Capítulo Ocho del Análisis

 “La gran ramera… gran ciudad”

Escandaloso drama convulsionado de una poderosa mujer inmoral, avara,
perseguidora, increíblemente cruel y hasta sangrienta, la que también pretende
gobernar al mundo entero y ser adorada por todos los seres humanos.
 

Los capítulos 17, 18 y 19 de Apocalipsis

 Acto 7

La mujer ebria de la sangre de los santos

“Vi a la mujer ebria de la sangre de los santos, y de la sangre
de los mártires de Jesús; y cuando la vi, quedé
asombrado con gran asombro.”

Apocalipsis 17:6

PERSECUCIONES contra “los santos” por “la gran
ramera-gran ciudad”
, la cual es, “en sentido espiritual”,
Sodoma, Egipto, Jerusalén y Babilonia
.

Apocalipsis 17:1-7; 18:1-24; 19:1-4

Escena 5

Torturas horribles autorizadas por oficiales
católicos romanos
para personas sospechadas
de herejía, o denunciadas como “herejes”.

 

Advertencia y orientación

En esta Escena 5, veremos aparatos espantosos y procedimientos horrendos de tortura usados para ejecutar órdenes de los inquisidores católicos romanos contra herejes. Bien puedan afectar gravemente a personas muy sensibles de corazón o espíritu, trastornando su mente, provocando repugnancia o nausea, y, además, causando mucha indignación, enojo, profunda depresión o hasta pesadillas. 

Instrumentos de tortura. A la derecha, el sarcófago, en posición vertical, se conocía como “Virgen de hierro”, o “Virgen de Nuremberg”.

Las puertas, al igual que el espaldar, tenían púas largas y afiladas. Forzada la víctima a pararse dentro del aparato, al cerrarse las puertas, las púas penetraban en el cuerpo, pero no mataban de inmediato al acusado, pues estaban posicionadas de tal forma que no lesionaban órganos vitales, así prolongándose la tortura hasta causar, con el andar del reloj, una muerte vilmente cruel. Se agravaba todavía más la tortura al abrirse y cerrarse las puertas sobre la víctima más de una vez.

Estimado lector, tenga presente, se lo suplicamos, que la verdadera iglesia del Señor Jesucristo nunca ha perseguido, torturado o dado muerte a persona alguna.

El cristiano verdadero ama a sus enemigos, también poniendo por obra la directriz del
Espíritu Santo que dice: 

"No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor. Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza. No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal" (Romanos 12:19-21).

Pintura por Hippolyte Delaroche, 1824, Musée des Beaux, Rouen, France.
Juana de Arco interrogada por el Cardenal Winchester en la célula donde ella fue encarcelada.

La vestimenta “escarlata” del Cardenal Winchester lo identifica certeramente como siervo de la “bestia escarlata” y de “la mujer vestida de púrpura y escarlata”, la que viene montada sobre la “bestia escarlata” (Apocalipsis 17). 

Juana de Arco nació en el este de Francia, en 1412 d. C., siendo sus padres Jacques d’Arc e Isabelle Romée. Obedeciendo a “visiones”, la joven Juana logró introducirse en el ejército francés, llevándolo al triunfo en varias batallas importantes durante la Guerra de los Cien Años.

Juzgada en una corte eclesiástica, fue condenada y quemada en una hoguera. Tenía tan solo diecinueve años.

Veinticuatro años más tarde, el Papa Calixto III revisó la decisión de aquella corte eclesiástica, encontrando inocente a la doncella y declarándola “mártir”. 

Datos de www.wikipedia.org. Tomados del artículo en inglés Joan of Arc.

Prólogo

Estimado lector, estimada lectora, al considerar usted las horribles torturas efectuadas por la Inquisición católica romana, tenga presente en todo momento, se lo suplicamos, que la Iglesia Católica Romana no es, ni representa de modo alguno, la original iglesia fundada por Jesucristo. Reiteramos: esta jamás tortura a nadie. Tampoco inicia ni participa en "guerras santas" o "guerras religiosas" de naturaleza carnal. "Las armas de nuestra milicia no son carnales" (2 Corintios 10:4). 

Así pues, los cristianos fieles al Señor no tomamos venganza contra ningún enemigo de Dios o su iglesia verdadera (Romanos 12:19-20).

Por cierto, cristianismo no es sinónimo de catolicismo romano, ni viceversa.

No es ni correcto, justo o correcto atribuir "guerras santas" y "torturas de inquisición" al "cristianismo en general". Hacerlo es implicar que todas las iglesias del cristianismo y todos los integrantes del cristianismo sean culpables de "guerras y torturas en el nombre de Dios". Sin embargo, ¡esto es muy lejos de la realidad!

Todo conocedor de la Biblia sabe que el verdadero Reino de Dios y de Cristo "no es de este mundo... no es de aquí", palabras de Cristo dirigidas a Poncio Pilato (Juan 18:36), y, lógicamente, también hechas extensivas a todos los habitantes del globo terráqueo.

Lamentablemente, el "reino del Vaticano" sí, en definitiva, es del mundo; es de aquí, es decir, de la tierra, terrenal, y por consiguiente, no es cosa extraña que actúe como reino terrenal.

Lo trágico es que este "reino religioso-mundano del Vaticano", con su disfraz de "cordero" manso, humilde, espiritual (Apocalipsis 13:11), haya crecido tanto y se haya dado a conocer a tal extremo que los incrédulos e indoctos lo perciban como sinónimo de "la iglesia", "el cristianismo" o "el reino de Dios en la tierra", desconociendo ellos a la verdadera iglesia que Cristo fundó y al verdadero evangelio por el Espíritu Santo revelado (Juan 16:13).

De pertenecer usted a este grupo que adolece de una percepción equívoca acerca de la Iglesia Católica Romana, lo inteligente sería procurar conocer a la iglesia puramente bíblica, la que no persigue, no tortura, ni hace alianzas con poderes seculares, sino que predica y sigue el evangelio de reconciliación y paz revelado solo y exclusivamente en el Nuevo Testamento.

Permítanos recomendarle Doctrinas fundamentales del evangelio, donde se encuentran estudios concisos sobre la iglesia ideal concebida y hecha realidad por Dios, como, además, sobre el evangelio que ella proclama –evangelio libre de credos y concordatos humanos, libre de venganzas y torturas; más bien, lleno de amor, tranquilidad, amistad y buena voluntad hacia todo ser humano.

Fuentes de información para el presente documento. La letra entre paréntesis al final de cualquier información o cita corresponde al libro identificado con la misma letra en la lista al final de este escrito, y el número identifica la página donde se halla la información o cita.

Spanish%20Inquisition1[1] saraswate La inquisición española
 El sacerdote, a la izquierda en la lámina, interroga a un infeliz denunciado por “hereje”, mientras a otro “hereje”, parado entre dos oficiales del estado engañado y usado por la “gran ramera”, le han puesto ya la gorra larga, puntiaguda, que le identifica públicamente como “necio”. 

I. Medios de tortura y muerte cuyo uso fue aprobado por oficiales católicos romanos, no faltando entre ellos algunos excepcionalmente diabólicos, inventados especialmente por los “humildes y santos prelados”, o sus secuaces, con el propósito de forzar a las infelices víctimas a “confesar sus herejías”.

Para colmo, solían inscribir las palabras “Soli Deo Gloria” (“Gloria solo a Dios”) en los aparatos satánicos confeccionados para torturar. También rociaban los instrumentos de tortura con “agua bendita” (B, 122).

A. “La tortura principal fue el encarcelamiento prolongado.” (La Reforma, por Will Durant.  Página 211) 

Derecha. En Bélgica, queman en la
hoguera a una dama sospechada de herejía.

B. El “Auto de fe”, o sea, “Acto de fe”“Llegando al lugar preparado para las ejecuciones, los que habían confesado [su herejía] fueron estrangulados, luego incendiados; los recalcitrantes [tercos, obstinados] fueron incendiados vivos. Alimentaron las llamas hasta que nada quedara sino las cenizas de los muertos, las que fueron regadas por campos y ríos. Los sacerdotes y los espectadores retornaron a sus altares y hogares convencidos de haber hecho una ofrenda propiciatoria al Dios insultado por la herejía. El sacrificio humano había sido restaurado.” 

La Reforma, por Will Durant. Página 213.

 

 

 

 

 

Efectuándose un “Auto de fe” en Lima, Perú. www.wikipedia.org     

 

 

 

 

Auto de fe en México. El último fue realizado en 1850 d. C. 

1. Procedimiento. “Al igual que en una representación teatral, los personajes que participaban en el auto de fe vestían de acuerdo con su cometido y categoría. El cortejo que se formaba para llegar hasta el lugar de la representación tenía también sus normas en cuanto al orden y distribución de los participantes.

“Los reos eran conducidos de madrugada desde la prisión de la Inquisición hasta la capilla del Santo Oficio de donde salía formada toda la procesión. En algunos lugares llamaban a este desfile la “Procesión de la Cruz Verde” por ser esta cruz el símbolo de la Inquisición.

La cruz iba a la cabeza de la comitiva enarbolada por el fiscal del Tribunal que solía marchar a caballo. Detrás de él, a pie, caminaban los reos reconciliados portando cirios encendidos en señal de penitencia. A continuación, iban los frailes dominicos precediendo a los reos relajados, es decir, a los condenados a muerte. Estos reos iban vestidos con una especie de casulla llamada “Sambenitopintada con escenas del infierno, con terribles llamas y figuras de condenados.

“En la cabeza soportaban la coroza o capirote, una especie de cucurucho también pintado con símbolos infernales, generalmente hecho de cartón, que resultaba grotesco y humillante.

“Tras ellos iban los llamados familiares de la Inquisición que en algunos escritos figuran como ¨los ojos¨, y cerraban el cortejo, primero los lanceros a caballo (u otra delegación militar) y después los representantes de las comunidades religiosas existentes en la ciudad.”

www.wikipedia.org. Artículo Auto de fe.

2. La Inquisición Española. ¡32,000 personas murieron en las llamas! 

“El ‘Auto de Fe’, o sea, ‘Acto de Fe’, fue una combinación de ceremonia religiosa y evento público efectuados para dar a conocer la sentencia contra quienes la Inquisición Española hubiese fallado. Demostraba el poder de la Iglesia. La práctica comenzó en Sevilla en 1481 y terminó en México, en 1850. Durante estos siglos, cerca de 32,000 personas murieron en las llamas.” 

C. El Sillón de púas.

Púas agudas en el asiento, el espaldar, los brazos y los descansos para piernas y pies penetraban la carne del acusado. Correas fueron utilizadas para sujetar al reo en el sillón y apretar su cuerpo contra las púas. 

“Frecuentemente, el asiento fue fabricado de hierro, el cual podía ser calentado. Estos implementos fueron usados en Italia y España hasta fines del siglo XVIII, y conforme a algunas fuentes, en Francia, Alemania y otros países del centro de Europa, hasta fines del siglo XIX.”

 

 

D. El “Garrote”.    

Museo de Tortura Medieval, San Gimignano, Italia. “El garrote de forma evolucionada, consistía en un collar de hierro que, por medio de un tornillo, con una bola al final retrocedía produciendo la muerte al reo por la dislocación de la apófisis de la vértebraaxis sobre el atlas en la columna cervical, es decir, se le rompe el cuello a la víctima, que muere de esta manera rápidamente.” 

www.wikipedia.org. Artículo Garrote vil)

A la derecha, utilizan el garrote para torturar y matar.

 

E. Las “Pinzas grandes” fueron utilizadas para arrancar las uñas de manos y pies. (B, 122)

F. Las “Botas españolas” servían para aplastar piernas y pies. (B, 122)

G. La “Virgen de hierro”. Ilustración y descripción al comienzo de esta Escena 5.

H. La “Horca”.

I.  El “Tenedor de hereje.”     

  Museo de Tortura Medieval, San Gimignano, Italia.

“Tenedor de hereje”: El reo, teniendo amarradas las manos, no podía mover su cabeza ni cuerpo sin que penetraran cada vez más las puntas del Tenedor de hereje.

 

 

J. “La cama de estirar el cuerpo hasta romper coyunturas.”

Haciendo uso de este mecanismo sádico, los verdugos estiraban, poco a poco, los miembros del cuerpo del culpado hasta descoyuntarlos, procedimiento que causaba indecible dolor.

Pintura por Joe Maniscalco. Derechos reservados.

K. Torturaron y desfiguraron a algunos acusados de herejías, vaciándoles “hierro candente” en los ojos, los oídos, la boca y hasta en otros orificios del cuerpo. (B, 123)

L. Ojos sacados. A algunos culpados de herejía se les sacaron los ojos.

inquisitionM. El “Látigo” infligía terrible sufrimiento a algunas víctimas de la Santa Inquisición diabólica.

Un acusado de herejía es torturado bárbaramente a latigazos. A la izquierda en la gráfica, dos cleros católicos observan fríamente la acción.

N. Quemados muchos ejemplares de la Biblia y de otros libros proscritos por la Santa Inquisición Diabólica. Ejemplo. 

“En 1731, el conde Leopold Anton von Firmian, arzobispo de Salzburg, siendo también su gobernador secular, inició una persecución salvaje de los luteranos residentes en las regiones rurales de Salzburg. No solo desterró a decenas de miles de protestantes, sino que también ordenó confiscar y quemar todos los libros protestantes, incluso la Biblia.” 

www.wikipedia.org. Artículo, en inglés, Book Burning.

Quemando ejemplares de la Biblia y de otros libros condenados por la Santa Inquisición Diabólica.

A la izquierda en la pintura, un clero católico romano vestido de “escarlata”, y dos vestidos de negro y blanco, observan el acto, sancionándolo, mientras feligreses de la Iglesia Católica Romana se hacen copartícipes de la represión del conocimiento, la entronización de la ignorancia y la violación de derechos innatos del ser humano de estudiar, aprender, analizar y determinar para sí mismo el rumbo espiritual de su vida, sin represalias o persecuciones humanas.

Sucedió, pues, que los católicos romanos fueron los responsables de quemar muchos ejemplares de la Biblia, pero ni aun así pudieron detener el esparcimiento de la Palabra de Dios, ya que “la palabra del Señor permanece para siempre. Y esta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada” (1 Pedro 1:25).

cordeO. Suspendido por manos atadas. Las manos de la víctima fueron atadas a espaldas; luego la víctima fue suspendida en el aire por una soga atada a sus muñecas. En esta posición, todo el peso del cuerpo hacía, constantemente, fuerza en las manos, las muñecas y los hombres de la víctima. 

La Reforma, por Will Durant. Página 211

P. Ahogados. Usaron hasta orina o excremento para ahogar a algunos “herejes”. (B, 123)

Q. Lanzados por peñascos. Algunos acusados fueron amarrados a estacas y lanzados por peñascos(B, 123)

R. Propiedades confiscadas. “Las propiedades de los herejes fueron confiscadas y divididas entre los inquisidores y los Papas.” (C, 253)

 

S. Tortura por agua. En este procedimiento, la víctima fue inmovilizada y luego dejaban gotear agua por su garganta hasta casi ahogarla.

La Reforma, por Will Durant. Página 211.

En una recámara de tortura, dos tipos, obedeciendo las órdenes de la Santa Inquisición católica romana han colocado el cuerpo de una mujer acusada de herejía sobre un tipo de banco, en posición sumamente innatural y dolorosa, sujetando sus manos y pies con sogas.

Están en el acto de echar agua en su boca hasta casi ahogarla, mientras la interrogaban un monje y una monja.

 T. La “Rueda” fue usada para estirar el cuerpo de la víctima, procediendo entonces los verdugos a romper sus huesos.

Mientras un verdugo estira el cuerpo del acusado de herejía sobre una rueda, otro abanica llamas debajo de sus pies.

boia%20tortureDos “santos” cleros malvados de la Iglesia Católica Romana observan atentamente este acto sádico de tortura. El que tiene papel y pluma está escribiendo una descripción detallada del procedimiento y su efecto en el desdichado hereje. 

U. La “Santa Trinidad” fue una invención realmente satánica, con un nombre triplemente blasfemo. Se trata de un casco de acero al que los torturadores calentaron al rojo vivo. Luego lo colocarían sobre la cabeza del denunciado. El intenso calor asaba la piel, los labios, las orejas y aun los ojos. Quitándosela a la víctima las bestias brutales que se prestaban para las torturas, la piel quemada quedaba pegada al acero, y también los ojos mismos en algunos casos.

La “Santa Trinidad”: casco de acero al que calentaron a rojo vivo, poniéndolo sobre la cabeza del acusado de herejía.

 V. El “Taburete de Judas”. Concebido por mentes depravadas satanizadas, y usado por cleros católicos romanos y oficiales seculares igualmente depravados, este implemento de tortura fue tan cruel como obsceno. Las víctimas, tanto mujeres como hombres, fueron desnudados antes de ser levantados y sentados sobre la punta del “Taburete de Judas”.

Museo de Tortura Medieval, San Gimignano, Italia.

 W. Algunos instrumentos y procedimientos de tortura eran tan y tan inhumanamente barbáricos y obscenos que optamos por no incluir descripciones ni ilustraciones en este estudio. A continuación, anotamos los nombres de tres más, para el estudioso que quisiera buscarlos en Internet u otras fuentes de información. (Palabras claves para la búsqueda en Internet: “inquisición”, “inquisición española”, “tortura sobre rueda”.)

1. “Las peras del Papa.” (Pope’s Pears)

2. “La araña de hierro.” (The Iron Spider)

3. “La pata de gato, con uñas.” (The Cat’s Paw)

X. La Inquisición católica romana comenzó la práctica de torturar en el año 1252.

En 1816, una bula papal prohibió la práctica.

“Mientras las cortes seculares frecuentemente trataban ferozmente a los sospechados, Will y Ariel Durant argumentaron, en su libro La edad de la fe, que muchos de los procedimientos más salvajes fueron infligidos sobre herejes píos por frailes todavía más píos. En la España medieval, los dominicos granjearon fama como los más temidos torturadores. Usualmente, las torturas fueron efectuadas en secreto, en mazmorras subterráneas.” 

www.wikipedia.org. Artículo en ingles Torture.

Y. Angelo Clareno describe una sesión de tortura inquisitorial.

1. Angelo Clareno, nacido c. 1250, falleció en el año 1337. Alrededor de 1274 d. C., Angelo Clareno se unió a la orden de los franciscanos, aliándose con el grupo conocido como los “espirituales”, el cual fue perseguido por la jerarquía católica romana.

Encarcelados él y otros de su grupo durante unos cuantos años, fueron librados por el nuevo ministro general Raymond Geoffroi.

Buscando refugio en distintos lugares, incluso Grecia, volvieron por fin a Italia, donde, al tiempo, cayeron en manos del inquisidor Tomás de Aversa y el rey Carlos II.

A continuación, Angelo Clareno describe una sesión de tortura inquisitorial que tomó lugar cerca del año 1304 d. C.

2. “Entonces, el Señor Andreo escribió al inquisidor informándole que personas dignas de confianza le habían dicho que entre todos los que el inquisidor [Tomás de Aversa] había capturado figuraba un solo lombardo. Le aconsejó que atendiera a su puesto inquisitorial. Le aconsejó, como buen amigo, a adherirse a la verdad y cumplir con sus deberes, porque, de no hacerlo, no se haría justicia divina, como tampoco humana.

“Al leer el inquisidor la carta del Señor Andreo, se puso furioso, y concentró, vengativamente, toda su indignación e ira en los pobres hermanos sobre quienes tenía, en el momento, poder. Y envió a los hombres de aquel pueblo, los cuales amaban profundamente a los pobres hermanos, una citación a comparecerse ante él en la ciudad de Trevi después de cierto número de días, estipulando una multa fija como penalidad por no comparecerse.

“Llegando ellos en el día señalado, ordenó que fueran encerrados en una cisterna, reteniéndolos allí durante cinco días, no habiendo más ventilación que si los hubiese encerrado en un tonel de vino, ni siquiera permitiendo que salieran para hacer sus necesidades.

“Pasados los cinco días, el nuevo Dacio [Se alude al emperador romano Dacio, perseguidor de la iglesia.], actuando apresuradamente, tenía habilitado cierto lugar en la ciudad donde los prisioneros pudieran ser torturados por sus verdugos.

“Pero, al comprender que el obispo y otras personas importantes de la ciudad no veían con buenos ojos el espectáculo de la tortura de tales hombres, cambió de parecer, y pasando por Boiano, ascendió al castillo de Marinando, un lugar remoto gobernado por un señor suficientemente cruel como para conspirar juntamente con él en sus planes malvados.

“Allí, los prisioneros, a los que el inquisidor había arrastrado tras sí en cadenas y quienes se encontraban exhaustos por el viaje, los puso bajo fuerte vigilancia.

“El siguiente día, los visitó, y comprometiéndose mediante un juramento terrible, dijo: ‘A menos que confiesen en mi presencia que son herejes, que Dios me haga esto o aquello si no los mato a todos ustedes aquí mismo con una variedad de torturas y tormentos. Mas si confiesan delante de mí, como se los pido, que yerran, o que erraron, en alguna que otra cosa, les daré una penitencia ligera, poniéndoles en libertad inmediatamente’.

“Los hermanos replicaron que él no debiera pedirles que dijeran algo que no fuera la verdad; que al decir una mentira tan vil, esto resultaría en la muerte de sus almas y una ofensa hacia Dios.

“El furioso inquisidor, seleccionando de entre ellos a uno que parecía más ferviente que los demás y que era sacerdote, ordenó que fuese torturado.

“Entrando el torturador con sus asistentes, amarraron a espaldas las manos del prisionero. Luego, mandó que lo levantaran, a través de una polea fijada al techo de la casa, el cual era muy alto. Después de suspendido el prisionero allí durante una hora, de repente soltaron la soga. La estrategia era que el reo, quebrantado por el dolor intenso, fuese vencido y que confesase que había sido hereje. 

Habiéndolo izado y dejándolo caer repetidas veces, le preguntaron que si confesaría que era, o que había sido, hereje. Respondió él: ‘Soy un fiel cristiano católico; siempre lo he sido, y siempre lo seré. Si dijere otra cosa, no deberían creerme, pues lo hubiese dicho solo para evitar esta tortura. Que sea esta mi confesión perpetua para ustedes, porque es la verdad. Cualquier otra cosa sería una mentira extorsionada por tortura’.

No estando en sus cabales a causa de su ira, el inquisidor ordenó que vistieran al prisionero en una túnica corta, y que lo metieran primero en un baño de agua caliente, luego en uno frío. Entonces, atando una piedra a sus pies, le izaron de nuevo, manteniéndolo ahí por un tiempo, y soltándolo de nuevo, mientras hincaban en sus espinillas juncos tan agudos como espadas. Una y otra vez, fue alzado, hasta cuando, la vez décimo tercera, se partió la soga, y se cayó desde una gran altura, con la piedra aún atada a sus pies. 

“Mientras estaba parado aquel destructor de los fieles, mirándolo, la víctima permaneció postrada allí casi sin vida, con su cuerpo destrozado. El siervo de aquel hombre traidor tomó el cuerpo, echándolo en un pozo séptico.

“Pese a ser un hombre instruido de familia noble, la furia de aquel inquisidor lo volvió tan loco que comenzó a infligir tortura con sus propias manos.

“Sucediendo que uno de los hermanos, al ser designado para ser torturado, se encomendara fervientemente a Cristo, el inquisidor se volvió tan demente que golpeó al hombre en su cabeza y cuello. Le dio tan duro al hombre que lo echó al suelo como una bola. Al hombre le dolió su cabeza por días después, retiñéndose sus oídos.

“A otro hermano le amarraron su cabeza en presencia del inquisidor, apretando los torturadores los cordones hasta escuchar romperse los huesos del cráneo, después de lo cual terminaron la tortura, teniéndolo por muerto y llevándoselo.” 

Fordham University Center for Medieval Studiess. Paul halsall. Enero, 1996.

II. Tres evaluaciones independientes de la Inquisición Católica Romana.

A. “Mejor ser ateísta que creer en el Dios de la Inquisición” (Católico anónimo). Desde luego, el “Dios de la Inquisición” no es el verdadero Dios de la Biblia sino el monstruo creado por la jerarquía católica romana.

B. “La persecución contra los cristianos por los romanos durante los primeros tres siglos después de Cristo era un procedimiento moderado y humano comparada con la persecución contra la herejía en Europa de 1227 a 1492.” 

La historia de la civilización, Tomo IV, por Will Durant. Página 784.

C. “Los católicos romanos creen en el Purgatorio y que allí las almas sufren más dolor que en el Infierno. Mas sin embargo yo creo que la Inquisición es el único Purgatorio en la tierra y que los santos padres (sacerdotes, Papas) son los jueces y verdugos. La barbaridad de ese tribunal... sobrepasa todo entendimiento.” 

La llave maestra del papado, Edición tres, Página 253, D. Antonio Gavin. Antonio Gavin era sacerdote católico y testigo ocular de los procedimientos de la Inquisición española.

III. Mensaje para el católico romano inteligente e intelectualmente honesto.

¡Historia tan terrible y trágica la de la Iglesia Católica Romana! Escrita en sangre durante gran parte de su trayectoria. La sangre de quienes se negaban a respaldar u obedecer a los oficiales autoritarios de la Santa Sede, que de "Santa" muy poco o nada tenía. La sangre de personas que denunciaban los atropellos y las conductas vergonzosas del clero, que criticaban la secularización y politización de la Iglesia Romana.

Ningún católico romano honesto niega esta historia. Ninguno en sus cabales espirituales intenta justificar los penosos sucesos desastrosos que ella cuenta. 

Ni siquiera la suma total de obras caritativas realizadas por la Iglesia Católica Romana sería suficiente para borrar la historia de sus atrocidades contra incontables millones de seres humanos. No todos los hospitales, clínicas, programas de bienestar social, retiros para fortalecer el matrimonio y el hogar, etcétera, de la Iglesia Católica Romana en todo el mundo nivelarían la balanza.

Resulta del todo imposible rectificar tan enorme mal, obviarlo, recompensarlo, justificarlo.

¿Cuántos católicos romanos conocen esta historia de su iglesia? De seguro, no se la cuentan sus sacerdotes, pues no les conviene enunciar ni una palabra al respecto. No obstante, el sentido común dicta que es deber de todo ser humano investigar la procedencia, trayectoria e historia de su fe.

Muy distinta a la historia de la Iglesia Católica Romana es la de la verdadera iglesia de Jesucristoauténticamente apostólica y bíblica.

Esta iglesia jamás ha manchado su vestimenta con la sangre de persona alguna.

Jamás se seculariza o politiza.

Jamás se embrolla en mercaderías.

Jamás ostenta lujos mundanos, ni reclama autoridad sobre los gobernantes seculares de las naciones. 

"Mi reino no es de este mundo... no es de aquí", aclaró Cristo a Pilato (Juan 18:20), y la verdadera iglesia del Señor entiende esta verdad fundamental, procediendo conforme a ella.

La tergiversación inexcusable de ciertos textos bíblicos tales como Mateo 16:18 contribuyó, y contribuye aún, a la formación de un reino o dominio "cristiano", a saber, el del Vaticano, diametralmente opuesto al verdadero reino espiritual de Cristo.

Al leer el católico romano inteligente e intelectualmente honesto la historia de su iglesia, contrastándola con la de la verdadera iglesia bíblica, si el tal católico romano ama, de veras, a Dios y Cristo, si ama la verdad y quiere salvar su preciosa alma, dejará de ser católico romano, obedeciendo al evangelio no adulterado. Haciéndolo, será añadido a la auténtica iglesia fundada por Cristo (Hechos 2:32-47).

Ciertamente, lo hará si ama la verdad por encima de todas las cosas, aprecia la transparencia y verticalidad en asuntos espirituales y valúa el innato derecho divino de cada individuo de creer y practicar religiosamente lo que quisiera, sin ser perseguido, torturado o muerto por otros religiosos. 

¡SALDRÁ, a toda prisa, de la Iglesia Romana! ¿Cómo quedarse en su seno, tratando vanamente de justificarla? 

¿Suavizar o encubrir la historia? ¿Reescribir la historia de su iglesia, alterando o eliminando hechos tan feos como innegables? ¡Eso no sería honesto!

¿Perdonarle sus persecuciones, torturas y matanzas? Perdonar a los católicos romanos ya muertos, los que, en vida, derramaron tanta sangre, ¿cómo hacerlo o qué sentido tendría?

De todos modos, "perdonar", o "pedir perdón", aunque sea el mismo Papa quien lo hiciera, no cambiaría los hechos, ni cambiaría las doctrinas o pretensiones, vigentes hasta el día de hoy, que trajeron tantísimo sufrimiento escalofriante y muchos millones de muertes crueles en extremo.

Por lo tanto, la única opción sabia es ¡SALIR! 

"Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas" (Apocalipsis 18:4). 

"¡SALID!"  "¡SALID!" "¡SALID de ella!"     

Tenga presente, se lo suplicamos respetuosamente, que a los que no reciben "el amor de la verdad para ser salvos... Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia" (2 Tesalonicenses 2:10-12). 

"¡Salid!", pues, sin demorar, teniendo por más excelente y necesario "el amor de la verdad" que cualquier otro "amor".

Estimado católico romano abierto a la verdad, le animamos a leer Salid de ella, pueblo mío, mensaje en el que se abunda sobre el significado y la aplicación práctica de esta exhortación-advertencia divina.

Disponible en http://www.editoriallapaz.org/apocalipsis_8_salid.htm


Fuentes de información citadas en esta obra

La “A” corresponde al libro en inglés: “The Two Babylons” (Las dos Babilonias). Subtitulado: “El culto papal”. Autor: Alexander Hislop. Segunda edición americana, 1959. Publicado por Loizeaux Brothers, Neptune, New Jersey.

La “B” identifica al libro traducido al español: Babilonia, Misterio religioso. Autor: Ralph Woodrow, P. O. Box 124, Riverside, California 92502.

La “C” corresponde al libro en inglés: “A Woman Rides the Beast” (Una mujer viene sentada sobre la bestia). Autor: Dave Hunt. Publicado por: Harvest House Publishers, Eugene, Oregon 97402.

La “D” corresponde a  La historia de la civilización (“The History of Civilization”), una obra en inglés que se compone de ocho tomos grandes, contiene muchísima información histórica que respalda la interpretación de Apocalipsis, presentada en este estudio. Los autores son: Will y Ariel Durant. La obra fue publicada por Simon and Schuster, New York.

 

 

 

 

 

 

 

Potro para torturar al denunciado por “hereje”. www.wikipedia.org

 

La “E” corresponde a La nueva enciclopedia Schaff-Herzog de conocimientos religiosos. Esta obra en inglés consta de unos cuantos tomos. Publicada por Baker Book House, Grand Rapids, Michigan, Estados Unidos.

La “F” corresponde a El debilitamiento y la caída del Imperio Romano. Dos tomos. Por Edward Gibbon. Obra publicada por William Benton. Enciclopedia Britannica, Inc., Chicago, London, Toronto. 1952. Esta obra figura en la serie de: “Los libros más importantes del mundo occidental”. 

Cuatro diapositivas para la Escena 5

http://www.editoriallapaz.org/apocalipsis_8_Acto7_Escena5_torturaPG2.htm

 

¡Increíble defensa de la Santa Inquisición!

El Sr. Gómez encuentra “varias falencias históricas demasiado raves” en el estudio sobre Torturas barbáricas en extremo utilizadas por la Santa Inquisición Católica Romana. Él se identifica como historiador honesto. Apela a Anales Vaticanos Archivos de la Inquisición. Dice que las gráficas que usamos “no son fuente fidedigna”; que son el producto de un “estereotipo de inquisición”. Asevera que las máquinas de tortura “no son de tribunales católicos” sino que “nacen de la Reforma protestante”. Asegura que “las cárceles de las inquisiciones eran las más humanitarias de toda la edad media”. Afirma que “la inquisición nace como medio de proteger a los acusados de gente malintencionada y proveer por su integridad física”. Concluye que nuestro “artículo es pobre históricamente… un trabajo de propaganda desinformada”Respondemos enérgicamente a sus críticas, incluyendo gráficas adicionales. Tema disponible en:

 

 


 

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