La unidad de la fe e iglesia

 TEMA 2

 Centinelas alertas que velan por la
Unidad de la Fe e Iglesia

 

En esta imagen, talas figuras blancas-azules en silueta representan a los miembros de una congregación de la iglesia de Cristo, mientras el diligente centinela espiritual es representado por la figura borrosa de un varón vestido de traje y corbata, ilustración para la Parte II de Centinelas alertas que velan por la Unidad de la Fe e Iglesia.

 

En esta imagen, las figuras blancas-azules en silueta representan a los miembros
de una congregación de la iglesia de Cristo, mientras el diligente centinela espiritual
es representado por la figura borrosa de un varón vestido de traje y corbata,
con la mano extendida hacia la congregación.

 

Dos Partes

 Parte II

B. ¿Qué personas, situaciones o cosas busca el buen centinela que vela por la unidad de la iglesia al examinar los campos del mundo religioso?

1. Pues, el tal vigía espiritual procura discernir movimientos, levantamientos e incursiones o acercamientos de contenciosos y divisionistas de toda estirpe.

2. Él intenta divisar los lugares y las instituciones de donde suelen salir perturbadores y contenciosos que dividan a la iglesia.

En realidad, es comparativamente fácil detectarlos ya que se forman torbellinos o tempestades sobre ellos, y estos fenómenos en la atmósfera espiritual se ven, o se hacen escuchar, aun desde lejos.

El buen centinela estudia paciente y exhaustivamente las circunstancias tanto en su propio país como en otros países, circulando en su mapa las áreas peligrosas o que considere de peligro potencial.

3. El centinela astuto busca a los creyentes de carácter divisionista.

a) Busca a los de carácter obstinado o controversial que se bautizan pero que no cambian de genio, no obstante cambios hechos en otros aspectos de su vida.

Son bautizados, pero siguen siendo obstinados, contenciosos, controversiales, conflictivos y pendencieros (busca pleitos) en su vida cotidiana; en sus relaciones sociales dentro y fuera del hogar; en sus relaciones con compañeros de estudio, de trabajo, etcétera.

Tristemente, este mismo espíritu conflictivo no transformado se lo traen a la iglesia donde, potencialmente, causen grandes estragos.

b) Conviene a los administradores de las congregaciones locales velar por este tipo de "convertido", identificarlo y observar de cerca su conducta, pues tarde o temprano tiende a tomar algún camino torcido que lo lleve a la Casa Malvada de los Señores Divisionistas. Así suele suceder, porque…

Usualmente el tal discípulo insiste tercamente en hacer prevalecer sus propias opiniones.

Su inclinación suele ser la de tomar posiciones doctrinales y mantenerlas obstinada, fanática neciamente, aun cuando sea abrumadora la evidencia en contra de sus planteamientos doctrinales (2 Timoteo 2:17-18).

No acostumbra ser objetivo ni imparcial en sus deliberaciones y juicios sino prejuiciado, arbitrario y hasta irracional.

Es "condenado por su propio juicio" (Tito 3:10-11), sabiendo en lo más profundo de su ser, aunque jamás lo admita en voz audible, que su carácter sigue careciendo de entereza, que él no ha alcanzado la altura de hermanos más maduros y que, además, ellos también se dan cuenta. Pero, este conocimiento de sí mismo, lejos de motivarlo a mejorar, solo lo pone más a la defensiva.

“Al hombre que cause divisiones, después de una y otra amonestación deséchalo sabiendo que el tal se ha pervertido, y peca y está condenado por su propio juicio.”

Es contumaz por naturaleza (Tito 1:9-10), no habiendo corregido este defecto muy serio de carácter al bautizarse.

4. El centinela perspicaz busca a "los indoctos e inconstantes" (2 Pedro 3:16-17), pues comprende perfectamente que cristianos de esta categoría a menudo ponen en peligro la unidad de iglesia.

a) "Indoctos." Es decir, en el contexto espiritual, sin conocimiento, entendimiento, sabiduría espiritual, experiencia o madurez.

Indocto, ta. (Del lat. indoctus). adj. Falto de instrucción, inculto.”

inculto, ta. (Del lat. incultus). adj. Dicho de una persona, de un pueblo o de una nación: De modales rústicos y groseros o de corta instrucción. Dicho del estilo: Desaliñado y grosero. [Microsoft® Encarta® 2007. © 1993-2006 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.]

b) "Inconstantes." O sea, siempre inquietos, curiosos e inconformes.

En algunos casos, los inconstantes se manifiestan descomunalmente enérgicos y agresivos. Cristianos hiperactivos, así, pues, porque van brincando de una posición a otra, de una congregación o facción a otra, cambiando bruscamente de parecer.

 (1) Son como los atenienses del tiempo del apóstol Pablo, los que "en ninguna otra cosa se interesaban sino en decir o en oír algo nuevo" (Hechos 17:21).

(2) Estos son los de "doble ánimo" (Santiago 1:8). Que siempre están "claudicando entre dos pensamientos" (1 Reyes 18:21). Sin convicciones bien definidas. Llenos de dudas que nunca acaban de resolver.

(3) "Siempre están aprendiendo, y nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad" (2 Timoteo 3:7).

(4) Inconstante. (Del lat. inconstans, -antis). adj. No estable ni permanente. 2. Que muda con demasiada facilidad y ligereza de pensamientos, aficiones, opiniones o conducta.” [Microsoft® Encarta® 2007. © 1993-2006 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.]

5. El centinela adiestrado adecuadamente para su oficio busca a los que "aman los primeros asientos" (Mateo 23:5-7).

A los creyentes de la calaña de Diótrefes, tipo dictador que quería "tener el primer lugar" entre los demás miembros de la congregación (3 Juan 9-10).

Teniendo hambre y sed de poder, cristianos de esta categoría figuran entre los que más daño hacen a la unidad de la iglesia.

6. Busca a los que "no sirven a nuestro Señor Jesucristo, sino a sus propios vientres, y con suaves palabras y lisonjas engañan los corazones de los ingenuos" (Romanos 16:18).

El "asalariado" se arrima a cualquier grupo divisionista que le ofrezca sueldo.

7. Procura detectar a tiempo a cristianos acomplejados que desquiten sus deficiencias o conflictos emocionales en la iglesia.

No faltan entre ellos quienes, intentando dominar a la congregación, recurran, al no lograrlo, a tácticas divisionistas.

El centinela inteligente presta especial atención a los que evidencian tener complejo de inferioridad por la razón o condición que sea –pobreza material, escasa preparación académica, apariencia física, consideraciones de raza, rango social, familiares de mala reputación, etcétera.

Los cristianos de esta categoría necesitan orientación, apoyo emocional y comprensión, pero, lastimosamente, no todos reciben con beneplácito el acercamiento de siquiera el más sabio y maduro de la congregación.

a) Cierto hermano bajito de estatura y flaquito hizo la siguiente observación al autor de este estudio: "En toda actividad y mítin, no importa su naturaleza, yo tengo que mandar porque así soy yo." De hecho, ¡así era él! También en la iglesia. Problemático en grado sumo, y divisionista. Después de haber causado mucho sufrimiento a muchos hermanos y hermanas, a la postre, ¡volvió al mundo!

b) Zaqueo, el “jefe de los publicanos” que “subió a un árbol sicómoro” para ver a Jesucristo, era hombre "pequeño de estatura", pero de nobles sentimientos (Lucas 19:1-10).

No así todos los seres humanos cuya fisiología no es del todo normal, bien por causas hereditarias, enfermedades o accidentes.

Ni siquiera todos los cristianos afectados, entre ellos, algunos que alcanzan liderato. Se supone que el cristiano haya podido superar la carne con sus debilidades y defectos, pero consabido es que lograrlo envuelve luchas fuertes en el ser interior: en la mente, el corazón y el espíritu.

Quien permite que su propia condición física distorsione seriamente sus actitudes hacia los demás cristianos, causando tropiezos o escándalos, obviamente no cualificaría para ministrar en la obra del Señor.

c) Al mismo apóstol Pablo le tildaron de "presencia corporal débil" (2 Corintios 10:10), pero él se sobrepuso a sus detractores pusilánimes, no deteniéndose en la grandiosa obra del Reino que realizaba, porque él era un gigante espiritual, superior por mucho en fuerza moral y mental a los que le criticaban.

d) Todo obrero del Reino de Dios debería tener presente siempre que Jehová no mira el parecer, ni lo grande de la estatura ni la hermosura del ser humano físico, sino "mira el corazón" (1 Samuel 16:7).

8. El centinela de agudo discernimiento psicológico y espiritual está pendiente a las acciones y conversación de miembros que sufren una frustración constante por no lograr lo que deseen en su hogar, trabajo, vida social, etcétera.

a) Ejemplo de tal miembro: cierto hermano, casado y con hijos, que no lograba funcionar cabalmente como cabeza de su propio hogar. En la congregación, exteriorizaba un espíritu de agresividad dañina, ocasionalmente actuando unilateralmente y tratando de dominar. Impulsado por este espíritu, intentó separar de la iglesia a algunos miembros un tanto inconformes. Al tiempo, se alió con elementos divisionistas de otro país, los que lo reconocieron como su representante. ¡Por fin podía mandar! En su hogar no, pero sí en la congregación que lo recibió.

b) Cierto es que las frustraciones de la vida hacen a los seres humanos en general, no exento los cristianos, sentirse molestos, airados y rebeldes. Mas, sin embargo, el buen ministro domina estas emociones negativas. No cae en la trampa psicológica de manipular a la iglesia de tal manera que se satisfagan malamente sus ilusiones troncadas, sus derechos pisoteados, su hombría despreciada.

9. Busca a los celosos o envidiosos (Gálatas 4:17-18; Filipenses 2:3-4), pues sabe a ciencia cierta que estos tienden a causar desasosiego, aun controversias y división, en la iglesia del Señor

a) "Todo trabajo y toda excelencia de obras despierta la envidia del hombre contra su prójimo" (Eclesiastés 4:4).

b) ¡Cuán acertada esta observación de Salomón! Y perfectamente aplicable también a ministerios y obras de la iglesia. Excelencia en la predicación. En la enseñanza de clases bíblicas. En la composición de comentarios, lecciones o estudios bíblicos. En la administración de obras evangelísticas o benévolas. Ante esta “excelencia”, aflora la envidia en corazones inmaduros, de poca espiritualidad, buscando el envidioso cualquier defecto, por insignificante que fuera, y citándolo para opacar el resplandor de aquella “excelencia” que lo molesta, que lo pone ciego. “De acuerdo, el hermano fulano predicó un mensaje impactante. Pero,… su voz la encuentro un poco irritante… sus gestos eran bruscos… no citó algunos textos que yo hubiese traído… mengano predica mejor…” Un espíritu envidioso es capaz aun de calumniar, y la calumnia puede revolcar a una congregación entera, ¡acabando con la preciosa UNIDAD!

10. Busca a los iracundos, porque le consta que "El hombre iracundo promueve contiendas; mas el que tarda en airarse apacigua la rencilla" (Proverbios 15:18)"El que provoca la ira causará contiendas" (Proverbios 30:33).

11. Busca a los soberbios, ya que "Ciertamente la soberbia concebirá contienda" (Proverbios 13:10). "El altivo de ánimo suscita contiendas" (Proverbios 28:25).

12. Busca a los chismosos, pues estos encienden fuegos en el seno de la congregación. Pero, "Sin leña se apaga el fuego, y donde no hay chismoso, cesa la contienda" (Proverbios 26:20).

13. Busca a tipos carismáticos, es decir, a miembros de excepcional carisma personal, pero que no se valen de él sanamente para la gloria de Dios sino más bien para ensalzar a sus propias personas.

a) Estos atraen o fascinan a otras personas con suma facilidad. Persuaden. Polarizan. No le da trabajo lograr grupos de simpatizantes o admiradores que los apoyen.

b) En la iglesia, el carisma de algunos miembros estriba en su presencia corporal (facciones atractivas, de imponente formación corporal, elegantes en su habitual vestir, caminar o gesticular). El de otros, pues, en su oratoria. Y de otros, en su ameno estilo conversacional. De otros, en sus finos modales. Y de todavía otros, en su porte solemne y deferente (respetuoso).

Canalizado correctamente, el carisma puede producir frutos espirituales buenos y abundantes. Utilizado para fines egoístas, sus frutos resultan nocivos para la unidad del cuerpo de Cristo.

14. Busca a tipos lucidos y atrevidos. Estos tienen hambre y sed de atención y reconocimiento, y esto es muy peligroso para la unidad de la iglesia.

No soportan permanecer sentados ni callados. En toda reunión o actividad tienen que pararse al frente y decir o hacer algo, por superficial o tonto que sea. Para estos, cualquier micrófono es un imán fuerte que no resisten tomar para hablar o cantar.

15. Busca a los creyentes que salen de iglesias sectarias para hacerse miembros de la iglesia del Señor, sin haberse despojado de todas las doctrinas o costumbres sectarias que tenían. Una cantidad alarmante de casos enseña que tales personas tienden a causar serios problemas y aun divisiones en la iglesia.

16. Busca a los portadores de nuevas doctrinas plenamente convencidos de tener la razón, de haber descubierto la verdad, y que, además de su fiera convicción, respaldan su enseñanza con un testimonio intachable. Precisamente, este tipo de divisionista puede ser más peligroso que todos los demás por ser tan sincero, santo, vertical, honesto, sacrificado.

C. Querido hermano, ¿qué concepto tiene usted de su propia persona? En este preciso momento, ¿qué evaluación hace de su propio carácter? Le rogamos tener presente el dicho: ¡Como piensa el hombre en su corazón, así es él!

1. Esto quiere decir que si usted está pensando: "Realmente, yo amo la unidad. Soy una persona pacífica y tranquila a quien le agrada muchísimo llevarse bien con sus semejantes y se deleita en la armonía, la entereza, la verticalidad y la paz", pues es muy probable que sea promotor y defensor de la unidad de la fe e iglesia.

2. En cambio, si está usted pensando: "Yo soy algo controversial", es muy probable que tenga usted carácter de divisionista. El persistente vigía está buscándole y tarde o temprano le descubrirá porque a usted le traicionará su propio carácter defectuoso.

Si su deseo primordial es que se salve eternamente su alma, más le vale cambiar su carácter, por difícil y trabajoso que esto sea, para que ya no piense de sí como “controversial” sino como pacífico, amante de la unidad de los cristianos en todo el mundo.

 


 

Centinelas alertas que velan por la Unidad de Fe e Iglesia. Parte I. Tema 2 de la serie de conferencias sobre La Unidad de Fe e Iglesia.

La unidad bíblica. Lista de estudios extensos en esta Web sobre distintos aspectos de la unidad enseñada vigorosamente por Dios el Padre, el Hijo Jesucristo y el Espíritu Santo.

Cursos de capacitación ministerial. Unos cuantos ofrecidos en esta Web. De texto completo. Imágenes-diapositivas para la proyección digital.

 

  

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