¿Me puedes decir

lo que es el amor?

 

 

Un hombre y una mujer, tomados de la mano, contemplan la puesta de sol en el horizonte del mar mientras vuelan tres gaviotas por los cielos, abstracto que ilustra el tema ¿Me puedes decir lo que es el amor?, artículo en editoriallapaz.org.

 

De verdad, quisiera saberlo.

 

¿Es el amor el acto de tener relaciones íntimas, nada más? ¿Caricias y besos sensuales muy intensos, puramente carnales, consumar el acto sexual, y hasta ahí llega el amor? “¡Eso que sí es hacer el amor! ¡Eso es amor!” Así responde muchísima juventud de hoy, más no pocas personas maduras en años. Y muchos añaden: “Importa poco con quien hagas el amor. La cosa es evitar compromisos; evitar embarazos. Recurrir al aborto en caso de… Los bebés solo atan y molestan. Beber, usar algo de drogas y tener sexo a menudo. ¡A gozar la vida al máximo!”  Respuesta inaceptable para gente pensante, pues la experiencia y el sentido común instruye que el amor envuelve muchísimo más.

Este concepto del amor entablamos un diálogo sobre él con un grupo de jóvenes en Réplicas apasionadas de adolescentes, jóvenes y adultos jóvenes, al igual que de muchos hombres y mujeres maduros, a la pregunta: ¿Me puedes decir lo que es el amor?

www.editoriallapaz.org/amor-jovenes-definen-amor-verdadero.html  

 

¿Nos podrán decir lo que es el amor los sacerdotes católicos romanos? Desde el Papa hasta el modesto monje con voto de pobreza, los prelados de la Iglesia Católica Romana reclaman autoridad exclusiva para definir el amor e imponer reglamentos sobre su ejecución. Sin embargo, ¡no se casan! Ninguno tiene pareja legítima, aunque muchísimos tengan ilegítimamente. No tienen hijos legítimos, aunque bastardos no pocos. Han tomado el voto de celibato, pero gran número de ellos lo violan frecuentemente, siendo el rampante abuso de menores su pecado sexual más horrendo. A propósito, el celibato obligatorio el Espíritu Santo lo clasifica como doctrina de demonios y marca inconfundible de herejes (1 Timoteo 4:1-5), exigiendo él que los obispos sean hombres casados y con hijos creyentes (1 Timoteo 3:1-7; Tito 1:3-10), y que tanto hombres como mujeres se casen para evitar adulterios (1 Corintios 7:1). Así pues, aparte de no experimentar el amor natural del matrimonio, hijos o familia, tampoco siguen directrices explícitas divinas asentadas para el bien de la humanidad en general y el de la “familia de Dios” en particular. Consiguientemente, credenciales para disertar sobre el amor e insistir, a pena de excomulgación, en el cumplimiento de sus dogmas, no las tienen. Sinceramente, ¿qué sentido tiene hacerles caso, o temer a sus pronunciamientos carentes de autoridad divina?

Masiva hermandad de pentecostales, ¿nos pueden decir lo que es el amor? Por cierto, el vocablo está en sus labios tan a menudo y en tantas circunstancias que dan la impresión de tener monopolio de él. Siempre están diciendo tanto a pecadores como a santos: “¡Dios te ama! ¡Jesús te ama! ¡Cristo te ama!”. Y eso es así, sin duda, pues ellos aseguran amar a todos, sin acepción de personas, deseando la salvación de toda alma (Juan 3:16; 1 Timoteo 2:4). Parece que también aprecien mucho el amor sensual-sexual, tal vez a extremos peligrosos para el alma-espíritu, ya que brotan a menudo en medio suyo adulterios, cayendo en tales amores abominables no pocos de sus pastores, pastoras, profetas, etcétera. Ustedes saben que eso es así. Sin dudar que muchos de ustedes amen sinceramente a Dios, todavía otros malos amores afloran comúnmente entre sus masas de adeptos. Amor al dinero, diezmos, riquezas y comodidades mundanas, a títulos, poder y fama, al entusiasmo desbordante, al bullicio, ostentación, éxtasis, sensualidad y viejos ritos judíos en las alabanzas. Tanto que se han inventado diferentes evangelios mundanos para justificar y promocionar esos amores contrarios a Cristo y su único evangelio verdadero. Por ejemplo: el evangelio de prosperidad, los de salud y superación personal, el de existencialismo (emociones por encima de la verdad), el del dominionísmo (tomar control de organizaciones comerciales y políticas) y el de las Déboras al frente y al mando (mujeres en roles de liderazgo frente a congregaciones, concilios y movimientos, llamándose “pastoras, apóstolas, profetizas, reverendas, y tomando dominio sobre varones”, papeles, títulos y poder que el Espíritu Santo no autoriza para ellas. 1 Timoteo 2:9-15; 1 Corintios 14:33-40). Todo esto pone en tela de juicio sus cualificaciones para disertar sobre aspectos importantísimos del amor en sus distintas manifestaciones. (Textos que condenan sus amores malos y prácticas no bíblicas: 1 Timoteo 6:3-16; 2 Pedro 2:1-3; Juan 2:13-17; Mateo 23:1-7; 1 Corintios 14:33-40; Hebreos 7:12; 8:6-13; 9:1-17; Gálatas 1:6-10; Juan 18:36; 1 Corintios 14:6-33, y otros muchos.)

Los Evolucionistas Darwinianos se arrogan la autoridad de definir el amor para todos los homo sapiens. Dicen que “El amor es neural. Es cerebral…” Punto. Nada por encima del cerebro físico, de neuronas y sinapsis físicos, de lo puramente sensual y animal. Porque, como nos explican, la única naturaleza es la material-física. No hay dios, alma, espíritu, naturaleza o lugar espiritual. Solo materia, viva una parte de ella.

Tratamos extensamente sus argumentos en el documento AMOR ROMÁNTICO. AMOR entre progenitores y sus hijos. Damas y caballeros Evolucionistas Darwinianos, ¿qué es el AMOR? ¿Cuándo, cómo y por qué se originó? ¿Qué es, en particular, el AMOR ROMÁNTICO? www.editoriallapaz.org/amor-romantico-evolucion-darwiniana.html

¡OJO, amiga, amigo, a los AMORES MALOS! Te consumirán en sus llamas -a cuerpo, mente, alma y espíritu. Entonces, ¡se apagarán para siempre! Dejándote cubierto, cubierta, de cenizas, ¡todo gris! Rodeado de tinieblas eternas.

No habiendo recibido respuestas satisfactorias a la pregunta ¿Nos puedes decir lo que es el amor?, someto mis credenciales personales para presentar una respuesta bastante razonable y consecuente. Así espero. Referente a los amores de distintas clases, he hecho infinidad de observaciones a través de los años, estudiándolas. He vivido en cuerpo y espíritu no pocos. También, he leído abundante material acerca del amor en sus distintas manifestaciones en situaciones innumerables. Ahora, presento mi credencial principal: no he excluido de mis lecturas un libro cuyo nombre molesta demasiado a gran número de nuestros contemporáneos. Ojalá que no a ti. Me refiero a la Biblia. Libro que, dicho sea de paso, cubre toda suerte de amores, tanto malos como buenos. A veces, con sorprendente franqueza y asombroso lujo de detalle. El nombre del autor de este libro, pues muchísima gente lo pronuncia a menudo, pero con nada de respeto, teniendo conceptos distorsionados de él por no conocerlo. Se trata del Dios Creador que “es el DIOS de PAZ y de AMOR” (2 Corintios 13:11). Por cierto, “…el amor es DE Dios(1 Juan 4:7). Aún más, “Dios es amor” (1 Juan 4:8 y 16). O sea, él es la fuente de todo amor sano, siendo su manifestación perfecta. Como tal, él es absolutamente el único con derecho innato a definir el amor puro y sin mancha en sus distintas aplicaciones tanto en el entorno físico-material como en el moral-espiritual.

Reformulo un poquitito la pregunta, tema de este artículo, como sigue: ¿Cuáles son los amores sanos y puros? Plural: amores. Porque no existe un solo tipo de amor sino varios en cada una de las dos categorías principales: los malos, por un lado, y por el otro, los buenos.

Los AMORES SANOS y PUROS el propio Dios de amor los identifica y define. Tú puedes, y debes, amar a tu propio cuerpo físico (Efesios 5:29). El casado al cuerpo de su esposa; la esposa al cuerpo de su marido, teniendo presente cada uno que el cuerpo físico es la morada terrenal del alma-espíritu (Efesios 5:25-32; 1 Corintios 6:12-20). Tú puedes “amar la vida y ver días buenos” (1 Pedro 3:10), viviendo y disfrutando las bendiciones materiales del Creador. Tú puedes, y debes, amar a tus padres, cónyuge e hijos, respetándolos y honrándolos en todas sus relaciones, interacciones y convivencias (Mateo 15:4-6; Efesios 6:2-4; 1 Pedro 3:1-7). puedes, y debes, amar a tu prójimo como a ti mismo (Gálatas 5:14). Tú puedes, y debes, amar al Dios de amor, con todo tu corazón, mente y alma (Marcos 12:30), comprendiendo que él primero amó a ti (1 Juan 4:19), deseando tenerte cerca de él y haciéndolo posible mediante el sacrificio de su Hijo. Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos (Juan 15:13). Tú puedes, y debes, amar la luz (Juan 3:21), sinónimo de amar la Verdad de Dios (2 Tesalonicenses 2:12). Además, puedes y debes conocer y amar a la iglesia edificada por Cristo, pues él la amó tanto que se entregó por ella (Efesios 5:25-27). A la de él, aclaro, y no a las de los hombres. También, amar la Segunda Venida de Cristo (2 Timoteo 4:8), porque significa la glorificación eterna de los buenos, justos y obedientes en el Paraíso del Dios de Amor.

 

Dos corazones unidos rodiados de imágenes abstractas contra el espacio estrellado ilustra el tema ¿Nos puedes decir lo que es el amor?, artíuclo en editoriallapaz.

 

¿Cómo amar? Amar verdadera y sinceramente a cualquier ser, ya humano ya espiritual, significa amarlo “con todas tus fuerzas” (Marcos 12:30). Dentro de las normas establecidas para la relación, cual sea. No con un fanatismo loco o que raye en locura, pero tampoco con un amor insípido, débil, sin pasión normal. Ir más allá de mera amistad, empatía, fascinación, infatuación o cariño. Llegar a sentir intensa afección por él. Querer, anhelar, desear, ansiar fervientemente estar cerca de él, en su presencia. Compenetrarse de parte en parte, sin violar su dignidad, integridad o privacidad de ser autónomo. Gozar la relación, mental y sentimentalmente. Aun físicamente en el caso de los humanos casados legítimamente según las directrices de Dios. Ser UNO. Fusionarse de corazón y mente, aun de espíritu. Sentirse feliz, completo, seguro y a gusto en su compañía. Triste, inseguro e incompleto cuando no. Tener la vida del amado aún más importante que la suya, estando dispuesto a dar su vida por la de él. Sentirse frustrado, solitario y medio desesperado al encontrarse separado por la razón, ofensa o error que fuera, lamentando y llorando. No tener paz, desvelarse, aun abstenerse de alimentos hasta no lograrse la reconciliación. Eso, y mucho más, es amar “con todas sus fuerzas”. Ya sea a un ser humano ya al Padre de nuestros espíritus (Hebreos 12:9) o a Jesucristo quien, amándonos con amor supremo, sacrificó su vida de la manera más cruel para salvar toda brecha y unirnos de nuevo a la “familia de Dios”.

ACCIONES POSITIVAS definen el amor sano y puro. Jesucristo dijo: Si me amáis, guardad mis mandamientos El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama… El que me ama, mi palabra guardará; el que no me ama, no guarda mis palabras…” (Juan 14:15, 21, 23 y 24). Ahora bien, mandamientos de Cristo tiene cada humano: de creer en Dios, arrepentirse sinceramente y bautizarse “para perdón de los pecados”, es decir, sumergirse en agua para que sean lavados sus pecados (Marcos 16:15-16; Hechos 2:37-47; 22:16). ¿Estás dispuesto? ¡Qué alivio! ¡Qué salvación! ¡Qué esperanza de vida mejor, tanto acá como allá! Si aún no te bautizas bíblicamente, es decir, por inmersión en agua (Hechos 8:26-40; Romanos 6:3-7), “en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo” (Mateo 28:18-20), y “para perdón de los pecados”, propósito asignado por la Deidad al bautismo, pero sigues diciendo “Yo amo a Dios. ¡Oh! ¡Cuánto te amo, Jesús!”, amigo, amiga, por favor, no te engañes más a ti mismo. Tú no das prueba definitiva de amarlos hasta no guardar debidamente sus mandamientos sobre el bautismo. Así que, al agua lo más pronto posible, bautizándote, para dar constancia del amor que profesas, tal cual lo hicieron el carcelero de Filipos y su familia (Hechos 16:25-40).

El amor sano y puro enseñado y ejemplificado por el Dios de amor también lo definen los ATRIBUTOS que él lo asigna.

El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre… cree… espera… soporta” (1 Corintios 13:4-7).

En este solo pasaje, dos atributos positivos del amor verdadero; ocho cosas que no tiene o no hace; cinco cosas que hace. ¿Cuáles son los atributos de tu amor en este momento?

 

 

En esta impresionante gráfica, una pareja casada, en silueta y con dos alas angelicales detrás de ella, es elevada por encima de la tierra en un rayo de luz, en representación de lo excelso y eterno del amor puro.

 

Termino, citando las siguientes poderosas palabras: El amor nunca deja de ser. ¿Cuál amor? ¿El tuyo o el que Dios enseña? “Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el AMOR” (1 Corintios 13:8 y 13). Fe, esperanza y amor. ¿Tienes los tres, o ninguno? ¿Hasta cuándo permanecerán tus creencias, esperanzas y amores actuales?

Si tu mente está funcionando normalmente y la luz está empezando a llenar tu alma, ya estarás comenzando a comprender que solo la fe, la esperanza y el amor espirituales sostienen hasta más allá de la muerte del cuerpo físico y que el AMOR ESPIRITUAL es el mayor de los tres. Eso es así porque cuando se hacen realidades la fe y la esperanza, las mismas dejan de ser. En cambio, el verdadero amor espiritual permanece sempiterno. ¡Está a tu alcance! ¿Por qué no echarlo mano enseguida?

 


 

PDF de este tema ¿Me puedes decir lo que es el amor? Usarlo para imprimir el tema como folleto de seis páginas.

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