El ateo Julián asegura poder “dar mil y una comprobaciones, real y con fundamentos, de la no existencia de Dios”.

 

Esta gráfica de dioses de los aztecas ilustra el intercambio entre Julián y Homero sobre dioses imaginarios, el origen, la función y el poder de la imaginación, origen de conceptos espirituales, etcétera, en editoriallapaz.

Los dioses imaginarios de los aztecas e incas, el origen, la función y el poder de la imaginación, el origen de conceptos espirituales y numerosos temas importantes adicionales se discuten en este intercambio.

 

Aguardamos sus respuestas a nuestras preguntas y cuestionamientos.  

“Para empezar tendríamos que remontarnos al principio, pero desgraciadamente “nadie” lo puede hacer, y solo vemos lo que existe en este preciso momento, pero afortunadamente existe la verdad y esa no puede ser cuestionada, ya sea en fósiles que nos dan vestigio de que existió antiguamente vida u otros tipos de vida y vestigios de otras civilizaciones como la azteca, inca, egipcia, y otras civilizaciones mucho muy antiguas, pero todas ellas han tenido “Dioses”, que con el tiempo han muerto entonces ¿Dónde quedó su gran poder o todos esos atributos que el ser humano les daba? Esto no es tan difícil responder, como lo había dicho antes se encuentra en la IMAGINACIÓN, esto quiere decir que cada persona tiene diferente concepto de las cosas dependiendo de sus medios sicológicos, sociales, etc. Ejemplo: si le dijeran a usted que se imagine un vaso y a otra persona le dicen lo mismo; cada persona se va a imaginar de diferente forma el vaso tal vez una persona se lo imagine de cristal y otra de barro, otra de plástico, etc. Pero esto solo es imaginación.”  

Comentarios nuestros. Sr. Julián, escribe usted: “Existe la verdad y esa no puede ser cuestionada, ya sea en fósiles que nos dan vestigio de que existió antiguamente vida u otros tipos de vida…”

 

Fotografía del fósil de esqueleto de un tipo de reptil.   Fotografía del fósil de un pescado.

Referente a la interpretación atea de los “fósiles, ¿tiene usted conocimiento de los miles de letrados científicos a través del mundo que la cuestionan sí, ofreciendo convincentes explicaciones alternas en publicaciones profesionales de alta calidad, acompañadas de profusos datos corroborantes? Claro que existen los fósiles, pero ¿a qué se debe su inmenso número? ¿Cómo explicar gran cantidad de fósiles marinos en los estratos de altas montañas? ¿No es el “diluvio universal” una causa totalmente plausible? Las aguas de este catastrófico diluvio, testificado por varias civilizaciones en escritos muy antiguos o cuentos verbales pasados de generación en generación, resultaron en la muerte de incontables criaturas tanto terrestres como marinas, depositando sus cuerpos en lugares aun lejos de su hábitat natural, y cubriéndolos de lodo o arena. Ejemplo de este fenómeno constituye el del entierro y conservación en perfecto estado de miles de mastodontes en Siberia. Además, el desastre causó la desaparición de muchos “tipos de vida” ya no existentes en la tierra. Los eruditos en la materia aseguran que muchas evidencias señalan hacia una tierra antediluviana muy distinta a la de actualidad.

Apunta usted otra “verdad”, a saber, la de “vestigios de otras civilizaciones como la azteca, inca, egipcia, y otras civilizaciones mucho muy antiguas, pero todas ellas han tenido “Dioses”, que con el tiempo han muerto”, porque existían solo “en la IMAGINACIÓN”.

“Imaginación. (Del lat. imaginat ĭo, -ōnis). f. Facultad del alma que representa las imágenes de las cosas reales o ideales. || 2.Aprensión falsa o juicio de algo que no hay en realidad o no tiene fundamento. || 3. Imagen formada por la fantasía. || 4. Facilidad para formar nuevas ideas, nuevos proyectos, etc.” [Biblioteca de Consulta Microsoft® Encarta® 2005. © 1993-2004 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.]

El ateo cree…

1.  Que solo existe la dimensión material.

2.  Que el ser humano siempre ha sido, como lo es ahora, según él, una criatura enteramente material sin alma y sin espíritu.

3.  Que el ser humano moderno (homo sapiens sapiens) es el producto de un proceso evolutivo completamente material, descendiendo, teorizan, de homínidos que habitaban la tierra hace cientos de miles de años.

“El origen de nuestra propia especie, el Homo sapiens, es uno de los temas más debatidos de la paleoantropología. Este debate se centra en si el hombre está directamente relacionado con el Homo erectus o con el de Neandertal, grupo más moderno y conocido de homínidos que evolucionaron en los últimos 250.000 años. Los paleoantropólogos utilizan por lo general el término de Homo sapiens sapiens para distinguir entre el hombre actual y estos antepasados similares.” [Biblioteca de Consulta Microsoft® Encarta® 2005. © 1993-2004 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.]

4.  Preguntas para el ateo:

Siendo material en un cien por ciento el cerebro del Homo erectus, el Neandertal o el cavernícola, y además de muy limitada capacidad intelectual, ¿cómo explicar que tal cerebro originara la facultad de la “imaginación”? O más improbable aún, si bien no imposible, ¿el concepto de una “esfera espiritual, poblado de seres espirituales”? Dar origen lo enteramente material a un “mundo espiritual", ¿no le parece irracional? ¿Dar origen lo visible a lo invisible?

Valiéndose de su nueva facultad de la imaginación, los antiguos concibieron infinidad de “dioses, espíritus, fantasmas, demonios”, etcétera, que existían solo en su imaginación, incluso el Jehová Dios de la Biblia, Cristo, el Espíritu Santo, Satanás, ángeles malos, ángeles buenos, demonios, etcétera, tanto del judaísmo como del cristianismo. Esta es la tesis del ateo. Al originar los antepasados de nuestra raza la facultad de la “imaginación”, ¿progresaban en su desarrollo evolutivo o retrocedían? ¿No se supone que la evolución sea progresiva? Pero, la imaginación la ocuparon los antiguos para crear panteones de seres ficticios, acción que precipitó a la raza a un caos contraproducente en todo aspecto, del cual todavía no se sale. Así lo pinta el ateo.

5.  A continuación, presentamos muy concisamente un cuadro mucho más lógico que el del ateo. Veamos.

El ser humano es capaz de concebir y razonar sobre “lo espiritual” porque fue creado por un Ser Espiritual que le impartió conocimiento de la “esfera espiritual, con sus seres espirituales”. De otro modo, jamás hubiese sido capaz de siquiera pensar en lo espiritual.

El mismo Ser Espiritual Creador dotó a los seres humanos de la facultad de la imaginación. Además, de la del libre albedrío, ejerciendo este nuestra raza en su decisión de no respetar los designios del Ser Supremo fijados para nosotros.

Al elegir nuestros antepasados a no honrar al único Ser Creador verdadero, se inventaron en su imaginación ya degradada “otros dioses”, revistiéndolos de atributos y poderes conforme a sus propias ilusiones, antojos, deseos egoístas, proyecciones fantasmagóricas de mentes ya corruptas y supersticiosas, etcétera. Al debilitarse y desintegrarse aquellas culturas o civilizaciones antediluvianas, como también las antiguas postdiluvianas (sumeria, egipcia, babilonia, siria, griega, olmec) y aun las de tiempos más recientes (maya, azteca, inca), también “murieron” sus falsos dioses y diosas, creación de su imaginación corrupta. Pero, no murió el único Ser Creador verdadero, pues él no es creación de la imaginación humana.

El poder de la imaginación. Entretanto que vivían aquellos dioses falsos en la imaginación de los seres humanos bajo el dominio de sus propias supersticiones, ¡tenían ciertos poderes! La imaginación es un poder real. Los seres creados en la imaginación realmente existen en la imaginación, y pueden influir, a voluntad de su creador, en la conducta de este. El fenómeno está a la vista en el niño que crea en su imaginación a un “amiguito”, dándole nombre, personalidad y atributos. Conversa con su “amiguito”, juega con él, duerme con él y lo lleva dondequiera que vaya. El “amiguito” no existe en el mundo material y palpable. Sin embargo, porque el niño lo tiene por real, el efecto es prácticamente el mismo de un ser real. Asimismo, algunos adultos crean un “ego alterno”, con el mismo efecto. Y de la misma manera, multitudes de seres humanos, desvestidos de la dignidad e inteligencia de la pareja original, crean “dioses, diosas, incluso diosas vírgenes, demiurgos, duendes, demonios”, etcétera, con el mismo efecto. Su fe en ellos los hace “reales”. Una fe ciega o fanática en ellos suele traer consecuencias lamentables, tales como trastornos mentales, visiones distorsionadas de la vida, persecuciones y aun matanzas en defensa de su “dios”. Ahora bien, al analizar y comprender algunos adultos la obra de su imaginación, logran distinguir entre los seres ficticios que la habitan y los seres espirituales que existen en realidad.

Dadas estas consideraciones, error mayúsculo de análisis comete el que clasifica al Ser Creador verdadero como “dios imaginario”, razonando que si todos los demás “dioses” son imaginarios, por inferencia también lo es el que se llama “Jehová Dios”.  

“Es por eso que muchas personas confunden a Dios con un pedazo de madera, o una roca con forma divina, porque eso es lo que se cree pero por supuesto que no es REAL.

Y lo que usted asegura que ha visto y yo también es un proceso de miles de millones de años, esto por supuesto que ninguna persona lo entendería, ya que la vida del ser humano es tan efímera, es por eso que le hago la anterior explicación; pero por supuesto que esto no quiere decir que un Dios lo haya hecho, yo le podría dar mil y una comprobación REAL Y CON FUNDAMENTOS de la no existencia de Dios, pero desafortunadamente usted no podría ni siquiera dar una comprobación REAL Y CON Fundamentos de la existencia de Dios. Ya sé que dirá que todo lo hizo su Dios pero así también yo diría que lo creo Ra, o Alá, o tantos otros Dioses que han existido entonces solo quedaría decir que hasta que el ser humano aprenda separar la verdad con la imaginación este mundo cambiara.” 

Comentarios nuestros. Aguardamos la revelación de aunque sean diez de las “mil y una comprobaciones reales y con fundamentos de la no existencia de Dios”.

Mientras tanto, apuntamos para usted unas pocas de las evidencias que sostienen su existencia.

1.  Nuestra capacidad para entender y razonar sobre lo espiritual.

2.  Nuestras facultades de conciencia, libre albedrío e imaginación.

3.  Nuestra enorme capacidad intelectual.

4.  La precisión de la ubicación del planeta Tierra y el sistema solar nuestro en las afueras de una espiral particular de la galaxia Vía Láctea, posición que hace posible, entre muchas ventajas, la observación del universo.

5.  Los complicadísimos sistemas de gravedad, masa, movimiento y tiempo que mantienen a los cuerpos planetarios y celestiales en las órbitas necesarias para que el planeta Tierra no se salga de la suya ni siquiera un poquito, lo cual, de ocurrirse, resultaría en la destrucción inmediata de toda vida.

6.  Los ocho complicadísimos sistemas interactivos e interdependientes que componen el cuerpo humano.

7.  La grandiosa variedad y abundancia de vida vegetal, animal y marina en la tierra.

8.  El diseño inteligente evidente en todo lo observable, desde lo más grande hasta los componentes del átomo.

9.  La energía que fluye a través de todo lo existente. La materia totalmente inerte, ¿cómo es posible que cobre energía sin la intervención de una fuerza activa?

10.  Los tesoros de la tierra, planificados y almacenados de antemano para la vida, el aprovechamiento y el disfrute de la raza humana a su debido tiempo a lo largo de la historia.

-Todo esto, ¿la evolución lo ha logrado? Se me hace sumamente difícil aceptarlo. 

“Sé que nunca aceptaran la verdad pues el ser humano se vuelve tan indiferente a la verdad así  como a su bienestar o al conocimiento, han pasado tantos años de la santa inquisición o de que se creía que la tierra era plana pero no han cambiado tanto las cosas.”  

“La verdad” usted la define para sí mismo, desde luego, conforme a su visión particular del universo y del hombre. ¿Pretende usted que todo el mundo acepte su versión de “la verdad” sencillamente porque usted dice que es la correcta o única? ¿Quién nombró a usted la autoridad máxima en estos asuntos?

Al optar nuestra raza, desde el principio, por no honrar al Ser Supremo que nos creó, cayó en una degradación intelectual, moral y espiritual que ha resultado en grandes errores y males a través de los tiempos hasta el sol de hoy. Su indiferencia “a la verdad, así como a su bienestar o al conocimiento” se debe a su obstinada incredulidad, obsesión con lo carnal o material y continua sublevación contra toda autoridad. Nada de esto prueba la no existencia de Dios. 

“P.D. Espero no se molesten por la verdad pero así es de dura. Y no se preocupe de la existencia de Dios preocúpese en que lo que existe dure un poco más. Ya que la imaginación solo existirá hasta que exista el humano, no así la verdad que es para siempre. La inteligencia del ser  humano es finita, pero desgraciadamente su estupidez es infinita. Julián G.”

Preguntas y comentarios nuestros. ¿Qué “verdad” es “para siempre”? ¿La verdad de los fósiles? ¿La del hombre Neandertal? ¿Qué la evolución lo explique todo? ¿La de las civilizaciones antiguas y sus dioses imaginarios? ¿Qué lo material sea eterno? ¿Qué la muerte signifique la total liquidación del ser humano? Pobres “verdades” estas, siendo algunas meras teorías, y no verdades incuestionables. “Pobres”, digo, comparadas con las siguientes:

El Ser Supremo espiritual existe.

Ama a su creación, particularmente a los seres humanos.

Está preparando una nueva creación, donde los que le aman y obedecen vivirán felizmente por la eternidad.

Sr. Julián, veo a usted tropezando sobre eso de la “imaginación” del hombre desvestido de su dignidad e inteligencia original. Ofuscado en la “estupidez infinita” del hombre desligado de Dios, usted mismo repudia al Dios verdadero, catalogándolo de “imaginario”. Respetuosamente, le animamos a fijar su atención en evidencias y conceptos que transcienden grandemente los asuntos negativos de la imaginación pervertida y las estupideces de seres humanos que no guardaron su dignidad. Sinceramente, no pienso preocuparme para que esto que “existe dure un poco más” , pues “esto” está dañado. Busco algo mejor, creyendo, en base de muchas evidencias importantes, que el Ser Supremo está creando un mundo infinitamente superior a este.

Atentamente, Homero S. de Álamo

 

 


 

Ateos en el huerto del Edén. Muchos estudios e intercambios sobre ateísmo, escepticismo, humanismo y evolución darwiniana en esta Web.

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