careza de preparación académica, o que no sepa escribir o hablar correctamente su idioma natal. Por cierto, los cristianos de estas categorías pueden hacer mucho para promover la causa de Dios en la tierra. Es más, no pocos de ellos producen más y mejores frutos que algunos cristianos académicos o profesionales. Si el Sr. Lucio R. no hubiese atribuido su “mensaje” para mí directamente al Espíritu Santo, Cristo y Dios, este servidor no hubiese mencionado siquiera “gramática y ortografía”. Al fin y al cabo, la gran mayoría de los correos electrónicos recibidos contiene errores gramaticales y ortográficos, y yo mismo sostengo una lucha constante para no cometer tales errores. Pero Lucio escribe una y otra vez que su “mensaje” para mí la Deidad se lo dictó. Y yo digo que de ser así, referido “mensaje” no debería estar lleno de errores. ¿Acaso me equivoque?
-Una anécdota instructiva. Hace muchos años ya, conocí al hermano Geraldo S., hombre alto y fornido. Era analfabeto. Había sido predicador pentecostal durante unos cuantos años. Iniciamos una larga serie de diálogos. Me aseguró que había hecho milagros, incluso, que había echado demonios. No podía leer la Biblia, pero al escucharla leída, retenía las palabras con una facilidad asombrosa, memorizando textos completos y repitiéndolos sin equivocarse. Cierto día, íbamos juntos en mi vehículo, cuando, de repente me dice, pausadamente, parafraseando: “Verdad, hermano, que yo no echaba demonios. Pensaba tener el poder de echar demonios, pero no comprendía bien quienes son los demonios. No sabía distinguir entre personas endemoniadas verdaderamente, y las que solo tienen trastornos emocionales o mentales. Ahora, entiendo que no tenía el poder de echar demonios, a la manera de Cristo y los apóstoles”. De ahí a poco, Geraldo renunció al pentecostalismo, se bautizó bíblicamente “para perdón de los pecados” (Hechos 2:38) y perseveró hasta la muerte en la iglesia de Cristo. Durante sus años en la iglesia de Cristo, predicaba la “sana doctrina” a muchas almas de su pueblo, también predicando de vez en cuando en la congregación, pero sin jamás decir “Dios me ha dicho… el Espíritu me ha revelado… Cristo acaba de darme un mensaje”, o exclamación parecida. Al año, también se bautizó Mincha, la esposa de Geraldo. Ella sí sabía leer, y además, ¡confeccionar platos muy sabrosos! Yo tenía en muy alta estima a esta pareja. Guardo en mi corazón gratos recuerdos de nuestra comunión mutua, de sus obras y su buen testimonio.
Habiendo hecho estas aclaraciones, estoy esperando y orando que ningún lector malinterprete o saque de contexto mis “Comentarios” para el Sr. Lucio R.
El Sr. Lucio escribe:
“ministerio reino de los cielos, le envia un saludo al ministerio editoriallapaz.org gracia y paz a vosotros de Dios y del señor jesucristo a todos los hermanos que laboran en este ministerio ........................”
y paso al siguiente ... este es un mensaje urgente e
importante para este ministerio
editoriallapaz.org
departe del señor jesucristo y del espìritu santo
atraves de su siervo colaborador lucio [apellidos borrados por
HSdeA]”
-Observaciones nuestras.
-Estimado Sr. Lucio, este servidor agradece su saludo.
-Al leer lo que usted me comunica sobre “un mensaje urgente e importante para este ministerio editoriallapaz.org departe del señor jesucristo y del espíritu santo…”, citadas exactamente sus palabras, enseguida afloran dudas en mi mente y espíritu acerca de la autenticidad de este supuesto “mensaje”. Anoto algunas razones.
1. Su “mensaje” contiene gran número de errores ortográficos y gramáticos. La persona que escribe, o habla, “de parte del Señor Jesucristo y del Espíritu Santo” no comete tales errores. Pese a ser los apóstoles Juan y Pedro hombres “sin letras y del vulgo” (Hechos 4), escriben y hablan correctamente, aun con gran elocuencia (el evangelio de Juan, las tres epístolas de Juan, el Apocalipsis escrito por Juan; las dos epístolas de Pedro; los mensajes de Pedro registrados en Hechos de apóstoles). Capacitados para hacerlo precisamente porque el verdadero Espíritu de Dios les dotó, milagrosamente, de habilidades lingüísticas que no hubiesen tenido sin su intervención. En cambio, usted, Sr. Rodríguez, no escribe correctamente. No se ofenda, por favor. Solo afirmo lo que sería obvio para cualquier persona que tenga conocimiento básico de ortografía, gramática, etcétera. Tomando en cuenta esta realidad, deduzco que el Espíritu Santo no se manifiesta milagrosamente en usted, dándole algún “mensaje urgente e importante para este ministerio editoriallpaz.org”.
a) Suponiendo, hipotéticamente, que usted tuviera la ilusión de escribir correctamente, interpretaríamos semejante autoengaño como otra evidencia fuerte de no contar usted con alguna medida milagrosa del Espíritu Santo.
b) Y si dijera usted que no importan reglas gramáticas, ni ortografía, sino el contenido o sentido del “mensaje”, responderíamos que a Dios, Cristo y el Espíritu Santo sí, en definitiva, les importan, ya que las emplean correcta y rigorosamente en sus comunicaciones enviadas a la humanidad. ¿Estaría usted dispuesto a decir que Jesucristo no hablara correctamente el hebreo al dirigirse él a los judíos durante su ministerio terrenal? ¿O que el Espíritu Santo obviara gramática y ortografía correctas al inspirar a los apóstoles y otros cristianos a escribir los libros del Nuevo Testamento?
c) Sr. Lucio, la gramática y ortografía correctas son indispensables para la comunicación precisa y exacta de cualquier mensaje.
d) Atribuyendo usted su “mensaje” plagado de errores de toda suerte al Espíritu Santo, me atrevo a plantear que usted le afrenta gravemente, deshonrándole. Otro tanto hacen los miles y miles de “siervos pentecostales” de la misma calaña que escriban o hablen de igual manera, “departe del señor jesucristo y del espìritu santo” –copiada su expresión- aun jactándose algunos de su ignorancia académica. No tenemos en la mirilla al siervo humilde, de poca o ninguna preparación académica, que sepa comunicar el evangelio de Cristo sin tergiversarlo, haciéndolo sin pretender hablar de parte del Espíritu Santo, sino a aquel que, reclamando inspiración divina al decir o escribir “Dios me ha dicho… El Espíritu Santo me ha revelado…”, procede a cometer infinidad de errores de toda categoría “en el nombre del Señor”. El tal no solo deshonra a la Deidad sino que desacredita, en general, a la causa de Dios en el planeta Tierra.
2. Usted se dirige a “todos los hermanos que laboran en este ministerio”. Primero, aclaro que este “ministerio” editoriallapaz.org no es una organización gobernada por algún “pastor independiente” o junta administrativa independiente, sino simplemente una obra de la iglesia de Cristo. No la dirigen oficiales con títulos y puestos jamás encontrados en el Nuevo Testamento. Segundo, no trabajan en esta obra muchos hermanos, como indica su expresión, sino solamente dos. Desconociendo este simple dato el “espíritu” que se manifiesta en usted, Sr. Lucio, concluyo que el tal “espíritu” no es, en absoluto, el verdadero Espíritu Santo. ¿Por qué, pues, habría yo de hacerle caso a usted?, le pregunto respetuosamente.
-Usted presume que Jesucristo y el Espíritu Santo transmitan mensajes “a través” de su persona. Pero, ya descubrimos ciertas evidencias muy elementales que demuestran todo lo contrario. Esta misma presunción mueve a infinidad de “siervos y colaboradores” como usted a reclamar que el Espíritu Santo les revele “mensajes” de toda categoría. Presunciones a granel. Con “presunción” habla o escribe todo siervo cuya palabra no armonice con la revelación ya dada total y perfectamente por el verdadero Espíritu Santo en el Nuevo Testamento (Juan 16:13). Bajo el Antiguo Testamento, la sentencia para tales siervos era la muerte física. “El profeta que tuviera la presunción de hablar palabra en mi nombre, a quien yo no le haya mandado hablar… el tal profeta morirá” (Deuteronomio 18:20). Desde luego, el Antiguo Testamento no está en vigor, habiendo sido clavado en la cruz, anulado y quitado por Dios mismo, suplantándolo el Nuevo Testamento sellado con la sangre de Cristo (Colosenses 2:13-16; Hebreos 7:12; 8:8-13; 2 Corintios 3:6-17 y muchos textos parecidos). Más sin embargo, los falsos profetas de la Era Cristiana no están exentos de castigo divino. De hecho el “falso profeta” de Apocalipsis, prototipo de todos los falsos profetas de nuestra Era, es lanzado, juntamente con la “bestia”, “dentro de un lago de fuego que arde con azufre” (Apocalipsis 19:20).
“ base biblica romanos 8.14 dice que todos los que son
guiados por el espiritu de Dios ..
estos son hijos de Dios
el espiritu santo me a giado a este ministerio
editoriallapaz.org
para llamarlos a colaborar a este ministerio reino de los
cielos
por mandato del espiritu santo me a dado istrucion de
escribir este mensaje...
que tiene como propocito ser los colaboradores del señor para
trabajar para los propocitos que el señor va hacer en estos
dias y que comensara por esta localidad de tehuacan puebla
mexico
orden y mandato,,,,
dice el espiritu santo que hay palabra de de revelacion para
el pastor anciano o responsable de este ministerio
editoriallapaz.org”
-Comentarios nuestros.
-Los que son “guiados por el Espíritu de Dios”, según Romanos 8:14, son los que reciben y obedecen “toda la verdad” revelada por el “Espíritu de verdad” a los apóstoles seleccionados por la Deidad en el Siglo I (Juan 16:13). Sr. Lucio R., le pregunto: ¿Cumplió Cristo su promesa de revelar a aquellos apóstoles “toda la verdad”, o reveló a ellos solo una parte de la verdad, reservando el resto para personas como usted? Mi convicción es que Cristo cumplió cabalmente su promesa. Consiguientemente, estoy seguro que él no está añadiendo nuevas revelaciones a “la verdad” ya revelada en su totalidad. Habiendo Cristo dado, pues, a este servidor, por el Espíritu, en el Nuevo Testamento, “toda la verdad”, ¿por qué pensar yo que usted pudiera tener algún nuevo “mensaje” para mí? “Guiados por el Espíritu de Dios” no es sinónimo de “recibir, por el Espíritu, mensajes nuevos”, bien sean personales, como el que usted me envía, o adiciones a la doctrina del Nuevo Testamento.
-Usted afirma que el Espíritu Santo le guió a nuestro ministerio “para llamarnos a colaborar en este ministerio reino de los cielos”, o sea, a colaborar en el ministerio suyo. Le digo llanamente, sin ánimo alguno de ofenderle en lo personal, que no le creo. Ni creo que el Espíritu Santo le haya encargado ese “ministerio reino de los cielos” que usted administra. Usted, y la inmensa mayoría de los pastores y autonombrados profetas del presente, se expresan comúnmente de esta manera, haciendo a los ingenuos creer que sus “ministerios, títulos, puestos y mensajes” provengan directamente del Espíritu de Dios. Persuaden y engañan a no pocos de los que ignoran las enseñanzas correctas del Nuevo Testamento sobre la obra del Espíritu, pero no tan fácilmente a este servidor, ni a cualquier otra persona que haya estudiado cuidadosamente la revelación perfecta de Dios acerca del Espíritu. Sugestionan a las pobres incautas que de Biblia conocen casi nada, o solo las interpretaciones erróneas de los pentecostales. Pero, sus manipulaciones psicológicas, estratagemas de hombres y “artimañas del error” (Efesios 4:14; 2 Corintios 2:11) las reconozco como tal. Así que, no importa cuántas veces escriba usted que el Espíritu Santo le haya dado instrucciones sobre lo que debiera hacer este servidor, no le tomaré a usted en serio. Es más, le tendré por hombre dominado por ilusiones engañosas y dañinas, de “siervo usado directamente por el Espíritu”, siendo la triste realidad la de ser usted “siervo usado por espíritus engañosos” cuya agenda es entorpecer el entendimiento espiritual y someter voluntades débiles a doctrinas y mandamientos de “hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad” (1 Timoteo 5:3-7).
Usted escribe, copiando:
“orden y mandato,,,, dice el espiritu santo que hay palabra de de revelacion para el pastor anciano o responsable de este ministerio editoriallapaz.org”
-Comentario. ¿Qué “orden y mandato” del Espíritu Santo para mí? ¿Qué “palabra de revelación para mí” de parte de usted? Reitero: el Espíritu Santo ya me ha dado toda revelación, “toda la verdad”, necesaria para mi salvación y ministerios en Cristo. Deshágase, se lo suplico, de ilusiones de hablar de parte del Espíritu Santo. ¿Quién le enseñó a tener tal concepto de sí mismo? He observado que los pastores y profetas pentecostales se imitan los unos a los otros, traspasando de uno a otro, conceptos de “siervo de Dios” contrarios al modelo divino revelado en el Nuevo Testamento para el siervo ideal. Inculcan a nuevos adeptos sus ideas y percepciones carentes de fundamento bíblico, propagando así funciones, ministerios y organizaciones de su propia creación, y no de la Deidad. A propósito, el rol espiritual de este servidor no es el de “pastor” o “anciano” sino el de evangelista. Desconociendo el espíritu que obra en usted este hecho, ¿con qué razón hacerle caso este servidor?
“por orden del espirito santo
dice. que no es posible enviar la informacion por correo
electonico....
que la informacion solo puede ser revelada personalmente a quie
es dirigido el mensaje”
-Comentario. Sr. Lucio, esto lo interpreto como otro subterfugio suyo, una artimaña tramada ingeniosamente. No dudo de que algunos de los que comparten la misma mentalidad suya crean esta “orden” que osadamente pronuncia usted a nombre del Espíritu Santo, pero yo no. Fíjese: todo el Nuevo Testamento puede ser enviado por correo electrónico, sin pasar uno mucho trabajo. ¿Acaso debo pensar que el supuesto “mensaje” suyo para mí sea más importante, más exclusivo, que el Nuevo Testamento de Cristo? ¿Tan importante que no me pueda dar usted ni una idea concisa de lo que se trate?
“como confirmacion del espiritu santo.... dice que no dude
del mensaje que es obra de el y que actue por fe,,”
-Comentario. Pues, yo sí dudo del mensaje suyo, de su autenticidad, valor o importancia. El que apele usted al Espíritu Santo no hace disiparse mis dudas. No solo dudo; estoy plenamente persuadido de que el verdadero Espíritu de Dios no ha comunicado a usted nada de lo que me escribe, y esta convicción despierta en mí indignación hacia usted. Responder positivamente a su mensaje, lejos de “actuar por fe” informada e inteligente, sería someterme supersticiosamente a una voluntad, a saber, la suya, que está, a su vez, sometida a presunciones y doctrinas de error.
“REQUISITOS DEL ESPIRITU SANTO .... el espirito santo le
pide obediecia y estos requisitos al pastor anciano
responsable del ministerio
editoriallapaz.org
para recibir la informacion
a... que no menosprecie las prfecias .... 1 tes 5.20
b...
“Por boca de dos o de tres testigos se decidirá todo asunto 2da cor. 13
.1 del reino”
-Comentarios. No menosprecio ninguna profecía de verdadera inspiración divina. Ahora bien, todas las profecías auténticas de Dios para la Era Cristiana se hallan en el Nuevo Testamento. A este hecho se debe la advertencia de no añadir o quitar “de las palabras de la profecía de este libro” (Apocalipsis 22:18-19). Dado que Apocalipsis es el libro que completa la revelación de “toda la verdad” por el Espíritu Santo a los apóstoles elegidos por la Deidad, la advertencia citada prohíbe, efectivamente, añadir cualquier profecía nueva al caudal de profecías dadas por Dios a través del Nuevo Testamento. ¿Acaso pretende usted, Sr. Lucio, tener profecías para mí, o para otros “siervos” convocados a comparecer ante su presencia física en Tehuacán, Puebla, México? De ser así, francamente, le tendría por presumido en extremo, desconocedor de las enseñanzas del Espíritu Santo sobre el don de profecía, incluso la duración limitada de los dones sobrenaturales (1 Corintios 13:8-13), y por ende, le clasificaría entre los “muchos falsos profetas” que “han salido por el mundo” (1 Juan 4:1) con mensajes fatulos que atribuyen al Espíritu, inquietando y desviando a las almas, las que no acatan la exhortación divina: “…probad los espíritus si son de Dios…”.
-Aquello de “por boca de dos o tres testigos se decidirá todo asunto” el apóstol Pablo lo escribió en el contexto de las acusaciones y contraacusaciones que estremecían a la iglesia en Corinto. Se trata de una norma de investigación y juicio seguida casi universalmente. Personalmente, me he hecho el compromiso, desde hace mucho tiempo, de implementarla en mi ministerio porque figura entre las directrices establecidas por Dios.
“ por orden del espiritu santo tiene que venir el pastor
anciano responsable del ministerio iglesia_de_cristo...
traer tres testigos.... equipados y entrenados en toda
sabiduria espiritual ....
y que sean sencibles a la voz del espiritu santo ...
que esten entrenados en toda vision de las cosas tocante al reino
de los cielos
entrenados en profecia vision revelacion interpretacion
.......”
-Comentarios nuestros.
1. ¿Qué viaje este servidor desde Puerto Rico, donde estoy ubicado, juntamente con “tres testigos” de aquí, hasta la Calle Chihuahua 711, Colonia México Norte, Tehuacán, Puebla, México, para presentarnos ante usted, Sr. Lucio R.? ¿Quién sufragará los gastos cuantiosos de tal viaje? Ya sé: deberíamos “actuar por fe”. Planificar el viaje y comprometernos, aunque no contemos con dinero para cubrir los gastos. O, tal vez pague usted los gastos. O, al menos su “Ministerio reino de los cielos”. ¿Qué nos sugiere? ¿Acaso vender comidas, jugos, etcétera, para levantar fondos, práctica común de pentecostales? Pero, al Señor no le agradan los mercaderes religiosos, hecho testificado por su acción de echarlos, con violencia, del templo en Jerusalén (Juan 2:13-22).
2. ¿Traer “tres testigos equipados y entrenados en toda sabiduría espiritual”? Pero, si ya poseen “toda sabiduría espiritual”, ¿qué más podría aportar usted? Estos “tres testigos” que debo llevar donde usted, ¿van a dar testimonio a favor mío, o en contra de mí? ¿O testificarían sobre usted mismo y su ministerio? Como que no están muy claras las cosas, pero supongo que el “espíritu” las aclare cuando lleguemos. A la verdad, estoy decidido a no buscar tres testigos, ni hacer yo mismo solo el viaje a Tehuacán.
3. ¿Qué sean “sensibles a la voz del Espíritu Santo”? Por cierto, este lenguaje suyo es típico del pentecostalismo moderno. ¿Cómo se supone que hable el Espíritu Santo allá en Tehuacán de manera que le escuchemos? ¿A través de usted? Pero, sus credenciales de portavoz del Espíritu están en tela de juicio. Es más, patentemente, ¡son falsas! Hecho ya comprobado. En el lenguaje típico pentecostal, “sensible a la voz del Espíritu” significa: “dispuesto a creer ciegamente que el Espíritu hable a través del pastor”, “que todo lo que diga el pastor, por descabellado que suene, provenga directamente del Espíritu”, “no cuestionar al pastor o profeta”, “abrirse totalmente a la sugestión, a la hipnosis religiosa”, entre otras cosas. Pues bien, yo me considero sensible a la voz del Espíritu Santo. Sí, a la voz de él que escucho solo mediante los apóstoles y profetas que escribieron el Nuevo Testamento, revelándonos “toda la verdad”, toda profecía. ¡Cuidado, Sr. Lucio, con las “voces”! Con las que usted escuche en su propia mente. Con las de hombres y mujeres que aseguren hablar de parte de Dios, Cristo y el Espíritu Santo. Con las de soñadores. Con las de los que den “testimonios”, malinterpretando o exagerando sucesos. Con la voz física suya, a no ser que la confunda con la verdadera voz del Espíritu Santo. Con sus correos electrónicos, a no ser que resulten, como este que usted me ha enviado, deficientes en grado sumo.
4. “Entrenados en toda visión, revelación, profecía, interpretación.” Pero, don Lucio, si ya están “entrenados”, ¿qué más podría usted hacer por ellos que contribuyera a su “entrenamiento”? De nuevo, usted descubre su grave falta de entendimiento bíblico en lo relacionado con los dones sobrenaturales. Contrario a la percepción suya, la cual está de moda hoy día entre muchos protagonistas del pentecostalismo, los verdaderos dones sobrenaturales no se obtienen mediante “entrenamiento”, por medio de “institutos”, “escuelas”, “ministerios”, “conferencias”, etcétera, cuyo propósito sea preparar a candidatos para el ejercicio de “dones espirituales”. En el Siglo I, los dones del Espíritu fueron impartidos por la Deidad a los apóstoles, profetas, maestros, evangelistas y ancianos de la iglesia (1 Corintios 12; Efesios 4:9-16), sin ser sometidos estos a alguna clase de “entrenamiento”. ¿En qué pasaje del Nuevo Testamento se hable de semejante “entrenamiento para recibir dones”? No existe ningún patrón o directriz sobre tal “entrenamiento”, tratándose, más bien, de otra invención humana introducida por pentecostales empeñados en hacer continuar lo que Dios mismo ha descontinuado, a saber, los dones sobrenaturales, habiendo él realizado por medio de ellos su propósito de revelar y confirmar para la iglesia “toda la verdad”, llegando así “lo perfecto”, o sea, el perfecto conocimiento de toda “la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta” (1 Corintios 13:8-13; Marcos 16:20; Hebreos 2:1-4; Romanos 12:2).
“ dice el espiritu santo que deven de ter dispocicion para
varios dias pues el trabajo sera por etapas
y sra deacuerdo a lo planedo por el espiritu santo
espero pues su confirmacion por correo electronico de que ya esn
en camino
que el padre celestial y el señor jesucristo los traiga con
bien y que los cuide en el camino ...
es pues mi oracion y ayuno a Dios padre y al seño
jesucristo que llleguen con bien...
la direccion,,, es callle chihuahua 711
colonia mexico norte
tehuacan puebla mexico”
-Comentarios. Estimado Sr. Lucio R., de haber usted leído hasta aquí nuestra respuesta larga a su correo, ya sabrá que no estamos en camino para Tehuacán, Puebla. Ojala comprenda nuestras razones. Y que nuestras explicaciones, quizás hirientes algunas, no le escandalicen al punto de no examinarlas usted, objetivamente, detenidamente y con mucha oración. Estamos conscientes de haberle presentado enseñanzas sobre el Espíritu Santo y los dones espirituales diametralmente opuestas a las que usted haya tenido por correctas hasta el presente. Solo nos resta rogarle que no rechace de pronto los puntos que hemos traído, más bien sometiéndolos al escrutinio imparcial, leyendo y releyendo textos bíblicos relevantes con miras a comprobar que referidos puntos sean válidos o inválidos, y de encontrarlos inválidos, que nos comunique sus razones de peso.
Qué el Dios de luz alumbre el corazón suyo, como también el nuestro, ayudándonos a encontrar la salvación eterna que nuestra alma desea fervientemente.
Para servirle en el amor del Señor,
Homero Shappley de Álamo
-Jacob nos reprocha por ofender a los de poca preparación académica. Luego, hace observaciones en torno a “gramática, ortografía, hebreo y griego” que también nos preocupan. Por ejemplo: “Lo revelado a los apóstoles no tiene nada que ver con ortografía y gramática.” Y: “Recuerde que para ese tiempo no existían reglas ortográficas como ahora. El griego y el hebreo no tenían... tilde, coma, paréntesis, signos de admiración, interrogación, etc." Los hechos no respaldan esta afirmación. Traemos pruebas contundentes. Cuatro páginas de aclaraciones, análisis y datos.
-El Espíritu Santo. Desglose de recursos en esta Web
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