El pentecostalismo de actualidad. Su origen en Estados Unidos de América. Raíces, y el fundador Charles Fox Parham.

Analfabetos, toscos y jóvenes en las iglesias. El Sr. Patricio plantea que los menospreciemos, afirmando que Dios los usa.

En esta gráfica que representa al cerebro de ser humano como un rompecabezas al que le faltan piezas ilustra un intercambio sobre Analfabetos, toscos, jóvenes y personas de poco conocimiento en las iglesias: Cómo Dios los usa.

Piezas claves que faltan en el conocimiento y entendimiento de analfabetos, toscos, jóvenes y personas de poca preparación que toman para sí ministerios en las iglesias, o son nombrados por terceras. ¿Hasta qué medida puede Dios usarlos? ¿Pertenecen Samuel, David, Daniel, la mujer samaritana, Pedro y el eunuco de Etiopía a esta categoría?

Respondemos con aclaraciones y análisis adicionales

El Sr. Patricio escribe…

“Estimado Homero Shappley de Álamo y señores de la Editorial La Paz, mis saludos. Al leer el artículo colgado en la siguiente dirección web http://www.editoriallapaz.org/pentecostalismo_origen_e_historia.htm he podido notar su gran interés en informar sobre el origen y desarrollo de las iglesias pentecostales, sin embargo, es evidente notar su posición con relación al tema. Me detengo a escribir esta nota al notar que ponen en tela de juicio la capacidad y la autoridad de una persona simplemente por su edad, sus conocimientos teológicos o profesionales, su procedencia u otros atributos que pudiesen disminuir la credibilidad de la misma. Sin embargo me parece que están abusando de estas condiciones para disminuir la credibilidad de una persona.

-Comentarios. Respetado Sr. Patricio, sea la paz de Dios con usted. He leído su correo a lo menos tres veces y me siento en la obligación de responder a críticas o planteamientos hechos por usted, ya que a primera vista algunas aparentan tener bastante validez. Primero, en términos generales, poner “en tela de juicio la capacidad y la autoridad de una persona simplemente por su edad”, es decir, en el contexto de su correo, por ser muy joven o adulto joven, lo hacemos rutinariamente en prácticamente todos los renglones de la vida, especialmente los de gobierno, organizaciones sociales, directivas de instituciones educativas y directivas de corporaciones, como ejemplos. El mismo proceder se observa en organizaciones religiosas de toda calaña. Porque es axiomático que el joven de dieciocho, veinte o veintidós años de edad no tendría, por no haber vivido lo suficiente y por no haber acumulado suficiente experiencia, la capacidad, incluso visión y perspectivas correctas, para desenvolverse madura, sabia y eficazmente en posiciones de tanta responsabilidad. Ni tampoco todo el conocimiento necesario. Careciendo, pues, de la capacidad requerida, ¿cómo pensar que pudiera ejercer efectivamente alguna autoridad.

Aplicando esto al ámbito religioso, el pastor, ministro o evangelista joven que se arroga la autoridad de comenzar una iglesia, concilio o movimiento, tomando dominio, gobernando, haciendo y deshaciendo, no admitiendo supervisión ni procurando consejos, viola precedentes y ejemplos bíblicos, como además, dictámenes del sentido común. Colocarse como líder espiritual-moral al frente de una congregación de seguidores de Jesucristo es tomar la responsabilidad por almas y su destino eterno. ¿Habrá en este mundo alguna posición de más responsabilidad o importancia? Pues, ¿con qué sentido o lógica encargar a una persona joven semejante responsabilidad o apoyarle si la toma por sí misma?

Sigo insistiendo en que Joseph Smith (joven fundador de la Iglesia Mormona), Elena White (joven fundadora de la Iglesia Adventista del Séptimo Día)  y Juan L. Lugo (joven pentecostal que llevó a Puerto Rico el pentecostalismo) son ejemplos clásicos de creyentes jóvenes que hicieron enorme e irreparable daño a la verdadera causa del Señor en la tierra al establecer o fomentar iglesias cuya doctrina es, fundamentalmente, diferente a la “doctrina de Cristo”(2 Juan 9-11) en el Nuevo Testamento. Desde luego, comprendo que usted no compartiría esta valoración. O quizás estuviera de acuerdo en casos tales como los de Joseph Smith y Elena White, pero no en los de pentecostales. ¡Ah! ¿Por qué los pentecostales son inspirados por el Espíritu Santo, pero los otros, no? Bueno, respecto a este concepto arraigado en el pentecostalismo, mi convicción personal es que ninguno de ellos tenía el mismo don de inspiración divina que recibieron los auténticos apóstoles, evangelistas, profetas y maestros del Siglo I. Sencillamente, porque el Espíritu Santo cumplió a perfección su misión de revelarles “toda la verdad” (Juan 16:13) antes de la muerte del último de los apóstoles, confirmándola de una vez para siempre por medio de “las señales que la seguían” (Marcos 16:20). Por la misma razón mi convicción es que ninguno del presente tiene tal inspiración.

“Desde el punto de vista bíblico podemos leer que Dios usó a personas de muy poca edad como Samuel, David o Daniel…

-Comentario. Se nos informa en 1 Samuel 3:1 que El joven Samuel ministraba a Jehová en presencia de Elí; y la palabra de Jehová escaseaba en aquellos días; no había visión con frecuencia”. Elí, el penúltimo de los jueces de Israel, tenía noventa y ocho años de edad cuando falleció. Sirvió a Israel de juez durante cuarenta años. Samuel no comenzó a funcionar como juez de Israel hasta después de la muerte de Elí. Estos datos se encuentran en 1 Samuel, los capítulos 4 y 7. De manera que “el joven Samuel” no usurpa la posición de Elí, ni compite con él, ni toma para sí una posición parecida sino que ministra a Jehová  “en presencia de Elí”, preparándole Dios para el día cuando ejercería el papel de juez. En cuanto a la iglesia, claro que un joven dedicado y de buen testimonio puede ministrar a Jehová de varias maneras, pero no debería tomar para sí, ni le deberían conferir otros jóvenes o mayores, posiciones reservadas solo para varones maduros y cualificados. Timoteo es ejemplo por excelencia de tales jóvenes en la iglesia, pues servía bajo la tutela del apóstol Pablo por muchos años.

La selección y adiestramiento de Timoteo para el ministerio de evangelista. www.editoriallapaz.org/iglesia_ideal_evangelistas_1.htm

-Bien que David, siendo “muchacho”, matara al gigante Goliat, no fue hecho rey o maestro de Israel enseguida. Durante su juventud, y aun durante su reinado, ¿cuántos pecados cometió David –adulterios, aun homicidio? Tantos que no se le permitió construir el templo en Jerusalén. Con todo, no restamos de los logros de David durante su juventud. Tampoco enseñamos que, hoy día, el joven creyente en Dios no pueda hacer nada por el Reino espiritual en la tierra. Al contrario, animamos a los jóvenes a aprovechar sus fuerzas juveniles para realizar todo lo posible por Cristo y su noble causa, siempre actuando dentro de los parámetros establecidos por el Señor para ministerios y obras en su iglesia. Considere, por favor, el estudio La primera etapa: desde los quince años de edad hasta los treinta y cinco, el cual es la Parte 1 de Cinco etapas en la vida y en los ministerios de los siervos de Dios, del curso Buenos ministros de Jesucristo.

www.editoriallapaz.org/BM_etapas1.htm

www.editoriallapaz.org/BM_desglose_contenido.htm

-Daniel figura en el mismo estudio nombrado. En qué etapa de su vida, en qué circunstancias y cómo usara Dios “a personas de muy poca edad” para efectuar cualquier obra es materia para una indagación cuidadosa, y esto es aplicable al ilustre Daniel. ¿Qué obras espirituales hizo Daniel cuando joven o adulto joven? ¿Qué roles hizo en el plan de Dios? ¿Cómo lo usó Dios? ¿Y qué roles hizo más adelante durante su larga vida al madurar y envejecer?

-Estudios y gráficas sobre la vida y visiones del profeta Daniel. www.editoriallapaz.org/daniel_contenido.htm

-Al considerar a personajes del Antiguo Testamento, tales como Samuel, David y Daniel, no nos conviene perder de vista el que vivían durante la Era Mosaica bajo el régimen del Antiguo Pacto dado en Sinaí. En cambio, la iglesia establecida por Jesucristo pertenece a la Era Cristiana y su “nuevo pacto” es muy diferente al antiguo, encontrándose en el Nuevo Testamento directrices muy específicas y ejemplos concretos sobre el rol de jóvenes, mujeres, evangelistas, pastores (sinónimo de obispos o ancianos), diáconos y maestros.

-Entre los veinticuatro atributos-requisitos para servir en la iglesia como pastor, sinónimo de obispo o anciano, figura el de no ser neófito, es decir, principiante o joven. “Palabra fiel: Si alguno anhela obispado, buena obra desea. Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar; no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro; que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad (pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?); no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo(1 Timoteo 3:1-6; Tito 1:3-9).

-Tratándose de diáconos, éstos también han de ser sometidos a prueba primero, y entonces ejerzan el diaconado, si son irreprensibles”, llenando requisitos adicionales, incluso el de ser casado (1 Timoteo 3:8-13).

-Pastor es sinónimo de obispo y anciano de la iglesia. www.editoriallapaz.org/pastor-obispo-anciano-sinonimos.html

“…personas  con poco conocimiento como la mujer Samaritana que llevó a una ciudad completa a los pies de Cristo…

-Aclaraciones. Pues, querido Sr. Patricio, no veo en el relato de Juan 4 que a la mujer samaritana Cristo la constituyera pastora, predicadora, evangelista a los samaritanos, profetisa, maestra o apóstola. Más bien, Jesucristo fue el maestro, instruyendo a aquella mujer sobre el agua de vida, los verdaderos adoradores de Dios, que la salvación era de los judíos y no de los samaritanos, etcétera, descubriendo, además, su vida pecaminosa. También fue el evangelista a los samaritanos, yendo a la ciudad de Samaria donde se quedó dos días, predicándoles (Juan 4:40-41).

-¿Acaso mandara el Señor a la mujer samaritana que fuera a la ciudad de Samaria y que allá anunciara el evangelio? Más bien, se entiende que ella fuera por su cuenta, ya que se dice: “Entonces la mujer dejó su cántaro, y fue a la ciudad, y dijo a los hombres: Venid, ved a un hombre que ha dicho todo cuanto he hecho. ¿No será éste el Cristo?” (Juan 4:28-29). No se dice que Jesucristo le mandara, o siquiera intimara que fuera. He aquí la secuencia de eventos. Diciéndole Cristo que él era el Mesías, “En esto vinieron sus discípulos… Entonces la mujer dejó su cántaro, y fue a la ciudad…” (Juan 4:26-28).

-De todos modos, el punto clave es que ella, pese a la incertidumbre dilatada en su pregunta “¿No será éste el Cristo?”, no llevó a la ciudad ninguna doctrina corrupta, mientras en el presente muchísimos que solo tienen “poco conocimiento” llenan ciudades y campos con falsas doctrinas, hablando con gran arrojo y autoridad como de parte de Dios.

-Amigo Patricio, el “poco conocimiento” no es una virtud.

-El “poco conocimiento” es peligrosísimo.

-Si bien el mucho conocimiento puede hacer envanecerse al que alcanza tenerlo (1 Corintios 8:1), no es menos cierto que el “poco conocimiento” es rodeado de mucha ignorancia, y la ignorancia es hija de las tinieblas donde no mora la verdad.

-Con todo, si el “poco conocimiento” que se tiene es correcto, y no mezclado con falsedades, engaños o supersticiones, entonces su poseedor estaría en sus derechos de usarlo y compartirlo juiciosa y humildemente, sin pretensiones de tener lo que no tiene o ser lo que no es ante Dios, la iglesia y el mundo. No cualifica para ser tenido como pastor (obispo, anciano), maestro o evangelista capacitado según las Escrituras para cumplir cabalmente en la iglesia o ante el mundo todo lo que estos ministerios envuelven, simplemente porque es de “poco conocimiento”. El reto para el tal es ampliar y perfeccionar su conocimiento. Aun así, si su “poco conocimiento” de la verdad resulta en la salvación de otros, pues, ¡gloria a Dios! Y damos testimonio de que esto mismo sucede frecuentemente. Que el de poco conocimiento sirve de contacto inicial, de enlace, de instrumento, para llevar a personas al Señor, auxiliado en su obra por cristianos de mayor conocimiento. Al fin y al cabo, no es preciso tener mucho conocimiento para repetir las condiciones de salvación asentadas en la Gran Comisión. “El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado” (Marcos 16:15-16). Aprovecho para añadir que solo aquel que tiene conocimiento corrupto elimina el bautismo de estas condiciones.

“…o como el eunuco que leía y no entendía hasta que Felipe le ayudó a entender.”

-¿De “poco conocimiento” aquel tesorero del reino de los etíopes? Veamos. Había viajado lejísimo –desde Etiopía hasta Jerusalén- para cumplir con ordenanzas del pacto de Dios dado en Sinaí. Obviamente, tenía conocimiento de referidas ordenanzas. De regreso a Etiopía, va leyendo el libro de Isaías. Así pues, aquí tenemos a un israelita o prosélito culto dedicado a la lectura. Pese a sus conocimientos de la ley de Moisés, no entendía, en particular, la profecía que leía. De pronto, entra en escena el evangelista Felipe, explicándosela. ¡La laguna en su entendimiento desaparece! Aprendiendo que el bautismo es necesario “para perdón” (Hechos 2:38), detiene al carro y es bautizado enseguida por Felipe, subiendo del agua y siguiendo “gozoso su camino” (Hechos 8:26-39). Entonces, ¿qué hace Dios con este oficial de la reina Candace después de estos eventos? Sencillamente, no se nos informa. Pero, comprendemos ahora que el eunuco, escuchando a Felipe y bautizándose, no solo tenía conocimiento del “antiguo pacto” sino también del cumplimiento de profecías sobre el Mesías, como además, de los mandamientos básicos del evangelio, mensaje que él podría compartir con los etíopes una vez llegado allá.

-De manera que la simplificación exagerada de las condiciones o circunstancias de una persona puede resultar en percepciones erróneas y deducciones equívocas. El eunuco no era precisamente un hombre de “poco conocimiento”. Todo lo contrario.

“Miremos el caso de Pedro, un hombre tosco de pocas palabras pero atrajo a multitudes a los pies de Cristo.

-Bien que Pedro y Juan “eran hombres sin letra y del vulgo” (Hechos 4:13), una vez llenos del Espíritu Santo, predicaban y escribían con gran soltura, elocuencia y erudición espiritual incomparables, no usando jergas callejeras ni infinidad de “¡Aleluyas!” o “Glorias a Dios”, muletillas comunes de quienes reclaman inspiración divina en la actualidad. Jesucristo había dicho a sus apóstoles: Mas cuando os entreguen, no os preocupéis por cómo o qué hablaréis; porque en aquella hora os será dado lo que habéis de hablar. Porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros (Mateo 10:19-20). Asimismo sucedió, que comenzando en el día de Pentecostés, hablaban “como el Espíritu les daba que hablasen” (Hechos 2:4), aun en idiomas que jamás habían aprendido (Hechos 2:4-11). Este es el Pedro, y también el Juan, que traen “multitudes a los pies de Cristo”, y no el Pedro “tosco de pocas palabras” antes de ser bautizado con el Espíritu Santo en Pentecostés, ni tampoco el Juan en su condición de “sin letra y del vulgo”. Comparando las ponencias y escritos de estos dos con los de hombres y mujeres del presente que reclaman inspiración sobrenatural, la diferencia es la del cielo a la tierra. Consideremos las dos epístolas de Pedro, el evangelio del apóstol Juan y el Apocalipsis escrito por Juan. ¡Verdaderas maravillas literarias!

“Si la iglesia pentecostal está llena de ladrones, prostitutas, personas sin ninguna preparación, o como lo menciona usted en su artículo ‘¿Qué sabían de Biblia los analfabetos, o la gente de poca preparación académica? ¿Qué sabían de Biblia los mundanos, viciados o criminales? ¿Qué sabían de Biblia los católicos romanos o los adeptos de religiones autóctonas? Sencilla y llanamente, no estaban preparadas para analizar o evaluar bíblica o espiritualmente lo que recibían a manos de /‘pastores y pastoras pentecostales’/, creo que es el cumplimiento de lo que dijo el apóstol Pablo ‘lo vil y lo menospreciado del mundo escogió Dios Para avergonzar a los sabios’ (1 Corintios 1:27).

-Amado, perdone, pero me parece que no acierte usted en la aplicación de 1 Corintios 1:26-31. Citamos el pasaje completo. Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en su presencia. Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención; para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor” (1 Corintios 1:26-31).

-Primero, hago hincapié en la expresión “Mas por él”, es decir, por Dios, “estáis vosotros en Cristo”.

-Luego observo que el necio, purificado de su necedad y revestido de Cristo (Gálatas 3:27), ¡ya no es necio! El débil, ¡ya no es débil! El vil, ¡ya no es vil! El menospreciado, ¡ya no es menospreciado! Pese a su transformación asombrosa moral-espiritual-intelectual, muchos en el mundo siguen conceptuándolos como “necios, débiles, y viles”, menospreciándolos, mas sin embargo, para Dios ya no lo son. ¿Acaso son necios, débiles, viles, ignorantes y toscos los verdaderos cristianos? ¡Inconcebible! Todo lo contrario. Pero, muchos en el mundo siguen viéndolos así, burlándose de ellos, mientras otros –por cierto, una minoría notable- más sensibles y sensatos que los burladores, se avergüenzan, se humillan y aun se acercan a Dios, también obedeciendo su “evangelio de salvación”.

-Así que, en la iglesia se hallan personas que eran ladrones, prostitutas, personas sin ninguna preparación. Enfatizo: ¡ERAN! Pero, convertidos a Cristo, ¡YA NO LO SON! El apóstol Pablo lo dice de la manera siguiente: ¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, 10 ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. 11 Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios (1 Corintios 6:9-11). Recalco: “…esto ERAIS algunos; mas ya habéis sido lavados…” ¿Se fija? Bueno, seguro que ya lo sabe. Cambios drásticos, mentalidad nueva, mente renovada, nueva criatura que Dios sí puede usar para sus propósitos gloriosos.

“Espero tome en cuenta que nadie debe afirmar tener una verdad absoluta. El día que eso ocurra dejará de ser verdad. Cristo es la única verdad absoluta; todo lo demás es relativo." Patricio P.

Comentarios. ¿Existen verdades absolutas? ¿Son absolutas las verdades de Dios en el Nuevo Testamento? Si son absolutas, ¿no se me permite tenerlas? Si puedo entenderlas, tenerlas y obedecerlas, ¿por qué no puedo afirmar tenerlas? Y si son absolutas por naturaleza, ¿cómo o por qué dejarían de ser absolutas al afirmar este servidor, o cualquier otro creyente, entender, tener y haber obedecido algunas de ellas? Francamente, no entiendo su razonamiento. Acepto que Cristo es “la verdad”. ¿Qué quiere decir esto? Cristo es un Ser, una Realidad. Pero, ¿en qué sentido es él la verdad para mí? Sin su Palabra, no puedo conocerle, ni entenderle, ni obedecerle. De ahí que su Palabra es la verdad (Juan 17:17). Por ende, su Palabra es la verdad absoluta. Entendiendo y recibiendo su Palabra, hago mío su verdad absoluto. Pero, según usted, no debo afirmar nunca poseer ninguna verdad absoluta. Y si la verdad absoluta no es entendible, ni alcanzable, ¿de qué me vale?

-A propósito, ¿no afirma una inmensa mayoría de pentecostales tener la única verdad? ¿Que las iglesias no avivadas no están en la verdad? ¿Que ellos son los que predican la verdad?

-De mi parte, quiero dejar claro que no tengo la ilusión de conocer o entender toda la verdad absoluta revelada por Dios para nosotros. Pero, confío haber conocido y entendido lo suficiente para que se salve mi alma, por la gracia y misericordia del Todopoderoso.

Su servidor en el Señor,

Homero Shappley de Álamo  

 

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El pentecostalismo de actualidad. Su origen en Estados Unidos de América. Raíces, y el fundador Charles Fox Parham.

 

  

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