Motivaciones espirituales

¿Está usted pensando seriamente cambiar su estilo de vida para que armonice más con la voluntad de Dios? ¿Convertirse, entregarse a Cristo, acercarse al Señor? ¿Cuáles son sus MOTIVACIONES?

I.  ¿Ha discernido usted, acertadamente, las motivaciones que le mueven hacia tal acción? Ordenarlas, o no, conforme a la escala de importancia revelada en las Sagradas Escrituras puede determinar su destino eterno, bien sea en el cielo o en las “tinieblas de afuera”.

A.  Identificamos algunas motivaciones y consideraciones de importancia secundaria, incluso algunas que descubren egoísmo.

1.  Fortalecer o salvar el matrimonio.

2.  Enseñar a los hijos normas morales y espirituales. Contrarrestar en ellos tantas influencias mundanas y malas. Encargar la disciplina que a usted le corresponde como padre o madre, a las maestras y los maestros de la iglesia.

-En La Muda, Puerto Rico los fundadores de una iglesia la dieron el nombre “Iglesia Restaurando a la Familia”, dando a entender su misión prioritaria.

3.  Encontrar remedio o alivio para conflictos o problemas de índole psicológica. Estabilizarse, sentir felicidad y paz, vencer el negativismo o la depresión.

-Según un informe reciente, en la ciudad de Nueva York, cada vez más personas optan por no acudir a psicólogos o psiquiatras, prefiriendo acercarse a pastores, predicadores, rabíes o sacerdotes en busca de orientación y sanidad para sus trastornos.

4.  Asociarse, socialmente, con personas buenas, afables y bondadosas, disfrutando de sus actividades sanas y compañerismo ameno.

5.  Colocarse en posición para recibir de Dios bendiciones terrenales, tales como salud, comodidades y aumento de bienes materiales.

B.  En cambio, las dos principales motivaciones puramente espirituales que deberían bastar para mover a toda alma a convertirse a Cristo son las siguientes:

1.  Temor vivo, fundado en el conocimiento bíblico, de sufrir severos castigos divinos.

2.  Recompensas preciosas y grandísimas para el alma que ama a Dios, la verdad, lo bueno y la vida eterna.

Principal motivación espiritual número uno: temor vivo, fundado en el conocimiento bíblico, de sufrir severos castigos divinos.

“El principio de la sabiduría es el temor de Jehová” (Proverbios 1:7).

“Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre” (Eclesiastés 12:13).

El fin violento y literal de esta tierra material, con todas sus obras.

-2 Pedro 3:10, 12. “Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas. Los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán."

-Hebreos 12:26-27. "Aún una vez, y conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo. Y esta frase: Aún una vez, indica la remoción de las cosas movibles, como cosas hechas, para que queden las inconmovibles."

El castigo eterno para el alma desobediente.

-Mateo 25:41. “Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.”

-2 Tesalonicenses 1:7-8. "Cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder, en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios..."

-Romanos 2:5-9. "Atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios... ira y enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad... tribulación y angustia sobre todo ser humano que hace lo malo."

-Lucas 21:25-26, 35-36. “Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas; desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra ; porque las potencias de los cielos serán conmovidas. Porque como un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra. Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre.”

            Estas revelaciones divinas acerca de castigos para el mal, ¿acaso no son suficientemente poderosas para motivarle a tomar las medidas necesarias a fin de “escapar de todas estas cosas que vendrán”?

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Principal motivación espiritual número dos: recompensas preciosas y grandísimas para toda alma que ama a Dios, la verdad, lo bueno y la vida eterna.

-Romanos 2:6-10. “El cual pagará a cada uno conforme a sus obras, vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad… gloria y honra y paz a todo el que hace lo bueno.”

-2 Pedro 3:13. “ Cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia.”

-1 Corintios 15:42-58. Un nuevo “cuerpo espiritual”, glorioso, poderoso e inmortal.

-Juan 14:2. “En la casa de mi Padre muchas moradas hay … voy, pues, a preparar lugar para vosotros… para que donde yo estoy, vosotros también estéis.”

            ¿Qué otra motivación hace falta? Estas dos deberían ser más que suficientes para movernos a convertirnos a Dios.

II.  Invitación.

A.  En este preciso momento, ¿está usted pensando seriamente convertirse al Señor? ¿Para que le vaya mejor en esta vida? ¿Para evitar duros castigos futuros? ¿Para que sea premiado en el Juicio de aquel gran día con recompensas grandiosas y eternas? ¿Se siente motivado espiritualmente? Entonces, ¿quiere caminar hacia el frente impulsado por la decisión de confesar el nombre de Cristo y bautizarse para perdón?

B.  ¿Está usted pensando unirse a una iglesia, o cambiar de iglesia?

1.  ¿Ya cuenta con suficiente conocimiento bíblico para una decisión inteligente?

2.  Al examinar usted esta congregación, ¿encuentra que reúne ella los rasgos esenciales que la validan como iglesia auténtica del Señor?

3.  Si desea pertenecer a ella, le invitamos a manifestar públicamente su decisión, caminando hacia el frente.

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