De juicios y destinos espirituales

 

¿Confusión de juicios
en el Nuevo Testamento?

 

 

Una multitud de seres humanos de ambos sexos, distintas edades, nacionalidades, culturas, religiones o creencias ateas se van acercando, uno a uno, a estrados en el Juicio de las naciones, ante el trono de la gloria del Hijo del Hombre a realizarse después de la Segunda Venida en gloria., gráfica para el subtítulo El juicio de las naciones, del estudio Juicios y destinos espirituales, en editoriallapaz.org.

Una multitud de seres humanos de ambos sexos, distintas edades, nacionalidades,
culturas, religiones o creencias ateas se van acercando, uno a uno, a estrados
en el Juicio de las naciones, ante el trono de la gloria del Hijo del Hombre,
a realizarse después de la Segunda Venida en gloria.

Preguntas y planteamientos

¿Una contradicción doctrinal seria en las
enseñanzas de Cristo y sus apóstoles?

Respuestas y comentarios

Parte 1

Cierto lector escribe:

“¿Cómo es eso de ir al paraíso del Hades o a un lugar de tormento inmediatamente después de morir? ¿Acaso debemos entender que ya fuimos juzgados? Notará allí usted que le estoy presentando una contradicción doctrinal seria, ya que planteo lo siguiente: de ser el caso que yo muera hoy, y por ventura sea llevado por ángeles al "seno de Abraham", ¿deberé entender que permaneceré allí hasta que el Señor me llame a Juicio y allí me diga "…entra en mi gozo"? O sea, ¿debería entrar a un estado similar o igual donde estaba ya antes? Y al que estaba en el tormento, ¿lo mandará de nuevo al tormento? Entonces, ¿qué sentido tendría el juicio final?”

Respuestas, comentarios y análisis de textos relevantes

“¿Acasoya fuimos juzgados?”, pregunta usted, querido hermano en Cristo. O sea, ¿es juzgado cada alma-espíritu tan pronto se quede sin cuerpo físico a causa de la muerte física que este sufre? Mi respuesta: entiendo que.

Al final de su correo, usted expresa cierto temor por haber abordado este tema y los demás presentados en su comunicación. Pues, le hago saber que, a la verdad, yo mismo vengo reflexionando sobre estos mismos temas hace muchos años, deseando entenderlos mejor para mi propia satisfacción y crecimiento espiritual, como, además, para explicárselos a otras personas, por ejemplo, usted, que también desean más luz sobre ellos. Así que, usted se une a este servidor y a otros tantos que hemos tenido inquietudes, dudas y no pocas preguntas al confrontar estos temas en la Biblia. 

Veamos. Juntando los textos bíblicos relevantes a sus preguntas y planteamientos, y esforzándome, sin violentar los textos, para eliminar aparentes contradicciones, he llegado a la conclusión de que el alma-espíritu de cada uno es juzgado “después de la muerte”de su cuerpo físico, y no mil años, o miles de años después, sino enseguida, antes de ser trasladado a cualquier lugar en las regiones espirituales.

El juicio después
de la muerte

Hebreos 9:27

A mi entender, el texto de Hebreos 9:27 respalda esta conclusión de manera prácticamente contundente. Dice: “…está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio.Después de la muerte del cuerpo físico, ¿qué ocurre? el juicio.” ¿Qué juicio? Contextualmente, el juicio de “los hombres que mueran”, físicamente, “una sola vez”. Cada hombre (varón, mujer, cada ser humano) muere físicamente una sola vez, y “después de esto”, es decir, su muerte, la muerte de su cuerpo físico, el próximo evento para cada uno es el juicio”. El juicio sobre su vida “mientras estaba en su cuerpo”.2 Corintios 5:10

En el texto, no se colocan, ni por inferencia, otros eventos entre la muerte del cuerpo físico y el juicio del alma-espíritu. Por ejemplo: ser trasladado al Paraíso o al Tártaro en el Hades, la resurrección de los mártires, la resurrección de los buenos, la resurrección de los malos, la Segunda Venida de Cristo en gloria, la destrucción del universo material y el fin del tiempo. El adverbio “después” no se estira hasta miles de años para abarcar tales eventos antes de efectuarse “el juicio”.

Hace miles de años murieron Adán, Eva, Caín, Abel, Tubal-caín, Matusalén, Noé, Nimrod, Sansón, Jezabel, Nefertiti, Salomón, Acab y multitudes de sus distintas épocas. Cabe preguntar: ¿Todavía aguardan el juicio después de su muerte? ¿Es larguísimo el “después” para aquellos, pero cortísimo para los que mueren en el presente?

“…los hombres” no mueren todos a la vez, en masa, sino uno a uno, individualmente, y “después” de la muerte de cada uno el próximo evento para cada uno es el juicio” de cada uno, individualmente, y no en masa. No mueren individualmente para luego tener que esperar todos hasta la muerte del último, para solo entonces ser llevados todos a un juicio a efectuarse en un solo “día” después de la Segunda Venida de Jesucristo.

El alma-espíritu del muerto no se queda en limbo, esperando, reiteramos, hasta miles de años para una decisión del Juez Jesucristo (Juan 5:22 y 27) sobre su destino en las esferas espirituales. Lógicamente, hace falta una pronta determinación al respecto, y esto es precisamente lo que se enseña en Hebreos 9:27. Después de la muerte, el próximo evento efectuado enseguida es “el juicio” de cada alma-espíritu individualmente.

cada uno” recibe “según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo”. 2 Corintios 5:10. “…es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo”, dice la primera cláusula del versículo, pero no se añade “a la vez, en un solo día de juicio”. Cada uno se comparece como alma-espíritu al morir su cuerpo físico. Juzgado cada uno individualmente, los justos y obedientes a la voluntad de Dios son llevados al Paraíso, en el Hades, mientras los injustos y desobedientes son enviados al Tártaro, también en el Hades, pero separado del Paraíso por una gran sima, donde las condiciones son las opuestas a las del Paraíso. Lucas 16:19-31. Al proseguir este estudio, comprenderemos que otros textos bíblicos sostienen esta explicación.

Hacer CLIC aquí para un estudio más detallado sobre Hebreos 9:28.

 

El juicio de las naciones ante el “trono de gloria” después de la Segunda Venida del “Hijo del Hombre” en “gloria”

Mateo 25:31-46

Ahora bien, “el juicio” de Hebreos 9:27 NO es el juicio de las naciones proyectado, según Mateo 25:31-46, por el propio Jesucristo para después de su Segunda Venida en gloria.

El juicio de las naciones Cristo lo proyecta para después de su Segunda Venida. “Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria, y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos.” Mateo 25:31-32

Escrutando cuidadosamente todo el texto de Mateo 25:31-46, concluyo que estas naciones reunidas delante del Hijo del Hombre después de su venida en gloria son las naciones encontradas en la tierra justamente en el día de la Segunda Venida, y no, en definitiva, todas las naciones desde la primera, hace miles de años, hasta el fin del tiempo, ni todos y cada uno de los seres humanos habidos en el planeta Tierra desde Adán y Eva hasta el último vivo al llegar el fin del mundo. Son las naciones existentes durante el “poco de tiempo” entre el fin del Milenio de libertad religiosa y la Segunda Venida del Señor. Apocalipsis 20:1-10.

La inmensa mayoría de los ciudadanos de estas naciones se compone de gentes incrédulas. Incluso, muchísimos gobernantes engañados por Satanás (Apocalipsis 16:12-16) al quedarse suelto padre de mentiras y engaños después de los mil años (el Milenio) durante los que es atado (limitado, restringido) en el abismo. Apocalipsis 20:1-10.

A picture containing text, drawing  Description automatically generated “…tres espíritus inmundos a manera de ranas; pues son espíritus de demonios, que hacen señales… van a los reyes de la tierra en todo el mundo, para reunirlos a la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso.”

Estos reyes (gobernantes de toda suerte) engañados se reúnen, con sus séquitos igualmente engañados y personas depravadas de toda clase, en un lugar llamado “Armagedón” (Apocalipsis 16:13, 14 y 16) para “la batalla” final entre las fuerzas del bien y del mal. Aparecen de nuevo en las revelaciones de Apocalipsis 20:8-9.

Suelto Satanás después de los “mil años” en el abismo, sale “a engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlos para la batalla; el número de los cuales es como la arena del mar. Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego del cielo, y los consumió”. Apocalipsis 20:8-9

Muertos por intervención divina directa, son citados para juicio delante del “trono de gloria” del “Hijo del Hombre” después de su Segunda Venida en “gloria”. Estos son los cabritos” puestos a la izquierda”. Mateo 25:33. Tan desesperados frente al triunfante e invencible “Rey de reyes y Señor de Señores” que se atreven a porfiar que hicieran lo mismo que las “ovejas”. Mas, sin embargo, terribles “cabritos” eran, y el Juez responde: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles” (Mateo 25:41).

Aunque la mayoría de los seres humanos vivos en el día de la Segunda Venida “como ladrón en la noche” integran las fuerzas incrédulas y depravadas levantadas contra la Deidad y su iglesia en la tierra (Apocalipsis 20:7-9) en el fiero último conflicto moral-espiritual llamado “Armagedón”(Apocalipsis 16:16), habrá entre esas naciones muy corruptas y perseguidoras al menos algunas personas buenas y justas. Estas personas, no teniendo conocimiento de Cristo y su evangelio, o quizás solo un conocimiento somero, manifestarán su bondad y justicia por medio de obras de caridad y justica. Estas almas son las que, en el juicio de las naciones tal cual proyectado según Mateo 25:31-46, dirán, con humildad, honestidad, asombro e ingenuidad sumamente admirables: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber?”

Mientras el creyente con amplio conocimiento de Jesucristo y su evangelio bien sabe, cuando hace tales obras, precisamente para quién las hace y con qué motivo, dando honra y gloria a Jesucristo, estas personas no tienen tal conocimiento. Pertenecen a la categoría de los que “…hacen por naturaleza lo que es de la ley…  mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos”. Romanos 2:14-15. No saben el evangelio puro, sin embargo, por naturaleza -por su humildad innata, buena disposición y sentido común del bien y del mal, de lo justo, de lo bueno- actúan de acuerdo con principios fundamentales del evangelio puro, haciendo bien al vecino. Estas almas son las ovejas” puestas a la derecha” en el juicio de las naciones ante el “trono de gloria” del “Hijo de Hombre”. Estos “justos” irán a la vida eterna”(Mateo 25:46).

Estas ovejas puestas a la derecha en el juicio de las naciones no integran a los justos y obedientes admitidos, como almas-espíritus, al Paraíso del Hades desde el tiempo de Adán y Eva hasta el fin del “poco de tiempo” que precede de inmediato la Segunda Venida de Cristo. Por la sencillísima razón de que todos los moradores en el Paraíso de Hades ¡son resucitados ANTES de la Segunda Venida! Y, juntándose “en las nubes” con los justos vivos en la tierra en el día del fin, los que son transformados sin experimentar la muerte de sus cuerpos físicos (1 Corintios 15:51-52), ¡acompañan al Señor en su Segunda Venida como el “Fiel y Verdadero” montado en su “caballo blanco””!
1 Tesalonicenses 4:13-18; Apocalipsis 19:11-21.

Habiendo recibido ya, mediante la resurrección y/o transformación inmediata, su cuerpo espiritual glorificado, espiritual, poderoso e inmortal (1 Corintios 15:42-44), no son citados para ser sometidos de nuevo a juicio en el juicio de las naciones delante del “trono de gloria” del “Hijo del Hombre” después de su Segunda Venida en “gloria”. ¿Juzgar de nuevo a los que ya son reyes y sacerdotes espirituales glorificados, coronados de gloria, honra e inmortalidad? ¡Del todo inconcebible!

“Ciertamente les aseguro que el que oye mi palabra y cree al que me envió tiene vida eterna y no será juzgado, sino que ha pasado de la muerte a la vida.” Juan 5:24 NVI

HDS

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Parte 2 de la serie sobre Juicios del Nuevo Testamento. El Juicio del Gran Trono Blanco.

Juicios del Nuevo Testamento. LISTA de los estudios que componen la serie.

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