Fotografía closeup de un libro abierto, balanzas para pesar y mallete, todo mayormente en tonos variados de marrón, plata y bronce, para el tema La justicia, el dominio propio y el juicio venidero.La justicia, el dominio propio y el juicio venidero

La justicia

Estimado lector, ¿sufre usted injusticias en su vida? ¿De qué clase? ¿Con qué frecuencia? ¿Juzga y trata a los demás con rigurosa justicia? ¿O es injusto en ocasiones, arbitrario y parcial en la aplicación de la justicia? ¿Clasificaría usted la injusticia entre los males más grandes y comunes de la humanidad?

¿Es justo que millones de niños sufran de malnutrición o mueran de hambre, habiendo abundancia de alimento en la tierra, que nazcan con el fatal SIDA millones de bebés, que gran número de niños sus padres los abandonen, que muchos sean abusados, que millones de pequeñas criaturas humanas mueran abortadas porque sus padres no desean que vivan?

¿Es justo que incontables mujeres sufran violencia corporal y psicológica a manos de hombres abusivos?

¿Es justo que los poderosos y los ricos opriman y exploten a los débiles, humildes y pobres?

¿Es justo que gran número de viciados, maleantes y criminales anden sueltos sembrando el terror y el caos social, sin ser aprehendidos o castigados?

¿Es justo que se haga acepción de personas a causa de raza, color u otros accidentes de nacimiento?

¿Es justo que multitudes disfruten de lo malo en esta vida, corrompan, malgasten, pisoteen, destruyan e idolatren al hombre o a los dioses falsos, denegándole al Dios verdadero respeto y honra, sin jamás verse obligados a responder o pagar?

¿Quién puede corregir o castigar TANTA injusticia? ¡Solo Dios! Y lo hará a su debido tiempo, porque él es el JUSTO (1 Juan 2:29), no tolerando para siempre la injusticia. Por cierto, él ha declarado que los injustos están reservados "para ser castigados en el día del juicio". 2 Pedro 2:9. Quiere que se arrepientan, que repudien toda injusticia, que comiencen a vivir "justa y piadosamente". Tito 2:12. De no hacerlo, asegura que sufrirán "retribución... porque es justo delante de Dios pagar con tribulacióna los injustos "en demostración del justo juicio de Dios". 2 Tesalonicenses 1:5-10; Apocalipsis 16:7. Pero, "los ojos del Señor están sobre los JUSTOS" (1 Pedro 3:12), quienes, al ser fieles hasta el fin, son "hechos perfectos" en el Paraíso de Dios. Hebreos 12:23. Querido lector/lectora, ¿es usted justo o injusto?

Fotografía closeup de unas balanzas antiguas y elegantes, para pesar, confeccionadas en bronce y colocadas sobre un libro antiguo grande cerrado, con un trasfondo de paredes en colores de oro y bronce, para el tema La justicia, el dominio propio y el juicio venidero. 

El dominio propio

Respetado estudioso/estudiosa de estos temas trascendentales, el dominio propio ¿lo ejerce usted? ¿Tiene dominio propio? ¿Se domina a sí mismo/a sí misma, o acaso dominen otros seres humanos su mente, corazón y espíritu? ¿Se domina, o le dominan sus apetitos, pasiones, ilusiones y agendas físicas-materiales?

¿Acaso le agrade la persona falta de dominio propio? La historia de nuestra raza humana y la experiencia en carne propia de cientos de millones de hombres y mujeres alrededor del globo terráqueo de tiempos actuales dan testimonio a la extrema peligrosidad de tal ser humano.

Como un automóvil en movimiento, sin chofer, chocando, rompiendo, arrollando. Hace daño a sí mismo y a toda vida que toque, porque no gobierna su propio ser. No domina sus pensamientos, tampoco sus sentimientos, su lengua, sus miradas, sus manos o sus pies. O lo hace a medias.

Usted identifica pronto a este tipo de persona, ¿no? Habla demás. Dice barbaridades. Maldice. Blasfema. Chismea. Se embriaga. Come demás. Se endroga. Adultera. Es promiscua. No controla sus pasiones sexuales. Se obsesiona con el dinero, el trabajo, la fama, las modas. Es víctima de arranques y arrebatos vergonzosos. No domina la ira; tampoco el celo o la envidia. Indisciplinada, errática, impredecible, dada a excesos. Manipulada por otros.

¿Aprueba usted semejantes actitudes y acciones? Pues, tampoco el Dios Creador. Para él, tales personas son pecadores, a quienes llama al arrepentimiento. "Os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.Gálatas 5:19-21. “No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios?” 1 Corintios 6:9

Tratándose del propio Dios Creador Todopoderoso, él es sumamente disciplinado; su universo y su Palabra lo confirman. Creados a su imagen, los seres humanos debemos imitar su autodisciplina, adquiriéndola y practicándolo en toda circunstancia de la vida. De no hacerlo, él nos rechazará eternamente como indignos de participar en su creación ordenada, limpia y gloriosa.

Amigo, amiga, si está viviendo usted desordenadamente, abusando de su cuerpo, lastimando a otros, ¿no le parece que ya sea hora de arrepentirse, corregirse y adquirir el admirable don del dominio propio? Si, de veras, cree en Dios, "…añadid a vuestra fe ... dominio propio". 2 Pedro 1:5-7.

A los que, en la actualidad, le seguimos de buena gana, consecuente y fielmente, "no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio". 2 Timoteo 1:7. 

Escribe el renombrado apóstol Pablo: "Golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que... yo mismo venga a ser eliminado". 1 Corintios 9:27. Y usted, preciosa alma, ¿no quiere ser "eliminada" en el "juicio venidero"? Pues, entonces, ¡domínese a sí misma con tanta fuerza de carácter y recia voluntad que nunca se desplome en caos mental, emotiva o espiritual!

Fotografía de libros, unas balanzas para pesar, un mallete y una bola de cristal sobre una mesa frente a una pared de marrón claro de distintos tonos.¿Le parece imposible alcanzar semejante estado de autodominio? No lo será si, entregándose en serio, glorifica "a Dios en su cuerpo y en su espíritulos cuales son de Dios". 1 Corintios 6:20. ¿Se da cuenta? Esencialmente, su cuerpo físico y su espíritu no son suyos sino de Dios, su Creador, habiendo él impartido a ambos la chispa de vida y conservando a los dos con vida conforme a su poderosa voluntad.

 

 

 

El juicio venidero

¿A quién le gusta ser llevado a juicio? ¿Llamado a testificar? ¿Ser acusado y juzgado en un tribunal alguno? Muchos injustos, indisciplinados, rebeldes y destructores lo evitan en esta vida, mas, sin embargo, se acerca prontamente su día en la Corte Celestial ante el Juez Supremo, quien cita a todo ser humano a comparecer y dar cuenta de sí. 2 Corintios 5:10. "Dios... ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia." Por lo tanto, manda "a todos los hombres en todo lugar que se arrepientan". Hechos 17:30-31. "El espiritual" dice Amén, y se prepara. Pero, "el hombre natural" (1 Corintios 2:14-15) hace caso omiso, o se mofa. ¿Qué hará usted? ¿Piensa pagar una fianza o alcanzar clemencia? Por favor, no se haga de ilusiones. El Juez se lo ha advertido ya: solo habrá dos sentencias, a saber, el cielo o el infierno. Para quienes no se preparen, no habrá suspensiones, ni perdón.

 

Pintura que representa al apóstol Pablo en el acto de disertar sobre la justicia, el dominio propio y el juicio venidero frente al procónsul romano Félix y su esposa judía Drusila.

 

El apóstol Pablo diserta ante el gobernador romano Félix y su esposa judía Drusila sobre la justicia, el dominio propio y el juicio venidero, justamente los temas de este ensayo.

 

 

 

 

 

Justicia, dominio propio, juicio, amor, misericordia

¿Por qué deja este servidor, en este pequeño ensayo, hasta lo último el amor y la misericordia? Bueno, porque ni el uno ni el otro se manifiestan en todo su poder y esplendor donde reina la injusticia, falta el dominio propio o no se prepara para el juicio venidero.

¿Quiere usted experimentar el verdadero amor, bien sea humano o divino, y beneficiarse de la misericordia de Dios? Las condiciones son ser justo, gobernarse a sí mismo y vivir para el día del "justo juicio de Dios".

Al tener el apóstol Pablo la oportunidad de exponer el mensaje de Cristo ante el gobernador romano Félix y su esposa judía Drusila, disertó "acerca de la justicia, del dominio propio y del juicio venidero". Hechos 24:24-25. Escuchando estos tres temas, "Félix se espantó". Sin embargo, aquel varón calló sus inquietudes y temores, no sometiéndose al evangelio que escuchó.

Y usted, ¿se inquieta al leer sobre estos mismos tres temas: “justiciadominio propio… y juicio venidero”? ¿Se espanta? ¿Obedecerá el evangelio del Señor para que conozca a plenitud el sublime amor de Dios, goce de su gran misericordia y sea pronunciado “salvo”, “salva”, cuando le toque presentar en juicio ante Jesucristo? Si está dispuesto/dispuesta, los próximos pasos a darse son: arrepentirse, sumergirse en las aguas bautismales, integrarse a la iglesia de Cristo legítima, y perseverar, adquiriendo y perfeccionando las virtudes divinas. Hechos 2:37-472 Pedro 1:3-11

Estamos en las mejores disposiciones para brindarle nuestro apoyo.

Dios le guíe en su búsqueda de él, su Verdad, y la Salvación eterna.

Para servirle en el amor del Señor, su servidor, Homero D Shappley

 

En “la revelación del justo juicio de Dios”, él “pagará a cada uno conforme a sus obras: vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad…”. Romanos 2:4-10

 


 

 

  

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