“¡MACHAIRA!”

Espada de Dios

John F. Anderson H.

Antofagasta, Chile

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Capítulo 35 

“Antes sed llenos del Espíritu Santo”  

COMPLEMENTO  

En la actual dispensación, Dios no ha actuado con misericordia, ni ha derramado su gracia, para hacernos menos responsables. Nos ha demostrado su amor para con nosotros, pero, exige de nosotros una actitud consecuente con la búsqueda de la perfección.  

Mateo 5:48  Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto. 

Mateo 5:23-24  Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda. 

1 Corintios 13:3  Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve. 

Si en estos versículos Dios no está pidiendo perfección, entonces ¿qué? Hoy no existe “algo especia l” que algunos individuos puedan hacer suyo, para convertirse en voceros de Dios para el pueblo, a modo de “llaneros solitarios ”. Hoy existe “algo en común” a todos los que aceptamos a Cristo como nuestro Salvador; y esto es: el Espíritu Santo uniendo y guiando nuestras vidas con un único propósito, la perfección de la santidad

La Iglesia existe como EL CUERPO DE CRISTO, y la conformamos todos los que hemos creído y aceptado a Cristo como Señor de nuestras vidas. Todos nosotros, miembros, actuando como un todo, en un mismo rumbo, haciendo bien lo que se nos ha ordenado hacer, a saber: predicar el evangelio; proclamar a Cristo, llevar las buenas nuevas de salvación a toda criatura.  

2 Corintios 5:20 Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.  

Hoy no existe la individualidad en el trabajo que ha sido encomendado por Cristo a  nosotros, miembros de “SU IGLESIA ”. La salvación es individual, pero, el trabajo que tendrá como fruto el crecimiento de la Iglesia, es el resultado del esfuerzo en conjunto, de todos los miembros trabajando unidos en la obra del Señor . Pablo se esmera en enseñarnos a trabajar unidos, para que, como Iglesia, hagamos bien aquello que fuimos llamados a hacer. 

Los denominados “falsos profetas”, individuales , existen solamente porque existe dentro de las congregaciones, una gran cantidad de “masa inútil de creyentes negligentes ” que les sigue, aceptando todo lo que les dicen. Esta masa de personas (necias e insensatas porque no verifican, en la lectura de la Biblia, todo cuanto les dicen los falsos profetas a los que ellos siguen ), gustan de hacer el mínimo esfuerzo en todo lo que emprenden. Por lo tanto, sabiendo que existe algún otro iluso que haga por ellos el trabajo de leer, estudiar, orar y dirigir las acciones de sus vidas, ¡asunto arreglado!  

Necio: Ignorante y que no sabe lo que podía o debía saber. Imprudente o falto de razón. Terco y porfiado en lo que hace o dice. - Diccionario R.A.E.  

Existe una máxima que dice: “los pueblos se merecen los gobernantes que tienen ”.

Podemos aplicar este mismo razonamiento al caso de las congregaciones religiosas llenas de “masa inútil de creyentes negligentes”, a saber: ¡Los necios se merecen a los falsos profetas y a los falsos pastores que les instruyen! El necio que construyó su casa en la arena lo hizo porque era más fácil que construir su casa en la roca, y no midió las consecuencias de sus actos. El ser un necio, es una condición del hombre, que el hombre mismo elige en su libre albedrío, a pesar de que conoce todas las alternativas mejores que puedan haber. Precisamente, por lo mismo, es un necio . La condición de necio , siempre va coronada por una gran cuota de la condición de contumacia .  

Contumaz: Rebelde, porfiado y tenaz en mantener un error. Dicho de una persona: Rebelde (declarada en rebeldía). – Diccionario R.A.E.  

Para evitar a este tipo de personajes, Pablo siempre se dirigió a toda la congregación cuando escribió alguna de sus cartas. Evitó individualizar al líder o al pastor de tal o cual iglesia, a fin de sugerir, en forma implícita, la necesidad de actuar como un solo cuerpo, en donde la cabeza es Cristo. Así, todos guiados por el Espíritu Santo, aportaban discernimiento y sabiduría a lo  recibido, garantizando de esta forma un crecimiento sano, en común, libre de “contaminación por necedad ”. El verdadero peligro aparece cuando el necio , ahora contumaz , es también un simple (un iluso que todo lo cree). 

<<Si bien a veces lo contumaz se combina, no con el ser iluso, sino con un estado de conformidad, pereza e indulgencia . La contumacia nace en un ambiente de Tolerancia espiritual y ésta a su vez procrea una conciencia acomodaticia : el contumaz no es tan necio ni tan ignorante, más bien, conociendo que los “gurús” obran mal, se acomoda al asunto porque eso le permite un alto grado de displicencia espiritual. No es necio, su necedad es una hábil maniobra de entendimiento consciente que le dicta que en esa iglesia se la puede pasar sin que nadie le exija santidad y responsabilidad. El círculo vicioso se cierra: a él se le hace parecer como “necio” pero en el fondo es un “vividor” espiritual: Conoce bien la verdad de Jesucristo, pero ésta le parece demasiado... Ve que el “pastor” y su doctrina torcida le acomoda mejor... y se amolda a ella a sabiendas.>> - Ignacio García.  

Para evitar a este tipo de personajes, Pablo siempre se dirigió a toda la congregación cuando escribió alguna de sus cartas. Evitó individualizar al líder o al pastor de tal o cual iglesia, a fin de sugerir, en forma implícita, la necesidad de actuar como un solo cuerpo, en donde la cabeza es Cristo. Así, todos guiados por el Espíritu Santo, aportaban discernimiento y sabiduría a lo recibido, garantizando de esta forma un crecimiento sano, en común, libre de “contaminación por necedad ”. El verdadero peligro aparece cuando el necio , ahora contumaz , es también un simple (un iluso que todo lo cree). 

<<Si bien a veces lo contumaz se combina, no con el ser iluso, sino con un estado de conformidad, pereza e indulgenci a. La contumacia nace en un ambiente de Tolerancia espiritual y ésta a su vez procrea una conciencia acomodaticia : el contumaz no es tan necio ni tan ignorante, más bien, conociendo que los “gurús” obran mal, se acomoda al asunto porque eso le permite un alto grado de displicencia espiritual. No es necio, su necedad es una hábil maniobra de entendimiento consciente que le dicta que en esa iglesia se la puede pasar sin que nadie le exija santidad y responsabilidad. El círculo vicioso se cierra: a él se le hace parecer como “necio ” pero en el fondo es un “vividor ” espiritual: Conoce bien la verdad de Jesucristo, pero ésta le parece demasiado... Ve que el “pastor” y su doctrina torcida le acomoda mejor... y se amolda a ella a sabiendas.>> - Ignacio García.  

Cristo nos enseña a considerar a todos los demás como superiores a uno mismo. La Palabra de Dios nos muestra que en la Iglesia primitiva estaban todos unánimes juntos. Pablo nos enseña a actuar como un solo cuerpo. 

Dios no ha exaltado (ni exaltará en la tierra) a ninguna persona, individualmente, con medallas , ni con perlas , ni con esmeraldas , ni con relojes viejos transformados con metales preciosos , ni con tapaduras de oro en sus dientes y muelas. De ser así, Pablo y los apóstoles, nos habrían legado en sus narraciones una cantidad enorme de trofeos materiales (mundanos) que, sin lugar a dudas, habrían llenado varias páginas de la Biblia. Cuando ocurrió que en Listra a Pablo y a Bernabé quisieron hacerlos dioses y ofrecerles ofrendas, viandas y un buen hotel para dormir, no lo permitieron: prefirieron el escarnio y el sufrimiento , antes de hacerse de trofeos mundanos (Hechos 14:11-18).  

Hechos 14:11-18  Entonces la gente, visto lo que Pablo había hecho, alzó la voz, diciendo en lengua licaónica: Dioses bajo la semejanza de hombres han descendido a nosotros. Y a Bernabé llamaban Júpiter, y a Pablo, Mercurio, porque éste era el que llevaba la palabra. Y el sacerdote de Júpiter, cuyo templo estaba frente a la ciudad, trajo toros y guirnaldas delante de las puertas, y juntamente con la muchedumbre quería ofrecer sacrificios. Cuando lo oyeron los apóstoles Bernabé y Pablo, rasgaron sus ropas, y se lanzaron entre la multitud, dando voces y diciendo: Varones, ¿por qué hacéis esto? Nosotros también somos hombres semejantes a vosotros, que os anunciamos que de estas vanidades os convirtáis al Dios vivo, que hizo el cielo y la tierra, el mar, y todo lo que en ellos hay. En las edades pasadas él ha dejado a todas las gentes andar en sus propios caminos; si bien no se dejó a sí mismo sin testimonio, haciendo bien, dándonos lluvias del cielo y tiempos fructíferos, llenando de sustento y de alegría nuestros corazones. Y diciendo estas cosas, difícilmente lograron impedir que la multitud les ofreciese sacrificio. 

Somos pámpanos y nuestra única garantía de triunfo es alimentarnos, día a día, de la vid verdadera que es Jesús, a fin de llevar mucho fruto interno (amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza). Sólo así, seremos capaces de llevar mucho fruto externo , con la predicación del evangelio. Predicando el evangelio, con la autoridad de la unción para servir a Cristo, ayudaremos para que nuevos pámpanos se añadan a la vid (a Jesús). 

Amado lector, hoy no son solamente los falsos profetas la causa del problema, sino también (y en mayor medida) todas aquellas personas necias que les siguen, escuchan y validan (superficialmente) sus falsas doctrinas. De ahí la necesidad de obedecer a Dios cuando nos advierte: Velad y orad…, Escudriñad las Escrituras .  

En el modelo mundano se dice “lo importante no es ganar, lo importante es competir ”.En el modelo de Dios, Pablo nos enseña que no debemos correr por correr, debemos correr para ganar, a fin de alcanzar el galardón que Dios tiene preparado para los que vencen .  

Filipenses 3:12-14  No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. 

Dios desea que le amemos a Él por sobre todas las cosas, pero, que demostremos ese amor, guardando sus mandamientos

Que Dios bendice, es verdad. Que Dios nos cuida, es verdad. Que Dios nos ama, es verdad.

Pero, no debemos olvidar que, el gran objetivo para aceptar a Cristo, la razón fundamental para llegar a los pies de nuestro Señor en la cruz, es para reconciliarnos con Dios . Esto es lo que debemos enseñar. No debe hacerse énfasis en predicar que debemos aceptar a Cristo para ser felices, “happy ”, sino para arrodillarnos ante su misericordia, para aceptar su gracia redentora y para reconciliarnos con Dios. Así, somos convertidos nuevamente en hijos de Dios y en herederos del Reino Celestial. No proclamemos a Cristo para ganar sus bendiciones. Proclamemos a Cristo para reconciliarnos con Dios . Al final, la regla de oro es… EL AMOR.

 

  

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