Buenos ministros de Jesucristo

 

Curso de capacitación espiritual
para distintos ministerios

 

Cinco etapas en la vida

y en los ministerios
de los siervos de Dios

 

La Tercera Etapa,

la Cuarta

y la Quinta

 

Son las 5:17 de la tarde según este reloj, hora cuando transcurre la Cuarta Etapa en la vida y los ministerios del siervo de Dios ocupado en las obras del Reino celestial, correspondiente al tiempo después de los setenta años de edad -gráfica que ilustra el estudio sobre la Tercera etapa, la Cuarta y la Quinta.

 

Son las 5:17 de la tarde según este reloj, hora cuando transcurre la Cuarta Etapa
en la vida y los ministerios del siervo de Dios ocupado en las obras
del Reino celestial, correspondiente al tiempo después
de los setenta años de edad.

 

La imagen-diapositiva 1 para el tema de la Tercera Etapa de la vida y oss ministerios del siervo de Dios, Lección 3 del curso de capacitación ministerial Buenos ministros de Jesucristo.

 

 

I.  Introducción:

A.  Salutación.

B.  Tema: La Tercera, la Cuarta y la Quinta Etapas en la vida y los ministerios del siervo de Dios.

II.  La tercera etapa abarca desde los cincuenta años de edad hasta los setenta.

A.  En el reloj de la vida productiva del ser humano, las manecillas indican desde las 2:00 de la tarde hasta las 5:00 p.m. Tres horas. Cada hora representa cinco años.

1.  Quince años, equivalentes a cinco mil, cuatrocientos setenta y cinco días o ciento treinta y un mil, cuatrocientas horas.

2.  Se trata de "la tarde de la vida productiva".

3.  [¿Cuántos de los presentes ya estamos viviendo esta etapa?]

4.  Por cierto, no pocas personas se convierten al Señor después de los cincuenta años de edad, entrando ya en la tarde de su vida a trabajar en la viña del Señor.

a)  Desde luego, los tales no acumulan tantas obras como el cristiano que entra en la "mañana de su vida", digamos a los veinte años de edad.

b)  Pero, es de suma importancia que entren, tengan los años que tengan, y que laboren diligentemente en los campos espirituales, pues los obreros somos pocos y tareas de sobra hay tanto para ellos como para nosotros.

c)  Cristo llama a las 9:00 de la mañana, y ¡también a las 3:00 y a las 5:00 de la tarde! (Mateo 20:1-4). Y saliendo cerca de la hora undécima, halló a otros que estaban desocupados; y les dijo: ¿Por qué estáis aquí todo el día desocupados? Le dijeron: Porque nadie nos ha contratado. El les dijo: Id también vosotros a la viña, y recibiréis lo que sea justo” (Mateo 20:6-7). Pasan gran parte de la vida sin trabajar en la viña del Señor, es decir, sin ser cristianos ocupados en las tareas del Reino de Dios. Dicen: “Porque nadie nos ha contratado”, y esto significa, así interpretamos, que nadie les había predicado el evangelio puro de salvación. Pero, llega el momento propicio y glorioso cuando algún ministro del Señor se les acerca, ofreciéndoles la oportunidad de entrar en los campos espirituales y dedicarse, aunque sea por tiempo relativamente corto, a ministerios espirituales. Pese a que entren tardía en la vida, recibirán “lo que sea justo”. A lo menos, recibirán la corona de la vida eterna, con tal de perseverar en bien hacer hasta el fin de sus días.

 

La imagen-diapositiva 2 para el tema de la Tercera Etapa de la vida y los ministerios del siervo de Dios, Lección 3 del curso de capacitación ministerial Buenos ministros de Jesucristo.

 

B.  Habiendo comenzado a temprana edad en los ministerios del Señor y triunfado sobre todos los "demonios" de las primeras dos etapas, siempre aprovechado bien el tiempo, el siervo fiel al Señor llega a los cincuenta y cinco años de edad con todo un caudal de conocimientos y experiencias valiosísimas. ¿Qué hará con este tremendo tesoro? Pues bien, lo más indicado es que siga usándolo en sus propias obras y que lo comparta también con los demás ministros (evangelistas, predicadores, maestros, obispos y diáconos) de la iglesia, como además, con toda la feligresía y aun con las gentes no convertidas a Cristo.

C.  Para el siervo que sigue dedicándose a la obra, el que escribe percibe que estos quince años puedan resultar sumamente fructíferos y placenteros.

1.  Porque tal ministro de Dios ha vencido ya a quizás los "demonios" más fuertes, conoce casi todos sus trucos y se ríe de ellos cuando asoman la cabeza como para atacarlo de nuevo. Para ellos, la sonrisa de un obrero experimentado, robusto en su fe y plenamente confiado en el Autor de su salvación, pese a todas las guerras lidiadas, las pruebas soportadas y los golpes recibidos, acaso sea más hiriente que repetidos golpes asestados con una espada bien afilada. No la soportan, volviendo pronto a sus guaridas.

2.  Semejante siervo mayor de edad sabe, tal como el apóstol Pablo, "a quién" ha creído, estando "seguro que es poderoso para guardar" su "depósito" de fe, obras y esperanza "para aquel día" del juicio final (2 Timoteo 1:12).

a)  Firmeza inquebrantable la demuestra constantemente en sus convicciones y ejecutorias.

b)  Es poco probable, realmente casi imposible, que abandone a Dios o la iglesia, echando a perder el gran "depósito" de obras buenas que ha acumulado en el banco celestial.

c)  Ha resuelto ya muchos conflictos emocionales, psicológicos y espirituales de la vida.

d)  Sus prioridades referentes a su propia alma, su cuerpo físico, la iglesia, su matrimonio y su hogar están bien definidas, confirmadas y selladas. ¡No tiene la menor intención de romper o invalidar los sellos!

e)  Ha domado casi a perfección los caballos fuertes de las pasiones desordenadas, impulsos emotivos y arranques carnales. En cuanto a hábitos desagradables, aun dañinos, que resten de su espiritualidad e impacten negativamente a otros seres humanos, viene disciplinándose cada vez más hasta la medida de sujetarlos o eliminarlos del todo.

f)  Acepta, psicológica y emocionalmente, los cambios en su cuerpo físico. No todas sus glándulas siguen funcionando como antes. Menguan sus fuerzas físicas. El pelo se le vuelve canoso, o se cae, exponiendo su cráneo desnudo al sol, a la intemperie, ¡a la mirada de niños que encuentran graciosa su calvicie!, ¡a la burla del insensible! La panza aumenta de tamaño. El colesterol y los triglicéridos aumentan. Las citas médicas aumentan. Siente el peso de los años. Pero no se rebela, ni trata de hacer volver la juventud, empeño indigno de algunos que envejecen, sino hace los ajustes necesarios y ¡sigue adelante!

g)  Sus hijos ya son grandes. Ya es abuelo, o lo será muy pronto. Esto también lo llena de gran satisfacción. ¡Lo sé por experiencia propia!

h)  En fin, tal es su firmeza que él es como un gran árbol ya bien maduro cuyas muchas raíces gruesas y largas han penetrado profundamente en el suelo y subsuelo del Reino de Dios, agarrándose de todas las rocas grandes y pequeñas que son las enseñanzas espirituales del Señor. ¿Quién o qué cosa lo arrancará? ¡Realmente, se deleita internamente en su firmeza y estabilidad!

3.  Su ser interior es como el interior de un templo hecho de mármol donde su alma reina serenamente sobre el trono de la paz personal, fruto de la paz divina que ha hecho suya. Él es virtualmente imperturbable en su espíritu.

a)  El mundo sigue tan revolcado, malo y pervertido como siempre, y aun más que nunca, pero, amigos y hermanos, ¡este siervo maduro ha vencido al mundo! Con frecuencia asombrosa se forman nuevos torbellinos de inmoralidad, cada uno peor que el anterior, pero él está seguro en el templo de su fe.

b)  Tratándose de la iglesia, esta sigue sufriendo controversias y divisiones. Él lucha valientemente por la verdad y la unidad, pero aun en medio de la batalla su alma sigue sentada sobre el trono de la paz en el templo de su ser interior. ¿Qué vengan nuevas apostasías? ¿Qué muchos, incluso reconocidos predicadores, maestros, escritores o ancianos, abandonen la fe? ¡Él no! Sabe en qué ha creído y por qué. No será movido fácilmente por las ráfagas o ventarrones que soplan ya sea desde el norte, ya desde el sur, o vengan de donde vengan.

c)  Se solidariza con Salomón al afirmar que para él "nada hay nuevo debajo del sol" (Eclesiastés 1:9-10). ¡Tantas cosas él ha visto y experimentado en el mundo y la iglesia! Ya casi nada lo sorprende. Los "nuevos males" en el mundo y las "nuevas controversias y apostasías" en la iglesia son las mismas manifestaciones diabólicas de ayer vestidas de trajes nuevos. Está resignado al hecho de que seguirán hasta el fin del mundo, aun empeorándose. Pero esta resignación suya no significa en ningún instante que deje de luchar contra el mal. Todo lo contrario: significa que él está decidido a batallar hasta el fin de sus días contra Satanás porque ha comprendido plenamente que en la batalla entre el Bien y el Mal ¡no hay cuartel ni para jóvenes ni para viejos!

d)  A través de los años, ha refinado su perspectiva sobre los papeles que escenifica él mismo en la vida y en la iglesia. Bien sabe que poco después de salir del escenario, ¡casi nadie se acordará de él o de sus obras! Este entendimiento lo mantiene humilde y sin pretensiones de "grandeza", de "importante" o "indispensable". Pero, bien sabe también que su Padre celestial "no es injusto para olvidar" su "obra y el trabajo de amor" que ha mostrado "hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún" (Hebreos 6:10), y este conocimiento lo sostiene de día en día.

 

La imagen-diapositiva 3 para el tema de la Tercera Etapa de la vida y los ministerios del siervo de Dios, Lección 3 del curso de capacitación ministerial Buenos ministros de Jesucristo.

 

4.  Hace poco, este servidor leyó en Selecciones del Reader´s Digest que, según ciertas indagaciones, la sabiduría alcanza su nivel más alto en el ser humano cuando este tiene más o menos sesenta años de edad. ¡Qué la sabiduría no se aleje de siervos que viven esta época de su vida!, como le sucedió a Salomón (Eclesiastés 7:23). Jóvenes, ¡a ustedes les queda largo trecho para que alcancen el máximo nivel de sabiduría! Lo cierto es que algunos siervos mayores de edad tienen un cúmulo de sabiduría que los capacita para obras de alta calidad. Entre estas obras se disciernen las siguientes:

a)  Mediar disputas y controversias entre líderes o facciones de la iglesia, promoviendo sagazmente la unidad.

b)  Servir de consejero especial y "paño de lágrimas" para los obreros duramente acosados, lastimados, atribulados o desanimados a causa del asedio frecuente de los "demonios".

c)  Señalar y analizar corrientes de emocionalismo religioso y tendencias doctrinales perjudiciales, aun peligrosísimas para la iglesia –corrientes y tendencias que él puede detectar, por su aguda perspicacia y amplia perspectiva, quizás mucho más pronto que los obreros de menos edad y experiencia.

d)  Escoger, adiestrar, adoctrinar y animar a candidatos para los muchos ministerios en el Reino, impartiéndoles sus conocimientos, experiencias y sabiduría espiritual. Esto lo puede hacer, enseñando en institutos bíblicos, presentando conferencias o series de estudios especialmente organizadas para dicho propósito, etcétera.

e)  Preparar materiales educativos avanzados para los distintos ministros de la iglesia, como también materiales didácticos para la escuela bíblica, tales como: comentarios, manuales de estudio, etcétera.

5.  A resumida cuenta, el siervo mayor de edad puede ser sumamente útil en muchas obras importantísimas del Reino. Es más, hay obras que él puede hacer ¡mejor que cualquier otro siervo!Por lo tanto, si bien no debemos tener "en poco" la juventud de hermanos tales como Timoteo (1 Timoteo 4:12), ¡tampoco debemos tener "en poco" a los siervos mayores de edad que brillan por su alto grado de espiritualidad, conocimiento y sabiduría, y que pueden aportar muchísimo a la causa del Señor!

B.  ¿Quiénes son los "demonios", en sentido figurado, que pueden sorprender y atormentar al siervo mayor de edad, el que es todo un guerrero espiritual experimentado y probado? Satanás nunca desiste en su empeño de hacer tropezar y caer a los siervos de Dios. No solo envía "demonios" para atacar a los jóvenes y a los de mediana edad sino ¡también a los mayores de edad! ¿Quiénes son?

 

Los demonios Cínico, Indiferente y Amargura, de La imagen-diapositiva 4 para el tema de la Tercera Etapa de la vida y los ministerios del siervo de Dios, Lección 3 del curso de capacitación ministerial Buenos ministros de Jesucristo.

 

1.  Uno de ellos se llama "Cínico". Este “demonio” trata de hacer que el siervo mayor de edad se vuelva "cínico" porque "las cosas en el mundo y en la iglesia siempre van de mal en peor". "Lo torcido no se puede enderezar, y lo incompleto no puede contarse. Todo ello es vanidad y aflicción de espíritu." ¡Aun "en la mucha sabiduría hay mucha molestia; y quien añade ciencia, añade dolor"! (Eclesiastés 1:14-15,18). En su búsqueda de la verdad y de la sabiduría, Salomón enunció estas afirmaciones llenas de cinismo y negativismo extremo.

2.  El hermano de "Cínico" se llama "Indiferente". Este demonio "Indiferente" viene con el propósito diabólico de hacer que el siervo mayor de edad se torne, pues, "¡indiferente!". ¡"Indiferente", sí, hacia sus propias obras, tanto las del pasado como las del presente! "Indiferente", y "frío" también, en lo concerniente a todas las obras del Reino. De lograr el demonio "Indiferente" su propósito pervertido, el siervo mayor de edad, ya trastornado en espíritu y falto de sabiduría, comenzará a pensar como sigue:

a)  "A mí me importan poco mis logros evangelísticos del pasado. Tampoco mis obras buenas. No tengo mucho interés en recordarlos o contarlos. Tampoco me interesa en casi nada lo que estén logrando otros. Tampoco lo que le esté pasando a la hermandad.”

b)  “¡Tanta lucha! ¡Tanto sacrificio! ¿Para qué? Todo se queda más o menos igual, o empeora.”

c)  “A veces, pienso haber perdido mi tiempo.”

d)  “Mire, ¡ni siquiera me siento emocionado cuando nuevas almas se convierten! Si me toca bautizarlas, no me siento gozoso. ¡Bendito, tanta angustia me han causado muchas de las personas que he bautizado! Han abusado de mi buena voluntad. Algunas me han criticado sin razón y otras me han difamado bárbaramente. ¡Tanto dolor de cabeza! ¡Tantos bautizados que reinciden en el pecado!”

3.  "Cínico" e "Indiferente" tienen a una hermana "demonia" que se llama "Amargura". Ella se transforma en un fantasma como de una nubecilla y se introduce en la mente del siervo mayor de edad. Allí le recuerda con diabólica insistencia todos sus fracasos, todas las experiencias amargas de su vida y ministerio, todos los sinsabores, con todas las frustraciones, las críticas injustas y las difamaciones. Si el buen siervo mayor de edad no la saca de su mente, se volverá amargado olvidando él mismo todo lo bueno que ha hecho y disfrutado en la vida.

a)  Para su propia salud mental y espiritual, el siervo mayor de edad debería mantener siempre en primer plano todo lo bueno de su vida, y no lo malo.

b)  ¡Triste figura sobre la faz de la tierra es el siervo mayor de edad "cínico, indiferente y amargado"! ¡Demasiado triste!

(1)  Pasa sus últimos años en la tierra castigándose a sí mismo con su propio cinismo, indiferencia y amargura. ¡Qué triste!

(2)  Peor aún, ¡castiga a su familia y a la iglesia! Se convierte en mal ejemplo para todos.

(3)  ¡Dios nos libre de los tres demonios hermanos: "Cínico", "Indiferente" y "Amargura"!

 

El demonio Superior Orgullo, de La imagen-diapositiva 5 para el tema de la Tercera Etapa de la vida y los ministerios del siervo de Dios, Lección 3 del curso de capacitación ministerial Buenos ministros de Jesucristo.

 

4.  Escrutando ámbitos espirituales, identificamos a otro de esos "demonios" enviados con la misión especial de hacer caer al siervo mayor de edad. Su nombre: "Superior Orgullo". Su asignación particular: persuadir al siervo mayor de edad, muy competente y productivo, a sentirse muy "superior" a los demás obreros. Si lo logra, aludido siervo empieza a pensar de la manera siguiente: "¡Yo he llegado! ¡He llegado a la cima del conocimiento! La Biblia yo la sé de tapa a tapa. Sé todos los argumentos en pro y en contra sobre todos los puntos grandes y pequeños, tanto de la iglesia de Cristo como de las sectas. No hay quien me enseñe cosa nueva. No hay quien me supere. ¡He llegado al pináculo!" Amados, el que piensa así en su corazón ¡ya es preso del demonio "Superior Orgullo"!

a)  Tiene encima el espíritu del orgullo carnal.

b)  Se siente "superior" a todos los demás, en lugar de estimar a todos los demás "como superiores a él mismo", conforme a la norma de Filipenses 2:3.

c)  Desdeña a los demás.Ya no escucha; no presta atención cuando predican y enseñan otros hermanos. Al decir de él, sabe lo que van a traer antes de que hablen. Ya no está para aprender de otros. ¡Se cree dueño de todos los conocimientos y de toda la sabiduría! Mientras predique o enseñe otro hermano, él se dedica a leer alguna materia o se levanta y sale del local poniéndose a conversar con algún miembro igualmente falto de reverencia y humildad.

d)  Desdeña consejos. Se molesta en gran manera si alguien se atreve a proferirle consejo alguno. "¿Qué te pasa? ¿No sabes quién soy yo? ¡Yo sé lo que hago! ¡No me hace falta tus consejos!"

e)  El mal espíritu del orgullo y del sentimiento de superioridad lo lleva a creer que tenga derecho y deber de evaluar constantemente a sus colegas, señalarles sus faltas, corregirlos sin pena, imponerles su propio criterio, y lo hace con satisfacción perversa.

f)  Este mismo espíritu lo tranca en sus estudios y en su carrera, dejándolo estancado o patinando como un carro viejo atascado en el lodo. Ya no estudia ni siquiera la Biblia porque, ¡bendito!, ¡ya la sabe toda! No piensa en mejorarse porque ¡ya él es el mejor! ¡Lo máximo!, ¿no lo sabe usted? Cree que puede seguir logrando el éxito apoyándose solo en los éxitos alcanzados en el pasado. ¡Cuán equivocado está!

g)  Tal obrero orgulloso, lejos de haber llegado a la cima, está descendiendo precipitadamente hacia el abismo, conforme al proverbio: "Antes del quebrantamiento es la soberbia, y antes de la caída la altivez de espíritu" (Proverbios 16:18).

h)  ¡Dios nos libre del demonio "Orgullo Superior" y de todos los siervos conquistados por él!, pues estos son blanco de burlas y causa de malestar en la congregación de los santos.

C.  Querido siervo mayor de edad, compañero muy estimado, qué Dios aclare su vista para que discierna los "demonios" que se le acerquen en esta etapa de su vida, qué le dé mucha fuerza para resistirlos y derrotarlos, qué le bendiga con salud y le use poderosamente en los ministerios que usted, por sus largos años en la obra, está capacitado para hacer mejor que cualquier otro. ¡Qué su sabiduría resplandezca como el sol en medio de la iglesia! Así, con el favor del Señor, podrá pasar colmado de honor a la Cuarta Etapa.

 

La imagen-diapositiva 1 para el tema de la Cuarta Etapa de la vida y los ministerios del siervo de Dios, Lección 3 del curso de capacitación ministerial Buenos ministros de Jesucristo.

 

III.  La Cuarta Etapa abarca desde los setenta años de edad ¡hasta los ciento veinte! Bueno, ¡hasta la muerte! Entiéndase, la muerte del hombre exterior.

A.  En el reloj que marca el tiempo de la vida productiva del ser humano, las manecillas indican desde las cinco hasta las seis de la tarde.

1.  Se trata del "atardecer de la vida".

2.  En lo referente al siervo del Señor, pronto se pone el sol de su ser en el horizonte occidental de la vida. En el instante de extinguirse la luz de su cuerpo físico, sucede un acontecimiento mil veces más glorioso y espectacular que la puesta del sol material que alumbra nuestro mundo: ¡Aparecen los ángeles para acompañar al alma del siervo fiel en su viaje por los cielos al Paraíso de Dios! (Lucas 16:22). ¡Por nada en el mundo quiero perder esa experiencia! Y, ¿usted?, amado hermano, ¿la quiere tener también?

3.  Son las cinco de la tarde y, poco a poco, se pone el sol de la vida, pero sus rayos aún iluminan los cielos con hermosos colores y bañan todo lugar y todo objeto con una luz suave y delicada. Nuestros hermanos de edad avanzada que se mantienen fieles y cerca del Señor, iluminan nuestros cielos con los hermosos colores de sus virtudes perfeccionadas y toda la iglesia se baña en la luz suave y delicada de su fe madura y pacífica.

4.  Hay siervos que siguen muy activos y productivos hasta muy avanzada edad, no faltando quienes realizan sus obras mayores y más excelentes después de los setenta años de edad. ¿Sorprendidos, siervos jóvenes? He aquí unos ejemplos de la Biblia, como también de tiempos modernos:

a)  Moisés. "Era Moisés de edad de ciento veinte años cuando murió; sus ojos nunca se oscurecieron, ni perdió su vigor" (Deuteronomio 34:7).

b)  Abraham. Cuando este varón salió de Harán para la tierra prometida ya tenía setenta y cinco años de edad (Génesis 12:4).

c)  Juan, el apóstol. Tenía quizás más de noventa años de edad cuando recibió la revelación del libro de Apocalipsis en la isla de Patmos.

d)  Guy N. Woods. Falleció de repente en 1993, a los ochenta y seis años de edad. Más reconocido en su época que tal vez cualquier otro siervo en los países de habla inglesa, cada año predicaba hasta más de cuarenta campañas por todo el territorio de los Estados Unidos de América. También escribía artículos para la revista Gospel Advocate hasta el mismo día antes de morir. Sin jamás perder su lucidez mental o sus grandes dotes analíticos.

e)  J. C. Bailey, predicador canadiense. Ya avanzado de edad, comenzó a hacer viajes evangelísticos a la India. Hizo muchos viajes. Bautizó a muchísimas personas en aquel país pagano oriental, estableciéndose muchas congregaciones. Con fervor y persistencia admirable, llamó la atención de la hermandad a los campos fértiles espirituales de la India. A resultado de su visión y diligencia, muchos otros evangelistas viajaron a aquellos campos donde sembraron la buena semilla. Hoy por hoy (segunda década del año 2013) evangelistas que siguen trabajando eficazmente en la India aseguran que pasa de un millón las almas de aquel país que perseveran en la iglesia de Cristo. Oigan, predicadores jóvenes: ¡fue un "predicador viejo" el que abrió las puertas y promovió la obra grandiosa en la India! ¿Cómo compara su obra, o la mía, a la del anciano J. C. Bailey?

f)  Burton Coffman.Teniendo sesenta y dos años de edad, este predicador inició el trabajo de escribir comentarios sobre los libros de la Biblia. A los ochenta y ocho años de edad, ¡terminó la tarea! Treinta y cinco tomos componen su comentario sobre toda la Biblia. Ya todos han sido impresos y están disponibles para la hermandad. También por Internet. Se considera muy valioso el contenido de esta tremenda obra.

g)  Dryden Sinclair, fundador de la Western Christian Foundation. Cuando este servidor lo conoció en Wichita Falls, Texas, ya tenía unos setenta años de edad. Siguió trabajando en la producción de literatura en español y otros idiomas hasta tener quizás más de ochenta años de edad.

h)  Hugo McCord tenía el don excepcional de explicar textos y temas bíblicos con admirable concisión y claridad, y seguía escribiendo artículos aun después de cumplir noventa años de edad.

5.  En el mundo de habla hispana, también habrá, sin duda, siervos de edad muy destacados. Dondequiera que se estudie esta materia, el maestro y sus oyentes podrán identificarlos.

a)  En territorios hispanoparlantes, la iglesia de Cristo, tal cual concebida por Dios, es comparativamente joven. Por esta razón, no esperamos encontrar a muchos ministros del Señor (predicadores, maestros, evangelistas) de edad avanzada, con cincuenta, sesenta o más años de experiencia en obras evangelísticas, establecimiento de congregaciones, formación de obreros, preparación de recursos espirituales, etcétera. Pero, ¡quiera Dios que pronto haya un número significante y que sigan fieles y productivos hasta el fin!

b)  Quisiera proponer que, cuando lleguemos allá por los setenta y cinco años de edad, convoquemos una "Confraternidad de los Viejos Veteranos de la Cruz en Latinoamérica". ¿Qué les parece?

(1)  Quizás acudamos, apoyándonos en un bastón o un sillón de ruedas, pero ¡nuestro espíritu será joven!, porque "aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día" (2 Corintios 4:16).

(2)  En esa "Confraternidad de los Viejos Veteranos de la Cruz", reviviremos las aventuras de nuestros ministerios, discutiremos animadamente nuestra transformación y glorificación inminente y comeremos unos platos suculentos, ¡con tal que aún nos queden dientes!

B.  ¿Habrá "demonios" que molesten y ataquen a los siervos de edad avanzada? Sin lugar a dudas, ya que Satanás no se da por vencido hasta el momento cuando el alma es librada del cuerpo físico, pero en esta ocasión no los vamos a nombrar. Me limito a las observaciones siguientes:

1.  Si su salud física, mental y espiritual lo permiten y su corazón lo desea, el siervo de avanzada edad debería seguir activo y productivo hasta dónde y cuándo le sea posible.

2.  Por otro lado, de sufrir deterioro el cerebro, lo indicado sería darse de baja con gracia, evitando perjudicar a la iglesia y la causa de Cristo en la tierra.

a)  A nuestro humilde parecer, cometería un grave error el siervo que insista en predicar o enseñar cuando su mente ya no funciona con lucidez. ¿Cuáles son los síntomas de una mente que esté fallando seriamente?  Mencionamos unos pocos, nada más, en el contexto de ministerios espirituales.

(1)  La memoria falla muy a menudo. Palabras claves para el mensaje, textos bíblicos, nombres, puntos importantes, aplicaciones prácticas, etcétera, de pronto desaparecen de la pantalla del cerebro.

(2)  Con frecuencia, se pierde el hilo de pensamientos, la secuencia de enseñanzas.

(3)  Ocurren lapsos de coherencia en las intervenciones.

(4)  El orador da vueltas y más vueltas, repitiendo una y otra vez lo mismo.

(5)  El orador trae, casi constantemente, eventos, circunstancias y personajes del pasado porque su mente ya cansada o enferma relaciona mejor lo de su juventud y adultez que lo del presente.

b)  También cometería un error grave el siervo ya entrado en años que intente pasar por joven. Mejor retirarse con dignidad que hacer un papel ridículo ante la iglesia y el público.

3.  El siervo sabio reconoce sus limitaciones y sabe cuándo retirarse de la batalla, bien sea en parte o del todo. Hacia el final de su ministerio Pablo escribió: "De aquí en adelante nadie me cause molestias; porque yo traigo en mi cuerpo las marcas del Señor Jesús" (Gálatas 6:17). Parafraseando: "Me retiro de tantas preocupaciones y molestias. He llegado al límite de mi capacidad para soportar y sufrir".

4.  Y esta última observación: el siervo de avanzada edad tiene casi, casi ganada la salvación eterna.

a)  ¡Qué no cometa ninguna torpeza espiritual que eche todo a perder en los últimos días de su vida!

b)  Bien se sabe que solo el que es "fiel hasta la muerte" recibirá "la corona de la vida" (Apocalipsis 2:10).

IV.  La Quinta Etapa abarca desde la muerte del cuerpo físico hasta las edades de las edades. Se trata, pues, de la eternidad, la cual todos los justos glorificados disfrutarán en la “tierra nueva”.

A.  ¡Que todos nosotros –siervos jóvenes, maduros, mayores de edad y de avanzada edad, tanto hombres como damas- alcancemos esta etapa!

B.  ¡Que nos acerquemos con confianza y júbilo al momento de nuestra glorificación y coronación!

C.  Siervo fiel, ¡le veo coronado de gloria y honra!

1.  Su corona será una diadema con muchas piedras preciosas. Cada piedra representa un alma ganada o una obra buena realizada.

2.  Su vestido de realeza es tan blanco que resplandece, bordado de escarlata como de carmesí. El blanco representa su santidad y la escarlata simboliza sus sacrificios en la causa de Cristo.

D.  Al faltarle poco tiempo para la conclusión de sus ministerios en la tierra, Pablo escribió: "He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida" (2 Timoteo 4:7-8).

1.  ¡Qué peleemos de igual manera todos y cada uno de nosotros! ¡Qué acabemos la carrera! ¡Qué guardemos la fe hasta el fin!

2.  Porque hay una corona allá en el cielo para cada triunfador. ¡Yo quiero que Cristo me coloque la mía sobre mi cabeza, y mi anhelo es tener la dicha de estar presente cuando cada uno de ustedes pase ante el trono del Señor para recibir la suya!

 

Próxima lección de Buenos ministros de Jesucristo: ¿Evangelista, anciano o el ministro de una iglesia local?

 


 

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