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Algunas reflexiones sobre el sufrimiento y muerte de niños inocentes


Esta fotografía de una madre con su hija enferma en un hospital ilustra el artículo Algunas reflexiones sobre el sufrimiento y muerte de niños inocentes, en editoriallapaz.

 

Cada niño que nace, ¿quién lo trae al mundo? Sus padres terrenales. Esto es elemental. Ellos son quienes lo conciben. Por consiguiente, son los responsables de engendrarlo y traerlo al mundo. Si una pareja no quiere engendrar, pues no trae al mundo ninguna criatura nueva. Si quiere engendrar, se une sexualmente para concebir.

¿Planifica Dios cada embarazo y cada alumbramiento? Mi opinión es que no lo hace. El Creador concibió y puso a funcionar los mecanismos para la procreación física, diciendo: “Fructificad y multiplicaos”, pero dejó el “cuándo y cuántas veces” a voluntad de los seres humanos.

La tesis de algunos teólogos, pastores y ministros es que, parafraseando: “cada criatura humana ya figuraba en los planes y propósitos de Dios antes de que creara él la tierra y Adán, el primer humano”. Ahora bien, procurando perspectivas, se calcula que, desde Adán hasta el presente (segunda década del siglo XXI) se han muerto unos seis o siete mil millones de seres humanos, habiendo en la actualidad más de siete mil millones vivos sobre el planeta Tierra. De ser correcta referida tesis, tendríamos que concluir que el Soberano Creador previera y programara, allá, en algún tiempo de la eternidad antes de la creación del universo material, la concepción y el nacimiento de cada uno del total de los trece o catorce mil millones de humanos que ha habido hasta el día de hoy, determinando -recalco: antes de la fundación de la tierra- los progenitores de cada niño, como, además, ¡absolutamente todos los componentes y rasgos de cada criatura concebida! O sea, sus miles y miles de millones de células; su sexo, raza, forma física, facciones físicas -todas las características de sus complicadísimos ojos, oídos, sangre, sistema cardiovascular, sistema digestivo, sistema endocrino, sistema procreativo, sistema nervioso, etcétera, etcétara, hasta el último detalle de cada célula.

Personalmente, discierno unas fuertes dificultades en este concepto, por “elevado y espiritual” que muchos lo tengan. Por ejemplo, de ser correcto, se deduce necesariamente que Dios previera y programara la existencia no solo de criaturas que nacen saludables de padres casados legítimamente sino también la concepción y el nacimiento de…

Criaturas engendradas por padres adictos de drogas. El niño que nace de adictos ¡es adicto desde el vientre de su madre! Cada año, muchos millones de niños nacen así. ¿Y esto lo programó Dios? Tengamos presente que “prever” no es sinónimo de “programar”. Confundir los dos, asumiendo que sean sinónimos, resulta en conceptos erróneos del Dios Creador. A mi humilde entender, él puede prever sucesos que él jamás ideó, planificó o predestinó. Sucesos totalmente en contra de su voluntad. Sucesos atribuibles solo a sus enemigos capitaneados por el archienemigo Satanás. Sucesos efectuados por ángeles engañados, o por seres humanos que eligen someterse a la voluntad de Satanás, efectuando su agenda contra la humanidad. Sucesos que Dios prevé. Sabe que van a pasar. Teóricamente, tiene el poder para hacer que no pasen, pero no va a impedir que se efectúen, con excepciones que él mismo decide, porque ha dotado, tanto a ángeles como a humanos, de libre albedrío, y su decisión es no interferir en el desenvolvimiento de ello. Me libre el Señor de hablar de parte del Supremo Dios. Solo estoy expresando mi entendimiento de sus propósitos y ejecutorias conforme a revelaciones en su Palabra inspirada y lo que observo en el universo material.  A Dios no le culpo de tragedia de “niños nacidos de padres adictos”. Más bien, los padres humanos son los responsables.

Criaturas nacidas de mujeres enfermas del SIDA. ¿Es la voluntad de Dios que tales mujeres engendren hijos? ¿Programó él la concepción de los millones de criaturas que nacen de madres con SIDA? 

SIDA. “Contagio madre a hijo. La madre puede infectar a su hijo a través de la placenta en el útero, durante el nacimiento o en el periodo de la lactancia. Aunque solo un 25-35% de los niños que nacen de madres con SIDA presentan infección por VIH, esta forma de contagio es responsable del 90% de todos los casos de SIDA infantil. Este tipo de transmisión tiene una incidencia muy elevada en el continente africano.” (Biblioteca de Consulta Microsoft ® Encarta ® 2005. © 1993-2004 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.)

Criaturas con defectos físicos congénitos, algunos espantosos. Por ejemplo:

Malformaciones congénitas estructurales. Entre ellas se incluyen el paladar hendido y el labio leporino, los defectos de desarrollo de partes del tubo digestivo, las malformaciones cardiacas, el pie zambo y la escoliosis congénita.”

Síndrome de Down, antes llamado mongolismo, malformación congénita causada por una alteración del cromosoma 21 que se acompaña de retraso mental moderado o grave. Los enfermos con síndrome de Down presentan estatura baja, cabeza redondeada, frente alta y aplanada, y lengua y labios secos y fisurados. Presentan epicanto, pliegue de piel en la esquina interna de los ojos.”

“Más del 20% de los fetos malformados terminan en aborto espontáneo; el resto nacen con una enfermedad congénita. Hasta un 5% de los recién nacidos presenta algún tipo de anomalía congénita, y éstas son causa del 20% de las muertes en el periodo posnatal.” (Biblioteca de Consulta Microsoft ® Encarta ® 2005. © 1993-2004 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos)

Criaturas cuyos progenitores no deseaban procrearlas, siendo concebidas “por accidente”.

Criaturas concebidas por parejas no casadas o como fruto de infidelidad matrimonial.       

Bien pudiéramos alargar la lista, pero bastan estos ejemplos para poner a relieve la problemática.

Aclaración importantísima. Una vez concebida la criatura, y nacida, debe ser valorada y respetada como ser humano, amada, cuidada y apoyada, no anulando estos deberes las circunstancias de la concepción, la condición física o el estado mental. Si los progenitores naturales de la criatura afectada no cumplen estos deberes, a los familiares les correspondería, y si estos fallan, pues les tocaría a vecinos, organizaciones sociales, iglesias, orfanatos, etcétera.

Toda criatura humana pertenece a Dios, no porque Dios mismo haya previsto y programado de antemano su existencia sino porque ella es el fruto de leyes naturales establecidas por él para la procreación de la raza humana. Si esto no es así, estoy abierto a cualquier explicación más racional.

En resumen, no culpemos a Dios por lo que él no es responsable, rehusando creer en él a causa de conceptos o creencias erróneas acerca de su papel en el desenvolvimiento diario de cada vida en particular y la raza humana global.

Siempre buscando más entendimiento espiritual,

Su servidor, Homero Shappley de Álamo

 

 

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