Judas Macabeo reclama “nuevas lenguas”
para todo cristiano.

Contra argumentos intercalados en su disertación

(Aparece su escrito copiado electrónicamente, tal cual recibido.)

-Orientación. Judas Macabeo hace la siguiente petición al final de su carta:

         “Finalmente debo pedirles algo; CUANDO ENVIEN SUS CARTAS ABIERTAS PARA HECHAR POR TIERRA O PONER EN DUDA A ALGUIEN Y SUS DOCTRINAS, PERMITAN RESPUESTAS ABIERTAS. LO QUE ES IGUAL NO ES TRAMPA. DIOS LES BENDIGA.”

- Respuesta. Suponemos que una de las “cartas abiertas” aludidas es la que dirigimos al evangelista Yiye Ávila. Los años siguen pasando, pero este paladín del pentecostalismo nunca ha intentado aclarar o arrebatar nuestros planteamientos. Algunos de sus simpatizantes han salido a la defensa del Sr. Ávila, casi invariablemente con ofensivos ataques personales y juicios a granel sobre nuestros móviles, sin ni una pizca de textos bíblicos o argumentación razonable. Gustosamente, damos a conocer la “respuesta abierta” de Judas Macabeo, pues este varón se esfuerza en sostener bíblicamente su tesis de “lenguas extrañas para todos los cristianos de todos los tiempos”.

- ¿Quién es “Judas Macabeo”? El “Judas Macabeo” que conoce este servidor era el tercer hijo de Matatías Macabeo, padre de una renombrada familia judía del Siglo II antes de Cristo. Los Macabeo efectuaron grandes proezas militares contra los poderes griegos que gobernaban a Israel en aquellos tiempos, venciéndolos, purificando el templo en Jerusalén e imponiendo un gobierno judío. De ahí, que me quedé sumamente impresionado al recibir una carta de “Judas Macabeo”, ya que este murió en el año 161 antes de Cristo. Pero bien, quizá se trate de un seudónimo. En tal caso, me quedaría muy decepcionado por lo de “abierto”, dado que el seudónimo lo que hace es ocultar la verdadera identidad, acción que implica en algunos casos falta de valentía para darse a conocer “abiertamente”. O tal vez sea el nombre verdadero del autor de la carta. Él tiene la palabra al respecto.

 

From: Judas Macabeo [mailto:[email protected]]
Sent: lunes, 28 de agosto de 2006 12:36
To: [email protected]; [email protected]
Subject: El hablar en lenguas

 

La “carta abierta” de Judas Macabeo
sobre “lenguas extrañas”
 

“El hablar en lenguas

     Debemos destacar un hecho muy especial en cada uno de los eventos de bautismo en el Espíritu relatados en el nuevo testamento, me refiero a ”el hablar en lenguas”, esto es, hablar, por la influencia del Espíritu Santo, en un lenguaje desconocido para quien habla.”  

- Comentario. Sr. Judas Macabeo, ¿qué significa para usted “lenguaje desconocido para quien habla” ? Si por “lenguaje” quiere decir idioma , estamos de acuerdo, pues claramente las lenguas extrañas habladas en Pentecostés, y en lo subsiguiente por quienes recibieron el don, eran idiomas . “Cada uno les oía hablar en su propia lengua” (Hechos 2:6). “Les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que hemos nacido” (Hechos 2:8). Que conste: eran lenguajes desconocidos para quienes los hablaban, ¡pero no para sus oyentes! Esto a diferencia de las jerigonzas hablabas por los pentecostales de actualidad, las que no son lenguajes, es decir, idiomas. Tampoco las entienden los oyentes.  

“Hay quienes alegan que hubo personas llenas del Espíritu que aparentemente no hablaban en lenguas, como Juan el bautista, sin embargo, Juan el bautista no era de este periodo o dispensación de la cual Jesús dijo; “Y estas señales seguirán a los que creen: ... hablaran nuevas lenguas...”(Mr 16:17).”  

- Comentario. “Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo , sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu (1 Corintios 12:13). Los cristianos en Corinto estaban llenos del Espíritu, pero sin embargo, no todos hablaban lenguas extrañas . En 1 Corintios 12:29-30, el apóstol Pablo pregunta retóricamente: “¿Son todos apóstoles? ¿son todos profetas? ¿todos maestros? ¿hacen todos milagros? ¿Tienen todos dones de sanidad? ¿hablan todos lenguas? ¿interpretan todos?” La respuesta de rigor a todas estas preguntas es que “NO” . “¿Son todos apóstoles?” ¡NO! “¿Hablan todos lenguas?” “¡NO! ¡NO! ¡NO! No todos hablan lenguas. Algunos, sí, pero otros, no.” Sr. Judas Macabeo, su tesis de “lenguas extraños para todos los cristianos de todos los tiempos” se hace añicos al dar contra este hecho bíblico totalmente irrefutable.

-En Marcos 16:17 , “los que creen” es, efectivamente, sinónimo de “la iglesia”. “Estas señales seguirán” a la iglesia. Cristo no dice: “Estas señales seguirán a todos y cada uno de los creyentes en particular; a todo varón creyente, a toda dama creyente y a todo joven creyente, sin excepción. En mi nombre, todos ellos, sin excepción , echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.” Sr. Judas Macabeo, si “hablarán nuevas lenguas” significa que todo cristiano de toda la Era Cristiana las hablaría, entonces, lógicamente, todo cristiano también echaría demonios, sanaría enfermos, podría tomar en sus manos serpientes venenosas sin que le afecte el veneno, etcétera. ¿Reclama usted todas estas “señales” para todo cristiano? ¿Ve cómo se desmorona su hipótesis?

-Cristo no aborda el tema de hasta cuándo continuarían estas “señales” . Otros textos, por ejemplo, 1 Corintios 13:8-13 y Efesios 4:8-16, exponen la doctrina de la duración de los dones sobrenaturales. Obsérvese usted, por favor, cómo Marcos termina su relato. “Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían . Amén” (Marcos 16:20). ¿Por qué suelen citar los pentecostales Marcos 16:17, pero no este versículo 20? ¿Qué propósito tenía Dios para las “señales” ? ¡Confirmar la palabra! “Confirmando la palabra con las señales que la seguían.” Tomemos nota: “las señales… seguían” la palabra, confirmándola , es decir, probando que era de origen sobrenatural. En pleno y perfecto cumplimiento de la promesa hecha por Cristo de guiar el Espíritu Santo a los apóstoles “a toda la verdad” (Juan 16:13), la palabra fue revelada en su totalidad a ellos antes de la muerte del último, quedándose la palabra debidamente confirmada por “las señales que la seguían” .  

“Las lenguas son una señal de los creyentes de la iglesia de Cristo, de la era del Espíritu, del “…nuevo pacto del Espíritu…” (2Co 3:6). Era una profecía antigua para esta dispensación, según lo interpreta el apóstol Pablo; “En la ley esta escrito: En otras lenguas y con otros labios hablare a este pueblo...” (1Co 14:21).”  

-¿Qué “las lenguas son una señal de los creyentes de la iglesia de Cristo” ? Si con esto quiere usted decir que todo miembro de la iglesia ha de tener la señal de lenguas extrañas, ¡cuán errada es su posición! “¿Hablan todos lenguas?” ¡NO! ¡En absoluto! A la verdad, esta posición errónea de los pentecostales ha causado mucha angustia a muchas personas que buscan de Dios, pero que no logran hablar las jerigonzas que los pentecostales llaman “lenguas extrañas” o “lenguas angélicas”. La pura verdad bíblica es que el creyente puede estar lleno del Espíritu Santo, sin jamás hablar “lenguas”. El caso de los corintios constituye la prueba definitiva e irrebatible.

-“Así que, las lenguas son por señal, no a los creyentes, sino a los incrédulos ; pero la profecía, no a los incrédulos, sino a los creyentes” (1 Corintios 14:22). La teología pentecostal enseña que las lenguas extrañas son “señal de los creyentes” , es decir, señal para ellos de haber recibido al Espíritu Santo. Pero, el Espíritu Santo aclara que “son por señal, no a los creyentes, sino a los incrédulos” . O sea, ¡las lenguas no son señal a los creyentes! Ya creen. Ya han sido bautizados “para perdón de los pecados” , en virtud de lo cual también han recibido “el don del Espíritu Santo” (Hechos 2:38). ¿Por qué necesitan “la señal de las lenguas”? Recalcamos: ¡las lenguas no son señal a los creyentes! Esto es exactamente lo que dice el Espíritu Santo.  

“En cada suceso donde los creyentes fueron llenos del Espíritu por primera vez se menciona el hecho del hablar en lenguas, veamos;

1- En Pentecostés; “Y fueron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas...”(Hch 2:4).               

2- En la casa de Cornelio; "... les oían que hablaban en lenguas  y magnificaban a Dios.”(Hch 10:46).         

3- En Efeso; "... y vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas y profetizaban...”(Hch 19:6).

4- El caso de los samaritanos; Aunque no se menciona el hablar en lenguas, dice que Simón el mago; “vio...que por la imposición de manos...se daba el Espíritu Santo...” (Hch 8:18), ¿qué vio Simón el mago?, ¿cómo supo que habían recibido el Espíritu?, ¿el noto algo extraño y especial en quienes recibían el Espíritu?, pienso que si, y creo que fue el hablar en lenguas. El hablar en lenguas era la única cosa nueva, especial, distinta y recurrente en quienes recibían el Espíritu en aquellos primeros días de la iglesia.”  

- Comentario. ¿Qué el hablar en lenguas fuera “la única cosa nueva, especial, distinta y recurrente en quienes recibían el Espíritu en aquellos primeros días de la iglesia” ? Sr. Judas Macabeo, “única cosa nueva, especial, distinta y recurrente” son, de cierto, palabras netamente suyas, constituyendo una apreciación particular que contradice 1 Corintios 12, Efesios 4, Romanos 12 y otros textos, en los que se nos informa que Dios dio “diversidad de dones… diversidad de ministerios” a los cristianos de aquellos tiempos, apuntándose no solo “diversos géneros de lenguas” sino también “palabra de sabiduría… palabra de ciencia según el mismo Espíritu… fe por el mismo Espíritu… dones de sanidades por el mismo Espíritu. A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus…. y a otro, interpretación de lenguas” (1 Corintios 12:4-10; 28-31). Usted, juntamente con los demás maestros pentecostales, destaca “lenguas extrañas”, y “profecías” y “sanidades”. Aislar estos tres dones de los demás pertenece a esas artimañas humanas cuyo fruto es la confusión y el error.  

“¿Cuál es el beneficio de hablar en lenguas?

       No debemos subestimar el valor de las lenguas, por ningún motivo debemos ignorar algo que Dios nos ofrece y es una bendición para nosotros. Hay por lo menos cinco razones para desear el hablar en lenguas, veamos cuales;

1- Nos permite comunicarnos con Dios sobrenaturalmente; El apóstol Pablo dijo; “...el que habla en lenguas no habla a los hombres sino a Dios...por el Espíritu habla misterios...” (1Co 14:2), es una bendición maravillosa poder comunicarse con Dios de esta forma sobrenatural, es pecado menospreciar eso.”  

-Comentario. ¡Bendito! Sr. Macabeo, ¿por qué no cita usted todo el versículo 2 de 1 Corintios 14? Veamos. “Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios; pues nadie le entiende , aunque por el Espíritu habla misterios.” Suprimió usted la cláusula clave “pues nadie le entiende” . ¿Por qué? Esta cláusula explica por qué el que hablaba lenguas extrañas sin intérprete hablaba solo a Dios: ¡nadie le entendía! Amigo, las lenguas extrañas no eran, ni son, para hablar a Dios, o alabarle. El Espíritu Santo insiste, una y otra vez, a través de Pablo en 1 Corintios 14, que las lenguas extrañas debían ser entendidas por los hombres en la tierra , particularmente por “los incrédulos” (14:22). A propósito, ¿qué “bendición maravillosa” hay en “comunicarse con Dios de… forma sobrenatural” si el que supuestamente lo hace no entiende nada de su “comunicación”? ¿Quiere usted abundar sobre este “misterio existencialista”? Adorar “en espíritu y en verdad” (Juan 4:24), ¿es adorar mediante comunicaciones incomprensibles y “misteriosas”?

- ¿Doctrina u observación? “Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios.” Al escribir el apóstol Pablo estas palabras, no está asentando el Espíritu Santo por él una doctrina sobre las lenguas extrañas, a saber, que las lenguas extrañas sean para Dios, y no para los hombres. Más bien, la expresión es una observación, y no una doctrina . De acuerdo con todo el contexto de 1 Corintios, los capítulos 12, 13 y 14, equivale a decir: “El cristiano en Corinto que, en la congregación, habla, profecía, ora o canta en lenguas extrañas, sin que nadie le entiende , por no ser las lenguas los idiomas natales de los oyentes o por no haber intérprete, no habla a los hombres sino a Dios. El tal no hace bien, pues el propósito de las lenguas es instruir y edificar a los hombres, particularmente a los incrédulos. Hermanos, si yo voy a vosotros hablando en lenguas, ¿qué os aprovechará, si no os hablare con revelación, o con ciencia, o con profecía, o con doctrina? La última oración es de 1 Corintios 14:6. Enseña categóricamente que las lenguas han de aprovechar a los hombres . El que las habla ha de hablar “revelación… ciencia… profecía… doctrina” . Ciertamente, estas verdades confirman que la expresión “el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios” no debe entenderse como doctrina sino como la descripción de lo que pasaba en la congregación de Corinto, y lo que pasaba el Espíritu Santo lo censuraba, emitiendo directrices específicas para corregir los errores en el uso del don de lenguas. La equivocación grave de los exegéticos pentecostales es tomar la descripción por doctrina . Su error inicial produce, como es de esperarse, otros errores: las lenguas permiten comunicarse con Dios sobrenaturalmente, las lenguas son para alabar a Dios, las lenguas son señal de los cristianos, todo cristiano ha de hablar lenguas, etcétera. Ninguna de estas enseñanzas es bíblica.  

“2- Es un medio sobrenatural de adoración; "... cantare también con el espíritu... el que ocupa lugar de simple oyente, ¿cómo dirá amen a tu acción de gracias? pues no sabe lo que has dicho."(1Co 14:15-16), aquí se habla de cantar y dar gracias en una forma que un oyente no entiende, es decir canta y ora en otras lenguas. Lo que es censurado aquí es el uso de las lenguas en cualquier momento y no en el momento apropiado, el apóstol Pablo enseño que deben hablarse las lenguas en la oración privada; "... hable para sí mismo y para Dios."(1Co 14:28), o en una oración publica conjunta siempre y cuando no estorbe otras actividades importantes del culto o un mensaje, las lenguas no deben ser  limitadas absolutamente; "... no impidáis el hablar lenguas."(1Co 14:39).”  

-Errores en esta exposición.

1.  “El apóstol Pablo enseñó que deben hablarse las lenguas en la oración privada.” Percibimos el siguiente error en esta afirmación. El contexto de 1 Corintios no es, en definitiva, el culto en privado sino cuando “toda la iglesia se reúne en un solo lugar” (14:23), “cuando os reunís” (14:26). En la reunión de la iglesia, “si no hay intérprete, calle en la iglesia, y hable para sí mismo y para Dios” (14:28). ¿Se fija? “Calle en la iglesia.” “Hable para sí mismo y para Dios.” ¿Dónde? ¡EN LA IGLESIA! Cuando “toda la iglesia” está reunida “en un solo lugar” . Hable, pero no en voz audible. Calle en la iglesia si no hay intérprete. Estas normas, ¿las practican los pentecostales? Bien sabe usted que no lo hacen.

2.  Es permisible hablar lenguas extrañas “en una oración pública conjunta siempre y cuando no estorbe otras actividades importantes del culto o un mensaje” . Discernimos ciertos errores en esta aseveración. Por ejemplo, la terminología es netamente pentecostal, no encontrándose, ni por implicación, en 1 Corintios 14. La oración en lenguas en cualquier reunión de la iglesia en Corinto debía ser entendida. “Porque si bendices sólo con el espíritu (o sea, en lenguas extrañas no interpretadas) , el que ocupa lugar de simple oyente, ¿cómo dirá el Amén a tu acción de gracias? pues no sabe lo que has dicho. Porque tú, a la verdad, bien das gracias; pero el otro no es edificado. Doy gracias a Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros; pero en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento, para enseñar también a otros, que diez mil palabras en lengua desconocida” (14:16-19). ¿Cómo hacen los pentecostales “una oración pública conjunta” ? ¡Oran todos a la vez en voz alta! En estas circunstancias, el “simple oyente” escasea notablemente. Difícilmente, sabe el uno lo que su vecino dice. Reina la confusión en todo el salón. Pero, “Dios no es Dios de confusión” (14:33).

3.  “Las lenguas no deben ser limitadas absolutamente. …No impidáis el hablar lenguas” (14:39). A la luz de la enseñanza del Espíritu Santo sobre hablar siempre “palabra bien comprensible” y que es preferible “hablar cinco palabras con” el “entendimiento para enseñar también a otros, que diez mil palabras en lengua desconocida” , las lenguas jerigonzas deben ser proscritas absolutamente. Además, las “angelicales”. Como también toda “lengua” no entendida. Así, porque no enseñan nada; no edifican.  

“3- Es un medio de intercesión;” Comentario nuestro. Al examinar cuidadosamente cada argumento en la siguiente exposición, quedará claro que “orar en lenguas extrañas” no es un “medio de intercesión” establecido por Dios de la manera que los teólogos pentecostales lo presentan.  

(1)  “el que habla en lenguas; "... por el Espíritu habla misterios"(1Co 14:2), es decir que habla con Dios cosas desconocidas porque no se entienden,”  

-Comentario. En el contexto del Nuevo Testamento, “misterios” simplemente no es sinónimo de “cosas desconocidas porque no se entienden” . La fraseología del Sr. Macabeo puede fácilmente despistar al indocto o al incauto.

-El apóstol Pablo, inspirado por el Espíritu Santo, aclara lo de misterio . “Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio , la sabiduría oculta , la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria, la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria. Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman. Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu ; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios” (1 Corintios 2:7-10). Una vez revelada la “sabiduría… en misterio, la sabiduría oculta” , ¡deja de ser un misterio! ¡Deja de ser oculta! ¡Ya se entiende! Hablar misterios por el Espíritu era dar a conocer por inspiración del Espíritu Santo la sabiduría de Dios que había sido oculta en tiempos anteriores. En definitiva, no era hablar “cosas desconocidas porque no se entienden” . Los misterios de Dios, proclamados en palabras entendibles, ¡se entienden! De ahí, la importancia trascendental de siempre hablar “palabra bien comprensible” (1 Corintios 14:9).

-La mera noción de hablar “con Dios cosas desconocidas porque no se entienden” encierra elementos irracionales , para no decir ridículos. Y Dios no es irracional, ni es, pensamos, cómplice de ridiculeces. Si esas “cosas” habladas con Dios en lenguas extrañas “no se entienden” , ¿para qué sirven? “Hágase todo para edificación” , ordena el Espíritu de Dios (1 Corintios 14:26). Pero, ¿cómo edificar o ser edificado por lo que no se entiende, ni se puede entender? “¡Ah! Pero yo me siento edificado pese a no entender lo que estoy diciendo” , replica el Pentecostal. A lo cual respondemos: hasta donde sepamos, el Espíritu Santo no se vale del desconocimiento, la ignorancia o el no entendimiento para edificar. Su poder para salvar y edificar es la verdad de Dios, entendida y obedecida, y no sentimientos religiosos o efluvios de emocionalismo inducidos por “cosas desconocidas” no entendibles.

- “Pero, Dios entiende las cosas desconocidas que hablo yo en lenguas.” Y, ¿por qué habría de entenderlas él, pero no usted? “Porque él es glorificado por ellas.” Y, ¿qué gloria recibe él de un adorador que no sabe lo que dice, ni puede saberlo jamás? ¿A Dios le agrada la adoración de un adorador que no entiende lo que está diciendo? ¿La adoración no inteligente? ¿La adoración mística? Realmente, ¡inconcebible! Semejante postulado no armoniza con todo el sentido del Nuevo Testamento recogido en la expresión “en espíritu y en verdad” .

-De todos modos, la expresión de 1 Corintios 14:2 no es “cosas desconocidas” no entendibles, sino “misterios” que “nadie… entiende” , no por cierto, porque no sean entendibles sino porque se hablan en lenguas extrañas no interpretadas, haciendo falta la interpretación por ser habladas en presencia de personas que no las entienden.  

(2)  “…hablar misterios por el Espíritu Santo (en lenguas) es equivalente a orar con el espíritu,…”  

-Aclaración. Hablar “misterios… por el Espíritu” una cosa es; orar “con el espíritu” es otra acción distinta. Al hablar los “misterios” de Dios, o sea, la “la sabiduría de Dios en misterio” , la que estaba “oculta” pero ya no, se comunicaba por inspiración divina el evangelio de Cristo “con revelación… ciencia… profecía… o con doctrina” (1 Corintios 14:6). Al orar “con el espíritu” , no se enseña el evangelio, pues a Dios no hay que enseñarle el evangelio, sino que se hacen a Dios “rogativas… peticiones… acciones de gracias” (1 Timoteo 2:1) en alguna “lengua desconocida” para el que ora, pero no debe ser “desconocida” , es decir, no entendible, para el que escucha, pues la oración el oyente debe poder entenderla, ya que si no la entiende, “¿cómo dirá el Amén?” (1 Corintios 14:16). Por consiguiente, hablar “misterios por el Espíritu Santo” NO es equivalente a orar con el espíritu .  

(3)  “…es una oración en la que el "... entendimiento queda sin fruto."(1Co 14:13), precisamente porque el que ora y el que oye no entienden nada…”  

-Comentarios. El entendimiento del orante en “lengua desconocida” para él, sí, positivo, queda sin fruto, pero ¡no así el entendimiento del que oye la oración! De acuerdo con la enseñanza de 1 Corintios 14:14-17, “el que ocupa lugar de simple oyente” (14:16), debe poder entender la oración, pues si no, “¿cómo dirá el Amén?” La entiende con tal de que el orante (1) ore en la lengua natal del oyente, o (2) en una lengua (idioma) aprendida por el oyente, o (3) se interprete para el oyente la lengua del orante. De no haber ninguna de estas tres opciones, el que tiene el don de orar en lenguas extrañas ¡simplemente debe callarse en presencia de cualquier persona que no entienda su lengua! No haciéndolo, su proceder sería irracional y reprobable, conforme a la censura implícita en 1 Corintios 14:17. “Porque tú, a la verdad, bien das gracias; pero el otro no es edificado .” La oración es medio no solo para alabar a Dios sino también para edificar al “simple oyente” . Pero, ¿cómo ser “edificado” si no entiende lo que se ora? He aquí, el meollo del asunto. Sr. Judas Macabeo, ¿está usted captando este propósito de la oración? ¿Edifica al oyente la oración en lengua jerigonza? ¿Edifica al oyente la oración en “lengua angelical”? ¡Ah! Pero, se me olvida: en los cultos avivados, donde todos oran a la vez en voz alta, ¡el “simple oyente” no se halla!

-Así pues, en definitiva, el entendimiento del que oye la oración en “lengua desconocida” , NO SE QUEDA SIN FRUTO si el orante acata las ordenanzas del Espíritu Santo . El poseedor del don de lenguas hacía uso correcto de él, enseñando cómo orar al oyente que entendía su lengua, ayudándole a dar gracias y, por ende, edificándolo (1 Corintios 14:16). Esta importantísima obra la realizaba, pese a que él mismo no entendía lo que decía en “lengua desconocida” para él, pero no, recalcamos, para el que le oía. Al no entender lo que él mismo decía, su “entendimiento” quedaba “sin fruto” . De haber podido entender lo que decía en lengua extraña, él mismo bien hubiera podido traducir la lengua, o por lo menos transmitir la síntesis de lo comunicado, pero no entendía lo que decía.

-Si no entendía la “lengua desconocida” que hablaba, ¿con qué razón escribe el apóstol Pablo: “Pero el que habla en lengua extraña, a sí mismo se edifica ? (1 Corintios 14:4). ¿Cómo ser edificado si su entendimiento está “sin fruto” ? ¿Edificación espiritual, sin entender lo que uno mismo está diciendo? Reflexionando detenidamente sobre este aparente dilema, discernimos dos posibilidades.

(1)  El “espíritu” del ser humano posee sus propias facultades intelectuales independientemente de la mente física humana. Esto lo deducimos al considerar que después de la muerte del cuerpo humano, muriendo también el cerebro físico, el espíritu conserva facultades de memoria, comunicación, razonamiento, etcétera, las que lo capacitan para dar cuenta a Cristo en el juicio, hablar en el Paraíso, etcétera. De ser correcta esta conclusión, razonamos que el “espíritu” podría entender lo que se comunicaba mediante la “lengua desconocida” , edificándose, funcionando independiente del cerebro. La mente física no entendía, quedándose el entendimiento del cerebro “sin fruto” , pero el “espíritu”, sí, entendía, edificándose, no habiendo en esta circunstancia comunicación entre el “espíritu” y el cerebro físico.

(2)  A pesar de no entender lo que decía, el hablante en lenguas extrañas se sentía edificado, sabiendo que estaba haciendo obrar un don sobrenatural recibido de Dios. En tal caso, la edificación recibida era más bien subjetiva, contrastando esta con la que se recibe mediante palabras entendidas. Digo “haciendo obrar un don” porque al que recibía un don sobrenatural Dios también le confería potestad sobre el uso del don. En el caso del don de lenguas extrañas, el recipiente podía callarse o hablar. “Calle en la iglesia.” “Y los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas” (1 Corintios 14:32). De ahí, que el profeta también podía callarse cuando debía. “Asimismo, los profetas hablen dos o tres, y los demás juzguen. Y si algo le fuere revelado a otro que estuviere sentado, calle el primero (1 Corintios 14:29-30). Sr. Judas Macabeo, ¿tiene usted problema con estas directrices del Espíritu Santo?

-En estos breves “Comentarios” no pretendemos explorar todas las ramificaciones de todas las doctrinas abordadas, ni albergamos la ilusión de entender perfectamente todo lo que ocurría en el espíritu, la mente o el cuerpo material del ser humano que recibió el don sobrenatural de predicar, enseñar, profetizar, orar o cantar en “lenguas extrañas” . Sin embargo, lo fundamental nos parece bastante obvio, a saber:

-No hablar en voz audible una lengua que ningún oyente entiende. Quien hiciera caso omiso, hablaría “al aire” (1 Corintios 14:9).

-El propósito primordial de las lenguas extrañas era edificar al oyente, particularmente al incrédulo. Enseñar, profetizar, orar o cantar para edificar. Su propósito principal no era “alabar a Dios de manera sobrenatural”.

-Al no poder edificar al oyente, el poseedor del don de lenguas extrañas debía callarse, no hablando en voz alta.

-El poseedor del don tenía potestad sobre el uso del don. Al querer ponerlo a funcionar donde no edificara a oyente alguno, debía limitar su acción a su propio espíritu, y no hablar en voz audible.  

(4)  “…esta explicación se comprueba cuando Pablo dice; "¿qué, pues? orare con el espíritu, pero orare también con el entendimiento..."(1Co 14:15), el hace un contraste entre orar con el espíritu y orar entendiendo lo que se dice. Esto lo decimos porque queremos demostrar que orar con el espíritu (humano) se hace por el Espíritu Santo de Dios…”  

-Observaciones. Orar “con el espíritu” es permitir que “el espíritu” ore en “lengua desconocida” . Desde luego, esto lo podía hacer “el espíritu” del poseedor del don de lenguas extrañas solo por medio del poder que impartía el Espíritu Santo. La acción era milagrosa; era sobrenatural. En cambio, orar “con el entendimiento” lo hace cualquier cristiano conocedor de cómo orar según las instrucciones de Dios en el Nuevo Testamento. Este “entendimiento” es el fruto de palabras entendibles y entendidas. Orar “con el entendimiento” es orar, haciendo uso de palabras que la mente del orante entiende.  

(5)  “… el espíritu humano es ayudado por el Espíritu Santo para hablar con Dios en forma sobrenatural y desconocida para cualquier otro ser, y esto nos permite interceder ante Dios en forma eficaz, somos dirigidos por el mismo Dios a través de su Espíritu en la oración e intercesión.”  

-Comentarios. En realidad, lo que sucedía era que el Espíritu Santo usaba al espíritu del poseedor del don de lenguas extrañas para predicar el evangelio en idiomas que el poseedor no conocía (como en Pentecostés), profetizar, enseñar, orar o cantar, todo encaminado principalmente a edificar al oyente. La idea de “ayudar el Espíritu Santo al espíritu humano para hablar con Dios en forma sobrenatural” no recoge la esencia de la enseñanza de 1 Corintios 14, como tampoco de textos relevantes, hecho ya comprobado.

-¿Es “más eficaz” la oración en lengua no entendida que en lengua entendida? ¿En lengua jerigonza que en palabras que el orante entiende?

-Si la oración es dictada “por el mismo Dios a través de su Espíritu” , ¿en qué sentido puede ser atribuido la oración al orante? En tal caso, la oración no sale del corazón del orante; no se origina en su corazón. De ahí, está en tela de juicio su valor y eficacia. Sale de Dios, por vía del Espíritu Santo, según se plantea, quien se la introduce en el corazón del ser humano. Su existencia en el ser humano la dilatan “lenguas” que el hablante no entiende. Luego, vuelve a Dios, quien la originó en primer lugar, sintiéndose él complacido y alabado, según se alega, por todo este procedimiento. Sr. Judas Macabeo, confieso tener gran dificultad en comprender esta doctrina. ¿Me puede alumbrar más?

-Referente a eso de “hablar con Dios en forma sobrenatural y desconocida para cualquier otro ser , le recuerdo una de las enseñanzas fundamentales de 1 Corintios 14: el oyente de lenguas extrañas, bien que fuesen habladas para enseñar, profetizar, orar o cantar, debía entenderlas . Entenderlas, como la multitud de oyentes en Pentecostés entendía las lenguas extrañas habladas por los apóstoles. De no entenderlas, el hablante no debía hablarlas en voz audible.  

(6)  “…el apóstol Pablo habla de esto en la carta a los Romanos; "... el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues que hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles."(Ro 8:26), aquí sé esta diciendo que el Espíritu Santo intercede a través de nuestro espíritu con palabras no articuladas ni entendibles a las que se les llama "gemidos indecibles", podemos hablar con Dios en forma intima y secreta y de acuerdo a su voluntad(“como conviene”) con la ayuda del Espíritu Santo. El hablar en lenguas es una herramienta de intercesión sobrenatural y eficaz.”  

-Comentarios. Romanos 8:26 no dice que “el Espíritu Santo intercede a través de nuestro espíritu . Las palabras exactas son: “El Espíritu mismo intercede por nosotros” . Sr. Judas Macabeo, “a través de nuestro espíritu” es una interpolación suya. Y, ¡vaya qué interpolación más dañina y peligrosa! Así, pues esta interpolación suya le despista para el entendimiento correcto de “gemidos indecibles” .

-La intercesión del Espíritu Santo a favor del cristiano fiel es una acción propiamente suya, independiente del “espíritu” del beneficiado .

-Los “gemidos indecibles” salen del Espíritu Santo allá en presencia de Dios en el cielo. No se escuchan en la tierra. No se traducen en lenguas humanas. El Espíritu Santo no los expresa a través del espíritu humano. Sus “gemidos indecibles” no son sinónimo de “lenguas extrañas” en la tierra. Ciertamente, no son lenguas jerigonzas.

-Ni siquiera el cristiano más maduro siempre sabe qué ha “de pedir como conviene” , pero esto no significa que lo logre mediante “lenguas extrañas” que él mismo no entienda, ni mucho menos mediante lenguas jerigonzas que nadie entiende, incluso Dios mismo, pues nada dicen. El cristiano sincero ora en su propio idioma, de la manera más sabia y espiritual que pueda, confiado en que el Espíritu Santo le ayude allá en la presencia de Dios con “gemidos” que expresen perfectamente sus peticiones, plegarias y alabanzas. Entonces, Dios, “el que escudriña los corazones” y “sabe cuál es la intención del Espíritu” (Romanos 8:27), responde, así lo creemos, a la oración del cristiano sincero, por quien el Espíritu Santo también ha intercedido. ¡Alabado el nombre de Dios! ¿Qué más podemos pedir?  

“4- Nos recarga y fortalece espiritualmente; El hablar en lenguas edifica a quien las habla, es decir fortalece y recarga (de acuerdo al original griego), por eso el apóstol Pablo dice que el desea que todos hablen en lenguas; " El que habla en lengua extraña a si mismo se edifica..."(1Co 14:4). Esta verdad la conozco por lo que dice la Biblia, pero también por la experiencia personal, el hablar en lenguas bajo la unción del Espíritu es tremendamente fortalecedor. La palabra edificar significa construir y reparar, y eso es lo que hace el Espíritu Santo en nosotros por medio de las lenguas. Esta tremenda bendición no se debe menospreciar tan ligeramente, ni de ninguna forma, como algunos lo han hecho y lo hacen.”  

-Comentarios. El apóstol Pablo escribe: “Así que, quisiera que todos vosotros hablaseis en lenguas, pero más que profetizaseis” (1 Corintios 14:5). O sea, que todos no solo hablasen lenguas sino que todos también profetizasen . Y bien pudiera haber añadido que todos sanaran a enfermos, que todos hicieran milagros, que todos pudieran tener discernimiento de espíritus o que todos interpretaran lenguas. Fijémonos bien: esta expresión de su deseo personal constituye evidencia adicional de que no todos los cristianos en Corintio hablaban lenguas. “Quisiera que todos vosotros hablaseis en lenguas.” La inferencia ineluctable es que no todos hablaban lenguas. Como tampoco todos profetizaban. “¿Son todos apóstoles? ¿son todos profetas?... ¿hablan todos lenguas? ¿interpretan todos?” ¡No, no, no y no, y no! Dios no daba el don de lenguas a todos los cristianos del Siglo I, como tampoco dio a todos el don de profetizar, sino que el Espíritu repartía “a cada uno en particular como él” quería (1 Corintios 12:11). El deseo expresado por Pablo no cambió esta realidad. De todos modos, en el contexto de 1 Corintios 14, su expresión se entiende en sentido retórico.

-Al decir usted “por la experiencia personal, el hablar en lenguas bajo la unción del Espíritu es tremendamente fortalecedor” , entiendo que está diciendo que hablar lenguas no entendidas “por cualquier otro ser” , o hablar “palabras no articuladas o entendibles” , expresiones suyas, “es tremendamente fortalecedor” . “Fortalecedor” , pienso, como la experiencia de cualquier místico de la religión que sea, incluso, las religiones orientales o las de los aborígenes, pues los hechos enseñan que algunos integrantes de estas religiones también hablan “lenguas” y bailan en éxtasis, sintiéndose, tal cual usted, muy fortalecidos. “Fortalecidos”, pero no conforme a la voluntad del Dios verdadero, de la manera que usted también se siente “tremendamente fortalecido”, pero “no conforme a ciencia” divina (Romanos 10:2). Con pena en mi alma, le digo que lo que usted tiene por “la unción del Espíritu” ¡nada tiene que ver con el verdadero Espíritu Santo!, pues este no es, ni nunca ha sido, autor de lenguas jerigonzas, como tampoco de cualquier acción irracional.

-A propósito, ¿puede usted definir “palabras no articuladas” ? Tengo dificultad en comprender cómo un sonido “no articulado” puede ser a la vez una “palabra”. Si lo escuchado es una “palabra”, entonces, a mi entender, se puede articular. Y si se puede articular, ya no sería incomprensible para quien hable en género de lengua al que formara parte la “palabra”. Ayúdeme con esto, ¿quiere?  

“5- Hablar en lenguas ejercita la fe; Para hablar en lenguas se requiere de fe, en cada momento de oración se debe estar convencido de la presencia del Espíritu Santo, y la lengua debe someterse a la influencia del Espíritu, el que ora se entrega confiadamente a la presencia de Dios que esta en el por medio del Espíritu; "... sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay..."(He 11:6).”  

-Comentarios. “Hablar en lenguas ejercita la fe… requiere de fe” las catalogo personalmente como expresiones que distorsionan el enfoque de la doctrina bíblica sobre “lenguas extrañas” . Cuando cayó el Espíritu Santo sobre los apóstoles en el día de Pentecostés, ¿cuánta fe debían estos ejercitar para comenzar a predicar el evangelio en las lenguas natales de la multitud que se reunió? Ciertamente, aquellas lenguas de Pentecostés, como tampoco las que hablaban algunos cristianos en Corintio, su propósito no era, en definitiva, “ejercitar la fe del hablante”. ¡Tonterías! Su función era impartir de inmediato enseñanza divina, sin que el hablante tuviera que estudiar y practicar la lengua por meses o años para poder hablarla con soltura.

- “… en cada momento de oración se debe estar convencido de la presencia del Espíritu Santo, y la lengua debe someterse a la influencia del Espíritu…” son expresiones netamente de origen “pentecostal”, es decir, del tipo de “pentecostalismo” que William Seymour fundó en Los Ángeles, California, a principios del Siglo XX. Consideremos:

-El poseedor del don de lenguas extrañas no tenía que convencerse continuamente de la presencia del Espíritu Santo. Al contrario, ¡sabia a ciencia cierta que poseía el don, y que podía usarlo en el momento que su propia voluntad lo dispusiera! Tenía potestad sobre su don. Ya lo hemos comprobado.

-Una vez impartido el don de lenguas, este era un poder sobrenatural bajo el control del poseedor. El Espíritu Santo no impartía el don cada vez que el cristiano quisiera usarlo, adueñándose de él de nuevo a voluntad suya. Francamente, y ruego sobrelleve mi mucha franqueza, la que uso no para lastimar sensibilidades sino para enfatizar realidades o verdades, eso de “la lengua debe someterse a la influencia del Espíritu” suena como un disparate mayúsculo. Impartido el don de lenguas, el Espíritu ya no tenía que “influir” en él, o infundirle poder sobrenatural. El cristiano que lo recibía, andaba con el don a su disposición, plenamente apoderado, pudiendo usarlo o prescindir de su uso. Algunos en Corinto no lo usaban inteligentemente, hablando en voz alta alguna lengua extraña cuando no había oyente que la entendiera.

“Finalmente debo pedirles algo; CUANDO ENVIEN SUS CARTAS ABIERTAS PARA HECHAR POR TIERRA O PONER EN DUDA A ALGUIEN Y SUS DOCTRINAS , PERMITAN RESPUESTAS ABIERTAS . LO QUE ES IGUAL NO ES TRAMPA. DIOS LES BENDIGA.”

-Despedida. Sr. Judas Macabeo, agradecemos su intento de sostener doctrinas y prácticas típicas de las iglesias “pentecostales” en torno a “lenguas extrañas” . Le ruego muy respetuosamente pese en la balanza de la verdad divina nuestras aclaraciones y argumentos al respecto, y que perdone cualquier expresión nuestra que ofenda.

Su servidor,

Homero Shappley de Álamo

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