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Estimado estudioso de las Sagradas Escrituras, Apocalipsis es "alimento sólido" ( Hebreos 5:13-14 ); también este "Comentario". Digerirlo todo requiere mucho tiempo, paciencia y gran concentración. Nuestra oración al Señor es que encuentre usted edificante este análisis. Gustosamente, recibiremos sus observaciones, evaluaciones, sugerencias, inquietudes o correcciones, siempre y cuando respiren objetividad y sean respaldadas por textos bíblicos, argumentos lógicos o información histórica fidedigna.

APOCALIPSIS

Capítulo Diez de este
“Análisis de las profecías y visiones”

El MILENIO

Sección II

“La primera resurrección”  

II.  El evento único y maravilloso que acontece al principio del Milenio: ¡los mártires resucitan literalmente para reinar literalmente con Cristo durante el Milenio! Este evento se identifica como  la “primera resurrección” (Apocalipsis 20:5-6).

A.  Seis razones que nos persuaden a catalogar la "primera resurrección" como LITERAL .

1.  Primera razón. El apóstol Juan ve las “ALMAS” de los creyentes físicamente MUERTOS (Apocalipsis 20:4), y no los cuerpos carnales de cristianos vivos en la tierra . “Vi las almas de los decapitados.” Recalcamos y subrayamos: “almas” . No se trata de almas que moren en cuerpos de carne y sangre sino de almas que abandonaron cuerpos físicos “decapitados” .

a)  Aparecen en las escenas que toman lugar en la visión seres que habían vivido en la tierra, sufriendo el martirio al rehusar renunciar su fe en Cristo. Muertos cruel e injustamente a manos de incrédulos, a estos mártires se les concede el incomparable privilegio de resucitar antes de “los otros muertos” , no volviendo a vivir estos “otros… hasta que se cumplieron mil años” (Apocalipsis 20:5).

b)  Claramente, el apóstol Juan ve a seres que habían sido resucitados literalmente de entre los que habían muerto físicamente. Las circunstancias de la visión no permiten Interpretarla simbólica o retóricamente.

2.  Segunda razón. Estas “almas” de los mártires se encuentran en el CIELO y no en la tierra .

a)  Viven y reinan “con Cristo” (Apocalipsis 20:4 y 6). Cristo vive y reina en el cielo a la diestra de Jehová. Así pues, estando estas almas “con Cristo” , viven y reinan en el cielo donde está Cristo a la diestra de Jehová . Ciertamente, no viven y reinan en la tierra ya que sus cuerpos físicos fueron decapitados “por causa del testimonio de Jesús” (Apocalipsis 20:4).

b)  ¿Cómo llegan estas “almas” al cielo? Se sobreentiende que Dios las traslada del Paraíso , adonde va el alma de todo justo que muere en el Señor (Lucas 16:19-31), vistiéndolas de sus nuevos cuerpos resucitados, llevándolas al cielo y sentándolas con Cristo .

(1)  El nuevo cuerpo que reciben los mártires resucitados en la “primera resurrección” no es uno de carne y sangre sino el cuerpo “espiritual” , poderoso , glorioso , incorruptible e inmortal que recibirán los demás muertos en Cristo cuando resucitan al venir el Señor (1 Corintios 15:42-44).

(2)  Tengamos presente que el “alma” no muere literalmente al morir el cuerpo físico. Por tanto, tampoco “resucita” literalmente, no siendo menester resucitarla literalmente ya que no pierde su vida. Lo que resucita literalmente es el cuerpo, pero no el mismo cuerpo que va a la tumba sino el cuerpo transformado (1 Corintios 15:42-44; Filipenses 3:20-21; 1 Juan 3:2).

(3)  El apóstol Juan ve “almas” . El uso del vocablo “almas” no quiere decir, necesariamente, que Juan viera en la visión “almas” desnudas, es decir, sin cuerpo (2 Corintios 5:1-10). De hecho, se sobreentiende que estas “almas” de los mártires estaban “vestidas” de su nuevo cuerpo, pues se trata de personas resucitadas. Entre nosotros que vivimos en la tierra, hay la costumbre de utilizar la palabra “alma” en referencia a seres humanos que habitan cuerpos de carne y sangre. Por ejemplo, el predicador dice a una congregación de personas vivas en la tierra: “Ustedes son almas” , y de hecho, lo son , pero no son almas sin cuerpo sino almas que aún habitan cuerpos físicos. Asimismo, las “almas” que vio Juan no son almas sin cuerpo sino las que están revestidas de su nuevo y perfecto “cuerpo espiritual” .

3.  Tercera razón. La "primera resurrección" debe interpretarse como literal porque los santos que participan en ella resucitan, no para volver a vivir en la carne, como, por ejemplo, le pasó a Lázaro, sino para permanecer eternamente con Dios . Sabemos que esto es así porque “la segunda muerte no tiene potestad sobre” ellos (Apocalipsis 20:6).

a)  La “segunda muerte” es el infierno, o sea, “el lago que arde con fuego y azufre” (Apocalipsis 20:14; 21:8).

b)  “No tiene potestad sobre ellas” significa que no será nunca más una amenaza para ellas. ¿Por qué “nunca más”? Porque estas almas jamás volverán a la tierra para vivir en cuerpos de carne y sangre. Las tentaciones y el pecado no volverán a atacarlas jamás.

c)  Si la “segunda muerte” jamás puede ser ni siquiera una amenaza para los que participan en la "primera resurrección" , se deduce que ellos no están en la tierra sino en un lugar totalmente seguro , más allá del alcance de la terrible “segunda muerte” . Ese lugar es el cielo de Dios, y llegan allá al ser levantados en la "primera resurrección" . En definitiva, la "primera resurrección" es literal , y por ende, irreversible e irrevocable . Los que en ella participan no volverán a morir.

4.  Cuarta razón. La "primera resurrección" debe interpretarse como literal porque el evento ocurre en determinado tiempo de la Era Cristiana , a saber, al principio del Milenio.

a)  No ocurre en infinitas ocasiones a lo largo de la Era Cristiana , desde Pentecostés hasta el fin del mundo, sino en una etapa o momento determinado, específicamente, al principio del Milenio.

b)  No ocurre ANTES del Milenio durante la época cuando Satanás engañaba a las naciones sino al principio del Milenio cuando Satanás queda atado.

c)  No ocurre durante el tiempo cuando la iglesia verdadera estaba siendo perseguida, sufriendo algunos cristianos el martirio, sino después de la primera época de mártires .

(1)  La primera época de mártires duró desde casi el comienzo de la iglesia hasta el tiempo cuando Cristo conquistó a los diez cuernos, es decir, hasta el tiempo cuando las naciones representadas por los diez cuernos desechan el yugo de Satanás, dejando de perseguir a la iglesia verdadera y matar a los santos.

(2)  La segunda época de mártires es el “poco de tiempo” cuando el número de los mártires será completado (Apocalipsis 6:11).

d)  Lógicamente, la "primera resurrección" no podía ocurrir ANTES de la muerte de los mártires, pues ¡estos debían ser muertos para que se efectuara la "primera resurrección" conforme a la visión apocalíptica! ¿Quiénes participan en la "primera resurrección" ? Los mártires . No habiendo mártires, la "primera resurrección" ¡jamás se efectuaría! ¿Cómo puede el maestro de escuela premiar a los alumnos que se destacan si no cuenta con tales alumnos? Para premiarlos, ¡primero es necesario que haya alumnos destacados! Asimismo, era preciso que hubiera mártires para que se efectuara la resurrección de los mártires, o sea, para que transcurriera la "primera resurrección" , y premiara Cristo a los mártires concediéndoles el privilegio y honor de compartir su trono durante el Milenio.

5.  Quinta razón. La "primera resurrección" debe interpretarse como literal porque la SEGUNDA resurrección es literal .

a)  Siendo literal la segunda resurrección , también lo es la primera , ya que, gramaticalmente, las dos pertenecen a la misma categoría .

b)  Deducimos que las dos resurrecciones de Apocalipsis 20 pertenecen a la misma categoría por el uso de la frase “los otros muertos” en el Apocalipsis 20:5. “Los otros muertos” significa “el resto de los muertos” . El vocablo “otros” , o “resto” , implica “de la misma categoría” . ¿Quiénes son los “otros muertos” , o sea, “el resto de los muertos” ? Son los demás “muertos en Cristo” , es decir, son los cristianos que se mantienen fieles hasta la muerte pero que no figuran como mártires, muriendo de causas naturales. Estos “otros muertos” resucitarán literalmente cuando llegue el fin, acompañando a Cristo en su Segunda Venida (1 Tesalonicenses 4:16-17). Dado que los “otros muertos ” resucitan literalmente en la segunda resurrección, lógicamente los que resucitan en la "primera resurrección" también resucitan literalmente . Interpretar la "primera resurrección" como figurativa , pero la segunda como literal , hace violencia a la gramática y sintaxis del pasaje, como también al sentido natural de la visión .

6.  Sexta razón. La "primera resurrección" debe interpretarse como literal porque la palabra “resurrección” debe entenderse literalmente , a menos que el contexto indique el uso figurativo.

a)  Esta misma regla aplica a todo vocablo. Por ejemplo, la palabra “bautismo” debe entenderse literalmente como “inmersión en agua” a menos que el contexto indique el uso figurativo, como, por ejemplo, en Lucas 3:16, donde dice Juan el Bautista que Cristo “bautizará en Espíritu y en fuego” . Bautizando “en fuego” , se bautiza (se sumerge, se zambulle) figurativamente en fuego, es decir, en pruebas (1 Pedro 4:12), y no literalmente.

b)  En el contexto de Apocalipsis 20, no hay factor o circunstancia alguna que nos obligue a interpretar figurativamente la palabra “resurrección” , en la frase “primera resurrección” . Por lo tanto, la interpretación literal es la más natural , siendo a la vez la que mejor armoniza con la gramática y el contexto. Tampoco contradice ninguna otra doctrina bíblica.

B.  Ocho razones para concluir que la “primera resurrección” NO puede ser una “resurrección figurativa” , específicamente, la que acontece cuando la persona arrepentida se bautiza y “resucita” para andar “en vida nueva” . Identificamos como “figurativa” la “resurrección” de Romanos 6:3-9, ya que obviamente NO es “literal”, pues no pierde su vida literal ni el cuerpo ni el alma de la persona muerta “en sus delitos y pecados” . Por consiguiente, ni el uno ni el otro resucita literalmente al obedecer el pecador al evangelio.

1.  Primera razón. La "resurrección figurativa" ocurre cuando y dondequiera algún ser humano se convierta al Señor, comenzando desde el día de Pentecostés hasta el fin del mundo. En cambio, la "primera resurrección" ocurre en un tiempo delimitado de la Era Cristiana, a saber, al principio del Milenio.

2.  Segunda razón. La “segunda muerte” puede tener, potencialmente, “potestad” sobre toda persona que “resucita” de las aguas bautismales. El peligro es real porque el cristiano puede caer de la gracia (Gálatas 5:4), no teniendo fundamento alguno la doctrina de “salvo, siempre salvo”.

a)  “Ciertamente, si habiéndose ellos escapado de las contaminaciones del mundo, por el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, enredándose otra vez en ellas son vencidos, su postrer estado viene a ser peor que el primero (2 Pedro 2:20-22). Decidida e irrefutablemente, la “segunda muerte” tiene potestad sobre estos, a menos que se arrepientan (Santiago 5:16; 2 Corintios 12:20-21).

b)  En cambio, la “segunda muerte” nunca puede tener “potestad” sobre los que participan en la "primera resurrección" ya que ellos no viven en la tierra, jamás volverán a vivir en este planeta, jamás serán tentados de nuevo ni pecarán . ¡Amén!

3.  Tercera razón. Los que “resucitan” de las aguas bautismales siguen viviendo en la tierra. En cambio, los que son contados dignos de participar en la "primera resurrección" se encuentran en el cielo “con Cristo” .

4.  Cuarta razón. Quienes “resucitan” de las aguas bautismales “resucitan” para luchar su salvación hasta la muerte en la tierra. En cambio, los que participan en la "primera resurrección" ya ganaron su salvación y tienen la dicha de reinar con Cristo “mil años” en el cielo.

a)  Los cristianos en la tierra somos “reyes y sacerdotes” del Señor (Apocalipsis 1:6), siempre y cuando no caigamos de la gracia . Con frecuencia, el cuerpo carnal, con sus necesidades, pasiones y debilidades, limita o perjudica nuestra función espiritual de “rey” y “sacerdote” espiritual en la tierra. Aún no hemos sido coronados con la “corona de justicia” (2 Timoteo 4:8), o con la “incorruptible” (1 Corintios 9:25); aún no hemos sido glorificados.

b)  Por otro lado, los mártires resucitados en la "primera resurrección" son glorificados, alcanzando el excelente e irrevocable rango de “sacerdotes de Dios y de Cristo” (Apocalipsis 20:6), siendo perfeccionados en su vida y ministerios espirituales (Hebreos 12:23), habiendo sido hechos por Dios inmunes al pecado y a la muerte .

5.  Quinta razón. Solo un número reducido de los que “resucitan” de las aguas bautismales sufre el martirio. Por el contrario, son mártires TODOS los que participan en la "primera resurrección" (Apocalipsis 20:4).

6.  Sexta razón. El apóstol Juan no vio los cuerpos carnales de los que “resucitan” de las aguas bautismales en la tierra sino las “ALMAS de los decapitados” (Apocalipsis 20:4). Él no vio a personas vivas en la tierra sino las almas de personas que habían sido muertas físicamente.

7.  Séptima razón. Aquellos que “resucitan” de las aguas bautismales “resucitan” de la muerte espiritual causada por el pecado (Efesios 2:1-2; Romanos 6:23). En cambio, los que participan en la "primera resurrección" resucitan de entre los que han sufrido la muerte física. En el contexto de “muerte espiritual”, la “muerte” es figurativa, ya que ni el cuerpo ni el alma queda literalmente “sin vida” a causa del pecado. “Muerte” figurativa, “sepultura” figurativa, “resurrección” figurativa: esto es lo que sucede en el caso de los que se arrepienten para luego “sepultarse” en las aguas y “resucitar” para andar “en vida nueva” . El panorama impresionante del “Pecador muerto en el pecado, sepultado en las aguas bautismales y resucitado para vida nueva” es confeccionado de figuras retóricas, las que representan gráficamente el proceso de pasar de “muerte espiritual” a “vida espiritual”.

8.  Octava razón. “Los otros muertos” de Apocalipsis 20:5 no son “el resto” de los que están “muertos en sus delitos y pecados” sino los demás cristianos que mueren físicamente “en Cristo” de causas naturales.

a)  Si los que participan en la "primera resurrección" son los que “resucitan” de entre los que están espiritualmente “muertos en sus delitos y pecados” , entonces hemos de concluir, lógicamente, que “los otros muertos” son “el resto” de los que están “muertos en sus delitos y pecados” . Pero, tanto el contexto, como la gramática y la sintaxis del pasaje, dejan ver claramente que los dos grupos, es decir, por un lado, los participantes en la "primera resurrección" , y por el otro, “los otros muertos” , pertenecen a la misma categoría .

b)  Tengamos presente el hecho de que “los otros muertos” resucitan después del Milenio. Si “los otros muertos” son “el resto” de los que están “muertos en sus delitos y pecados” , quiere decir ¡que el resto de los que están “muertos en sus delitos y pecados” resucitarán después del Milenio! Pero, los pecadores que no se arrepienten, obedeciendo al evangelio antes de morir, nunca resucitarán para vida eterna. Y bien se sabe que después de morir no pueden arrepentirse para salvación. Por lo tanto, se desmorona completamente el argumento según el cual la "primera resurrección" debe aplicarse a los que “resucitan espiritualmente”. No lo encontramos sentido o lógica alguna.

C.  Analicemos tres objeciones a la interpretación de la “primera resurrección” como literal.

1.  Se argumenta que la Biblia enseña una sola resurrección literal .

a)  Pero, es del todo evidente que la Biblia enseña dos resurrecciones literales en Apocalipsis 20 .

b)  Textos bíblicos tales como Juan 5:28-29 y Hebreos 6:2 no contradicen Apocalipsis 20.

-Juan 5:28-29 enseña que todos los que están en los sepulcros cuando venga el Señor, oirán su voz. En este pasaje, Cristo no dice que todos los muertos, desde Adán hasta el último muerto en la tierra, estarán en las tumbas cuando llegue el fin y que todos los muertos, desde Adán hasta el último muerto en la tierra, oirán la voz del Señor. Sencillamente dice: “Los que están en los sepulcros oirán su voz” . Obviamente, se excluyen los mártires resucitados al principio del Milenio, ¡pues ya habrán resucitado para reinar con el Señor “mil años” ! El resto de los muertos son los que se hallan en los sepulcros al llegar el fin, siendo ellos los que oirán la voz del Señor.

2.  Se argumenta que Dios no hace acepción de personas y que, por lo tanto, los mártires no forman una clase privilegiada de santos . Según esta opinión, los mártires jamás reciben ninguna recompensa especial. Todos los santos, tanto los mártires como los que mueren de causas naturales, son iguales ante los ojos de Dios, recibiendo de él la misma recompensa.

a)  Sin embargo, el Espíritu Santo enseña: “Cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor” (1 Corintios 3:8). “Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa. Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida” (1 Corintios 3:14-15).

b)  Todo santo que persevera hasta el fin recibirá la misma recompensa básica: la vida eterna. Y, sin duda alguna, toda persona salva pasará toda la eternidad llena de gozo y agradecimiento. Los premios (las recompensas) adicionales que otorgue Dios a los mártires, a los más sacrificados o a los obreros más dedicados y eficaces, ¿quién se los envidiará? En el cielo, ¡no seremos capaces de envidiar!

c)  Quien reste importancia a los “mártires”, colocándolos en el mismo nivel con los cristianos “cómodos” que nunca hemos sentido el terror de gobiernos perseguidores o la furia fanática de los verdugos de la “Santa Inquisición”, tal vez debiera reevaluar su opinión de ellos. Quizá cambie su apreciación al proyectarse a sí mismo atado a una estaca para ser quemado vivo, con el cuello bajo la guillotina afilada, en el coliseo con leones hambrientos o echado en una oscura mazmorra malsana y húmeda donde pasan los años sin que ningún ser querido le visite jamás.

d)  No faltan quienes afirman que los cristianos del presente también son “mártires” por tener que soportar la “oposición sicológica” de los que no comparten su fe. ¿Mártires los tales? Entonces, ¿debemos concluir que todo cristiano fiel es un “mártir” de Jesús? ¡Gran diferencia existe entre, por un lado, la “tribulación mental” que sufren algunos creyentes y, por otro, las torturas bárbaras que sufren los verdaderos mártires! ¡Gran diferencia discernimos entre la “angustia emocional” causada por los que solo lanzan palabras contra nosotros y, por otro lado, la “muerte violenta” a manos de perseguidores malvados llenos de rabia sectaria y venganza!

e)  Para este escritor, es causa de inmensa alegría saber que los verdaderos mártires tengan la muy merecida recompensa y dicha de reinar con Cristo “mil años” . ¡Se lo merecen con creces! Los visualiza este servidor allá con Cristo ahora mismo y mi alma se regocija contemplando tan fabulosa y conmovedora escena celestial.

f)  Además, la resurrección literal de los “mártires” puede tomarse como la garantía de que Dios resucitará también a los demás muertos en Cristo después del Milenio, cuando llegue el fin.

3.  Se pregunta: si la "primera resurrección" es literal, ¿por qué nadie vio a los mártires salir de las tumbas? La explicación es sencillísima: ¡porque el cuerpo resucitado es “espiritual” y, por lo tanto, ¡invisible para el ojo del ser humano en la tierra! (Nota aclaratoria. Al resucitar Cristo, tomó un cuerpo visible por espacio de cuarenta días. Ascendiendo, se sobreentiende que recibió su cuerpo espiritual, pues el cuerpo literal o visible no puede entrar en el reino de los cielos, según 1 Corintios 15:50. Lo que se ve es temporal, según 2 Corintios 4:18. Por lo tanto, se deduce que el cuerpo visible que Cristo habitó por cuarenta días era temporal, transformándose en “espiritual” al traspasar él las nubes.)

 


 

-Proceder a la Sección III. "El Milenio llega a su fin."

-Apocalipsis.  Desglose completo del contenido de "Análisis de las profecías y visiones".
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-Observación del autor. Más importante aún que el estudio de "Apocalipsis" es el de la "sana doctrina" fundamental revelada en su totalidad por el Espíritu Santo (Juan 16:13). "Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina ; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren" (1 Timoteo 4:16). "Cualquier que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo , no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo " (2 Juan 9). Una anomalía curiosa y preocupante de nuestra época es el afán que manifiestan muchos creyentes, incluso predicadores, evangelistas y pastores, por "Apocalipsis" y otros textos proféticos , sin haber aprendido ellos siquiera "los rudimentos de la doctrina de Cristo" (Hebreos 6:1), por ejemplo, que el bautismo bíblico es por inmersión y "para perdón de los pecados" (Hechos 2:38; 8:34-40). "Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre... Y entonces los declararé: Nunca os conocí..." (Mateo 7:22-23). ¿Y por qué "nunca" ? Obviamente, porque jamás llegaron a creer y bautizarse como ordena Cristo en la Gran Comisión, diciendo: "El que creyere y fuere bautizado, será salvo..." (Marcos 16:15-16). Estimado estudioso de las Sagradas Escrituras, respetuosamente le animamos a escudriñar no solo "Apocalipsis" sino a estudiar detenidamente las " Doctrinas fundamentales del evangelio "

 

  

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