Capítulo 1 del Análisis

Parte 4 

Viaje en “Naves del Tiempo” a través de la Era Cristiana
para adquirir perspectivas sobre eventos
y personajes importantes. 
 

Haciendo diez paradas, cubrimos aproximadamente mil novecientos noventa años
de historia secular,
política, religiosa y espiritual.  

¿Dices que NO te gusta la historia?

¡Vaya! Pero, quizás nunca la hayas sobrevolado en una Nave de Tiempo.

La detienes en cualquier instante y tomas fotos de los escenarios

allá abajo en el planeta Tierra. ¡Emocionante! ¡De verdad!

¡Haz la prueba!

 

Esta representación gráfica de naves espaciales sobre el planeta Tierra captan la idea de 'Naves del Tiempo' que abordamos para explorar tiempos y escenarios de la Era Cristiana que nos ayuden a comprender algunas de las profecías y visiones de Apocalipsis. ¡Todos a bordo!

 

Esta representación artística de naves espaciales sobre el planeta Tierra proyecta el concepto de
“Naves del Tiempo” que abordemos para explorar tiempos y escenarios de la Era Cristiana.

La información que recopilemos quizás resulte de mucho valor para la interpretación acertada
de por lo menos algunas de las profecías y visiones de Apocalipsis.

¡Todos a bordo!

Primero, nos orientamos un poco antes de
emprender tan importante viaje.

Perspectivas sobre el tiempo

de la Era Cristiana

 

Estructuras del medio oriente, ruinas antiguas, montes y bajías nos invitan a tomar un viaje por la Dimensión del Tiempo para descubrir lugares y condiciones de los tiempos que cubren las profecías y visiones de Apocalipsis.

Estructuras del medio oriente, ruinas antiguas, montes y bahías nos invitan a tomar
un viaje por la
Dimensión del Tiempo para descubrir lugares y condiciones
de los tiempos que cubren las profecías y visiones de Apocalipsis.
 

Antes de abordar, unas…

Orientaciones

 

Para el entendimiento correcto de Apocalipsis, es imprescindible:

Ubicarnos a nosotros mismos en el lugar preciso que ocupamos en la línea del tiempo.

Fijar exactamente en nuestra percepción del tiempo la fecha para cuándo fueron dadas las profecías del libro.

Y tener conocimiento de los eventos más sobresalientes que hayan ocurrido desde aquella fecha hasta el día de hoy.

Además, es de suma importancia tener amplio conocimiento de las circunstancias especiales que hubiesen afectado marcadamente la condición moral y espiritual de la raza humana en algunos periodos particulares de nuestra Era. Por ejemplo, las de la Edad Media.

Con la meta de adquirir estas perspectivas tan importantes, abordemos unas naves de fabricación especial rotuladas "Naves del Tiempo".

Estos aparatos curiosos, pero muy sofisticados, nos pueden llevar a gran velocidad por la "Dimensión del Tiempo" hacia cualquier lugar geográfico o periodo temporal que quisiéremos observar y analizar.

El “Tiempo” visitado no afecta a sus ocupantes. Así pues, podemos viajar al pasado sin perder un minuto de nuestra vida. Igualmente, podemos viajar al futuro sin añadir siquiera un minuto a nuestra vida terrenal, envejecernos o morir.

Ahora bien, dondequiera que nos detengamos o toquemos tierra, se materializarán delante de nosotros, como por acto de magia, los escenarios, personajes, entidades y condiciones sociales-religiosas-políticas de la época visitada.

Podremos ver ¡sin ser vistos! ¿Qué te parece?

¿Estás dispuesto, dispuesta, a viajar en una Nave de estas? Pues, ¡alistémonos para abordar!

Pero, antes de subir a nuestras Naves del Tiempo, nos conviene prepararnos mental y espiritualmente para el viaje, ¿de acuerdo? Una sugerencia de mi parte: para este viaje no llevemos ningún prejuicio contra el estudio de la historia secular, política, religiosa o espiritual.

No pocas personas catalogan de fastidioso y aburrido el estudio de la historia. Mas, sin embargo, el conocimiento de la historia es realmente imprescindible, reiteramos, para alcanzar el entendimiento correcto de las profecías de Apocalipsis.

Y no solo eso: también es necesario para apreciar cualquier contexto del presente, como, además, mi lugar y papel particulares en el Gran Drama Universal de la Humanidad. Queda corto en varios aspectos aquel ser humano a quien no le importe un bledo nada de esto.

Por tratar la historia de lo que realmente ha ocurrido en nuestro mundo, y no de lo ficticio, inventado o imaginario, la misma, presentada y estudiada, con entusiasmo, sin estancarse en atolladeros de meros datos secos, se pone más emocionante que cualquier novela de intriga.

Estudiar historia no significa circunscribirse a información técnica sobre lugares, nombres extraños y fechas sino, para la persona que abra su mente y haga uso de la imaginación, da paso a la excitante exploración de los contornos de escenarios vividos en el pasado por gentes que realmente anduvieron sobre este planeta.

Vista así, la historia se vuelve como una película cinematográfica de mucha acción, de personajes inolvidables y de conflictos bélicos, morales, intelectuales y espirituales de más impacto que los de "Las guerras de las estrellas", "Star Trek", “Stargate”“Babylon 5”, etcétera.

Entonces, dejemos los prejuicios e ideas preconcebidas de toda clase en un baúl en casa. Emprendamos el viaje con hambre de aprender, entender y orientarnos inteligentemente.

En segundo lugar, agucemos la mente y el espíritu para captar y apreciar los grandes acontecimientos espirituales del pasado, discernir las condiciones espirituales que prevaleciesen en ciertas épocas claves y reconocer a los personajes y entidades cuyas intervenciones en el escenario del mundo determinaran, de manera decisiva, el destino de multitudes de almas.

En tercer lugar, ¡que no se nos olvide llevar la Biblia y una libreta de apuntes!

Vamos a hacer algo diferente. Después de subir y auscultar el tiempo presente, recorramos, en nuestras Naves, el tiempo al revés, comenzando con el siglo XIX y trasladándonos hacia el pasado, hasta llegar al siglo I. Así, el tiempo presente nos sirve de referencia, facilitando perspectivas más instructivas.

Visitaremos unos cuantos lugares y épocas, deteniéndonos en cada Parada para recopilar los datos necesarios. Estos han de servirnos de trasfondo para la interpretación correcta de las profecías y visiones de Apocalipsis.

Programamos un total de Diez Paradas.

¿Estamos de acuerdo en cuanto a los preparativos? Entonces, ahora sí, podemos dar la voz: "¡Todos a bordo!"

Estas naves son muy veloces. En un santiamén, ¡pueden cruzar mil años de tiempo! ¿Ya estamos acomodados en las naves? ¿Cinturón de seguridad abrochado? ¿Espaldar del asiento en su posición vertical? Se prenden los motores y ¡comienza la aventura! 

 

La siguiente gráfica proyecta nuestra visualización del Viaje.

 

 

Entramos en el Túnel del Tiempo en el presente. Corre el siglo 21.

Viajando hacia atrás en el Túnel, llegamos, después de unas cuantas paradas, al siglo I.

Aterrizamos en el año 95 del siglo I, en la islita de Patmos, pues allá es donde el apóstol Juan recibe las profecías y visiones de Apocalipsis.

 


 

Parte 5 del Capítulo Uno. Viaje por las Dimensiones del Tiempo. Diez Paradas.

 

Índice del contenido del Capítulo Uno

 

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