Simbología del tabernáculo-templo de Israel

Los diezmos fueron abolidos en la cruz de Cristo

El Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento: ¿cuál está en vigor durante la Era Cristiana?

 

El tabernáculo terrenal

versus

El tabernáculo espiritual  

Esta imagen del tabernáculo en el desierto ilustra el estudio El tabernáculo-templo terrenal versus el templo espiritual, en editoriallapaz.org

Por Juan Colón

    I. Introducción

 

Uno de los estudios más provechosos al que puede dedicarse el creyente lo constituye la tipología bíblica. Los tipos son sombras, representaciones de la realidad. En Hebreos 10:1 leemos:  "teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas".  Los tipos en ciertos casos, aparecen asociados con los sucesos relacionados con el pueblo de Dios. En otros casos, sin embargo, ciertas instituciones presentan tipos de algo mucho mayor y de más amplio significado. Igualmente, algunos objetos sirven de tipo o sombra de lo que es real, permanente y de valor eterno.

El propósito de este curso es escudriñar a la luz de Las Escrituras algunos elementos esenciales de "La Ley Mosaica", y también del "Evangelio de Cristo", para buscar la verdadera relación existente entre estas dos formas de Dios hacer pacto con su pueblo. Queremos estudiar algunos aspectos de la ley mosaica buscando su verdadero signifi­cado o aplicación espiritual para esta época cristiana; buscar aquellas cosas estipuladas por Dios en el Antiguo Pacto, pero que son mero SÍMBOLO, TIPO, FIGURA y SOMBRA de las cosas "celestiales"para darle su propia aplicación.

En la Biblia se describe el tabernáculo con varias acepciones, siendo una de ellas la de "tienda" que se podía armar y desarmar. Su función principal era la de servir como lugar de encuentro entre Dios y Su pueblo. El tabernáculo es también llamado en Números 9:15, "la tienda del testimonio". Era en ese recinto, relativamente simple, que Dios se encontraba con Su pueblo. Este lugar era santo, consagrado al culto a Dios.

El tabernáculo levantado por Moisés en el desierto, según el modelo que le fue mostrado en el monte Sinaí por Dios mismo, es el más elocuente de todas las figuras rituales del Antiguo Pacto. Como una prefiguración de las cosas del Nuevo Testamento presenta como antitipos de la nueva alianza no sólo a Cristo y al cristiano, sino también a la iglesia en los lugares celestiales, ya que "no entró Cristo en el santuario hecho de mano. . . sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios", según Hebreos 9:24.

En este presente estudio haremos abundantes referen­cias en cuanto a las cosas relacionadas con el tabernáculo, a su magnífico y variado mobiliario, a los materiales empleados en su construcción, todo con el sincero deseo de profundizar en el conocimiento de las cosas celestiales. Todas estas riquezas tipológicas constituyen prácticas y preciosas lecciones acerca de cómo vivir hoy la vida cristiana, para que nuestra sed espiritual aumente y gocemos de toda bendición espiritual en los lugares celes­tiales.

Sabemos que existe hoy día, grandes conflictos en el mundo religioso con relación a la aplicación de la ley mosaica al Evangelio de Cristo. Muchos errores son enseñados en nuestro tiempo como consecuencia de la gran confusión impe­rante. Se han hilvanado una serie de enseñanzas erróneas acerca del santuario celestial que amerita un estudio profundo del tema.

 

II. Algunas definiciones

El tipo o modelo bíblico es una representación ordenada anterior, mediante la cual personas, eventos e instituciones del Antiguo Testamento prefiguran a personas. eventos e instituciones del Nuevo Testamento. Son figuras, o lecciones mediante las cuales Dios ha enseñado a su pueblo su plan redentor y sus elevados propósitos para la vida cristiana. Son una muestra de las cosas venideras y no la verdadera imagen de las cosas (Colosenses 2:17; Hebreos 8:5; 10:1). Todo el sistema mosaico, por ejemplo, fue como un jardín de infancia en el que el pueblo de Dios fue educado en las cosas divinas y enseñado a ver así la realidad de las cosas futuras.

La Biblia utiliza diversas palabras para los tipos, tales como: señal (Juan 20:25), figura(Hechos 7:43; Romanos 5:14; 1 Corintios 10:11), forma(Romanos 6:17), parábola, alegoría (Hebreos 9:9), modelo (Hechos 7:44; Hebreos 8:5), sombra (Colosenses 2:14;  Hebreos 8:5) y ejemplo (Filipenses 3:17; 1 Timoteo 4:12; 1 Pedro 5:3).

Algunos de los nombres para los antitipos son: figura del verdadero (1 Pedro 3: 21),  imagen misma (Hebreos 9:23), verdadero (Hebreos 9:24), y espíritu (2 Corintios 3:6).

El tipo es el objeto de una lección, de la revelación temporal de una persona, de un acontecimiento, o de una institución venidera. El antitipo es el cumplimiento de lo que había sido predicho. Son necesarios uno o más puntos de afinidad entre el tipo y el antitipo (Colosenses 2:14-17; Hebreos 10:1). El tipo es siempre terrenal, mientras que el antitipo puede ser celestial o terrenal y celestial. La autoridad de los tipos y su aplicación provienen de la Biblia.

Primero estudiaremos la historia bíblica concer­niente al tabernáculo de Moisés, que fue la morada de Dios por cerca de 400 años. Luego la historia del templo de Salomón, que tuvo una gloría efímera; luego el templo de Zorobabel, construido después del regreso del cautiverio y que duró cerca de 500 años. También estudiaremos el templo de Herodes que es el que Cristo visitó. Por último, iremos al libro de Apocalipsis y trataremos lo relacionado con el "TEMPLO ESPIRITUAL", (Apocalipsis 11:1-2 y 19).

Cada suceso histórico lo estudiaremos en su contexto haciendo las debidas aplicaciones cuando sea necesario, a la luz de Las Escrituras. Es requisito de este curso estudiar:

a)  Éxodo 25-30, 35-40

b)  Levítico 8-9

c)  1 Reyes 5-8

d)  2 Reyes 24-25

e)  1 Crónicas 17 y 22

f)   1 Crónicas 1-9

g)  Esdras

h)  Nehemías

i)   Esther

j)   Hageo

k)  Hebreos 8-9

 

El tabernáculo de Moisés

 

El tabernáculo terrenal. No se puede hablar del tabernáculo terrenal sin antes hablar de sucesos que preceden a ese acontecimiento. El pueblo de Israel estaba cautivo en Egipto por cerca de 400 años. Dios se acordó de ellos y los libró de la mano de Faraón, usando a Moisés como líder; ya libres del yugo de la esclavitud, comenzó el camino que les llevaría a la tierra prometida. Pero había que darle a aquel pueblo una ley para que fuera regido por ella.

Las leyes, mandamientos y preceptos que hubiesen imperado hasta ese momento (Génesis 26:5), cesarían. Ahora comenzaban con una nueva administración, la ley no aparecía como medio de vida, sino como el medio por el cual Israel se podía constituir en un tesoro especial de Dios, un reino de sacerdotes y gente santa, distinguiéndose así de las demás naciones. Más aun así, la ley no fue impuesta hasta tanto no fue divinamente propuesta y voluntariamente aceptada por Israel. La ley tenía como fin enseñar al pueblo la santidad de Dios, su propia pecaminosidad y mediante su austeridad y severidad ser el "AYO" que guiara al pueblo a Cristo, a quien señalaba en detalle para que pudieran ser salvados por la fe (Gálatas 3:24).

Tres meses habían transcurrido (Éxodo 19:1), cuando Dios decidió hablar con el pueblo israelí en el monte Sínaí, con todo el pueblo al pie del monte, todo el monte humeando y estremeciéndose por un gran estruendo como de bocinas, y relámpagos. ¿Por qué se necesitaba de un taber­náculo para que Dios se manifestase a su pueblo? (Deuteronomio 5:22-33) El pueblo de Dios, sus escogidos, tuvieron temor de morir, y no desearon que Dios hablara directo con ellos sino que Moisés fuera el "mediador". Por esa razón es que Moisés se convierte en el "mediador de ese primer pacto". Iban a cruzar un desierto y Dios había ideado una forma de comunicarse con el pueblo.

Antes de mencionarse el tabernáculo, Dios dio a Moisés las "dos tablas de piedra" que él mismo había escrito (Deutero­nomio 5:22 y 9:9-10). Pero esas tablas no son las que el pueblo de Israel guardó en el arca del testimonio, pues Moisés, lleno de ira y enojo por el pecado del pueblo, arrojó las tablas al suelo y estas se quebraron.

(Deuteronomio 9:17) Falsamente, los Adventistas del 7mo. Día enseñan que las tablas de los diez mandamientos que fueron guardadas por los israelitas en el arca del testimonio fueron escritas por el dedo de Dios. Claramente la Biblia enseña otra cosa. Ahora bien, a pesar de que estas tablas eran las "del pacto", los diez mandamientos no eran toda la ley. Según Éxodo 24:1-8, aun antes de darles las tablas de piedra, Dios le dictó a Moisés el "libro del pacto" y en el verso 12, habla de "las tablas de piedra, y la ley, y mandamientos” que Dios escribió para la enseñanza de ellos.

De la lectura de los capítulos 21-24 del libro de Éxodo se recogen las ordenanzas sociales que Dios le dio a su pueblo:

1. Derechos personales (Éxodo 21:1-36).

-Eran leyes en relación con la esclavitud, (1-11); sobre los agravios cometidos a terceros, (12-27); sobre las lesiones que resultasen del descuido o la negligencia (28-36).

2. Derechos sobre la propiedad (Éxodo 22:1-15).

-Se dieron leyes en relación con el robo, (1-6); y la honestidad, (7-17)

3. Requisitos de integridad personal (Éxodo 22:16 - 23:19).

-Eran leyes que indicaban la conducta correcta, (22:16-31); la administración de la justicia común, (23:1-9); y la observancia de las épocas festivas, (10-19).

4. Promesa y perspectiva (Éxodo 23:20-23).

-Se aseguraba la presencia divina con Israel, (20-23); se predice un futuro bienaventurado condicionado a que el pueblo permanezca leal al Señor, (24-33).

Estos mandamientos del "libro del pacto", tenían como propósito servir de instructor social y religioso para Israel. Del capítulo 24:1-18, nuevamente se destaca la aceptación voluntaria de la ley por parte de Israel. El pacto es ratificado.

Ahora bien, ese libro del pacto fue rociado con sangre, la sangre del pacto que Dios hizo con el pueblo judío. Esto lo confirma la Palabra de Dios en Hebreos 9:18-22, en otras palabras, la ley mosaica no se componía sólo de los diez manda­mientos sino de una serie o conjunto de leyes, ordenanzas y estatutos dados por Dios para regir todos los aspectos de la vida del pueblo judío.

En el Nuevo Testamento podemos encontrar un hermoso antitipo con el libro del pacto judío:

1.  Existen derechos o privilegios personales:

a)  Juan 1:12. Dios nos da la potestad de ser hijos, al ser aceptados mediante la adopción.

b)  Hechos 2:38. Dios nos da el perdón de los pecados y el DON del ESPÍRITU SANTO.

c)  Efesios 1:3-10. Dios nos da el derecho a ocupar un lugar especial (celestial) donde recibimos "toda bendición espiritual", además de la redención.

d)  Hebreos 10:16-22. Dios nos recibe directamente en SU SANTO TRONO, en el mismo "lugar santísimo", por el sacrificio expiatorio de Jesucristo. Este punto lo estaremos escudriñando más  adelante y con toda la profundidad que este pasaje bíblico merece.

2.  Existen derechos sobre la propiedad:

a)  Juan 14:2-3. Nuestra propiedad está en los cielos a donde nuestro Señor Jesucristo fue a preparar "moradas celestiales" para los que le obedecen.

b)  Mateo 6:19-21. Durante el discurso del Sermón del Monte, Cristo nos exhorta a hacer nuestros tesoros donde verdaderamente podremos disfrutar de ellos, en el cielo donde está "la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios".

c)  Efesios 2:19-22. Ahora somos herederos y miembros de la familia de Dios , "conciudadanos con los santos".

3.  Existen requisitos de integridad personal:

a)  Hebreos 10:23-31. Dios, Rey de reyes y Señor de señores, requiere una total dedicación de nosotros sus hijos, para que hagamos solo Su voluntad, es decir, que nos sometamos a sus mandatos.

b)  Romanos 12:1-3. Dios requiere más. No podemos tratar de conformarlo dándole lo que nos sobra sino que Él desea que le ofrezcamos todo nuestro ser: espíritu, alma y cuerpo en una forma que a Él le agrade. Ese es el culto que le ofrecemos con la razón.

c)  Romanos 12:9-21. ¿Es esa la forma de cristia­nismo que estamos viviendo? Es parte de nuestra responsa­bilidad como hijos de Dios.

4.  Existen también promesas y perspectivas:

a)  1 Pedro 1:3-5. La promesa de recibir una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible en los cielos; alcanzar la salvación de nuestras almas el día del juicio final.

b)  2 Pedro 1:10-11. Esta promesa tiene una relación estrecha con la forma en que nos conducimos en esta vida. Tenemos  la bendición de recibir parte de sus promesas ahora y las vemos y las disfrutamos, pero también quedan otras promesas que son futuras y son para los que logren perseverar hasta el fin, siendo firmes y constantes. Es por esa razón que tenemos que mantenernos fieles a Sus mandamientos.

c)  Apocalipsis 21:6-7. Se vuelve a hacer mención de bendiciones ahora y también de bendiciones futuras. Me llama la atención de manera muy especial este verso 7: "El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo".

Los mandamientos de nuestro "nuevo libro del pacto" tienen el propósito de servir como guías a nuestras vidas en lo moral, social y religioso. También se desprende de este Nuevo Pacto, que al igual que en el Antiguo Pacto, la acepta­ción de someterse a la voluntad perfecta de Dios voluntaria­mente, Dios lo deja al libre albedrío de los seres humanos. Dios ya hizo su parte, enviar a Su Hijo unigénito a morir en la cruz por nuestros pecados; ya Cristo hizo su parte, murió en la cruz por la humanidad. Ahora la bola está en la cancha de los seres humanos: nos toca a nosotros ratificar la parte del pacto que nos corresponde dentro del plan de salvación.

El paralelismo del libro del pacto judío y el Nuevo Pacto es tal que ambos fueron rociados con sangre. Cristo nuestro Cordero Pascual derramó Su sangre preciosa por la humanidad, y de esa manera selló este nuevo pacto entre Dios y los hombres.

EL TABERNÁCULO TERRENAL: SU CONSTRUCCIÓN.

La construcción del tabernáculo terrenal fue por voluntad divina y no de los hombres, según Éxodo 25:8-9. Moisés tenía que erigirlo de acuerdo al modelo que Dios le mostraría. No sólo el tabernáculo sino todo el mobiliario y los utensilios que contenía fueron dados en detalle por Dios. Hechos 7:44 lo confirma. Moisés solo tenía que someterse a la voluntad de Dios.

Hebreos 8:4-5. Ese tabernáculo, al igual que el templo judío que le sustituyó, eran solo tipo, figura y sombra del tabernáculo celestial "del tiempo presente" al igual que los muebles y utensilios. Esto lo estaremos estudiando detalla­damente en el transcurso del curso. Todas las especificaciones fueron dadas a Moisés. Los materiales para la construcción del tabernáculo fueron provistos mediante ofrendas del pueblo que incluía: tres metales preciosos, tejidos de colores, pieles de animales, lana, aceite y piedras preciosas.

El tabernáculo, como también el templo que más tarde construyó Salomón, fueron el centro de la vida nacional judaica. Era una representación de valor inmensurable, de ciertas ideas que Dios quiso grabar en la mente de los seres humanos, y un anuncio previo de muchas enseñanzas de la fe cristiana.

Romanos 15:4 afirma: "…las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza". El tabernáculo construido por Moisés en el desierto ha dejado profundas lecciones para la iglesia, tanto por la rica tipología de su mobiliario como por el significado espiritual de todo el conjunto.

LAS OFRENDAS

Una de las lecciones más importantes que tiene para nosotros el estudio del tabernáculo es lo relacionado con las ofrendas del pueblo como respuesta a la orden divina dada por medio de Moisés (Éxodo 25:2-7; Éxodo 35:29). Las ofrendas voluntarias fueron tan abundantes que los artífices interrum­pieron su trabajo para decirle a Moisés: "El pueblo trae más de lo que se necesita para la obra que Jehová ha mandado que haga. Entonces Moisés mandó pregonar por el campamento, diciendo: Ningún hombre ni su mujer haga más para la ofrenda del Lugar Santo. Así se le impidió al pueblo ofrecer más; pues tenían material abundante para hacer toda la obra, y sobraba" (Éxodo 36:5-7).

¡Qué lección más preciosa! Como cada uno dio voluntaria y generosamente de lo que poseía. El costo estimado de la construcción en dólares americanos fue de $l,250,000. Cuando cada creyente entiende que la obra es parte esencial de la comunión con Dios y da generosamente, la iglesia no necesita de "otros medios" para obtener sus fondos ni pasa necesidades ni se ve precisada a limitar sus actividades en el campo de la evangelización. Sin dudas, que escucharon la voz de Dios. Tampoco dudo que Satanás fuera lo suficientemente astuto como para insinuarles que aquella obra exigiría gastos extraordi­narios; que el costo de la vida se elevaría; que fuera prudente economizar o guardar cuidadosamente lo que poseían. Pero los hijos de de aquel tiempo tenían sus ojos puestos en el Señor y la voluntad de Dios era de suprema importancia para ellos.

COMPOSICIÓN DEL TABERNÁCULO

El tabernáculo se componía de una figura rectangular de aproximadamente 45' 6" de largo, 15' 3" de ancho y 15' 3" de alto; hecha  de tablas verticales de madera de acacia y recu­biertas de oro puro. La distribución del material era: veinte tablas al lado norte, veinte tablas al lado sur, seis tablas al lado oeste, con dos esquineros de 15' 3" de largo por 27" de ancho. Cada tabla tenía a un extremo dos espigas que eran asentadas en dos bases de plata. Las tablas se unían mediante cinco barras que atravesaban una serie de anillos fijados sobre las tablas.

LAS TABLAS

Su origen. Las tablas procedían del bosque. Cada tabla representa a un cristiano. Nosotros como creyentes, hemos sido cortados, talados a los pies de Cristo por el arrepentimiento y el bautismo, cuando escuchamos el evangelio y le obedecemos. Como espada, esta nos hecho a tierra, y después de talados, fuimos traídos a la casa de Dios. Vinimos a ésta de la misma manera en que caímos, pero en la casa de Dios fuimos labrados, conforme a Efesios 2:1-3 : "Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensa­mientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás."

Su desbaste . Felizmente al ser traídos a la casa de Dios en estado bruto, pasamos por el proceso de ser acepillados. Para hacer ese tipo de trabajo el escultor o el carpintero utiliza las herramientas adecuadas para quitar la corteza de la madera. Así sucede también con el ser humano cuando viene a los pies del Señor. Es necesario que sea desbastado o trabajado por las afiladas cuchillas del diestro carpintero de Nazaret ( Colosenses 2:11 ; 3:8-9).

-La nueva vida es como un bloque de piedra que debe ser tallado por el escultor. Dios hace lo mismo con nuestras vidas. Nos saca del bosque del pecado, nos trae a su casa y con la herramienta de la Palabra, que es "más cortante que una espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón" ( Hebreos 4:12 ), Dios usa la Palabra para efectuar el desbaste de innumerables impurezas, tales como palabras torpes, malos hábitos, vicios, transformándonos en hombres y mujeres perfectos ( Efesios 2:20-22 ).

El revestimiento . Note que las tablas tenían que ser cubiertas de oro puro ( Éxodo 26:29 ). El oro habla de realeza, de gloria. En Apocalipsis 1:6 afirma la Biblia que Dios nos hizo reyes y sacerdotes, y en otros pasajes también. Aquí el creyente, después de haber sido despojado de todas las arrugas del pecado, es glorificado con el oro de la gloria de Dios, hecho participante de la realeza de Cristo y constituido rey y sacerdote.

Sus basas. Las tablas estaban colocadas sobre basas de plata. Toda nuestra fortaleza, toda nuestra apariencia real descansa sobre basas de plata como un símbolo de redención, todas las tablas tienen que mantenerse unidas para formar la casa de Dios. Pero aquí hay un aspecto muy significante relacio­nado con las tablas y su unión perfecta. Aunque al momento de ser cortadas y traídas al campamento eran muy diferentes entre sí, después de ser trabajadas quedan todas iguales; la aplicación espiritual es que ante los ojos de Dios no hay unos mejores que otros ( Colosenses 3:11 ; Romanos 2:11 ).

Las barras. Las barras o travesaños eran de madera de acacia y también estaban revestidas de oro y eran para mantener las tablas firmes y unidas ( Éxodo 26:26-28 ). Esas barras señalan a la unión espiritual entre Dios y los creyentes descrita en Juan 17:22-23 . Las barras por estar en grupos de cinco, señalan sin lugar a dudas a los cinco ministerios descritos en Efesios 4:11-13 . Estos ministerios son los que definen a la iglesia del Señor.

LAS CORTINAS

Sobre la madera, había diez  cortinas de 42' 8" de largo por 6' de ancho cada una. Eran hechas de lino fino y estaban unidas como una sola cortina de 61' de este a oeste y 42' 8" de norte a sur. La parte sobrante cubría el extremo oeste que era la parte posterior. Las cortinas eran de cuatro colores, tal vez, indicando diversos aspectos de la obra personal de Cristo.

l.   PÚRPURA. Se relaciona este color con la realeza. Cristo, El Mesías prometido, vino como un rey conforme a la profecía de Zacarías 9:9 ; "He aquí tu rey".

2.   CARMESÍ. Este color se relaciona con la sangre. Cristo nuestro Cordero Pascual, se ofreció así mismo como un sacrificio de sangre por la humanidad.

3.   BLANCO.  Este color se relaciona con la perfección. Cristo fue el Cordero "puro y sin mancha", perfecto.

4.   AZUL. Este color se relaciona con el trono de Dios, el cielo; también con lo celestial. Cristo luego de su sacrificio, fue al cielo y abrió los lugares celestiales a su pueblo.

Las cortinas tenían diseños de querubines y se extendían sobre el rectángulo formado por tas tablas doradas formando así el tabernáculo.

LA TIENDA

Era la cubierta del tabernáculo ( Éxodo 26:7-14 ). Cubría el recinto una carpa o tienda de pelo de cabras; once cortinas, cada una de 45' 8" de largo y 6' de ancho, unidas con broches de oro para formar una sola pieza de 67' de este a oeste y 45' 8" de norte a sur. Sobre esta cubierta había otra de piel de carnero teñida de rojo y encima de todo, otra cubierta de pieles de tejones. Probablemente esta tienda triple sería sostenida por un caballete con costados inclinados. El taberná­culo como tal parece haber tenido el techo plano.

EL ATRIO

El tabernáculo estaba cercado con una verja de 152' de largo y 76' de ancho. Tenía la entrada por el este. Esta cerca era también de cortinas de lino retorcido de 7' 7" de alto y colgadas a unas columnas de 7' 7" entre sí, con molduras y ganchos de plata, asentadas sobre bases de bronce. La puerta al extremo este era de 30' 6" de ancho en lino azul, púrpura y escarlata. Era la única entrada y salida al recinto.

Era el patio interior del tabernáculo. Allí se encontraban dos muebles muy importantes:

1.  EL ALTAR DE HOLOCAUSTO : Era el altar más grande usado para el sacrificio de animales. Era  de 7' 7" de costado a costado y de 4' 6" de alto. Era de tablas de acacia recu­biertas de bronce. El bronce es símbolo de juicio. Este altar estaba casi a la entrada del atrio. Según Levítico 6:9-13 , el fuego de este altar no podía ser apagado sino que el sacerdote tenía la encomienda de poner leña sobre él cada mañana. El fuego fue encendido milagrosamente cuando de Dios bajó fuego del cielo y consumió al primer holocausto ofrecido según Levítico 9:24 .

2.  LA FUENTE : Era un gran envase de bronce diseñado para poder contener agua con el propósito de que los sacerdotes pudieran lavarse tanto las manos como los píes antes de ministrar en el altar o en el tabernáculo. (Durante el estudio de este tabernáculo estaremos aplicando algunos tipos y sombras del Tabernáculo a nuestra era cristiana, pero el grueso de esas figuras retóricas las aplicaremos cuando entremos a la sección del TABERNÁCULO ESPIRITUAL).
 

EL LUGAR SANTO

Este recinto medía 30' de largo X 15' de ancho. Era una de las dos partes en que se dividía el tabernáculo, la más grande por cierto. A este lugar sólo podían entrar los miembros de la tribu de Leví que fueran asignados al sacerdocio, no sin antes haberse lavado las manos y los pies. La entrada a este lugar era a través de un velo o cortina según Éxodo 26:36-37 .

En este recinto se encontraban los siguientes utensilios:

1.   El candelero o candelabro . Pieza hecha de oro macizo. Se componía de una columna central y tres brazos a cada lado. Su costo estimado al día de hoy, $35,000. Tenía su lugar al lado Sur del Lugar Santo. Se cree que medía alrededor de 4' 10" de alto y     3' 5" en su parte más ancha (la parte superior). En total tenía siete brazos; Uno central diseñado con 4 copas de flor de almendro, manzanas y flores; los restantes 6, tenían tres copas en forma de flor de almendro, una manzana y una flor en cada brazo.

-De este candelero, no sólo se tiene la descripción dada en Éxodo 26:31-40 , sino que en la ciudad de Roma existe un grabado que data del siglo primero de nuestra era, en el famoso ARCO DE TITO, que posiblemente sea una reproducción fiel y exacta del original. Este  arco  conmemora la victoria alcanzada por el ejército romano y su general Tito, sobre los judíos, en la batalla del año 70 d.C. y donde fue destruido el "Templo de Herodes". Este asunto lo estudiaremos más a fondo cuando entremos de lleno en la profecía de Cristo concerniente a la destrucción del templo judío (Mateo 24).

2. La mesa del pan de la proposición. Esta era una mesa construida de madera de acacia y recubierta de oro. Sus medidas eran de aproximadamente 3' 1/2" de largo, 1' 6" de ancho y 2' de alto. En ella se exponían perpetuamente doce panes sin levadura que debían de ser removidos y reemplazados cada día de reposo. Tenía también utensilios de oro tales como platos, cucharas, cubiertas y tazones. El pan que se removía servía de alimento a los sacerdotes. La mesa debía ser colocada al lado Norte del Lugar Santo y frente al candelero. En el "Arco de Tito" también aparece la mesa de la proposición siendo llevada a Roma, junto al candelero y a las trompetas sagradas.

3.  El altar de incienso. Este fue construido de madera de acacia y luego recubierto de oro. Medía 3' 2" de alto y 1' 6" de costado a costado, o sea, cuadrado. Tenía una especie de cuernos integrados al altar y una cornisa de oro, con anillos debajo de la cornisa para facilitar su transportación. Para esto había también dos varas de acacia recubiertas de oro. Su ubica­ción en el tabernáculo era frente al VELO que separaba el LUGAR SANTO del LUGAR SANTÍSIMO. En este altar Aarón, el sumo sacerdote tenía que quemar incienso sobre él cada mañana al alistar las lámparas y cada anochecer al encender las lámparas. No se podía ofrecer sobre este altar incienso extraño, ni holo­causto, ni ofrenda, ni libación. Ese fue el pecado de los hijos de Aarón, que ofrecieron "fuego extraño" ( Levítico 10:1-2 ), o sea, una adoración no sincera de acuerdo a lo establecido por Dios. Sin lugar a dudas, se refiere a fuego preparado de modo contrario al divinamente indicado y tipifica cualquier entusiasmo religioso generado por medios puramente carnales y no de acuerdo a la mente de Dios.

4.   El velo. Esta pieza construida de lino torcido, azul, púrpura y carmesí con diseños de ángeles bordados, separaba o servía de "pared" entre el Lugar Santo y el Lugar Santísimo. Había cuatro pilares o columnas que sostenían la estructura del cortinado, eran de madera de acacia y estaban revestidas de oro, y las basas de plata según Éxodo 26:31-33 . El velo se suspendía de esta estructura por medio de unos corchetes de oro. De este punto en adelante, sólo el sumo sacerdote podía pasar a ofrecer sacrificios por él y por el pueblo, una sola vez al año.
 

EL LUGAR SANTÍSIMO

Este era el recinto donde se manifestaría Dios de ahora en adelante. Medía aproximadamente 15' cuadrados. En este lugar se encontraban "el arca" y "el propiciatorio" .

1.  El arca: Conocida como "el arca del testimonio" o "el arca del pacto". Era una especie de cofre construido de madera de acacia y recubierta de oro. Medía 3' 7 1/2" de largo por 2' 4" de ancho y 2' 4" de alto. En la parte de afuera tenía 4 anillos de oro en cada esquina, por las que se pasaban unas varas de madera de acacia recubiertas de oro  para facilitar su transpor­tación. Las varas jamás podían ser quitadas del arca. En ella se guardó "el testimonio de Dios" según Éxodo 25:16 . ¿Qué cosas constituyó el testimonio de Dios?:

a)  Las dos tablas de la ley;

b)  Una vasija con el maná recogido en el desierto;

c)  La vara de Aarón que reverdeció.

2.  El propiciatorio: Plancha de fino oro macizo que servía de cubierta al arca del testimonio ( Éxodo 25:17-21 ). En la parte superior, a cada extremo había una figura de un querubín con sus alas extendidas y mirando cada uno hacia el arca, de frente uno contra el otro. Tanto la plancha como los querubines eran de una sola pieza. Las alas de los querubines "cubrían" el propiciatorio, de modo que entre los dos querubines y la parte superior del propiciatorio formaban un espacio de donde Dios le hablaría a Moisés todo lo concerniente a Su pueblo. El sumo sacerdote tenía que rociar la sangre del sacrificio sobre el propiciatorio una vez al año para que Dios perdonara todos los pecados del pueblo ( Levítico 16:14 ).

-El arca y el propiciatorio formaban entre sí una sola pieza de manera que se convirtió en el lugar de privilegio donde Dios escogió manifestar Su presencia en medio de Su pueblo ( Éxodo 25:21-22 ), y en cierto sentido también en la sede del trono de Dios.
 

EL SACERDOCIO

El oficio del sacerdocio fue puesto por Dios ( Éxodo 28:1 ). Tenían que ser de la tribu de Leví, y estaban a cargo del servicio a Dios. Los levitas que no fueran sacerdotes estaban al servicio de ellos ( Números 3:5-9 ). Aarón fue elegido como el primer sumo sacerdote, y sus hijos: Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar los sacerdotes. Antes de ellos ser considerados sacerdotes siquiera, tenían que ser lavados con agua ( Éxodo 29:4 ),  demostrando así la necesidad e importancia de una pureza moral o santidad. Todo esto es figura, tipo y sombra del bautismo bíblico. La iglesia está compuesta por gente santa, es una congregación de sacerdotes ( 1 Pedro 2:5 y 9). Por eso para ser miembro de la familia de Dios, hay que primero ser lavados en agua, o sea, ser bautizados ( Hechos 22:16 ; Tito 3:5 ; Romanos 6:3-6 ). No se podía ser sacerdote sin antes ser lavado en agua; de la misma forma no se puede ser miembro de la iglesia sin ser lavado (bautizado).

Aarón como sumo sacerdote primero fue lavado y luego ungido con aceite ( Éxodo 29:7 ), (el aceite es símbolo del Espíritu Santo). Lo cual es un tipo de Cristo, quién siguiendo el orden de consagración de los sacerdotes fue primeramente bautizado en agua y después "ungido" con el Espíritu Santo de Dios ( Mateo 3:16-17 ). No sólo Aarón sino también los demás sacerdotes fueron primero "lavados" y luego "ungidos" ( Levítico 8:24 ,30), con aceite y rociados con la sangre del sacrificio que estaba sobre el altar. Esto es figura de la conversión que ocurre en los seres humanos que se arrepienten de sus pecados, se lavan sus pecados por medio del bautismo para el perdón de pecados y reciben el don del Espíritu Santo ( Hechos 2:38 ). La sangre de Cristo, el Cordero de Dios inmolado en la cruz, les REVISTE, LES SANTIFICA . Es lo que el apóstol Pablo escribe a los Romanos: "El poder de Dios para salvación" ( Romanos 1:16 ).

Por toda esta tipología tan hermosa podemos deducir que el oficio sacerdotal judío anticipa y a la vez proclama tres ideas referentes al PLAN DE SALVACIÓN:

1.  La reconciliación : viene producto de la fe en el sacrificio de Cristo en la cruz. Su derramamiento de sangre nos justifica ( Romanos 5:6-9 ).

2.  La mediación: Una de las labores del sumo sacerdote era mediar por los pecados del pueblo ante el propi­ciatorio. Según Hebreos 5:1-2 , el sumo sacerdote era constituido a servir a favor de los hombres al presentar sacrificios y ofrendas por el pecado y para mostrar paciencia con los ignorantes y extraviados. Merece notarse el hecho de que la palabra hebrea para sacerdote (KOHEN), anuncia la idea de mediación, y significa: uno que ocupa el lugar de otro y media a su favor.

3.  La santificación: el objeto mismo de la reconciliación y la mediación es buscar la santidad de vida. Israel como una nación escogida debía ser un pueblo santo ( Deuteronomio 26:19 ); y cada individuo incorporado a esa comunidad santa debía realizar en su vida privada y en todas sus empresas, el ideal ético-religioso anticipado en la lámina de oro que el sumo sacerdote llevaba sobre su mitra ( Éxodo 28:36 ). La frase acuñada decía: "SANTIDAD A JEHOVÁ”.

En este punto del estudio es bueno mencionar que la vocación sacerdotal de Aarón, tuvo su origen en Dios mismo; porque ".. nadie toma para sí esta honra, sino el que es llamado por Dios como lo fue Aarón" ( Hebreos 5:4 ). Las calificaciones morales, espirituales y hasta físicas que debían reunir los sacerdotes, la forma de ordenación y el atuendo o vestimenta que les caracterizaba, parti­cularmente al sumo sacerdote, fueron establecidas por Dios mismo con el propósito de proyectar de una forma inequívoca, el ideal de que sin santidad nadie "verá al Señor" ( Hebreos 12:14 ).

Es muy significativo, que al entrar al atrio o patio interior del tabernáculo, el primer objeto con que se tenía contacto era: "EL ALTAR DEL SACRIFICIO" (holocausto); allí era derramada la sangre del animal que  se sacrificaba. Luego caminando en dirección al tabernáculo estaba "LA FUENTE" para colectar agua; allí los sacerdotes y el sumo sacerdote, se lavaban todas las impurezas. Todo esto lo encontrábamos en el patio del tabernáculo, antes de poder entrar al tabernáculo de reunión.

1. Atrio.

2. Altar del sacrificio.

3. Fuente (con agua).

4. Tabernáculo de Reunión

Toda esta hermosa tipología, figura, sombra e imagen misma de las cosas celestiales señala que es necesaria tanto la sangre de Cristo , derramada por nuestros pecados en la cruz del Calvario, como el agua bautismal para el perdón de los pecados, para poder ser aceptados como "casa de Dios". Estos dos elementos son parte del testimonio de Dios dado  por  el  mismo  ESPÍRITU  SANTO  a la iglesia ( 1 Juan 5:6-8 ), en el mismo primer siglo. Como sacerdotes estamos a cargo de  ministrar todo el consejo de Dios ( Hechos 20:27 ): "El NUEVO TESTAMENTO"; tenemos que tener el testimonio de "agua" y "sangre", sin el cual no podemos tener la otra parte del testimonio de DI0S : EL ESPÍRITU SANTO.

La ropa. Moisés recibió la orden de hacer "vestiduras sagradas" para  el  sumo  sacerdote, "vestimentas  para  honra  y  hermosura" ( Éxodo 28:2 ). A la verdad que desde que Adán y Eva se hicieron "hojas de higuera" para cubrir su desnudez ( Génesis 3:7 ), el ser humano en su gran mayoría jamás ha renunciado  a  la  costumbre  de confeccionar ropa para cubrirse. La ropa puede satisfacer diversos fines: para protegerse de las inclemencias del tiempo (abrigo); cumplir con las exigencias del usuario (estética); identificar a la persona que le lleva puesta (secular o religioso); etc. En el caso del sumo sacerdote, la ropa que él usaría en función de su investidura sacerdotal, respondía a expresar simbólicamente el valor del sacerdocio y le ayudaba a proyectar una imagen o un mensaje.

Debido a las condiciones que son establecidas bajo el Nuevo Pacto, por el cual cada creyente se constituye "un sacerdote real ( 1 Pedro 2:9 ), la ropa de los seguidores de Cristo debe servir para ayudar a comunicar la  verdad  del  Evangelio.  La  ropa  del  sumo sacerdote se convierte no sólo en la vestimenta sagrada y celestial que tiene Cristo glorificado como descrito por el apóstol Juan en Apocalipsis 1:13-16 , sino que esta vestimenta también es tipo y sombra de la ropa con que somos ataviados los que obedecemos al verdadero Evangelio de Cristo  ( Romanos 13:13-14 Efesios 4:22-32 ; 5:1-31; 6:1-18). El pasaje de Efesios 6:10-17 nos da claramente la verdadera armadura que como hijos de Dios tenemos que poseer para que el maligno no cause que nosotros deshonremos las vestimentas de la nueva creación, creada según Dios.

Esta nueva vestimenta, la debemos usar en todo tiempo pues se nos asegura y garantiza que si la tenemos puesta y conservamos de una forma intachable, esto es "sin manchas", sin "arrugas" y sin remiendos, en el CIELO se nos otorgará   las ROPAS DEL VENCEDOR: LAS VESTIDURAS BLANCAS con que se visten aquellos que logran ser fieles hasta la muerte y perseveran hasta el fin ( Apocalipsis 6:11 ).

Existen dos parábolas que quisiera mencionar tocante a este punto.

Parábola de las bodas

1.  ( Mateo 22:1-14 ) Se habla concerniente al día del juicio final. Quiero resaltar sólo los versículos 11 al 14 (leer); claramente la enseñanza es que debemos estar vestidos propiamente de acuerdo a la mente de Dios.

Parábola del hijo pródigo

2.  ( Lucas 15:11-32 ) De aquí sólo quiero resaltar los versos 21 y 22. Cuando el Padre vio el arrepentimiento del hijo, le perdona...y le restaura. Prueba de esto es que manda a sacar el mejor vestido y hace que le vistan. La esperanza es que no se puede ser hijo de Dios sin estar revestidos de vestiduras sagradas, en este caso: vestidos de la nueva creación según Dios.

De las prendas del sumo sacerdote  sólo  estudiaremos algunas que consideramos más relevantes:

El efod. Prenda exterior o estola hecha de oro, azul, púrpura y carmesí. Tenía dos hombreras  a  sus  extremos. Esta prenda llevaba sobre las hombreras dos piedras de ónice en donde fueron grabados los nombres de las doce tribus de Israel, seis en una y seis en la otra, montadas sobre un marco de oro.

-Podemos decir que son un tipo y sombra de la doctrina de Cristo, cuyo fundamento hemos aprendido nosotros de los apóstoles y profetas del primer  siglo  ( Efesios 3:5 ; Juan 17:20 ). Esa doctrina está ahora sobre nuestros lomos, que como "sacerdotes" y "ministros competentes del Nuevo Pacto" tenemos que predicarla y practicarla.

-La Biblia no da una descripción muy detallada de la forma del Efod pero nos informa de los usos y abusos a que esta prenda sacerdotal fue sometida a lo largo de la historia judía ( 1 Samuel 2:28 ; 23:6,9; 30:7). Tipifica de esta manera los usos y abusos a que ha sido sometida "la doctrina de Cristo" por parte de impostores, obreros fraudulentos y falsos profetas y maestros.

El pectoral del juicio. Era una pieza hecha de oro, azul, púrpura, carmesí y lino torcido. Tenía forma cuadrada e incorporadas doce piedras preciosas, cada una con el nombre de una de las doce tribus de Israel ( Éxodo 28:15-29 ; 39:8-21). Era por mucho, la pieza más costosa de todas las que usaba el sacerdote en su vestimenta. Estaba unida al Efod por una pequeña cadena de oro, pero contrario al Efod (que tenía dos piedras grandes iguales cada una con seis nombres de las doce tribus), en el pectoral las piedras son todas dife­rentes y cada una lleva el nombre de una de las doce tribus de Israel. Hay que deducir necesariamente que cada piedra representa la totalidad de los miembros de una tribu y el total de doce representa a todo el pueblo de Dios. Entonces podemos decir que se trata de "todo el pueblo de Dios como un conjunto".

Todo esto es, sin lugar a dudas, tipo y sombra de la iglesia de Cristo, los llamados aparte, los santificados que Dios conduce hacia la perfección. Uno por uno Dios les reconoce y les valora como a una piedra preciosa. Es por esa razón que curiosamente están cerca del corazón de Cristo como el antitipo del sumo sacerdote. Lo peculiar de una piedra preciosa consiste en que a más intensidad de luz dando sobre su superficie, tanto mayor el brillo que refleja. La luz nunca puede, de ninguna manera, oscurecer una piedra preciosa; la luz sólo aumenta y acrecienta su brillo.

El sumo sacerdote presentaba continuamente a las doce tribus tanto sobre el pecho como sobre el hombro. Cristo ahora y por medio de "su sacrificio" en la cruz del Calvario nos presenta ante el Padre Celestial como un pueblo (iglesia) sin arruga y sin mancha. Esa es la razón para resplandecer como luminarias, esto, a pesar de que somos seres imperfectos, llenos de faltas, flaquezas y a pesar de los errores que cometemos, el sacrificio de Cristo en la cruz nos santifica por la sangre derramada por Cristo, quién nos presenta delante de Dios como piedras preciosas de costoso valor.

El mundo no concibe este simbolismo espiritual. Al ellos mirar a los hijos de Dios sólo juzgan las imper­fecciones y defectos; no son capaces de ver más allá; a las cosas espirituales. De manera que su juicio siempre es falso y parcial. No pueden ver las brillantes joyas con los nombres de todo aquél que ha sido redimido, gravado por la mano del inmutable amor de Dios.

Urim y Tumim. A los costados del pectoral del juicio habían dos piedras preciosas, grandes, en hebreo eran llamadas: URIM Y TUMIM. Literalmente significaba: luces y perfecciones ( Éxodo 28:30 ; Levítico 8:8 ). La posesión de esas piedras era uno de los privilegios más grandes de la familia sacerdotal ( Deuteronomio 33:8 ). El sumo sacerdote las usaba para consultar la voluntad de Dios en aquellos asuntos difíciles que comprometían el futuro o bienestar de la nación. En otras palabras, esas piedras estaban relacionadas con la comunicación de la "mente de Dios", en cuanto a diferentes asuntos que surgían en detalles de la historia de Israel. Sin esta pieza, Israel no sabia que hacer ( Esdras 2:63 ;   Nehemías 7:65 ).

Toda esta información nos lleva a pensar que el URIM Y TUMIM son tipo y sombra del Nuevo Testamento. La posesión de ese libro del pacto cristiano es uno de los grandes privilegios para los hijos de Dios. Allí todo aquél que ha sido constituido sacerdote ( 1 Pedro 2:5 y 9), puede consultar la voluntad de Dios para "todo asunto" que compromete el futuro y bienestar de la iglesia. El Nuevo Testamento es nuestra guía espi­ritual y allí se encuentra todo el consejo de Dios. Sin el Nuevo Testamento no sabríamos que hacer para agradar a Dios.

La mitra. Pieza usada para cubrir la cabeza del sumo sacerdote ( Éxodo 28:39 ). Representa la sumisión que se le debe tener a Dios. Ningún sacerdote nunca debía perder de vista que había sido llamado para el sagrado ministerio. No existe información certera en cuanto a la forma de la mitra, pero el historiador Josefo dice que era "un gorro sin pico... y se lo fabricó así, como la apariencia de una corona que consistía en una cinta de lino bien ajustada".

-La palabra hebrea que se traduce mitra es MITSNEFETH, se usa casi exclusivamente para el gorro del sumo sacerdote, y se deriva de una raíz que significa "enrollar" o "envolver", lo cual indica que posible­mente la mitra rodeaba la cabeza del sumo sacerdote como un turbante.

-La mitra contenía en la parte del frente una lámina de oro con la inscripción:   SANTIDAD A JEHOVÁ ( Éxodo 28:36-38 ). El sumo sacerdote tenía que tener esta placa sobre su frente "continuamente" al ir delante de Dios. Toda la figura presenta: devoción , sumisión, entrega y santidad a Dios. Los hijos de Aarón también tenían que usar "mitras" ( Éxodo 29:9 ), aunque eran diferentes a la del sumo sacerdote.

-Todo esto nos lleva a Efesios 6:17 , donde por inspira­ción del Espíritu Santo, el apóstol Pablo nos dice: "Y tomad el yelmo de la salvación..."; pero sabemos que según Hebreos 12:14 , sin santidad nadie verá a Dios. Nosotros como sacerdotes del "Dios Altísimo" según el Nuevo Pacto, tenemos que tener plena sumisión a Dios, a su palabra, a todo mandamiento y exhortación allí presentado, eso es sinónimo de santidad, (de ahí el símbolo de la chapa de oro en la frente).

-Hablando en sentido figurado, para lograr plena sumisión a Dios y a Su Palabra, hay que ascender al monte de la oración y del estudio concienzudo de la Biblia y recibir allí el modelo para la construcción del tabernáculo del carácter cristiano y el conocimiento de la mente de Dios, para que como Moisés podamos oír Su voz amonestándonos, "Mira haz todas las cosas conforme al modelo que se te ha mostrado en el monte"   ( Hebreos 8:5 ).

LOS SACRIFICIOS.

Hemos estado estudiando sobre objetos y personajes relacio­nados con el Tabernáculo de Moisés, tratando  de  buscarle su más acertado significado,  en  otras  palabras,  lo  que  hacemos  es estudiar la figura en el pasado, y relacionarla con un  objeto ya sea concreto o abstracto,  o  con  un  personaje  o  conjunto  de personas de nuestra era cristiana. Al analizar estos simbolismos, quiero que recordemos un principio en el concepto de "LUZ Y SOMBRAS" que dice: Los objetos arrojan sombras diferentes dependiendo de qué lado les de la luz . Por tanto, es posible que para un  objeto  encontremos  varias  representaciones  de  diferentes aspectos de una misma verdad.

Continuando con el estudio del tabernáculo de Moisés, no quiero pasar por alto, cosas relacionadas a los sacrificios que tienen una preciosa comparación con nuestra vida espiritual. El orden de los sacrificios ceremoniales de consagración de los sacerdotes aparece en      Éxodo 29:

-EL BECERRO DE LA CONSAGRACIÓN ( Éxodo 29:10-14 ). El becerro simboliza a Cristo como el siervo suficiente, lleno de mansedumbre, quien derramó su sangre por los pecados de otros. El profeta Isaías describe a Cristo de la siguiente manera: "... por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo el llevado el pecado de muchos, . . . " ( Isaías 53:12 ).

-En Levítico 17:11 , hablando sobre la sangre de los toros y los machos cabríos dice: "Porque la vida de la carne en la sangre está, y yo os la he dado para hacer expiación sobre el altar por vuestras almas; y la misma sangre hará expiación de la persona." Eso es un tipo y sombra de LA SANGRE DEL CORDERO PASCUAL .

-LOS CARNEROS DE LA CONSAGRACIÓN ( Éxodo 29:15-18 ). En esta porción bíblica, el carnero era degollado, partido en pedazos, y quemado completamente sobre el altar de los sacrificios. Era un holocausto de olor grato para Dios (ofrenda quemada). Esta figura se relaciona con los mártires de la gran tribulación que ofrendaron sus vidas por "causa del Evangelio de Cristo", ( Apocalipsis 6:9-11 ;  7:13-17;  20:4). Estos son los que no adoraron a la bestia, ni a su imagen y fueron decapitados por causa del testimonio de Dios. En los primeros siglos de historia de la iglesia millares de cristianos fueron muertos, degollados, partidos en pedazos, quemados vivos como antorchas, etc.; ofrendaban sus vidas mansamente por amor a Dios. Para ellos fue un privilegio morir por la obra de Cristo; y esto es agradable a Dios.

EL ALIMENTO DE LOS SACERDOTES ( Éxodo 29:22-27 ). Los sacerdotes tenían derecho a "parte" del carnero  sacri­ficado. La otra parte era totalmente consumida en el altar, en otras palabras, el sacerdote participaba del carnero sacrificado. Esto tipifica la participación del creyente de la carne de Cristo, al participar de la cena del Señor. En 1 Corintios 11:23-24 , el apóstol Pablo escribe acerca de este mandamiento: "Porque yo (Pablo) recibí del Señor lo que también os he ensenado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado tomó pan; y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mi." El creyente como sacerdote tiene derecho a participar de la cena del Señor todo primer día de la semana, y de esa manera come o parti­cipa de la carne del cordero que también es tipo y sombra de Cristo.

TIPOS DE SACRIFICIOS
OFRECIDOS A JEHOVÁ

EL SACRIFICIO DE PAZ ( Levítico 3:1-17 ; 7:11-38). Este era uno de los tipos de sacrificios que se ofrecían a Dios. Podía ofrecerse ganado vacuno (macho o hembra), de ovejas (macho o hembra), de cordero o de cabra. Estos sacrificios se ofrecían por acción de gracias, por algún voto o alguna ofrenda volun­taria. Es tipo y sombra del sacrificio de Cristo en la cruz, que hizo la paz entre la raza humana y Dios; entre los judíos y los gentiles ( Efesios 2:11-18 ).

-El sacrificio de Cristo permitió que nosotros los gentiles que "antes en cuanto a la carne" éramos "llamados incircuncisión por la llamada circuncisión", estábamos sin Cristo y "alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo". De estar lejos, hemos pasado a estar cercanos, por la sangre de Cristo, quién "es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derri­bando la pared intermedia de separación, aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en si mismo de los dos (judíos y gentiles) un solo y nuevo hombre, haciendo la paz, y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un sólo cuerpo (la iglesia), matando en ella las enemistades".

LOS SACRIFICIOS POR EL PECADO ( Levítico 6:24-30 ). Este otro sacrificio es expiatorio, para quitar el pecado. Es tipo del sacrificio de Cristo en la cruz por librar a la raza humana de pecado. 2 Corintios 5:21 dice: "Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él" . 1 Pedro 2:24 dice: "... quién llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados". El sacri­ficio de Cristo en la cruz fue la acción más importante para el ser humano después de la creación. Todos los problemas espirituales por fin pueden tener una solución: El Dios de los cielos envió a Su único Hijo para que fuera nuestro sacrificio por el pecado.

LOS SACRIFICIOS POR LA TRANSGRESIÓN Y LA CULPA ( Levítico 5:1-7 ; 7:17). La característica de este tipo de sacrificio por la culpa y la transgresión era la muestra de la necesidad de confesión: "Cuando pecare en alguna de estas cosas, confe­sará aquello en lo cual pecó" ( Levítico 5:5 ). En este sacri­ficio se tipifica la ordenación en el Nuevo Testamento de la confesión de los pecados. No me refiero al término "dar testimonio" que tan mal empleado se usa en las sectas evangélicas avivadas, en donde casi se obliga a las personas a publicar en todo lugar lo pecadores que fueron, sino que me refiero a lo que verdaderamente enseña el Nuevo Testamento.

1.  Tenemos que confesar nuestras ofensas unos a otros ( Santiago 5:16 ).

2.  Tenemos que aceptar que cometemos pecados y confesar nuestros pecados al padre para que Él nos perdone y nos limpie de toda maldad ( 1 Juan 1:8-9 ).

3.  La verdadera confesión exige tristeza por el pecado (Salmo 38:18; 1 Corintios 7:9-11 ).

4.  La verdadera confesión exige arrepentimiento ( 2 Corintios 7:9-11 Lucas 17:1-4 ).

5.  La verdadera confesión exige el abandono del pecado ( Proverbios 28:13 ).

EL DÍA DE LA EXPIACIÓN

El sistema de ofrendas, que revelaba el camino a Dios por medio de los sacrificios, alcanzaba su clímax cuando el sumo sacerdote por fin podía entrar al lugar santísimo. Sacrificaba un becerro como ofrenda por el pecado y un carnero como ofrenda quemada. Después tomaba dos machos cabríos y echaba suerte sobre ellos para saber cuál de ellos debía ser sacrificado como ofrenda por el pecado. El otro macho cabrío servía como emisario y era enviado al desierto.

Después de que el sumo sacerdote sacrificaba al becerro por sí mismo y por su casa, uno de los machos cabríos era sacrificado por los pecados del pueblo y su sangre rociada para la purificación del altar y de todo el tabernáculo. Puestas las manos sobre el macho cabrío vivo, el sumo sacerdote confesaba los pecados de toda la nación y enseguida enviaba el animal al desierto con todos los pecados del pueblo.

Este día es tipo, sombra y figura del día en que nuestro Señor Jesucristo padeció la crucifixión y muerte de manos de los romanos  En ese momento él pagó el precio por nuestros delitos y pecados de una forma completa y final. El tomó nuestro lugar en la cruz. En el pasado, el macho cabrío enviado al desierto llevaba los pecados del pueblo a una tierra vacía, donde nadie encontraría esos pecados jamás. Así se tipifica el sacrificio de Cristo que llevó nuestros pecados a un lugar en donde Dios no se acuerda de ellos jamás. Esa es la fe que tenemos que tener en el Evangelio de Cristo, que es: LA MUERTE, LA SEPULTURA Y LA RESURRECCIÓN DE CRISTO según 1 Corintios 15:1-4 . Y que según Romanos 1:16 dice que es "EL PODER DE DIOS PARA SALVACIÓN". Ya Cristo como Cordero Pascual consumó su parte en el nuevo pacto.

LA PASCUA

La pascua señaló el comienzo de una nueva era para el pueblo de Dios. Sólo a partir de la redención, la vida de Israel pasa a tener verdadero significado, por el hecho de andar con Dios. El apóstol Pablo enseña que Jesús es nuestra pascua ( 1 Corintios 5:7 ). De la descripción de la pascua que aparece en Éxodo sólo voy a tocar la forma de participar de ella ( Éxodo 12:11 ):

¿Cómo comieron los israelitas la primera pascua? Del análisis de esa pregunta buscaremos las enseñanzas para nuestros tiempos:

1.  Con los lomos ceñidos ( Éxodo 12:11 ). En el día de hoy, nosotros como creyentes debemos participar de nuestra pascua con los lomos ceñidos con la verdad, listos para partir de "Egipto" que en sentido figurado representa al mundo . Dice en Éxodo 12:11 : "Y lo comeréis así: ceñidos vuestros lomos..." Efesios 6:14 nos define la forma en que debemos estar siempre listos para participar de Cristo; no sólo el ceñirse con la verdad sino el vestirse con "la coraza de la justicia". El Señor Jesús recomienda en Lucas 12:35-36 , "Estén ceñidos vuestros lomos, y vuestras lámparas encendidas; y vosotros sed semejantes a hombres que aguardan a que su Señor regrese de las bodas, para que cuando llegue y llame, le abran en seguida".

2.  Con los pies calzados ( Éxodo 12:11 ). Los israelitas tenían que estar listos en todo el sentido de la palabra. Según Efesios 6:15 , las sandalias en los pies hablan de la predicación del Evangelio. Romanos 10:15 dice "...¡Cuan hermosos son los pies de los que anuncian buenas nuevas!" Todo hijo de Dios que ha obedecido el Evangelio de Cristo, debe estar dispuesto a calzarse la predicación del Evangelio como parte del estar listo siempre.

3.  Con el cayado en las manos ( Éxodo 12:11 ). La idea presentada es que todo creyente es extranjero y peregrino aquí en la tierra. Este es el testimonio del salmista (Salmo 119:19), "Forastero soy en la tierra; no encubras de mí tus mandamientos" . Tenemos también el testimonio del escritor de la epístola a los Hebreos: "Conforme a la fe murieron todos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra" ( Hebreos 11:13 ). Ese debe ser el sentir de los hijos de Dios, para que no caigamos de la gracia de Dios al desear la mundanalidad que ofrece el mundo. En ese sentido nos exhorta Pedro: "Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma" ( 1 Pedro 2:11 ).

EL TABERNÁCULO TERRENAL:

CAMINO A LA TIERRA PROMETIDA

            (Números 1-4) Estando en el desierto de Sinaí, Dios mandó a Moisés a hacer un censo del pueblo israelí. De todas las tribus con excepción de la tribu de Leví. En este censo sólo serían contados los que podían ir a la guerra, de 20 años en adelante, todos los hombres. La composición de las tribus quedó como sigue:

           TRIBU                                NUMERO DE GUERREROS                            JEFE

 

1- Rubén                                            46,500                                  Elisur, hijo de Sedeur
2- Simeón                                           59,300                                  Selumier, hijo de Zuridai

3- Gad                                                45,650                                  Eliazaf, hijo de Deuel

4-Judá                                                74,600                                  Naason, hijo de Aminadab

5- Isacar                                             54,400                                  Natanael, hijo de Zuar
6- Zabulón                                          57,400                                  Elías, hijo de Helón

7- José

           a)Efraín                                    40,500                                  Elisama, hijo de Amiud
           b)Manasés                              32,200                                  Gamalier, hijo de Pedasur

9- Benjamín                                        35,400                                  Abidan, hijo de Gedeoní
10- Dan                                              62,700                                  Ahiezer, hijo de Amisadai
11- Aser                                              41,500                                  Pagiel, hijo de Ocrán
12- Neftalí                                           53,400                                  Ahira, hijo de Enán

 

12 tribus                                                 603,550 Guerreros                 =Total de hombres
                                                                ( Números 1:46 )                        contados de 20 años

                                                                                                                  hacia arriba .

 

No se contó en ese momento a la tribu de Leví que de paso se convierte en la tribu número 13. Tampoco se contaron las mujeres (de ninguna edad) ni los jóvenes de menos de 19 años, ni los niños, lo que posiblemente duplique o triplique el conteo. Los levitas ( Números 1:50-51 ), fueron designados a las labores relacionadas al tabernáculo del testimonio y sobre los utensilios.

Estarían a cargo del tabernáculo, de todos sus enseres, y acamparían alrededor del tabernáculo. Tenían a cargo la guardia, armar el tabernáculo si iban a acampar y desarmarlo si tenían que moverse. Los restantes israelitas tenían que acampar junto a su campamento por tribus junto a su bandera, por sus ejércitos, bajo las enseñas de la casa de sus padres.

(Números 2) Para marchar había una orden fija que era la misma para acampar. Según Números 2:17 , el tabernáculo quedaba en el centro del campamento; cuando se produce la marcha también queda en medio de la caravana. El orden de la caravana quedó como sigue):

A.  Judá, Isacar y Zabulón -186,400.

B.  Rubén, Simeón y Gad -151,450

C.  El tabernáculo y la tribu de Leví.

D.  Efraín, Manasés y Benjamín -108,100.

D.  Dan, Aser y Neftalí -157,600.

Los levitas fueron contados de una forma diferente ( Números 3:15 ). Todo varón de un mes hacia arriba, según las casas de sus padres, por sus familias. (Ver figura relacionada).

El principal de los jefes de los levitas era Eleazar, hijo del sumo sacerdote Aarón. Era el jefe de los que tenían la guardia del santuario. Al oriente del tabernáculo de reunión acampaban Moisés, Aarón y sus hijos Eleazar e Itamar ( Números 3:38 ).

Todos los contados de la tribu de Leví, varones de un mes hacía arriba fueron 22,300. Pero sólo aquellos que tuvieran entre los 30 a 50 años podían servir en el Tabernáculo de Reunión.

PREPARATIVOS PARA LA MARCHA

Aarón y sus hijos estaban obligados a hacer todos los prepa­rativos pertínentes para la movilización del tabernáculo. En el Lugar Santísimo, les tocaba desarmar el velo que dividía el Lugar Santo del Lugar Santísimo, cubrir el arca del testimonio con el velo, y luego poner una cubierta de pieles de tejones y encima un paño azul. En el Lugar Santo tenían que preparar la mesa de la proposición , cubrirla con un paño azul y sobre ella las escudillas, las cucharas, las copas, los tazones y el "pan continuo" sería cubierto con un paño carmesí y luego pieles de tejones. Se le ponían las varas para cargarla.

El candelero seria cubierto también con un paño azul. Todo completo sería cubierto, sus lamparillas, sus despabiladeras, sus platillos y todos los utensilios del aceite con que se sirve. Luego todo sería cubierto con piel de tejones. El altar de incienso , iría cubierto con un manto azul, había que quitar la ceniza y cubrirlo  con piel de tejones; ponerle las varas para su transporte. Los utensilios del servicio diario que se usaban en relación al altar serían guardados de la misma manera, y serían puestos sobre unas "parihuelas" (camilla para transportar peso).

Parihuela: mueble compuesto de dos varas gruesas con unas cuantas cruzadas, donde se coloca una carga para llevarla entre dos o más personas.

El oficio de los hijos de Coat . Estos eran los designados a transportar las cosas sagradas antes mencionadas con todos sus utensilios. No les era permitido siquiera ver cuando se cubrieran las cosas santas ni mucho menos tocarlas o morirían. Esa era labor de Aarón y sus hijos (Números 4). Eleazar, sacerdote hijo de Aarón estaba a cargo del aceite del alumbrado, el incienso aromá­tico, la ofrenda continua y el aceite de la unción; a cargo de todo el tabernáculo y de todo lo que estaba en él ( Números 4:22 ). Los miembros de este grupo capaces de trabajar en el tabernáculo eran 2,650 varones de 30 a 50 años ( Números 4:36 ).

El oficio de los hijos de Gersón . Estaban a cargo de llevar las cortinas del tabernáculo, su cubierta, sus cuerdas y todos los instrumentos de su servicio. Itamar estaba a cargo de super­visar estas labores ( Números 4:29-33 ). El número de los miembros de este grupo que podían servir en el tabernáculo eran 2,630 varones de 30-50 años ( Números 4:40 ).

El oficio de los hijos de Merarí. Este grupo estaba a cargo de las tablas del tabernáculo, sus barras, sus columnas y sus basas, las columnas del atrio y sus basas, sus estacas y sus cuerdas con todos sus instrumentos y todo su servicio. El número de varones con capacidad para laborar en el tabernáculo era de 3,200 miembros ( Números 4:44 ).

El total de servidores que ministraban de alguna manera en el servicio del tabernáculo de reunión eran 8,580 levitas, más Aarón y sus hijos y Moisés ( Números 4:48 ). Los demás levitas podían servir sólo en la guardia. Los ministros del tabernáculo tenían a su disposición seis carros cubiertos y doce bueyes.

-2 carros y 4 bueyes a los hijos de Gersón. Total: 6

-4 carros y 8 bueyes a los hijos de Merarí. Total: 12

Los hijos de Coat no tenían carros asignados porque ellos llevarían sobre sí el servicio del santuario.

Un dato bien importante es que toda persona considerada inmunda sería echada fuera del campamento para que no contaminara a las personas entre las cuales Dios habitaba. Esto sin dudas es tipo de lo que Dios hará el día del juicio final cuando aquellos que sean considerados inmundos para Dios, serán echados fuera a las tinieblas. A eso apunta la Parábola de la Red ( Mateo 13:47-50 ), "Asimismo el reino de los cielos en semejante a una red, que echada en el mar, recoge de toda clase de peses; y una vez llena, la sacan a la orilla; y sentados, recogen lo bueno en cestas, y lo malo echan fuera. Así será el fin del siglo: saldrán los ángeles, y apartarán a los malos de entre los justos, y los echarán  en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes." La enseñanza bíblica apunta a que los inmundos serán alejados de los puros. Los carnales de los espirituales.

Después que todo estuvo echo conforme a la voluntad de Dios, todo fue ungido y santificado, con todos los utensilios; también los levitas fueron consagrados. Dios sustituyó a los primogénitos por los levitas como propiedad exclusiva de Dios ( Números 8:16-18 ).

Este fue un periodo de preparación para el pueblo israelí; Al finalizar este periodo, Israel abandonó el monte Sinaí e inició  su gran jornada hacía la tierra prometida ( Números 10:11-13 ). Sin embargo, a causa de la rebelión y la incredulidad de este pueblo, su entrada a Canaán fue pospuesta por 40 años. Durante ese tiempo vagó por el desierto, hasta que todo varón robusto mayor de 20 años (al momento del castigo) murió. En esos 40 años Dios proveyó todo lo indispensable para la subsistencia de Israel en el desierto (pan, agua y carne).

Al finalizar el periodo de 40 años, Moisés estaba a la cabeza de una nueva generación, preparada  ahora para la obediencia. Esta obediencia fue el resultado de la dureza del desierto. El pueblo estaba listo para poseer la tierra prometida. En ese periodo aparece una ADVERTENCIA contra Israel, que perso­nalmente creo tuvo su cumplimiento con la destrucción de Israel y su templo, en el año 70 d.C. a manos del ejército romano; lo que la hace paralela a la profecía de Cristo en Mateo 24.  Esta profecía se encuentra en Deuteronomio 28:49-68 , y su lenguaje es muy parecido a la descripción que narra el historiador Josefo sobre la destrucción del Israel en el primer siglo de nuestra era.

Dos meses antes de morir Moisés, preparó la mente de la nación para esta nueva etapa de su historia. También terminó de escribir o completó "el libro de la ley", que comenzó a escribir en Sinaí; y lo entregó a los levitas a cargo del arca del pacto para que fuera guardado al lado del Arca del pacto como testimonio contra el pueblo ( Deuteronomio 31:24-26 ).

 

III. El tabernáculo terrenal:

d e Josué hasta el cautiverio.  

Algunos datos históricos

Después de la muerte de Moisés, Josué tomó las riendas como caudillo en la encomienda de conducir a Israel y al taber­náculo de reunión a través del Jordán hacia la tierra prometida. La tierra fue conquistada "en parte" y repartida. Después de la muerte de Josué, Dios gobernó  a la nación judía por 300 años a través  de hombres escogidos llamados "jueces". Estos surgían en tiempos de crisis y opresión para librar a Israel del yugo enemigo.

Este periodo comprende desde la muerte de Josué hasta la instalación de un rey en Israel. Fue un tiempo de anarquía y confusión en general ( Jueces 17:6 ). Israel sencillamente no estaba organizado para vivir como pueblo. La generación exis­tente no conocía verdaderamente a Dios ( Jueces 2:10 ;   1 Samuel 2:12 ); ni a Su pacto, ni a Sus leyes.

Las condiciones políticas, morales y religiosas eran de lo peor. De hecho en el aspecto religioso, pese a que la ciudad de Silo había sido escogida como el centro religioso y  el  taber­náculo estaba allí desde el tiempo de Josué  y se mantuvo hasta el tiempo de Samuel ( Jueces 18:31 ; 1 Samuel 1:13 ), al taberná­culo no se le dio la importancia necesaria ni el valor que le correspondía. El "libro de la ley" para Israel era letra muerta. Muchos sacerdotes se  corrompían  a  tal  grado,  que prestaban sus oficios sacerdotales en cualquier lugar, y en cualquier forma particular (Jueces 17 y 18). Esta práctica era de carácter idolátrico, y por tanto se considera una corrupción religiosa ( Jueces 8:24-27 ). Poco a poco Dios dejó de manifes­tarse al pueblo ( 1 Samuel 3:1 ).

Con el ascenso de Saúl al trono de Israel, la narración bíblica entra en el periodo histórico conocido como EL REINO UNIDO . En los siguientes 120 años, Israel fue gobernado por Saúl, David y su hijo Salomón. Cada uno de ellos gobernó por 40 años. Fue una época de esplendor, en la cual la cultura hebrea floreció como nunca antes.

 

EL TABERNACULO TERRENAL:

EL ARCA EN MANOS ENEMIGOS

Era aproximadamente el año 1117 a.C. Elí era el sumo sacerdote y sus hijos Ofni y Finees, los sacerdotes. Estos estaban corrompidos en gran manera y no obedecían la amonesta­ción de su padre. Samuel ya era reconocido como profeta de Dios (1 Samuel      3:19-20). El pueblo de Israel salió a la batalla contra los filisteos, y  fueron  derrotados  en   Ebenezer ( 1 Samuel 4:12 ). Al volver al campamento, los ancianos de Israel demandaron que se trajera "el arca del Pacto" desde Silo para ellos volver a Ebenezer a eliminar a los filisteos. El arca fue traída conforme al deseo de los ancianos, también los sacerdotes Ofni y Finees. Marcharon a enfrentarse de nuevo a los filisteos, con el arca como si fuese un amuleto de buena suerte. Comenzó la batalla e Israel pronto fue derrotado y el arca del pacto cayó en manos de los filisteos por  primera  vez ( 1 Samuel 4:11 y 17).

El arca fue llevada por el ejército filisteo hasta la ciudad de Astod, donde la colocaron en el templo del dios Dagón. ¿Perdió Dios su poder? De ninguna manera, sino que Dios no puede ser usado como un  simple  amuleto  para  cuando  se necesita un poco de suerte. La noticia de que el arca fue a parar a manos enemigas causó gran consternación entre el pueblo judío hasta el punto que el sumo sacerdote Elí murió con la noticia.

Al día siguiente de que los filisteos pusieron al arca en el templo del dios Dagón, vinieron algunos de mañana al templo y encontraron a su dios "postrado en tierra delante del arca (del pacto)". Lo volvieron a su lugar y a la mañana siguiente lo encontraron en forma similar, pero sin la cabeza ni la palma de sus manos. Además de esto muchos males vinieron a los habitantes de dicha ciudad, quienes asustados pasaron el arca a la ciudad de Gat, donde también los habitantes comenzaron a ser "quebrantados y afligidos" en gran manera. Luego el arca fue pasada a Ecrón donde también el pueblo fue afligido. En total el arca estuvo en manos de los  filisteos  por  siete (7) meses   (1 Samuel 5-6).

Los filisteos decidieron devolver al arca. La colocaron en una carreta guiada por dos vacas. Llegadas a Bet-semes, los habitantes del pueblo se regocijaron. Inmediatamente cortaron la leña de la carreta y en una gran piedra que había ofrecieron las dos vacas en holocausto a Dios. Pero Dios hizo morir a 50,070 hombres de Bet-semes porque tuvieron la osadía de mirar dentro del arca ( 1 Samuel 6:19 ). El arca entonces fue llevada y Quiriat-jearin y puesta en casa de Aminadab ( 1 Samuel 7:1 ), por veinte años.

En ese momento histórico, el pueblo de Israel no seguía al pie de la letra la ley dada por Dios en Sinaí. Los sacerdotes hacían los sacrificios en cualquier lugar y el tabernáculo de reunión no significaba mucho para algunos; aunque tanto Samuel como David se dieron a la tarea de restituir el culto a Dios ( 1 Crónicas 9:22 ).

Luego de la muerte de Samuel y Saúl, David es  proclamado rey. Establece su reinado en la ciudad de Jebus, a la que luego se le conoció como "la ciudad de David", y más tarde Jerusalén (En un tiempo también se le llamó Salem). El arca se encontraba en Quiariat-jearim. David ya rey se levantó con 30,000 hombres escogidos con la idea de llevar el arca a Jerusalén. Construyeron un carro nuevo y colocaron allí al arca para su transportación. El carro era guiado por Ahio y Uza iba a la retaguardia.

Este episodio narrado en 2 Samuel 6, cuenta que David y toda la congregación iban danzando y tocando toda clase de instrumentos "delante de Dios". Sucedió que a causa de que los animales estaban tropezando, Uza "extendió su mano al arca de Dios y la sostuvo, y el furor de Dios se extendió contra Uza y allí lo hirió Dios" , muriendo junto al arca. Esto hizo que David sintiera temor y se preguntara: "¿Cómo ha de venir a mí el arca de Dios?" David llevó el arca a casa de Obed-edom, donde permaneció por tres meses.

¿Por qué Dios hirió a Uza de muerte? ¿Por qué no pudo ser llevada el arca a Jerusalén, conforme al deseo de David. La realidad fue que David estaba violando el mandamiento de Dios. Sus intenciones eran buenas, excelentes podríamos decir, pero no tenían la aprobación de Dios  La verdad es que con buenas intenciones no se llega al cielo. Se puede ser lo más bien intencionado posible en cuanto a tratar de agradar a Dios, pero si no se hace Su voluntad, entonces, hay problemas con Dios ( 1 Samuel 15:22 ).

Las instrucciones para mover el arca estaban en el libro del pacto ( Números 4:1-16 y 7:9). David descubrió , que el arca del pacto debía ser llevada sólo por los levitas descendientes de los hijos de Coat; ellos eran los escogidos por Dios. Por David no haber hecho la voluntad de Dios, Uza pagó un alto precio. Dios antes que nada se agrada de que hagamos su voluntad y de nuestra obediencia ( 1 Crónicas 15:13 y 1 Samuel 15:22-23 a). No era sólo cuestión de quién llevaba el arca sino de quién y cómo se transportaba.

La enseñanza o aplicación espiritual para nuestros días no se deja esperar. Las cosas espirituales que Dios ha establecido en Su reino, no pueden ser cambiadas ni alteradas. Tienen que mantenerse como ya Dios las prefijó y serán administradas como establece la ley de Dios en el Nuevo Testamento que es nuestra ley espiritual.

Ese es el caso de la iglesia que Cristo estableció, su reino. Las condiciones para ser añadido a ella es por medio de obedecer el Evangelio, que es: LA MUERTE, LA SEPULTURA Y LA RESURRECCIÓN DE CRISTO ( 1 Corintios 15:1-4 ). El bautismo bíblico por inmersión y para el perdón de pecados no puede ser susti­tuido por uno por aspersión como condición para el ser añadido a la iglesia ni para el perdón de los pecados. La cena del Señor no puede ser tomada con pan leudado ni el fruto de la vid puede ser sustituido por refresco de uva ni cosa por el estilo. La Palabra de Dios es final en cuanto a la disciplina que la iglesia tiene que seguir; ni los hombres ni los concilios tienen la potestad ni mucho menos la autoridad para cambiar la voluntad de Dios.

En el caso del arca, se podían aumentar o disminuir los levitas que la cargaban, se podían intercambiar posiciones, pero no se podían sustituir a los hijos de Coat. De la misma manera, la iglesia no puede ser sustituida por un pasadía familiar, ni por ninguna institución religiosa ajena a la iglesia de Cristo, ni cosa por el estilo. Es como tratar de cargar el arca en un carro nuevo y por personas ajenas a los designios de Dios. Eso es sustituir la voluntad de Dios por la de los hombres.

El arca por fin, fue traída a Jerusalén y puesta en una tienda que David le construyó   ( 1 Crónicas 16:1 ), mientras el tabernáculo de reunión permanecía en Gabaón. David reúne y comisiona a los levitas a cumplir con la ley escrita en el libro del pacto ( 1 Crónicas 16:39-40 ). David también puso en su corazón el construirle una casa a Dios digna de Él, pero Dios no se lo permitió. Aun así, David hace todos los preparativos para que su hijo Salomón construya la casa de Dios ( 1 Crónicas 22:1-6 ).

Dentro de los preparativos que hizo David estaba "el plano del pórtico del templo y sus casas, tesorerías, sus aposentos, sus cámaras y las cosas que tenía en mente para los atrios de la casa de Dios, para todas las cámaras alrededor, para las tesorerías. . para toda obra del ministerio. . . " ( 1 Crónicas 28:11-13 ).

David proveyó "oro. .. para todas las cosas de oro, para todos los utensilios de cada servicio. Plata.. . para todas las cosas de plata, para todos sus utensilios de cada servicio. Oro. . . para los candeleros de oro y para sus lámparas; y plata para los candeleros de plata y sus  lámparas conforme al servicio de cada candelero. Oro para las mesas de la proposición y plata para las mesas de plata. Oro para el altar de incienso y para el carro de los querubines de oro, que con alas extendidas cubrían el arca del pacto de Dios" ( 1 Crónicas 28:14-18 ). Bronce para las cosas de bronce, hierro para las de hierro, madera para las de madera. Piedras de ónice, piedras preciosas, piedras negras, y de diversos colores y mármoles en abundancia.

El tabernáculo iba a ser sustituido por un templo majestuoso. ¿Obraba David conforme a la voluntad de Dios? 1 Crónicas dice: "Todas estas cosas... me fueron trazadas por la mano de Dios, que me hizo entender todas las obras del diseño." C on estas palabras, David obtiene la autoridad para cumplir con su deseo, aunque fue Salomón su hijo quien edificó el templo.

En 1 Crónicas 29:3-9 , se encierra otra gran enseñanza en cuanto a poner todo nuestro TIEMPO, TALENTOS Y TESOROS al servicio de Dios. Vemos como aquí, el pueblo de Dios se desborda ofreciendo de corazón y voluntariamente para la obra de Dios. Al igual que hizo la congregación del desierto, toda su riqueza material estaba a la absoluta disposición de Dios. Reconocieron que: "todas las cosas que están en los cielos y en la tierra" son de Dios, y sólo damos de lo que recibimos de la mano de Dios. La profundidad de este pasaje nos lleva a meditar que debemos pensar y actuar como "extranjeros y advenedizos" para no apegarnos a los bienes materiales de este mundo. Eso es lo que expresa 1 Pedro 2:11 , ". . yo os ruego como a extranjeros y peregrinos". . .   Jamás debemos permitir que nuestra alma esté en peligro de perderse por el apego a las cosas que ofrece este mundo.

Luego de la muerte de David, su hijo Salomón es ungido en Girón como el nuevo rey. Al cabo de cuatro años de reinado, comienza a edificar el templo para Dios  Fue alrededor de 480 años después de que el pueblo de Dios salió de Egipto. Hiram rey de Tiro, proveyó madera de los cedros del Líbano y también madera de ciprés. Este árbol de cedro que crece en el Líbano puede tener un tronco de hasta 40 pies de circunferencia y una altura de hasta 90 pies, Estos árboles fueron cortados en el Líbano, hechos madera, transportados por mar hasta Jope y luego por tierra hasta llegar a Jerusalén.

            Hiram rey de Tiro También proveyó obreros para ciertos trabajos a realizarse. Salomón envió por grandes piedras para los cimientos del templo, 1 Reyes 6 y 7, y 2 Crónicas 3-5, nos dan los detalles sobre la construcción. Un dato curioso es que el templo en sí, la estructura, la fabricaron de "piedras ya acabadas" de modo que con sólo colocarlas a la perfección una al lado de la otra, iban formando las paredes.

            Los recintos del templo eran dos edificios enormes unidos. Uno para el lugar santo y otro para el santísimo. Todas las paredes por dentro estaban cubiertas primero de madera de cedro y luego de oro fino, desde el suelo hasta el techo, algo fabuloso. Las medidas del templo eran 92 pies de largo el lugar santo más 30 pies del lugar santísimo, que hacen un total de aproximada­mente 122 pies  El lugar santísimo tenía esa medida por todos lados (30 pies cuadrados). El ancho del lugar santo era aproxi­madamente 30 pies. y el alto era de 46 pies.

El sitio escogido para levantar este majestuoso edificio fue el monte Moría, en el lugar que ocupaba la era de Aruana el jebuceo. Este punto estaba en un lugar céntrico en la línea que dividía la tribu de Judá de la de Benjamín, que respecti­vamente representaban las del norte y las del sur. La cumbre estaba naturalmente desnivelada, y sus costados eran desiguales; pero Salomón se dio a la tarea de nivelarla y ampliarla. Salomón contrató a 30,000 operarios hebreos y 150,000 hombres del Líbano, súbditos de Hiram. Estos se encargaron de la madera y las enormes piedras labradas, a cambio de abundantes provisiones de trigo y una concesión de terreno.

El frente o entrada del templo miraba hacia el oriente donde se encontraba el monte de los Olivos. El templo propiamente dicho, el pórtico, el lugar santo y el lugar santísimo, formaba solamente una porción del lugar sagrado, pues estaba rodeado de atrios, cámaras y viviendas que ocupaban una extensión mucho mayor que la del templo mismo. Estas muchas mansiones son tipo, sombra y figura de las moradas celestiales que Cristo mismo fue a preparar en el cielo ( Juan 14:2-3 ).

 

EL TEMPLO DE SALOMÓN

LOS ATRIOS

La estructura construida por Salomón ha sido valorada por entendidos en la materia, entre las cantidades de 2 a 5 billones de dólares americanos. Tenía tres patios: el atrio exterior , el atrio medio y el atrio del templo . No se sabe exactamente las medidas de estos pero si que eran considerables. Dentro del atrio exterior se encontraban la sala del trono, el pórtico de las columnas y la casa del Líbano. En el atrio interior o medio se encontraba el palacio del rey.

El atrio del templo que es el que nos interesa, tenía al igual que el tabernáculo, un altar de bronce para los holocaustos a Dios. Sin embargo, era uno más grande y más elaborado. El uso era el mismo y también el propósito. Medía 30 pies de ancho por cada lado y 15 pies de altura. También se encontraba en ese atrio "el mar de bronce", que venía a ser las bases de la fuente. Era un tanque de colectar agua, perfectamente redondo, y medía 45 pies de circunferencia y 7 pies de profundidad. Descan­saba sobre 12 figuras de bueyes alineados de tres en tres (tres mirando hacía el sur, tres hacia el este, tres hacia el norte y tres hacia el oeste). La fuente como tal no fue eliminada sino que se construyeron 10 fuentes adicionales, de 12 pies cada una y montadas sobre basas con ruedas, 5 a mano derecha del atrio y cinco a mano izquierda. El mar estaba a la izquierda.

El uso del "mar de bronce" era para la limpieza de los sacerdotes de toda contaminación, y las 10 fuentes para la limpieza de lo que se ofrecía en holocausto. Este "nuevo mueble", medía como 5 pulgadas de espesor con el borde hecho como la forma del borde de un cáliz. La altura desde el piso era de más de 7 pies. Este atrio se edificó de tres hileras de piedras para llevarlo a ser más alto que los demás.

El PÓRTICO DE SALOMÓN

A la entrada del templo, Salomón mandó a construir dos columnas gigantescas de cerca de 53 pies. Encima de las columnas fueron colocados unos capiteles (uno en cada columna), de 7 1/2 pies cada capitel. Las columnas estaban una a cada lado de la entrada. La de la derecha fue llamada Jaquin, y la de la mano izquierda Boaz. Era una imagen impresionante del que sin dudas fue el templo más lujoso de sus tiempos, lo que iba a poner los ojos de los vecinos codiciosos en él. El constructor de dichas columnas fue Híram-abi, hijo de una viuda de la tribu de Neftalí. Este vivía en Tiro y fue mandado a buscar por Salomón por ser experto en el trabajo con el bronce. De hecho las columnas eran muy elaboradas en forma de lirios.

Pasada las dos columnas se encontraba el pórtico. Tenía una altura de 120 codos, o sea, cerca de 182 pies ( 2 Crónicas 3:4 ), que comparados a los 45 pies del lugar santo tiene una proporción de 4 veces más que el resto del templo. Este pórtico estaba cubierto por dentro de oro. Tenía dos puertas de cuatro hojas cada una, hechas de madera de ciprés. En cada puerta, las hojas de estas "giraban". Estaban talladas con figuras de "querubines, y palmeras y botones de flores cubiertas de oro" (todas las puertas).

 

EL LUGAR SANTO

Después del pórtico se encontraba la entrada del lugar santo. Había otras dos puertas hechas estas de madera de olivo, talladas en la misma forma que la del pórtico y también cubiertas de oro. Pasadas las dos puertas estaba el recinto santo con todos sus muebles. Este recinto como hemos mencionado, estaba forrado de madera de cedro del Líbano y recubierto de oro. El piso también estaba cubierto de madera de cedro. En el recinto se encontraban 10 candeleros de oro puro, 5 a cada lado del lugar.

En relación a la mesa de los panes de la proposición según 2 Crónicas 4:8 y 19 se habla de 10 mesas sobre las que se ponían los panes de la proposición. Estas mesas fueron hechas de oro.

El altar de oro para el incienso es el último de los muebles que encontramos en el templo. Aquí el que ministraba era el sumo sacerdote. Era un altar muy impresionante. Aquí se quemaba incienso diariamente como olor grato a Dios.

El velo hacia la división entre el lugar santo y el santí­simo al igual que en el tabernáculo de Moisés. Este también era hecho de azul, púrpura y carmesí. Adornado con figuras de querubines, da a entender que guardan la morada de Dios y las cosas celestiales mismas. En el sentido espiritual de las cosas, están a cargo de que no se alteren las cosas de Dios. Este es el simbolismo encerrado en Génesis 3:24 , donde los querubines guardan "el camino del árbol de la vida" para que el ser humano no pueda comer de él y viva para siempre. Esta figura de queru­bines en el templo, es sin lugar a dudas figura de los ministros competentes del nuevo pacto de que nos habla  2 Corintios 3. Son los que celosamente guardan que la Palabra de Dios no sea adulterada, ni que la institución celestial llamada iglesia sea corrompida, y con sus vidas glorifican a Dios para que Su nombre no sea blasfemado. Debemos sentirnos honrados de que Dios nos haya escogido por guardianes en la tierra de Su lugar celestial.

Por lo demás, se hicieron todos los utensilios para el servicio en la casa de Dios. Lo de oro en oro, lo de plata en plata, lo de bronce en bronce, etcétera (cántaros, despabiladeras, tazas, cucharillas, incensarios, etcétera).

EL LUGAR SANTÍSIMO

Pasado el velo, estaba el recinto más sagrado, el lugar santísimo. Sus paredes fueron forradas de madera de cedro del Líbano y recubiertas de oro, al igual el techo y el piso. Se usaron 600 talentos de oro para esa tarea. Tenía un altar de oro donde sería puesta el arca. Se hicieron dos querubines de madera de olivo, de 15 pies de altura. Cada ala medía sobre los 7 pies. De punta a punta sus alas medían sobre los 15 pies. Una ala daba a la pared y la otra tocaba la punta del ala del querubín del frente. Estaban recubiertos de oro y diseñados de tal forma que la distancia donde comenzaba un querubín (la punta del ala que tocaba la pared) hasta el otro extremo donde terminaba el otro querubín (la punta del ala que daba a la pared), era de 30 pies.

FINALIZA LA CONSTRUCCIÓN

En el año 1104 a.C., siete años después de haber comenzado la edificación del templo, éste es acabado. Salomón reúne a todos los ancianos de Israel, a todos los jefes de tribus y a los principales de las familias de los hijos de Israel, para llevar el arca hasta el templo, y el tabernáculo de reunión con todos los utensilios sagrados que estaban en él. Los sacerdotes metieron el arca dentro del lugar santísimo, debajo de las alas de los querubines y sacaron las varas del arca.

En este momento en el arca sólo había las tablas del pacto que Moisés escribió en Sinaí. Cuando los sacerdotes salieron del recinto, una nube llenó el lugar y los sacerdotes tuvieron que salir, no pudiendo ministrar ese día debido a la gloria de Dios.

Todas las cosas que David había dedicado a Dios (oro, plata, utensilios), fueron depositados en las tesorerías del templo. Este periodo fue uno de bonanza para el pueblo de Dios. A la verdad, que Dios hizo unas promesas referente al templo y al destino de Israel, pero eran sujetas a la obediencia de ellos.

El reino de Salomón se caracterizó por la paz y la prospe­ridad reflejada en el comercio y el progreso industrial. Claro está que Salomón heredó de David un reino ya establecido. Por lo tanto, sólo tuvo que administrarlo. Pero la inmoralidad y la apostasía tocaron a las puertas del hombre más sabio de la tierra. En "sus últimos días" se apartó de su dedicación y devoción a Dios. Fomentó la idolatría y edificó altares a dioses ajenos, por lo que Dios envió juicio sobre Israel, por lo cual decayó como nación.

La decadencia comenzó en los últimos días del reinado de Salomón. Después de la muerte de éste, Roboam tomó el trono de Israel, pero Dios dividió su reino (II Reyes 11:9-13 ; 13:25). Esta división vino como un juicio divino por no sujetarse a lo establecido por Dios; además sirvió para aislar y preservar a Judá, de donde vendría el Cristo, ya que el reino del norte se había corrompido por completo. Desde este momento en adelante, la Biblia se dedica a narrar lo que se conoce como "El Reino Dividido". Por los siguientes 250 años existieron dos naciones de entre los descendientes de Abraham. Roboam fue el primer rey de Judá, pero Jeroboam fue el primer rey en Israel. El reino del norte vino a ser formado por las tribus de Dan, Neftalí, Zabulón, Isacar, Manasés, Gad, Efraín, Rubén y Simeón. El reino del sur quedó compuesto por Judá y Benjamín y claro está, los levitas que habitaban allí.

Como primer rey de Israel, Jeroboam tuvo temor al ver que los miembros de las tribus del Norte descendían a Jerusalén a adorar. Tuvo la osadía de realizar cuatro cambios en el sistema de adoración:

1.  La adoración a becerros de oro en lugar de Dios;

2.  Se erigieron altares en Dan y en Betel en lugar de Jerusalén;

3.  Transfirió el oficio sacerdotal de la tribu de Leví a otras tribus;

4.  Se cambió la fecha de la fiesta de los tabernáculos del séptimo mes al octavo.

Como reacción a los hechos de Jeroboam, los levitas que vivían en las ciudades del norte, junto con los fieles a Dios, abandonaron Israel y se fueron a Judá, dejando al norte sin liderato espiritual y sin influencia para el bien ( 2 Crónicas 11:13-17 ). Dice 2 Reyes 17:21 , "Jeroboam apartó a Israel de en pos de Dios, y les hizo cometer gran pecado." Cada reino tuvo 19 reyes: Judá unos buenos y unos malos, pero en el caso de Israel todos fueron malos. La Biblia patentiza el pecado de Jeroboam con las siguientes frases: "no se apartó del pecado de Jeroboam hijo de Nabat, que hizo pecar a Israel". Ahías, el profeta declaró que la cautividad se debió "a los pecados de Jeroboam" . Dios en su misericordia, envió profetas tales como: Ahías, Amos, Elías, Eliseo, Micaías, Sofonías, Oseas y Jeremías entre otros. El pueblo no escuchó y Dios permitió que fueran llevados en cautiverio.

En cambio, en Judá algunos de sus reyes fueron temerosos a Dios. Es interesante que desde este momento en adelante, la historia bíblica entra en la narración del REINO DE JUDÁ . ¿Por qué no se le da importancia ni seguimiento al reino de Israel? A la verdad es que lo que nos quiere mostrar La Biblia no es la historia de Israel, sino cómo nos llegó Cristo, conforme a las profecías. Su genealogía era la de Judá, por qué entonces darle seguimiento a Israel. Cristo y no Israel es el centro del mensaje bíblico.

Con el tiempo las condiciones de Judá llegaron a ser tan malas como las de Israel, espiritualmente hablando. Dios decidió quitarles Su bendición. Teniendo el templo tantas riquezas y sin la bendición de Dios, pronto los ojos de sus vecinos fueron puestos en Judá. El primer despojo vino de parte de Sisac, rey de Egipto, cuando el templo tenía apenas 34 años de construido. Después de esto, sufrió otras profanaciones y saqueos a manos de Hazael, Teglat-falsar, Senaquerib y otros.

En el año 607 a.C., vino la primera de tres deportaciones a Babilonia. Nabucodonosor rey de Babilonia, arremetió contra Judá y contra el templo de Salomón, saqueándolo y llevándose utensilios, junto a lo mejor de los jóvenes de Judá, entre los cuales estaban Daniel, Ananías, Mísael y Azarías. Esta primera deportación inicia el principio de los 70 años de cautividad profetizados por Jeremías ( Jeremías 25:8-11 ).

En el 598 a.C., Nabucodonosor volvió a Jerusalén y tomó más de los utensilios del templo, junto a 10,000 cautivos. En la tercera y última incursión, Nabucodonosor arremetió con tanta fuerza que destruyeron las murallas de la ciudad, el palacio y el templo, tomando todo lo que había de valor. Así la casa de Dios es devastada. Las grandes riquezas del templo son transpor­tadas a Babilonia, incluyendo las columnas de bronce.    

Desde la cautividad hasta el templo de Herodes  

El periodo de la cautividad en Babilonia fue testigo de la profecía de Daniel, Ezequiel y Jeremías. Daniel sirvió en la corte real de Babilonia con una gran influencia sobre Nabucodo­nosor, Belsasar, Darío y Ciro. Daniel jugó un papel muy importante en la liberación de los cautivos de Judá.

Babilonia fue conquistada por los Medo-persas y con eso el cumplimiento de la profecía de Isaías, 150 años después de emitida. Habiendo Ciro recién conquistado a Babilonia, en el año 536 a.C., emitió  un decreto que permitía a los judíos volver a Jerusalén para reconstruir el templo de Dios ( Esdras 1:1-3 ). Este decreto dio fin a los 70 años de cautiverio en Babilonia y dio lugar al primer retorno a Jerusalén.

Bajo el liderato de Zorobabel, 50,000 judíos partieron de Babilonia y retornaron a Jerusalén con la idea de reconstruir el templo. A principios del segundo año, después de ubicarse en varias ciudades, los fundamentos del templo fueron colocados. Aquellos que no habían visto la grandeza del templo de Salomón, lanzaron un gran grito de júbilo. Aquellos que recordaban la magnificencia, la grandeza, lo esplendoroso del templo de Salomón, LLORARON. Hageo hizo referencia a esta reacción cuando preguntó: "¿Quién ha quedado entre vosotros que haya visto esta casa en su gloria primera, y cómo la veis ahora? ¿No es ella como nada delante de vuestros ojos"?

Cuando Samaria cayó ante Asiría en el año 721 d.C., Asiría repobló el área con gente conquistada de otras naciones. Estos extranjeros se unieron en matrimonio con los Israelitas que quedaron, y se convirtieron en un pueblo de raza y religión mezcladas. Estos fueron los samaritanos que ofrecieron su ayuda para la reconstrucción del templo, pero su oferta no era una de verdadero interés espiritual según la mente de Dios.

El texto inspirado los señala como  enemigos de Judá y Benjamín ( Esdras 4:1 ). Cuando la oferta de estos sincretistas fue recha­zada, de inmediato comenzaron a obstaculizar los trabajos de la construcción del templo. El resultado de estas intrigas se declara en Esdras 4:24    "Entonces cesó la obra de la casa de Dios que estaba en Jerusalén, y quedó suspendida hasta el año segundo del reinado de Darío rey de Persia." Ciro gobernó 9 años y fue sucedido por su hijo Cambíses, quien reinó por 7 años. Le siguió Esmerdis, un usurpador que gobernó cerca de un año. Luego vino Dario ( Esdras 4:24 ), quien gobernó por 35 años. De manera que la obra de construcción del templo quedó estancada desde el tercer año de Ciro hasta el segundo año del reinado de Darío, un total de 16 años aproximadamente.

Consecuentemente, ni una sola piedra fue colocada en el templo en todo ese tiempo. Y fue cuando Haqeo y Zacarías aparecen en escena. El propósito de la predicación de Hageo era animar al pueblo a romper el letargo e indiferencia, y motivarlos a que reanudaran los trabajos del templo. Su predicación consistía en lo siguiente: una severa amonestación por el egoísmo del pueblo; un llamado a la reflexión; un esfuerzo por confrontarlos con su propia negligencia de haber abandonado la obra del Señor; una súplica a la obediencia; un contraste entre la naturaleza física y temporal del templo, en comparación con la gloriosa presencia que había de habitarla; una explicación del poder corruptor del pecado, y un mensaje de aliento para Zoro­babel.

En el octavo mes del segundo año del reinado de Darío, llega Zacarías para unir sus esfuerzos con Hageo. Comenzó con una ferviente súplica de arrepentimiento, haciendo un llamado a que no estuvieran en los pasos de sus rebeldes padres, a los cuales Dios castigó de acuerdo a lo predicho por los profetas. Aproximadamente 3 meses más tarde, Zacarías recibió una serie de 8 visiones con el propósito de animar y fortalecer a los judíos, motivándolos a continuar la labor para completar la construcción del templo.

Dos años después de que los trabajos del templo fueron reanudados, una comitiva de judíos llegó a Jerusalén para investigar si se había continuado el ayuno del quinto mes que se observaba sobre la caída de Jerusalén. Zacarías  respondió con una severa amonestación. Les hizo ver que ese ayuno no había sido decretado por Dios. En lugar de estarse lamentando por la destrucción de Jerusalén, deberían estar llorando por los pecados que causaron la destrucción y la subsiguiente cauti­vidad. Los profetas hicieron un llamado a la cordura, a la espiritualidad y a la misericordia. Sin embargo, sus padres no quisieron escuchar, antes volvieron la espalda, y taparon sus oídos para no oír. Su espíritu rebelde no dejó para Dios ninguna alternativa, excepto la destrucción. Pero ahora el plan de Dios era la restauración de Jerusalén, del templo y de la prosperidad.

El resultado de la predicación de Hageo y Zacarías se declara en Esdras 6:14-15 : "Y los ancianos de los judíos edificaban y prosperaban, conforme a la profecía de Hageo y Zacarías. Edificaron, pues, y terminaron, por orden del Dios de Israel, y por mandato de Ciro, de Darío, y de Artangerges rey de Persia." Esta casa fue terminada el sexto año del reinado de Darío. Así que el templo fue terminado en el año 516 a.C., 20 años después que se había colocado la primera piedra y 4 años después que la obra fue reanudada.

Pero la finalización del templo y la restauración de Jerusalén habían de traer más problemas para el pueblo judío. Existía la posibilidad de que de nuevo vieran el templo como un fin mismo. Y el peligro consistía en atribuir al templo un exagerado significado que bien podría constituirse en idolatría. Esa había sido una característica negativa del pueblo judío por mucho tiempo atrás. Ese fue el problema de sus padres cuando mandaron a buscar el arca a Silo. Veían al arca como un objeto mágico que aseguraba la victoria sobre sus enemigos. Aunque sus vidas estuvieran plagadas de pecado, estaban seguros de que el arca del pacto aseguraba la presencia de Dios en medio de ellos. Era el mismo problema que existía con relación al templo antes de la destrucción traída por medio de Nabucodonosor. El templo era el baluarte de Israel, la garantía de la presencia divina, y el símbolo de la seguridad nacional.

Por eso el profeta Jeremías había dicho: "No fiéis en palabras de mentira, diciendo: Templo de Jehová, templo de Jehová es este" ( Jeremías 7:4 ). A pesar de sus muchos pecados, mientras el templo permaneciera erigido, el coro de Israel era: "¿No está Jehová entre nosotros? No vendrá mal sobre nosotros" ( Miqueas 3:11 ). Este problema estaba vivo ahora en los días de Hageo y Zacarías. Los judíos que habían retornado del cautiverio en Babilonia estaban muy preocupados por el aspecto físico del templo, a tal grado que aquellos que habían visto la grandeza del templo de Salomón lloraron amargamente al ver el que fue restaurado. Hageo se dedicó a contrarrestar esa actitud, enfati­zando la importancia espiritual del templo.

La aplicación espiritual para nuestros tiempos es que la iglesia es un lugar espiritual, no un amuleto. En Apocalipsis 2 se nos da el contenido de una de las siete cartas escritas a las iglesias de Asia. Ésta en especial fue escrita para la congregación de Éfeso  Era una iglesia de Cristo. Las virtudes y características conque es descrita esa iglesia son muy espe­ciales. Hacía obras, trabajaba arduamente, tenía paciencia, no soportaba a los malos, probaba a los falsos maestros y apóstoles, sufría por la causa de Cristo y trabajaba arduamente por amor al nombre de Cristo. Pero en el fondo no lo hacía con el amor que Dios quería. Había perdido el primer amor y eso es pecado delante de Dios. Cristo dice al comienzo de la carta que él anda en medio de la iglesia, por lo tanto la conoce, hasta lo más  íntimo. Tenemos entonces que cuidarnos de no hacer de la iglesia un amuleto, algo que nos traerá suerte no importando nuestra espiritualidad. No cometamos ese error.

Zacarías confrontó a la delegación de judíos que llegó a Jerusalén. Su pregunta fue: "¿Lloraremos en el mes quinto? ¿Haremos abstinencia como hemos hecho ya algunos años?" Durante los 70 años de cautiverio babilónico, los judíos cautivos habían llorado y ayunado el quinto mes en memoria de la destruc­ción de Jerusalén y el templo. Consecuentemente, a causa de su actitud idolátrica con relación al templo, ellos habían estable­cido ayunos sin la autoridad divina, ignorando lo que los profetas habían dicho sobre el asunto, y no reconociendo que la cautividad era el castigo por la rebeldía del pueblo.

Por eso Zacarías 9 al 14 es como un paralelo amplificado del mensaje de Hageo 2:1-9 , que fue entregado a Israel inmediatamente después que la construcción del templo fue terminada, con el fin de evitar que los judíos le dieran una exagerada impor­tancia a la estructura física, cayendo en el mismo error de sus padres. Tenían que comprender que el templo era un medio para un fin y no el fin mismo. Tenían que comprender que lo que Dios principalmente quería de ellos era lo siguiente: "Juzgad conforme a la verdad, y haced misericordia y piedad cada cual con su hermano; no oprimáis a la viuda, al huérfano, al extranjero ni al pobre; ninguno piense mal en su corazón contra su hermano"   ( Zacarías 7:9-10 ).

En breve ellos tenían que levantar sus ojos de lo físico y temporal a lo espiritual y eterno. Zacarías luchó por eso, informándoles de la destrucción futura de Jerusalén a manos de los romanos y del establecimiento de una casa espiritual (la iglesia), que había de ser compuesta por todos aquellos que se sujetaran a la obediencia de un sólo Pastor: Jesucristo.

Darío gobernó sobre Persia por cerca de 30 años después de haberse completado la edificación del templo en 516 a.C. Le sucedió en el trono Jerjes, quien es el Asuero del libro de Ester. Los eventos de Ester ocurrieron en el tercer año de su reinado ( Ester 1:3 ). Consecuentemente, el libro de Ester tiene por fecha aproximada el año 483 a.C., 33 años subsecuentes a la terminación del templo, y 25 años antes del segundo retorno de Babilonia bajo Esdras.

El libro de Ester, narra la divina preservación del pueblo judío, y la frustración de los planes humanos y diabólicos que operan contra la voluntad de Dios. Fue propósito divino que la humanidad fuera bendecida por medio de la simiente de Abraham ( Génesis 12:3 ), y todos los Amanes del mundo no lo pudieron impedir. Los planes divinos y su cumplimiento son inmutables. En ese periodo de la historia bíblica hemos visto como Dios utilizó a varios hombres que fueron claves para que se cumpliera la palabra de Dios. Vemos como Dios empleó a reyes como Ciro y Darío, a Zorobabel, a los profetas Hageo y Zacarias para hacer Su voluntad. Y aunque la restauración requería la recons­trucción física del templo, el mensaje de los profetas enfatizaba más la restauración espiritual del pueblo de Dios.

El segundo retorno a Jerusalén de la cautividad babilónica ocurrió en el año 458 a.C., cuando cerca de 10,000 judíos viajaron bajo el liderato de Esdras, el escriba. El propósito de este retorno como se describe en Esdras 7:25-26 , fue para restaurar la "ley del Señor" en Israel. Habían transcurrido casi ochenta años desde el primer retorno bajo Zorobabel. Para este tiempo ya Zorobabel, Hageo, Zacarías y otros líderes espirituales habían muerto. Los judíos habían caído en pecado y aun hasta los sacerdotes y levitas se habían emparentado con mujeres paganas ( Esdras 9:1-2 ). Esdras al oír la condición espiritual tan deplorable de los hijos de Dios, lloró, oró e hizo confesión delante de Dios. Como resultado de la influencia de Esdras, el pueblo hizo la determinación de disolver los matrimonios prohibidos y renovar su convenio con Dios.

El tercer retorno de la cautividad, ocurrió en el año 445 a.C., trece años después del retorno bajo Esdras. Este retorno fue motivado por un reporte que ciertos judíos de Jerusalén trajeron a Nehemías, quien al momento se desempeñaba como copero de Antajerjes, rey de Persia. El reporte según expresa Nehemías decía que "el remanente, los que quedaron de la cauti­vidad allí en la provincia, están en gran mal y afrenta, y el muro de Jerusalén derribado, y sus puertas quemadas a fuego".

Obtenido permiso del rey, Nehemías y algunos de sus siervos partieron hacia Jerusalén con el propósito de reconstruir las murallas. Al llegar, se hizo una inspección del muro, animó al pueblo, lo organizó y a pesar de la oposición, la tarea fue completada en sólo 52 días. Esdras se unió a Nehemías en el esfuerzo de establecer en la mente del pueblo, la necesidad de guardar la ley de Dios.

Volviendo al templo, el arca del pacto, aquella obra majestuosa donde se manifestaba Dios, y que fue construida por Moisés en el desierto, desapareció. Probablemente, fue destruida durante la cautividad con el propósito de obtener su oro. La tradición sitúa a algún piadoso judío ocultándola en algún escondite secreto, no descubierto después. La falta del arca seguramente hizo el segundo templo menos glorioso que el primero. También faltaron otras dos cosas principales que podían darle esa gloria: el propiciatorio, o sea, los querubines gigantescos que Salomón edificó, y el Urim y el Tummim.

Quizás por esta razón, muchos judíos no lo cuentan y hablan del templo de Herodes como del segundo templo. Hay una teoría de que esta arca aparecerá cuando los judíos vuelvan a construir el templo en Israel, cuando las diez tribus que ellos llaman perdidas "aparezcan" y mediante la guerra de Armagedón, conquisten toda la tierra prometida. Sueñan. Muchos de los eventos que se tienen como futuros ya en realidad son historia pasada. Cuando entremos en la parte del estudio que corresponde al tabernáculo espiritual y a las falsas enseñanzas referentes a éste, aclararemos el asunto.

 

EL PUENTE HISTÓRICO QUE UNE AL VIEJO y

NUEVO TESTAMENTO

La historia del intervalo entre el Antiguo y Nuevo Testamento se contempla a menudo como trivial. Durante este periodo ningún profeta inspirado por Dios habló. Algunos llaman a este periodo 'los siglos del silencio". Sin embargo, el conocimiento de los sucesos importantes como de la literatura de la época, suminis­tran un fondo para la venida de Cristo, además de que se com­prueban o cumplen algunas profecías hechas por Daniel.

Por espacio de 200 años después de la cautividad, la provin­cia de Judea permaneció bajo el dominio persa. La conquista de Alejandro Magno en el año 330 a.C. del imperio Medo-persa, trajo a los judíos a vivir bajo el dominio griego e introdujo la lengua griega e ideas nuevas. Después de la muerte de Alejan­dro, su reino fue dividido, y comenzó una lucha entre los Tolomeo de Egipto y los monarcas de Siria dando como resultado, primero el dominio egipcio, y luego el dominio sirio sobre Judea.

Los sirios trajeron un periodo obscuro a la historia judía, especialmente durante el reinado de Antíoco Epífanes. Este había determinado hacer desaparecer la religión judía, y así prohibió el culto a Jehová, la lectura de las escrituras y la práctica de la circuncisión y entre otras cosas cometió muchos atropellos contra los judíos. Éste es sin duda alguna, es el pequeño cuerno de que nos profetiza Daniel 8:8-27 . Este hombre se atrevió a sacrificar una cerda (animal inmundo para Dios) en el altar de los sacrificios; coció la carne y esparció el caldo por las paredes del templo. Estas cosas llenaron de ira a los judíos, y de ahí que se levantaran en revuelta contra los sirios bajo el mando de "los Macabeos". Judás Macabeo logró derrotar a los sirios y estos salieron de Jerusalén; y aprove­chando su huida, limpió los atrios del templo, destruyó todos los altares paganos y los dioses erigidos por los sirios. Le levantó un altar a Jehová; la ciudad fue puesta en orden y finalmente el día 25 de diciembre del año 165 a.C., volvieron a dedicar el templo al culto a Jehová. Esta ocasión fue recordada siempre como la "fiesta de la dedicación" y que encontramos en Juan 10:22 .

En esta época también surgieron las sectas políticas conocidas como: fariseos y saduceos alcanzando mucha importancia entre los judíos. Los fariseos eran patriotas que lucharon al lado de Judas Macabeo y eran muy celosos de su libertad religiosa. Una vez conseguida esa libertad dejaron de luchar, aunque la defen­dían con tesón. Los saduceos eran un grupo compuesto en su mayoría  por individuos de la clase alta y por consiguiente tenían mucha influencia en los asuntos nacionales.

Durante un tiempo, los fariseos y los saduceos se trataban duramente entre sí. En 69 a.C. surgió una guerra civil entre los partidarios de dos fariseos que eran hermanos de sangre. Dicha guerra duró 6 años y ninguno de ellos logró el poder. Esta triste situación, abrió las puertas al general romano Pompeyo; y con este la independencia judía llegó a su fin. De hecho, este Pompeyo tomó el templo por asalto, y penetró hasta el mismo lugar santísimo.

HERODES: CÓMO LLEGA  AL PODER Y
LA RECONSTRUCCIÓN DEL TEMPLO

Ahora llegamos a la última parte del periodo intertestamentario. Los 50 años siguientes a la llegada de Pompeyo, representaron una serie de conflictos, revueltas, batallas sangrientas y cambios para los judíos. Pompeyo nombra a Antípater como consejero del gobernador de Palestina, y más tarde a consecuencia de su gran influencia en el gobierno, asume el poder con miras a estabilizar la región.

A la muerte de Pompeyo, Julio César adquiere el poder absoluto en Roma y Antípater convence a Julio César de su lealtad y fue nombrado Procurador de Judea. Antípater mostró interés en los problemas de los judíos, quienes consiguieron la completa libertad religiosa, pero no querían a Antípater. Este murió envenenando al año de su mandato.

Tres años más tarde, Julio César muere y el Imperio Romano queda dividido en tres partes. La parte más cercana a Palestina quedó en manos de Antonio, el cual era amigo de Herodes. Debido a esa amistad, Herodes que era hijo de Antípater, fue favorecido. Los problemas entre los judíos comenzaron de nuevo a florecer y Herodes fue donde Antonio para que le nombrara gobernador de Judea, ya que sólo así podía preservar el orden en Palestina.

El reinado de Herodes fue uno muy sangriento, ya que se convirtió en un individuo muy desconfiado. Mando matar no sólo a miembros de su familia sino a todos los miembros del sanedrín con excepción de dos, el primer año de su reinado. Trató de ganarse la confianza de los judíos por lo que se dio a la tarea de reedificar el templo y a sobrepasar cualquier hermosura pasada. El templo se encontraba en un estado de deterioro. Después de haberse acopiado materiales por dos años, el templo de Zorobabel fue derribado en el año 20 a.C., esto es 46 años antes de la primera pascua del ministerio de Cristo.

Si bien este templo quedó listo para el servicio divino a los nueve años y medio, también es cierto que durante todo el tiempo del ministerio de Cristo sobre la tierra y tiempo después todavía se continuaba trabajando en él. El templo de Herodes fue el más grande de los templos erigidos por los judíos. Los historiadores judíos alaban las grandezas de ese templo a causa de su belleza y de su valor monetario. Para tener una idea de lo esplendoroso del templo, su pórtico medía sobre 100 codos de largo (152 pies) y eso mismo de alto, y se prolongó de manera que de cada lado medía 15 codos (22' 9") más largo que el edificio. La edificación fue hecha en mármol blanco y grandes piedras labradas de hasta 25 codos (38 pies) de largo y 8 codos (12 pies) de alto y 12 codos (18 pies) de espesor. A éstas indudablemente, se hace alusión en Lucas 21:5 y Marcos 13:5 cuando dice: "Y saliendo del templo le dice uno de sus discí­pulos: Maestro, mira qué piedras y que edificios". Lucas dice: "piedras hermosas".

También el historiador Josefo, describiendo la puerta del lado oriental del lugar santo dice que tenía una vid magnífica y costosa, de oro puro, en la cual figuraban las uvas con piedras preciosas, y que Herodes mandó a hacer para adornar esta puerta. Tal vez a esta se refería Jesús cuando dice en Juan 15:1 , "Yo soy la vid verdadera" , ejemplificando así la verdad preciosa de su unión con su pueblo.

EL PLANO DEL TEMPLO

COMO UNA LECCIÓN OBJETIVA

La superficie sobre la cual descansaba el templo, estaba formada desde una profundidad considerable por medio de paredes, estribos y terraplenes, que constituían un gran piso nivelado alrededor de una roca natural que se levantaba en el centro. Alrededor de este piso había paredes de un gran espesor.

EL ATRIO DE LOS GENTILES . Esta era la superficie plana que rodeaba al templo y que era limitada por una verja llamada Soreg y que tenía 13 entradas. Este patio era accesible a judíos y a gentiles. Ocupaba este atrio 14 acres de terreno. Su piso era de mármol de varias clases. En sus cuatro lados tenía pórticos para facilitar la entrada desde cualquier punto. Los atrios de oriente, occidente y norte tenían las mismas dimensiones, 15 codos (22 pies). El pórtico de oriente era conocido como el "Pórtico de Salomón". El pórtico del lado sur era el más grande; era triple, midiendo el centro 45 pies de ancho y 30 pies cada uno de los laterales. Este último pórtico se le conocía como el Pórtico Real. En este pórtico de los gentiles era que se encontraban los mercaderes que fueron echados "fuera" del templo por Jesús.

EL SOREG . Era un pared baja que dividía al atrio de los gentiles con el resto del templo. Hemos mencionado que tenía 13 entradas pero eran exclusivas de los judíos. Ningún gentil podía pasar más allá de ésta y vivir. De hecho había una inscrip­ción en esta verja en hebreo, latín y griego advirtiendo a los gentiles a no pasar so pena de la muerte misma. En Hechos 21:27-28 , se presenta esa acusación contra el apóstol Pablo de haber metido hombres incircuncisos al templo. Por eso va preso.

EL RECINTO SAGRADO. Aquí era que comenzaba la exclusividad de los judíos. Era el atrio desde el Soreg hasta las puertas de entrada. Medía cerca de 30 pies hasta llegar a las gradas. Estas medían cerca de 9 pies de alto, subiendo estas escaleras se llegaba al Chel o terraplén, superficie plana situada en la base de las paredes. Si se entraba por el oriente la puerta de entrada que se encontraba era la "Puerta la Hermosa". Por allí fue que entró Jesús en su entrada triunfal al templo ( Mateo 21:12-15 ).

ATRIO DE LAS MUJERES. Era un patio interior a donde las mujeres podían pasar y estar. No se les permitía pasar de allí a menos que llevasen sacrificio por alguna causa. Entonces y sólo entonces podían pasar hasta el atrio de Israel. En este atrio de las mujeres es que tiene lugar el evento de Marcos 12:42 , de la viuda pobre que ofrendó lo que tenía. Ese atrio estaba rodeado de columnas y en la parte superior había balcones. En ese nivel existían unos cuartos o cámaras: uno para el almacenamiento de aceite, otro para el almacenamiento de leña, otro era el atrio de los que hacían votos de nazareo, y el último era el atrio de los leprosos, a diferencia del tabernáculo y el templo de Salomón que los leprosos eran echados fuera del campamento.

PUERTA DE NICANOR. Esta era la entrada hacía el atrio de los sacerdotes o al atrio de Israel. El muro que la contenía, por el lado del atrio de las mujeres medía 50 pies de altura y por el lado del atrio de los sacerdotes medía 38 pies. La razón: la roca que servía de base al templo se elevaba más y más a medida que se movía hacía el occidente. Para entrar al atrio de Israel o al de los sacerdotes se hacía por medio de 15 escalones o gradas en forma circular. Aquí en estas gradas se paraban los levitas a ofrecer cánticos a Dios. El pórtico donde estaba esta puerta medía alrededor de 75 pies.

ATRIO DE ISRAEL. Era exclusivamente para hombres y muchachos judíos. Era de forma angosta, pues estaba debajo de las columnas. La longitud de este recinto era de 280 pies por 50 pies de ancho. Aquí los judíos permanecían en completa solemnidad y respetuoso silencio, mientras se quemaban los sacrificios en el atrio de los sacerdotes y se celebraban los cultos del santuario. Los sacerdotes tenían acceso a este atrio.

ATRIO DE LOS SACERDOTES. Era una extensión de 247 pies de largo por 178 de ancho. Era 4 pies más elevado que el atrio de Israel. En este atrio se encontraba el altar de bronce para la consumación de los sacrificios, la fuente de agua o lavatorio, para la purificación, y las 10 vasijas para lavar sus victimas. También se encontraban allí los utensilios e instrumentos usados en el sacrificio. Este atrio no era accesible a los israelitas, sólo a los sacerdotes. A occidente del atrio de los sacerdotes existía un lugar para el alojamiento de éstos.

EL SANTUARIO: Lugar Santo y Lugar Santísimo. Para subir al santuario era por una escalera de doce escalones de 18 pulgadas de alto cada uno. El santuario se componía de un pórtico, el lugar santo y el lugar santísimo. En el pórtico se encontraban numerosos aposentos. Había un velo que dividía el pórtico del resto del santuario.

El lugar santo y el santísimo estaban separados por el velo; se componía por dos tapices gruesos que colgaban del techo. Los muebles del lugar santo eran un candelabro, una mesa para los panes de la proposición y el altar de incienso. Allí los sacerdotes llevaban a cabo sus oficios regulares.

El lugar santísimo era el corazón del templo y sólo el sumo sacerdote podía ir allí una vez al año por los pecados del pueblo. En este lugar santísimo, al igual que en el del templo de Zorobabel no estaba el arca.

APLICACIONES ESPIRITUALES

Resaltando la separación del hombre pecador de Dios y la dificultad de los gentiles de acercarse a la presencia divina bajo el antiguo pacto.

1.  La exclusión de los gentiles del templo mismo, ilustraba que sólo los judíos eran el pueblo escogido de Dios, un pueblo separado.

2.  La gradación de los atrios y su acceso restringido resalta las restricciones de grupos dentro del judaísmo.

3.  La inaccesibilidad del lugar santísimo para todos excepto para el sumo sacerdote, y las numerosas barreras que impedían a la gente común acercarse a donde se manifestaba la presencia divina. Era una lección y práctica continua de la santidad de Dios y su separación de los pecadores. Dios no se agrada del pecado.

4.  El pacto que corresponde al Antiguo Testamento era en realidad una barrera, una "pared intermedia" de separación entre judíos y gentiles.

Un último comentario con relación al santuario. El santuario fue completado en sólo 18 meses. Los materiales fueron cortados previamente y el proyecto fue pagado en su totalidad, antes que el templo anterior fuera demolido. Sin embargo los atrios exteriores no fueron terminados sino hasta el año 64 d.C., dos años antes de Roma comenzar la guerra que terminó con la destrucción definitiva del templo. La elevación del templo desde su base era similar a un edificio de 15 pisos.

 

LA PROFECÍA DE MATEO 24

Mucho se ha interpretado de esta profecía concerniente a nuestros tiempos modernos, pero el contexto del pasaje nos lleva a pensar que se trata de una profecía relacionada exclusi­vamente con el templo judío  La verdad es que cuando usted comienza a leer pasajes como: "Y oiréis de guerras y rumores de guerras..."   o "Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares", podría pensar que esas cosas están pasando en nuestras propias narices. Eso ha llevado a muchos a aplicar esa profecía a nuestros tiempos. Pero se me ocurre preguntar: ¿En cual de los pasados 19 siglos no se han dado las mismas características?

La drama del pasaje comienza cuando salen Jesús y sus discípulos del templo. Los  discípulos tenían la vista puesta en el templo, en su hermosura. Y Cristo les profetiza que iba a ser destruido una vez más. Se imaginan el choque en la mente de los discípulos, que eran judíos. Su templo, ahora que era aún más hermoso que el mismo que construyó Salomón, iba a ser destruido piedra sobre piedra hasta que todo fuera derribado.

Los pasajes de Marcos y Lucas no tienen ninguna dificultad en la forma que se expresan las preguntas hechas por Pedro, Jacobo, Juan y Andrés. ¿Cuando será esto? o ¿Cuando serán estas cosas? También preguntan, ¿Qué señal habrá cuando estas cosas estén por suceder? ¿Y que señal habrá cuándo todas estas cosas hayan de cumplirse?, así escribe Marcos. Sin lugar a dudas, las preguntas van relacionadas a saber lo que iba a acontecer antes que el templo fuese destruido, para aplicarse el refrán de que en guerra avisada no muere gente. En Mateo 24:3 . aparece una tercera pregunta. La versión Reina Valera de 1909 la escribe: "fin del mundo"; pero la versión corregida de 1960 dice: "fin del siglo". Personalmente creo que por el contexto, las preguntas están dirigidas a un sólo fin, saber el futuro inmediato antes de la destrucción del templo y de Jerusalén, la "ciudad santa". Seguro que por la mente de los discípulos pasó los recuerdos amargos del cautiverio, que aunque no lo vivieron en carne propia, si lo sabían por las crónicas.

Podríamos aceptar que en el contexto de la profecía existe lo que en homilética se conoce como una figura del lenguaje: el paréntesis. Esto es, que se puede estar hablando de un tema y de momento se cambia el tema, se habla de otro por corto tiempo, pero luego se resume el tema original. En Mateo 24, el paréntesis va del verso 30 al 31. El verso 32 resume el tema anterior: las señales que ocurrirán antes de que el templo sea destruido. El tema que sigue de "los días de Noé" no es parte del tiempo de la segunda venida del Señor sino de la destrucción del templo de Israel en el primer siglo. Sé que muchos predicadores utilizan esta texto como comparando nuestro siglo a los días  de Noé, pero Cristo le estaba dando una señal a los cristianos del primer siglo, no a los del siglo 20. El contexto continua diciendo: "entonces estarán dos en el campo, el uno será tomado, el otro será dejado" . El día del juicio final, nadie será dejado todos tendrán que acudir a él.

El paréntesis de Marcos 13, está en los versos 24 al 27. El texto donde dice: "Pero de aquel día ni la hora nadie sabe", creo personalmente que es parte de la contestación a las preguntas hechas por los discípulos. Se que es a veces difícil romper con las ideas ya preconcebidas, pero hay que estudiar a fondo con una mente abierta, con un espíritu respetuoso, paciente, dócil y amante de la verdad, dotado de mucha prudencia. Recuerde las palabras del apóstol Pedro cuando acepta que hay pasajes "difíciles de entender, que los indoctos e inconstantes tuercen... para perdición de si mismos."

Si es posible lea la profecía de Moisés en Deuteronomio 28, especialmente la parte que comienza en el verso 49 hasta el 68, pues entiendo por la fraseología y por el conocimiento de la historia de los hechos ocurridos en el primer siglo, que se trata de una profecía paralela a la de Mateo 24. Tenga el cuidado de leer también la misma profecía en Lucas 21. Este hermano fue un gran investigador de los sucesos ocurridos en esa época, lo que lo hace respetable y de gran credibilidad, ( Lucas 1:1-4 lo comprueba).

Las preguntas de: ¿Con quién estaba hablando Jesús? ¿Cuál era el tema de su conversación? ¿Qué querían saber sus discípulos? son claves para comprender la contestación de Jesús. Si la conversación gira en torno a la destrucción del templo, entonces la contestación debe girar en torno al mismo tema. Según Juan 2:20 , el templo fue edificado en 46 años aunque no estaba terminado.

Hay una hipótesis que quisiera probar. Cuando la Biblia habla de la venida del Hijo del Hombre, no siempre se refiere a LA SEGUNDA VENIDA DE Cristo a la tierra y sí, a otros eventos que pueden ser juicios o la llegada del Espíritu Santo. También cuando habla del tiempo del fin no siempre se refiere al fin del mundo, puede ser el fin de Israel como pueblo de Dios. Son formas de expresarse, figuras retóricas del lenguaje. Voy a traer dos ejemplos en que se menciona la venida del Hijo del Hombre y no se refiere a su segunda venida:  

Mateo 10:16-23

1.  ¿A quién le habla Jesús? A sus discípulos que le seguían, eso es a los del primer siglo. Jamás debiéramos aplicar ninguna de esas palabras a los cristianos del siglo 20. Eso sería sacarlas de su contexto. Fijémonos en el verso 23. ¿Las calles de Israel? A eso se refiere. ¿Antes de que venga el Hijo del Hombre? ¿Se refiere esto a la segunda venida de Cristo? No. De ninguna manera. Se refiere a la venida de Cristo en juicio. Creo esto debido a que en el contexto se habla de persecución a los discípulos, lo que ocurrió después del establecimiento de la iglesia. Cristo vendría, pero en un castigo al pueblo hebreo.

Mateo 16:28

1.  ¿A qué evento se refiere la frase: "hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo el su reino"? A la segunda venida de Cristo, no. Sin duda que se trata de la venida del Espíritu Santo el día de Pentecostés.

2.  Sabemos que estos asuntos ni salvan ni condenan, pero... a la hora de interpretar textos difíciles tenemos que usar las reglas de interpretación más seguras.

En cuanto a la profecía de Mateo 24, quisiera ir a través de algunos textos y traer  información bíblica y extra bíblica para comprobar que estos eventos pertenecen al pasado:

Mateo 24:4-13 . Por mucho tiempo ya los falsos maestros han estado engañando al mundo, metiéndole miedo con estos pasajes, diciendo que son la señal para la inminente venida de Cristo. Y créanme, han engañado aun a algunos escogidos. Una cosa es vivir como si Cristo viniera hoy, y otra cosa es creer que las señales están cumplidas y que Cristo viene antes del año 2000.

Vs. 5, "Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo..." .  Josefo en su libro "Antigüedades de los judíos", menciona que antes y durante la guerra judío-romana (66 al 70d.C.), se presentaron algunos diciendo que eran el profeta esperado, el Cristo. Podemos mencionar a Judas el galileo y a un tal Teudas. De este último, se dice que persuadió a un gran número de personas, que llevando consigo sus bienes, lo siguieron hasta el río Jordán. Afirmaba éste, que a su mando se abrirían las aguas del río. Con estas palabras engañó a muchos. Este fue decapitado por revoltoso. Lo fácil de hacerse pasar por Cristo era que el pueblo judío esperaba a un líder que los guiara a la guerra ( Juan 6:14-15 ).

Vs. 6, "Y oiréis de guerras y rumores de guerra... se levantará nación contra nación... habrá hambres, pestes... " . En todas las generaciones se encuentran estos elementos presentes. Josefo, otra vez narra más de 20 guerras y conflictos. A esas se refería Cristo, no a las de nuestro siglo. Tácito un historiador romano, comenta sobre el imperio de aquellos tiempos: "fue lleno de calamidades, horrible por las batallas, rajado con sediciones, salvaje cuando había paz". Según Hechos 11:28 , el profeta Agabo, predijo "una gran hambre en toda la tierra la cual sucedió en tiempos de Claudio" . Josefo  narrando la batalla judío-romana dice que la sangre era tanta que corría como un río. Los muertos eran tantos que aun no había quién los enterrara, cosa que según sabemos produce pestes y enfermedades.

Vs. 9, "Entonces os entregarán... os matarán... muchos tropezarán..." . El testimonio del Nuevo Testamento es claro en cuanto a estos hechos cumplidos; También la historia.

Vs. 14 "Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo... y entonces vendrá el fin" . Si aceptamos el testimonio del apóstol Pablo a los colosenses, entonces no hay problema. Colosenses 1:6 y 23 nos da el cumplimiento de la profecía en pleno siglo 1. Pero los grandes tele-evangelistas de nuestro tiempo siguen usando el verso 14 de Mateo 24 como excusa de su gran mercadería.

Vs. 15, "...cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel (el que lee entienda)" . El lugar santo era el templo. Ya no existe. Jamás debiéramos pensar que se trata de Jerusalén, pero tiene que ver con ella ya que allí estaba el templo. Lucas 21 nos da luz sobre lo que se trata. Lucas 21:20-21 , se trata de la destrucción de Jerusalén y de la profanación del templo y su destrucción. Sabemos que el templo fue destruido por los romanos. Pero la advertencia a los cristianos era que cuando vieran las señales que Cristo les indicó, huyeran de Jerusalén.

Vs. 28, "Porque donde quiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas." El tema es el mismo: la destrucción del templo judío y de Jerusalén. La compara en este verso con un "cuerpo muerto" y al ejército romano, en este caso, con las "águilas" o aves de rapiña. El portaestandarte del ejército romano tenía un águila.

Vs. 33, "Así también vosotros cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas." Son muchos los que aplican este verso a la segunda venida de Cristo, pero en el contexto no aplica. Podríamos  preguntar a que se refiere la frase dicha a los discípulos: "cuando (vosotros) veáis todas estas cosas". ¿Qué  cosas? A las expuestas desde el verso 4 en adelante, sin duda.

Vs. 34, "De cierto os digo, que no pasará esta genera­ción hasta que todo esto acontezca." ¿A que se refiere? Sin duda, a la generación que vivía en tiempo de los apóstoles. No podemos aplicar estos textos a la venida de Cristo porque ese no es el tema.

Vs. 37, "Más como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre." Aunque nuestros días se parezcan a aquellos, no se habla de nuestro tiempo. La fraseología empleada no concuerda con el tiempo del fin y fue como producto de la pregunta de los discípulos. Estudie bien el pasaje y verá que la frase concerniente a Noé fue dicha para el siglo 1; y la frase, "así también será la venida del Hijo del Hombre", no se refiere a la venida física de Cristo en su segunda venida sino al juicio venidero para Israel. Josefo nos habla de esos días en que hasta las madres se comieron a sus hijos, y los delincuentes se adueñaron del templo.

Vs. 43, " Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a que hora el ladrón habría de venir, velaría y no dejaría minar su casa." Este verso en el contexto general se refiere a la venida de Cristo para destruir a la ciudad de Jerusalén y al templo, pero en su contexto inmediato ( Mateo 24:42 ), se trata de una exhortación a los discípulos de Cristo de velar porque no se les iba a revelar la hora exacta de este juicio sino se le dio unas señales (Jerusalén rodeada de ejércitos, Lucas 21:20 ). Por tanto, ellos tenían que estar preparados ( Mateo 24:44 ).

 

ERRORES CONCERNIENTES

AL TABERNÁCULO O TEMPLO

Existen dos falsas enseñanzas relacionadas al tabernáculo o templo de Dios, que quisiera discutir en esta parte del estudio. La primera tiene que ver con la reconstrucción física del templo de Israel en relación al retorno de Cristo a esta tierra. Esta doctrina tiene su base en las sectas protestantes que difunden un mensaje confuso sobre la segunda venida de Cristo, alterando el orden bíblico y deduciendo conclusiones que están lejos de la realidad como:

1.  El rapto de la iglesia con la segunda venida de Cristo;

2.  La aparición de un hombre conocido como "el anticristo" seguido de un periodo de gran tribulación y segunda oportunidad a pecadores.

3.  Otro regreso de Cristo a la tierra a vivir en Jerusalén para reinar desde el templo judío.

Para que todo esto se dé, primero el templo tiene que ser reconstruido. Desde hace algún tiempo, los ojos de estos merca­deres proféticos están puestos en la tierra de Israel. Según vociferan, ya los planos están hechos.

¿Cómo será reconstruido este templo? Luego de su destrucción en el año 70 d.C., el emperador Juliano trató de reconstruirlo en el año 363, pero una serie de incidentes le impidieron continuar con sus planes. En el área donde se encontraba el templo, hoy día, existe uno de los lugares sagrados de la religión musulmana. El lugar ocupa el tercero en importancia, detrás sólo de la Meca y Medina. Se le conoce como La Mezquita de Omar o La Cúpula de la Roca . Esto, porque hay en su base una gran roca que según se cree, perteneció a la base del altar del templo judío. Sobre esta roca se edificó y colocó la cúpula de la mezquita. Dicha mezquita se construyó en 691 d.C. por Abd Malik. Tiene forma de octágono. Reconstruir el templo en ese preciso lugar equivale a desatar una guerra contra el mundo árabe.

La enseñanza protestante sigue diciendo que luego del rapto de la iglesia, se unirán las naciones bajo el mando de un terrible personaje al cual ellos han confundido con el término bíblico del anticristo. De ahí que han hilvanado una historia que va desde que el llamado anticristo engañará a muchos inclu­yendo a los judíos, y en Jerusalén serán sus cuarteles generales, de donde regirá al mundo desde el templo por 3 1/2 años, hasta una tercera venida de Cristo a pelear contra el anticristo y vencerle para luego ser él quien gobierne el mundo desde el mismo templo por mil años.

¿Cabe la posibilidad de que el templo vuelva a ser recons­truido? Bueno, todo es posible. Pero eso no quiere decir que Cristo vendrá a reinar por 1,000 años en la tierra desde el templo; esa doctrina contradice la Palabra de Dios. Lo primero que quiero afirmar es:

1.  La doctrina del rapto no tiene sus bases en la sana Interpretación bíblica.

2.  El famoso personaje conocido como el anticristo, sólo está en la mente de  embaucadores que tergiversan la palabra de Dios. El anticristo tal y como lo define la Biblia, es un espíritu de error que contradice a la sana doctrina. Desde el mismo siglo 1, este espíritu opera en la tierra. El testimonio del apóstol Juan, en 1 Juan 2:18 ; 4:3 y               2 Juan 7 son textos contundentes que prueban la falsedad de los protestantes.

3.  En cuanto a que Cristo vendrá a reinar a esta tierra, falso. Él ya reina desde su ascensión y la iglesia es su reino. No hay ningún pasaje en la Biblia que sugiera siquiera que Cristo pondrá sus pies de nuevo aquí en esta tierra. La Biblia enseña que cuando Cristo se aparezca sobre las nubes con sus ángeles será para destruir la tierra y nosotros sus santos fieles "le recibiremos en el aire y así estaremos con él siempre" .

La otra enseñanza relacionada con el templo, es la difundida por la secta Adventista del Séptimo Día, y tiene que ver no con el templo físico y sí con el espiritual. El estudio del templo o tabernáculo espiritual conduce al cristiano a planos espirituales elevados donde se disfruta el saber que está tan cerca de Dios. Pero el mal interpretar la Biblia a conveniencia de ciertas creencias personales, es peligroso para la salud espiritual.. Esa es la problemática de la doctrina adventista del tabernáculo espiritual. Esta falsa enseñanza tiene sus bases en la mala interpretación de la profecía de Daniel 8:14 en donde habla de los 2,300 tardes y mañanas. El entonces pastor bautista llamado William Miller, después de largos años de estudios de esta profecía llegó a la conclusión de que se trataba de un día igual a un año, y por tanto la purificación del santuario o la segunda venida de Cristo a la tierra tendría lugar en el otoño de 1844.

Creía que la tierra, o alguna parte de ella seria el santuario. Entendía que la purificación del mismo sería la purificación de la tierra por medio del fuego del último y supremo día. De allí que concluyera que Cristo vendría en la fecha por él señalada. Pero el tiempo señalado llegó y nada ocurrió, por lo que el chasco quedó demostrado. Pero aquellos que no aman la verdad, siempre están buscando justificación para sus errores. En el cálculo según sus interpretaciones, todo estaba claro y armonioso, menos la circunstancia de que 1844 pasó y no había ocurrido evento alguno que correspondiese a la purificación del santuario.

Aceptar que se habían equivocado equivaldría a renunciar a su fe . Habían tomado los 2,300 días, desde el decreto de Artajerjes ordenando la restauración y la edificación de Jerusalén, en el otoño del 457 a.C. De ese punto de partida, 70 semanas o 470 años hasta Cristo, faltaban entonces 1844 años donde se suponía que Cristo vendría a purificar el santuario. Pero el día llegó y nada sucedió.

Ante el chasco muchos abandonaron el movimiento y se envolvieron en su propia búsqueda de la fecha de la próxima venida de Cristo. Charles T. Russell, el propulsor de los Testigos de Jehová, fue uno de ellos. Otros no estaban preparados para aceptar su error y volvieron a las Escrituras buscando una explicación que los satisficiera. No queriendo abandonar sus cálculos, se inventaron la doctrina del tabernáculo espiritual que ellos propagan.

Del estudio del libro de Hebreos "descubrieron" que en el cielo existía un segundo santuario, el celestial, en el cual Cristo ministra. Es el santuario real que le fue mostrado a Moisés. Y así comenzaron a explicarle al mundo, que la razón por la cual Cristo no había venido en el otoño de 1844, fue que se habían equivocado no en la fecha y sí en el evento. Lo que pasó fue que no era que Cristo había de venir a la tierra, sino que cambiaría de lugar. Afirman y quisieron hacerle creer al mundo que Cristo al ascender al cielo fue a morar al lugar santo del templo que está en el cielo. Fue allí a ministrar el sacrificio continuo al igual que hacían los sacerdotes en el templo judío. El 1844 fue el año en que Cristo pasó a purificar el santuario, del lugar santo al lugar santísimo.

La Sra. Elena G. White en su libro EL Conflicto de los Siglos , página 473, tercer párrafo, para sustentar sus creencias afirma citando a Hebreos 9:12 de la siguiente manera: "ni tampoco por medio de la sangre de machos cabríos y de terneros, sino por la virtud de su propia sangre, entró una vez para siempre en el lugar santo... " Esto es alterar la Biblia para que concuerde con la hipocresía de mentirosos. El texto bíblico claramente afirma que Cristo entró al "lugar santísimo una vez para siempre". De ahí han hilvanado una serie de doctrinas concerniente al tabernáculo espiritual que no concuerdan con el testimonio bíblico.

 

EL TABERNÁCULO ESPIRITUAL

Hemos estudiado el tabernáculo terrenal, ahora entraremos en el estudio del tabernáculo celestial, aquel que sirvió como modelo para que Moisés edificara el tabernáculo terrenal: "Conforme a todo lo que Yo te muestre, el diseño del tabernáculo, y el diseño de todos sus utensilios, así lo haréis" ( Éxodo 25:9 ). En este lugar, el pueblo aprendía el camino de la salvación . Unos 400 años más tarde, el tabernáculo fue reemplazado por un templo edificado por el rey Salomón; este fue destruido por Nabucodonosor y el pueblo llevado en cautividad a Babilonia. Al volver de la cautividad, bajo el liderato de Zorobabel, recons­truyeron el templo, el cual Herodes remodeló. Este fue el templo que fue destruido por los romanos en el año 70 de nuestra era.

Con la muerte de Cristo, el pacto de Dios con el pueblo judío y del cual Moisés fue mediador, fue abrogado, eliminado, quitado de en medio, y un nuevo pacto fue introducido por Dios para toda la humanidad. Este nuevo pacto tiene un tabernáculo y también un  sumo sacerdote, "el cual se sentó a la diestra del trono de la Majestad en los cielos, ministro del santuario, y de aquel verdadero tabernáculo que levantó el Señor y no el hombre".

El tabernáculo que erigió Moisés es llamado por las Escrituras: "figura de las cosas celestiales". El testimonio del apóstol Juan es contundente, pues afirma en Apocalipsis 15, "He aquí fue abierto en el cielo el templo del tabernáculo del testimonio" ; allí el apóstol vio los objetos que sirvieron de modelo para los muebles del santuario terrenal, pero siendo Dios espíritu, ¿cómo suponer que se trata de muebles físicos en un lugar espiritual? Estudiemos todo ese hermoso simbolismo para que seamos edificados.

Por medio de TIPOS, SOMBRAS E IMÁGENES Dios trató de enfocar la fe de Israel en el sacrificio y ministerio sacerdotal del redentor de mundo, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Desde este punto de vista, el santuario terrenal ilustraba dos fases del ministerio de Cristo:

1.  El sacrificio substitutivo. Cada sacrificio hecho en el altar de los sacrificios del tabernáculo del testimonio simbolizaba la muerte de Cristo para el perdón de los pecados. Por eso el testimonio del apóstol Pablo afirma que sin derramamiento de sangre no hay remisión de pecados ( Hebreos 9:22 ). Los judíos por tanto tuvieron que hacer sacrificios continuos por sus pecados. La sangre de los toros y los machos cabríos no quitaba el pecado, Por tanto tuvieron que esperar por el sacrificio del verdadero cordero de Dios. Cristo tenía que morir en la cruz para que por su sangre los pecados de aquellos fueran perdonados. En otras palabras, Cristo fue el reemplazo nuestro en la cruz. El pecado nos hace culpables y por tanto sentenciados a muerte. El testimonio bíblico dice "La paga del pecado es (la) muerte"; más Cristo cargó en el pecado de todos nosotros" y por eso murió por los pecados tanto de los que vivieron antes de él, como de los que vivimos después de él. Cristo fue tratado como nosotros debimos ser tratados, pero a diferencia del tipo: los sacrificios continuos en el tabernáculo terrenal, Cristo murió una sola vez para siempre según el testimonio del apóstol Pablo en Hebreos 9:26-28 .

            2.  El mediador sacerdotal. El papel del sumo sacerdote en el tabernáculo terrenal era el de mediador y destacaba la necesidad que tenemos los pecadores de un mediador. El sumo sacerdote judío era TIPO Y SOMBRA de Cristo, por tanto apuntaba al ministerio de Cristo como el verdadero SUMO SACERDOTE quien es el único y solo mediador entre Dios y los Hombres ( 1 Timoteo 2:5 ). Hoy día, continúa siendo nuestro abogado en los cielos. Para eso entró al lugar santísimo una sola vez para siempre.

En el libro de Apocalipsis, capítulo 11 y versos 1,2 y 19, el apóstol Juan nos narra parte de una visión que el tuvo del templo. En esta revelación, no se trata de un templo físico y material sino de un símbolo. Se trata aquí de la iglesia como parte de "los lugares celestiales"  Abundaremos más sobre el asunto pronto. El hecho de que el templo (la iglesia), sería medido, indica que Dios quiere un pueblo santo. La palabra griega usada en el texto y que ha sido traducida como templo es "NAOS", y significa santuario . Esto comprende: el lugar santo y el santísimo. Como demostraremos, se refiere a la iglesia y al cielo donde está el trono de Dios. Recordemos siempre que la iglesia es parte de "los lugares celestiales", por tanto, parte del cielo donde está Cristo sentado a la diestra de Dios, esto según Efesios 1:3 y 20.

La acción de medir el santuario es para separar entre lo puro y lo inmundo, para hacer una separación. Unos serán separados para protección y salvación, los otros serán separados para condenación eterna. Creo que esta revelación está basada en el libro de Ezequiel 42:20 y 44:23, donde dice: "A los cuatro lados lo midió; tenía un muro todo alrededor de 500 cañas de longitud y 500 cañas de ancho para hacer separación entre el santuario y el lugar profano" . "Y enseñarás a mi pueblo a hacer diferencia entre lo santo y lo profano, y les enseñarás a discernir entre lo limpio y lo no limpio." Estos versos están en contraste con Ezequiel 22:26 , "Sus sacerdotes violaron mi ley, y contaminaron mis santuarios; entre lo santo y lo profano no hicieron diferencia." De modo que al medir se separan los que agradan a Dios de los que no le agradan.

           

Tienen que medir tres cosas:

Símbolo

Significado

1.  EL TEMPLO.                    -LA IGLESIA ( 1 Corintios 3:16-17 )

2.  EL ALTAR.                       -LA ADORACIÓN ( Juan 4:24 presenta

la base para la verdadera adoración

que Dios acepta)

3.   LOS ADORADORES.      -LOS CRISTIANOS (Nosotros somos sacerdotes en el verdadero templo de Dios, según el testimonio ( 1 Pedro 2:4-5 ).

No se mide el patio porque nada santo hay allí, ni hay protección para los que allí se encuentren. Ese es el lugar de los incrédulos y los desobedientes que han recibido el permiso para dominar allí, o sea, en el mundo. De hecho en el estudio de las cosas celestiales podemos compararlos con las 60 columnas del atrio. Estas columnas representan a personas que se acercan a la iglesia, son posiblemente "amigos" de la iglesia, posiblemente familiares de los miembros que nunca obedecen al evangelio. Muchos generalmente, están continuamente "en contacto" con la iglesia, pero nunca llegan a bautizarse para el perdón de los pecados.

También podemos comparar estas 60 columnas con aquellos hermanos débiles que  "entran y salen" a la iglesia, pero nunca llegan a estar firmes y por tanto, aunque una vez se bautizaron para el perdón de los pecados, jamás han entrado al santuario en lo profundo de su corazón. Están fuera o en los alrededores, pero no son parte de la iglesia. Miran la santidad como un elemento inalcanzable para los seres humanos y por tanto, no se esfuerzan por agradar a Dios.

En ambos casos, estas personas que son representadas por las 60 columnas se pierden las bendiciones espirituales dadas por Dios, pues éstas son dadas sólo a los miembros fieles de la iglesia según Efesios 1:3 y 20.

Entrando de lleno en el análisis espiritual de las cosas celestiales, quisiera hablar de las 4 columnas donde está la entrada al atrio. Éstas representan a los ANCIANOS, DIÁCONOS, EVANGELISTAS, PREDICADORES COMPETENTES Y CAPACITADOS, MAESTROS Y MAESTRAS. Este grupo mencionado está a cargo de llevar a la iglesia al crecimiento y fortalecimiento espiritual. Son las columnas de la iglesia y por tanto, también dan fortaleza al edificio con la predicación del evangelio a toda criatura. Por su trabajo, permiten que más almas encuentren la puerta que conduce al interior del santuario.

El santuario tiene una sola entrada. La única entrada representa a Cristo como la única puerta para entrar al camino de la salvación. Por eso Lucas 13:24 dice: "Esforzaos a entrar por la puerta angosta.. ." Y Cristo mismo dijo: "Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos." Sólo se puede llegar al cielo si nos acercamos a Cristo y escuchamos su voz.

EL ATRIO

No perdamos de vista el hecho de que Moisés vio la realidad de las cosas que le sirvieron como modelo para la construcción del tabernáculo terrenal; por tanto aquel no era la realidad. Las cosas celestiales son la realidad.

A pesar de que en el atrio se encontraban figuras celestiales, no se está "dentro" del santuario con el mero hecho de estar en el atrio. Hay que obedecer la doctrina de Cristo para continuar caminando en dirección al santuario. Inmediatamente que entramos por la puerta encontramos al altar de los sacrificios. Aquí era que se sacrificaba al animal (sustituto) para derramar su sangre por el pecado. Esa era la figura. Cristo derramó su sangre en sustitución de los pecadores, esa es la realidad. Pero para nosotros el altar de los sacrificios tiene un simbolismo muy grande. Es el altar de arrepentimiento ( Romanos 12:1-2 ). Hay que dejar las cosas del viejo hombre, pero hay que comenzar por arrepentirse de las cosas que ya se han cometido para agradar a Dios. La idea es presentarse a Dios "en Cristo" perfecto, así la sangre de Cristo comienza a ser efectiva en nosotros.

Pero eso no es suficiente, hay que llegar a la "fuente de agua" para limpiarnos de toda impureza, antes de tener acceso al santuario, esto según los sacerdotes del tiempo de Moisés tenían que hacer. Tenían que quitarse hasta el calzado y vestirse las vestiduras sacerdotales (sagradas); nada impuro podía entrar al tabernáculo. A nosotros cuando nos bautizamos también se nos entregan vestiduras sagradas, limpias y sin manchas.

Para que Dios perdone nuestros pecados es necesario participar de la fuente, ésta es símbolo del bautismo por inmersión. El bautismo garantiza "el perdón de los pecados" según Hechos 2:38 . Así obtenemos entrada al "lugar santo", o sea a la iglesia que Cristo edificó. Somos perdonados y "añadidos" a la iglesia del Señor.

Existe un solo santuario y ese lugar contiene una sola puerta de entrada: Cristo, y se entra "en Cristo" por medio de obedecer el evangelio de Cristo. Por tanto hay que CREER, ARREPENTIRSE, CONFESAR SU NOMBRE Y BAUTIZARSE PARA EL PERDÓN DE PECADOS. Al obedecer "entramos" al lugar santo, o sea, a la iglesia. En este recinto  encontramos tres cosas celestiales :

1.  La mesa de los panes sin levadura -simboliza la mesa del Señor. Cada "primer día de la semana" se reúnen los hijos de Dios para tener comunión con él. No es posible tener comunión con Cristo si no se participa de los elementos del pan sin levadura y del fruto de la vid, que a su vez representan la carne de Cristo sacrificada por nuestros pecados y su sangre derramada en la cruz.

2.  El candelero era una pieza de 7 lámparas y se usaba para alumbrar el recinto. Simboliza la palabra de Dios, es la LUZ que ha de brillar siempre en la iglesia. Somos guiados en este mundo de tinieblas por la luz de la verdad . Ya lo dijo Cristo en Juan 8:32 , "y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres" .

3.  El altar de incienso : -Era donde se quemaba el incienso diariamente. Era una labor continua en el tabernáculo. En Apocalipsis 8:3-5 , está el altar de incienso con el incensario de oro, dice parte del pasaje: ". . y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de los santos... Y de la mano del ángel subió de la presencia de Dios humo del incienso con las oraciones de los santos." El incienso es una ofrenda de olor agradable a Dios. El simbolismo es que las oraciones de los santos son agradables a Dios. El se complace y las acepta.

Después del lugar santo existía un velo , o sea una separación u obstáculo para poder llegar al lugar santísimo. Sólo el sumo sacerdote podía penetrar una sola vez al año. Ninguno de los sacerdotes tenía la autoridad para entrar a ese lugar. ¿Es así en la era cristiana? La respuesta es no. Cristo como sumo sacerdote entró en el lugar santísimo el mismo día que ascendió al cielo ( Hebreos 9:12 ). Pero nosotros los sacerdotes del nuevo pacto tenemos entrada hasta ese mismísimo lugar. Hebreos 10:19-22 , es una poderosa declaración de lo que Cristo hizo por nosotros en la cruz. Dice el texto: "Así que hermanos, teniendo libertad para entrar en el (mismo) lugar santísimo por la sangre de Cristo, por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es su carne... " Por medio del sacrificio de Cristo (en su carne) el velo ya no está presente. Nuestras oraciones van directamente a Dios, de un lugar espiritual (la iglesia) a otro lugar espiritual (el trono de Dios).

En Mateo 27:51 , el testimonio bíblico nos revela cómo el velo del templo judío se rasgó en dos de arriba abajo en el día de la crucifixión . Ese es otro de los favores que Cristo hizo por la humanidad. Ahora en la era cristiana el velo que impide que veamos hacia el trono de Dios es la carnalidad

El lugar santísimo simboliza el cielo, el trono de Dios; no el cielo físico sino el espiritual. En el lugar santísimo del tabernáculo terrenal se encontraba el arca con el testimonio dado por Dios. El sumo sacerdote era el único con autoridad de entrar allí. Cristo mismo, nuestro sumo sacerdote nos abrió el camino a nosotros a este lugar espiritual. En el tabernáculo terrenal el sumo sacerdote rociaba la sangre de los toros y los machos cabríos, los pecados eran transferidos al arca. El arca simboliza el trono de Dios, su presencia. El, en Cristo aceptó nuestros pecados y los perdonó. A continuación expondremos los simbolismos contenidos en ese lugar:

1.  Los querubines -representan a los ángeles que están a nuestro servicio y ministran a nuestro favor.

2.  El propiciatorio - representa nuestro corazón, el lugar donde se manifiesta la presencia de Dios. El corazón controla todas nuestras acciones. Si Dios está en nosotros tendremos un corazón limpio y seremos bienaventurados.

3.  La vara de Aarón -representa el poder de Dios para librarnos de la esclavitud del pecado.

4.  El maná -representa a Cristo como nuestro pan de vida y de toda la sabiduría divina.

5.  Las tablas de la ley -representan la justicia de Dios. Su Palabra.

Ahora bien, antes de concluir este estudio quisiera repasar unos puntos específicos sobre cómo llegar al cielo. Según la revelación de las cosas espirituales y celestiales que vio Moisés, el tabernáculo espiritual tiene una sola entrada. El evangelio de Cristo: CREER, ARREPENTIRSE, CONFESAR SU NOMBRE Y BAUTIZARSE PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS. Esa obediencia nos lleva a ser añadidos a la iglesia por Cristo mismo. No podemos llegar al cielo si antes no pasamos por "Su iglesia", simbolizada por el lugar santo.

Para el sumo sacerdote entrar al lugar santísimo tenía que pasar por el lugar santo. Ese es el orden de las cosas. De modo que no resulta imposible para el ser humano llegar hasta la morada de Dios pero se requiere de más, Dios requiere que durante nuestra estadía en el lugar santo (la iglesia) nos mantengamos firmes y sin fluctuar la profesión de nuestra fe. Tenemos entonces que perseverar hasta el fin.

Que Dios les bendiga grandemente. Afírmese en las cosas espirituales que le llevarán algún día a ver a Dios cara a cara. Dios requiere más de cada uno de nosotros. Dios quiere que nos mantengamos firmes en la profesión de nuestra fe. Que seamos firmes y constantes y que perseveremos hasta el fin. Si usted es de los que está por los alrededores del tabernáculo espiritual y no ha disfrutado de las bendiciones espirituales que Dios tiene para aquellos que le obedecen, y si de verdad quiere llegar al cielo, sólo tiene que CREER EN CRISTO, EN SU PODER, ARREPENTIRSE DE SUS PECADOS, CONFESAR SU NOMBRE Y BAUTIZARSE PARA EL PERDÓN DE SUS PECADOS. Sólo así será usted añadido a la iglesia del Señor.

Gracias por compartir conmigo en este curso. Para mí es un privilegio su atención. Ore por este servidor para que Dios me fortalezca más cada día. ¡Gracias!

 

Su hermano en Cristo, Juan Colón

 

 

Los diezmos fueron abolidos en la cruz de Cristo

El Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento: ¿cuál está en vigor durante la Era Cristiana?

Simbología del tabernáculo-templo de Israel

 

  

¿Le gusta esta página? Por favor, ayúdenos a difundir la información por medio de compartirla automáticamente con sus amistades de Facebook, Google+, LinkedIn, y Twitter pulsando en los botones arriba colocados.

Derechos reservados. Permiso concedido para hacer una copia, o múltiples copias pero ninguna para la venta.