Reservados todos los derechos por
el autor Homero D Shappley
Capítulo Seis de este Comentario
Espantoso drama de dos
grandes bestias apocalípticas
Capítulo 13 de Apocalipsis
Las Blasfemias de la Primera Bestia
“Me paré sobre la arena del mar, y vi subir del mar una bestia que tenía siete cabezas y diez cuernos; y en sus cuernos diez diademas; y sobre sus cabezas, un nombre blasfemo. ” “También se le dio boca que hablaba grandes cosas y blasfemias… Y abrió su boca en blasfemias contra Dios, para blasfemar de su nombre, de su tabernáculo, y de los que moran en el cielo.” Apocalipsis 13:1, 5-6
[Se sigue el patrón de bosquejo de la Escena 2.]
D. La primera bestia de Apocalipsis 13 es culpable de muchas blasfemias contra el Altísimo.
1. Tiene “sobre sus cabezas, un nombre blasfemo”. Apocalipsis 13:1
a) En la escena que estamos contemplando, “…un nombre blasfemo” aparece sobre las siete cabezas de la bestia.
Postulamos que el “nombre blasfemo”, singular, simbolice todos los nombres blasfemos tomados por los siete reinos a través de los tiempos de su existencia.
Nombres llenos de fiera soberbia beligerante que glorificaran el poder humano. Nombres de diosas y dioses falsos, y de demonios.
Los gobiernos y las gentes de los siete reinos estiman, frecuentemente, los poderes de tales entidades como superiores al poder y la majestad del único Dios verdadero viviente. Juan 17:3
Correlativamente, la “bestia escarlata,” está “llena de nombres de blasfemia”. De “nombres”, es decir, de una pluralidad de nombres blasfemos. Apocalipsis 17:3
In la Escena de Apocalipsis 17:1-6, la Primera Bestia se encuentra ya en tierra, en un “desierto”, y sentada sobre su lomo la “la gran ramera… madre de las rameras y de las abominaciones de la tierra.” Reteniendo sus siete cabezas y diez cuernos, ahora es “una bestia escarlata llena de nombres de blasfemia”.
Por cierto, se observa en los pueblos, naciones e imperios terrenales la costumbre de identificarse por nombres, apodos, banderas, sellos, escudos de armas, íconos, estatuas, o lemas descriptivos que ensalcen a sus fundadores, héroes, conquistas, otras hazañas, leyendas o cualquier imagen que desearan proyectar.
Algunos se identifican abierta y orgullosamente con diosas y dioses paganos.
Una representación artística del dios Marduk, patrocinador de los babilonios.
Y todavía otros, con osadas pretensiones de poderío militar o comercial, y todavía otros con ideologías culturales, visiones particulares del universo, códigos morales o estilos de vida puramente humanos, proyectándose algunos como si fueran dueños de toda la tierra y no sujetos a la autoridad del Dios Supremo por cuya voluntad existen, hacen y deshacen. Romanos 13:1-7
b) “…un nombre blasfemo.”
Los antiguos faraones de Egipto alegaban haber descendido de Ra, el “dios del sol”. “Desde la Quinta Dinastía de los faraones, todos se conocieron como los “Hijos de Ra” y “Ra” fue incorporado en el nombre de cada uno de los faraones.” www.ancient-egypt-online.com/egyptian-god-ra.html
“Ra. Dios del Sol y divinidad suprema de los antiguos egipcios. Se le representaba con cuerpo humano y cabeza de halcón, con el disco solar sobre ella, y también en forma de escarabajo. Su culto, originario de Heliópolis, fue hegemónico a partir de la V dinastía (III milenio a.C.). A partir de la XI dinastía (II milenio a.C.) se fusionó con Amón (Amón-Ra), de origen tebano.” Editorial Norma, S.A. Reservados todos los derechos. “Ra gobernó en todas las partes del universo creado: el cielo, la tierra, y el submundo. Fue el dios del sol, orden, reyes y el cielo.” https://en.wikipedia.org/wiki/Ra
Los sacerdotes egipcios glorificaban a Ra como el creador y padre de todo, el principal de las deidades cósmicas.
Aquel país, famoso por sus grandes pirámides, admiradas aun en el día de hoy, se identificaba en tiempos antes de la Era Común entre las demás naciones como “Egipto, el Imperio de Ra”.
Esta identificación constituía, en efecto, una gran blasfemia, ya que se elevaba a un dios falso, vivo solo en mentes supersticiosas, por encima del único Dios verdadero que vive para siempre, y por cuya voluntad soberana todo gobierno se levanta, permanece o cae. Romanos 13:1-7
Nabucodonosor, rey de Babilonia durante más de cuarenta y tres años (605 – 562 a. C.), ejemplifica dramáticamente el espíritu soberbio característico de gobernantes paganos. Su nombre mismo encierra una blasfemia, pues significa “Qué Nabu defienda las fronteras”, o “corona, imperio, estela, o trabajo”. Nuevo diccionario bíblico ilustrado, CLIE, Página 797. https://es.wikipedia.org/wiki/Nabucodonosor_II
“Nabu” era “una divinidad babilónica que presidía el saber y las obras literarias”. Nuevo diccionario bíblico ilustrado, CLIE, Página 805. https://es.wikipedia.org/wiki/Nabu
No solo tenía Nabucodonosor un nombre blasfemo, sino que, vanidosamente, se jactaba de su poder, autoridad y grandes obras, como si todo lo hubiese logrado por su propia mano, sin ninguna aportación o intervención del único Dios Todopoderoso.
“Al cabo de doce meses, paseando en el palacio real de Babilonia, habló el rey y dijo: ¿No es ésta la gran Babilonia que yo edifiqué para casa real con la fuerza de mi poder, y para gloria de mi majestad?”
¡Blasfemaba ante Dios! El castigo divino no tardó.
“Aún estaba la palabra en la boca del rey, cuando vino una voz del cielo: A ti se te dice, rey Nabucodonosor: El reino ha sido quitado de ti; y de entre los hombres te arrojarán, y con las bestias del campo será tu habitación.” Daniel 4:29-32
d) Algunos césares romanos se presentaban ante el pueblo como dioses y los súbditos del Imperio Romano debían adorarlos, ofreciéndoles sacrificios. En esto, ciertamente blasfemaban.
“Era costumbre en el antiguo Oriente venerar a los reyes algo así como a dioses. Ambas circunstancias juntas hacen comprensible que pronto se empezara a tributar culto al emperador, vivo aún, bajo títulos como salvador, liberador, redentor, portador de salvación.” Nuevo diccionario bíblico ilustrado, CLIE, Página 162
“Al desarrollarse el Imperio Romano, el culto imperial se evolucionó paulatinamente de manera más formal hasta constituirse en culto al emperador romano como a un dios. Esta práctica comenzó al principio del Imperio con Augusto, volviéndose el elemento más prominente de la religión romana. El emperador Domiciano reforzó esta práctica al demandar el “proskinesis”, o sea, “que los súbitos se postraran delante de él, aplicando él el adjetivo “sacro” a todo lo perteneciente a la persona imperial.” https://en.wikipedia.org/wiki/Imperial_cult
e) Consideremos el ejemplo del blasfemo rey Herodes Agripa quien permitió que la multitud le llamara “Dios”, no rechazando él la adulación ni reprendiendo a los idólatras que le vitoreaban.
“Y un día señalado, Herodes, vestido de ropas reales, se sentó en el tribunal y les arengó. Y el pueblo aclamaba gritando: ¡Voz de Dios, y no de hombre! Al momento un ángel del Señor le hirió, por cuanto no dio la gloria a Dios; y expiró comido de gusanos.” Hechos 12:21-23
2. “También se le dio boca que hablaba grandes cosas y blasfemias.” Apocalipsis 13:5
“…grandes cosas y blasfemias” tales como:
a) Proclamaciones de ser la encarnación de la “deidad”.
b) Declaraciones de tener autoridad y atributos divinos.
c) Grandes jactancias acerca de su poder y hazañas.
3. Según Apocalipsis 17:3, la bestia estaba “llena de nombres de blasfemia”.
Esta bestia representa, fundamentalmente, reinos seculares-idolátricos.
No representa a ningún “reino religioso” asociado con el cristianismo, aseveración que se confirma en el Capítulo Siete de este Comentario.
Por lo tanto, los “nombres de blasfemia” que toma la bestia no son nombres de la iglesia apóstata, representada por la “gran ciudad-gran ramera”, sino nombres que toman los gobernantes seculares, bien que sean idólatras o sin religión, que no honren al Dios verdadero, pese a que pretendan o aseguren lo contrario.
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el autor Homero D Shappley
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Acto 1, Escena 4. La apariencia de la Primera Bestia de Apocalipsis 13 es la de un leopardo con pies de oso y boca de león. Explicaciones y aplicaciones.
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